Big Iron. Marty Robbins, 1959

La música country o hillbilly surgió en las zonas rurales del sur de Estados Unidos. En los estados del oeste se desarrollaba, por su parte, la música western, simbolizada por los cowboys. Una de las figuras señeras que unió ambos géneros en la década de los 50 del pasado siglo fue Marty Robbins, quien grabó esta balada country para su disco Gunfighter Ballads and Trail Songs en septiembre de 1959 y la reeditó en sencillo en 1960.
La canción nos habla de un tema muy “cinematográfico”. En algunos estados del oeste hubo unas brigadas policiales, los Rangers, que cazaban forajidos, siendo los más conocidos los Texas Rangers y los Arizona Rangers. Sobre estos últimos trata este clásico, que se desarrolla en la ciudad de Agua Fría.
Los vecinos reparan en que una mañana temprano llega un Ranger apodado “Big Iron” (“hierro grande”, por el arma que lleva colgada de la cadera). Nadie se atreve a preguntarle la razón por la que ha arribado a la ciudad –es hombre de pocas palabras–, pero resulta que en la ciudad vive un proscrito de 24 años, Texas Red, objetivo del ranger, a quien han encomendado que lo coja “vivo o muerto”.
Los vecinos aguardan fascinados el duelo tras las ventanas, y temen que Texas Red, que ya ha matado a 20 personas, haga del ranger su víctima número 21. Contra todo pronóstico, el forajido cae fulminado por la rapidez del arma del ranger, y la canción relata: “Podía haber seguido viviendo pero cometió un desliz fatal al enfrentarse con el ranger del gran hierro en la cadera”.
Puro John Ford, ¿verdad?