Josh Turner, imparable

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Si hubiera que elegir entre los cantantes country más importantes en la actualidad, el nombre de Josh Turner figuraría en todas las listas. Nacido en Carolina del Sur hace 36 años, el pasado 16 de septiembre lanzó al mercado el single Lay Low (“Pasar desapercibido”)… y fue padre por cuarta vez. Un mes ajetreado, vaya, anticipo de lo que le aguardará a partir de ahora, cuando se eche a la carretera para iniciar una gira por Estados Unidos que le llevará a Dakota del Norte, Alabama, Nuevo México, Texas, Idaho, Nevada, California, Arizona, Pennsylvania, Kentucky, Ohio y el Ryman Auditorium, sede del Grand Ole Opry en Tennessee. Casi nada.
El tema que hoy nos ocupa fue escrito por Ross Copperman, Tony Martin y Mark Nesler y, cuando Turner lo escuchó por primera vez, se enamoró instantáneamente de su filosofía. “Pasar desapercibido es algo que me encanta hacer aunque a veces no pueda”, ha declarado el artista. Este single es el aperitivo que MCA Nashville, su discográfica de toda la vida, nos ha ofrecido a la espera de su nuevo disco, el sexto después de Punching Bag (2012).
La canción comienza con un deseo: el de perderse conduciendo hasta que el móvil se quede sin cobertura, escuchar las gotas de lluvia sobre los tejados y, por supuesto, pasar desapercibido. Con canciones tan buenas como ésta, le va a ser imposible.

Don’t think twice, it’s allright. Bob Dylan, 1962

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Robert Allen Zimmerman, más conocido como Bob Dylan, hizo una incursión en el country con esta composición fechada en noviembre de 1962, que incluyó en su disco The Freewheeling Bob Dylan del año siguiente.
El tema cuenta con infinidad de versiones. Primero, vamos a escuchar aquella en la que se inspiró Dylan para componer su canción, Who’s Gonna Buy Your Ribbons When I’m Gone, de Paul Clayton (1960), que presenta la misma melodía. El “robo” no minó la amistad entre ambos, y, aunque sus respectivas discográficas se interpusieron diversos pleitos, la buena relación entre ellos continuó hasta la prematura muerte de Clayton en 1967. La versión original de Dylan simplemente cambia la letra.

El grupo Peter, Paul and Mary hizo una versión en 1963 con un toque folk.

Hugues Auffray, amigo de Dylan, no tardó en adaptar la canción al francés con el título N’y pense plus, tout est bien.

Escuchemos ahora la versión de Johnny Cash de 1964.

En mi opinión, una de las mejores es la que hizo Waylon Jennings en 1970, correspondiente a su álbum Don’t think twice.

Recientemente, la gran dama del country Dolly Parton, en Blue Smoke (entrada del 13 de mayo), versionó también este tema.

E independientemente de todas estas versiones, probablemente algunos de vosotros la reconoceréis por la serie televisiva Mad Men.

El country marca su territorio (yXL)

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115. Mid the Green Fields of Virginia. Empezamos hoy con una canción de la familia Carter, grabada en Atlanta, Georgia, en febrero de 1932. En la letra, el autor añora su infancia en una granja de Virginia, cubierta por la hiedra del valle de Shenandoah, y evoca el viejo molino en el que solía jugar de niño y el arroyo en el que se entretenía lanzando guijarros.

La canción es obra de Chas K. Harris, quien la compuso a principios del siglo XX. He aquí la primera grabación de 1909, años antes de que eclosionara el country, y cuando los discos eran aún de cilindro. El intérprete es Henry Burr, un cantante canadiense de música popular con voz de tenor, pionero, además, del medio radiofónico, en el que apareció por primera vez en 1920.

116. My Old Virginia Home. La grabación que vamos a escuchar es de mayo de 1935. Aquí la familia Carter sigue homenajeando a Virginia, uno de los estados más antiguos de la Unión, como ya hemos comentado. Un chico que se fue de casa ahora se encuentra solo y decide volver al lado de sus seres queridos y establecerse para siempre en Virginia.

117. Paint me back home in Wyoming. Damos un considerable salto en el tiempo hasta 1979, cuando Chris LeDoux, oriundo de Biloxi, Mississippi, publicó el disco Paint Me Back Home in Wyoming. LeDoux intercala aquí las partes recitadas con las cantadas. El tema es de corte nostálgico: un cowboy, lejos de su hogar y magullado tras un rodeo en el que ha participado con mal pie, llega cabalgando a una casa donde reside una pintora. Cuando ella le pide que pose para él, él se niega y le suplica que, en su lugar, le pinte de vuelta en Wyoming.

Y, como dicen allá, all good things must come to an end. Con este tema, llegamos al final de esta serie que empezó el 2 de mayo y que nos ha acompañado durante 40 entregas. Pero la música country sigue adelante y mañana seguiremos disfrutando de sus clásicos.

Pura energía: Cotton Eyed Joe

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Como prometía el pasado martes al decir que en breve dedicaría una entrada a Cotton Eyed Joe, hoy escucharemos esta canción folk donde el fiddle adquiere un protagonismo especial.
De ésta, como de tantas otras canciones folk, no se conoce la fecha exacta de su composición. Sin embargo, podemos aventurarnos con una aproximada, y situarla antes de la Guerra de Secesión (1861-1865), ya que durante la misma ya era conocida, y, según la historiadora de la música Dorothy Scarborough, los esclavos la cantaban en las plantaciones de Luisiana.
La primera versión publicada data de 1882, cuando la editorial Harper and Brothers puso por escrito la letra, que, lógicamente y al ser de tradición oral, cuenta con diversas variantes. “De no haber sido por Joe el de los ojos de algodón, habría estado casado hace mucho tiempo”, nos cuenta, por lo que podemos inferir que el tal Joe le quitó la novia al autor.
De notable popularidad en Texas, llegó a ser conocida como el himno del sur de ese estado, y aún goza de gran predicamento: multitud de colegios universitarios la tocan al comienzo de sus partidos de baseball.
Vamos a comenzar por la primera versión grabada que se conoce. Se la debemos a los Carter Brothers (George y Andrew) e hijo (Jimmie, que aquí toca la guitarra con solo nueve años). Es de 1928 y fue editada por The Brunswick Company. Este grupo, por cierto, nada tiene que ver con la familia Carter.

Los Skillet Lickers, capitaneados por Gid Tanner, grabaron Cotton Eyed Joe en los años 30.

Escuchemos ahora la grabación que hizo Bob Wills and his Texas Playboys en 1946.

Os dejo ahora con la versión que hizo el padre de la música bluegrass, Bill Monroe, y los Bluegrass Boys, quienes añadieron al fiddle el banjo y la mandolina.

En 1980 Isaac Peyton Sweat nos regaló esta gran versión.

En este último año, la película Urban Cowboy también incluyó este clásico en su banda sonora.

En 1985 el grupo Asleep at the Wheel (“Dormidos al volante”) ejecutó una versión memorable. Escuchémosla.

La colaboración entre la banda irlandesa The Chieftains y uno de los máximos exponentes vivos de la música bluegrass, Ricky Skaggs, alumbró una interpretación antológica, que se tradujo en una nominación al Grammy a la mejor instrumentación country en 1992 por el disco Another Country.

Esta melodía ha traspasado fronteras y el grupo sueco Rednex alcanzó un gran éxito en 1994 con otra versión de dudoso gusto, que recibió críticas por su toque techno. La canción está extraída del álbum Sex and violins y fue un gran éxito en Europa, donde alcanzó lo más alto de las listas en Noruega, Suecia, Alemania, Austria, Suiza o Finlandia, entre otros.

El country marca su territorio (XXXIX)

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112. No place but Texas. Terminamos nuestro viaje por Texas con esta canción compuesta por el texano por excelencia, Willie Nelson. En esta balada de corte nostálgico, el autor expresa su pasión inquebrantable por su hogar, y es que, de acuerdo con la letra, Dios no pudo hacer mejor trabajo al crear Texas. Su amor va más allá de la vida, ya que, cuando muera, espera ser enterrado a las orillas del río Pedernales, un afluente del Colorado cuyo recorrido transcurre por el centro del estado de la estrella solitaria.

113. If I ever see Utah again. Larry Gatlin (Texas, 1948) grabó este single en 2010 para su disco Pilgrimage, aparecido el año anterior en Curb Records. Gatlin, y aquí lo vuelve a demostrar, es famoso por su voz de falsete, de tonos artificialmente altos. Conocida también como If I ever see you or Utah again, se enmarca en la capital del estado, Salt Lake City, y habla de una separación. Cuando se marchó, hace ya dos años, ella le dijo que no le importaría no volver a verlo nunca más. Ni a él… ni a Utah.

114. Longing for old Virginia. A este estado, apodado el Antiguo Dominio y cuyo nombre proviene de Isabel I, la reina virgen, le cabe el honor de ser el asentamiento británico más antiguo en Estados Unidos, puesto que en 1607 se estableció allí una colonia. Su papel en el nacimiento de Estados Unidos fue decisivo, y no en vano es el estado que más presidentes ha dado a la nación, un total de ocho, desde George Washington a Woodrow Wilson, pasando por Thomas Jefferson o James Madison. La familia Carter grabó este tema en noviembre de 1934 –¡hace casi 80 años!–, en Camden, Nueva Jersey, con la sensacional Sara Carter a la guitarra y su prima Maybelle al arpa. El protagonista se encuentra lejos de Virginia, pero promete a su amada que en primavera le llevará un anillo de boda a su hogar en ese estado.

Escuchemos ahora la revisión que Bill Clifton hizo de este clásico del bluegrass en 2006, cuando contaba 75 años de edad. A Clifton lo conocimos ya en una entrada anterior de esta serie con The Girl I left in sunny Tennessee.

Don Gibson, el poeta triste

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Donald Eugene Gibson nació en 1928 en Carolina del Norte, en el seno de una familia sin recursos, y prácticamente no tuvo oportunidad de ir al colegio. Intentaba evadirse de sus dificultades con la música y aprendió a tocar la guitarra. En 1948 formó el grupo The Sons of the Soil (“Los hijos de la tierra”), con los que hizo sus primeras grabaciones. Pero no fue hasta 1957 cuando entró en contacto con Chet Atkins, quien lanzó su carrera. Desde ese año hasta principios de los 70, Gibson dominó la escena musical como letrista de grandes éxitos que inmortalizaron estrellas como Ray Charles (I can’t stop loving you) o Patsy Cline (Sweet dreams). A finales de los 60, Gibson grabó varios dúos con Dottie West e incluso sacó un disco con ella. Falleció en 2003 de causas naturales, dos años después de entrar en el Salón de la Fama de la Música Country. Tras su muerte, se le rindió un homenaje en el condado de Cleveland, en su Carolina del Norte natal, donde un teatro, que hoy funciona como plataforma para estrellas del country, fue rebautizado con su nombre en 2009.
Escuchemos su primer número 1, Oh, Lonesone Me (1958), un tema compuesto por Gibson en colaboración con Chet Atkins y coros de The Jordanaires, y publicado por el sello RCA de Nashville. La canción nos habla de una ruptura sentimental que el protagonista no ha superado, pero la mujer sí. Total, que se la imagina flirteando con otros como si nada hubiera pasado.

Esta canción tiene innumerables versiones, una de las cuales es esta de Johnny Cash de 1961.

Escuchemos ahora la versión de Neil Young correspondiente a su disco After the gold rush (1970).

En 1990, The Kentucky Headhunters alcanzaron su mayor éxito con una versión más rockera del clásico de Gibson. Os dejo con él.

El country marca su territorio (XXXVIII)

texas cactus 109. If you gonna play in Texas. Este éxito fue escrito por Murray Kellum y Dan Mitchell y grabado por el grupo Alabama para su disco Roll on (1984). La canción empieza de manera suave, recordando en su primer verso el himno de la Universidad de Texas, tanto en El Paso como en la capital del estado –Austin–, que fuera grabado, por cierto, por Roy Orbison: “The eyes of Texas are upon you”, para luego convertirse en una explosión de sonido. El título completo de la canción es If you gonna play in Texas (you gotta have a fiddle in the band) y de eso, precisamente, trata la canción. En la letra se hace referencia al clásico de Bob Wills Faded Love, que ya escuchamos en la entrada sobre “el paradigma del fiddle(8 de agosto) y también a Cotton Eyed Joe, otro ejemplo del uso de este instrumento al que dedicaré una entrada en breve. 110. Texas Lullaby. El cantante de outlaw country David Allan Coe, de 75 años de edad, es el creador de esta canción nostálgica, en la que recuerda su niñez en Texas (aunque Coe nació en Ohio) y la nana que le cantaba su padre. Presenta al protagonista, presumiblemente un cowboy, en el desierto, donde se hiela hasta los huesos, y en la letra hay cabida para las flores de cactus y las tumbleweeds, una especie de planta rodadora que vuela por el desierto, ambas típicas de Texas. 111. You’ll never take Texas out of me. En 1987 MCA Records publicó el disco de Waylon Jennings A man called Hoss, con canciones escritas por el propio Jennings en colaboración con Roger Murrah. Jennings, oriundo de Texas, declara en este tema su amor a este estado cuando dice que “podéis eliminar la música de Texas pero no a Texas de mí”.

Crazy. Willie Nelson, 1961

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Hoy os traigo una de las mejores canciones de la historia de la música country, cuyo éxito le ha hecho cruzar la frontera a géneros como el jazz, el pop o el folk rock. Fue escrita por un entonces casi desconocido joven de 28 años. Y es justo preguntarse: ¿Qué habría sido de la música country sin él? Me refiero, claro, a Willie Nelson, que empezó su carrera escribiendo canciones para artistas de prestigio. Esta, en concreto, se la ofreció a Billy Walker, que la rechazó –¡gran error!– por considerarla una “canción de chicas”. Willie, buen amigo del marido de Patsy Cline, Charlie Dick, con quien solía coincidir en un bar de Nashville, le mostró la maqueta, y Dick propuso a su esposa que la grabara. Al principio, tampoco ella estaba muy convencida (acababa de sufrir un accidente de tráfico y tenía molestias al cantar), pero su productor Owen Bradley la convenció y no tardó en convertirse en su mayor éxito. Loretta Lynn, gran amiga de Patsy, recordó en una entrevista que la primera vez que Cline la interpretó en el Grand Ole Opry lo hizo con muletas.
Con posterioridad, la canción ha conocido multitud de versiones, como las de LeAnn Rimes –que cantó en la Casa Blanca ante George Bush padre–, Linda Ronstadt, Kenny Rogers, Dottie West o incluso Julio Iglesias. El último artista que la ha grabado es Neil Young en su disco A letter home (abril de 2014).
La protagonista se lamenta por su amor perdido con estas palabras: “Estoy loca por pensar que mi amor podría retenerte, loca por llorar, loca por intentarlo y loca por amarte”. Escuchemos la versión original de Patsy Cline, con esa calidez vocal que hizo de ella una de las grandes damas del country.

Os dejo ahora con la versión de LeAnn Rimes.