Nuestro protagonista nació en el este de Texas en 1931, en plena Depresión económica. Lo hizo en el seno de una familia muy pobre, y de niño sobrevivió cantando en las calles. Durante su adolescencia, se despertó su interés por la música y, hacia 1950, ya cantaba en la radio con un amigo. Fue entonces cuando empezó su adicción al alcohol y a las drogas, de la que se trataría con el apoyo de su cuarta mujer, Nancy Sepulvada.
En la segunda mitad de los años 50, Jones empezó a brillar en la escena musical country y ya en los 60 era considerado uno de los grandes intérpretes del género. Tras casarse con Tammy Wynnette, otra estrella del momento, grabó varios dúos que le reportaron aún más éxitos.
Volvió a la música tras vencer sus adicciones, pero ya no repitió los laureles, forastero en la tierra de un country pop al que no estaba acostumbrado. Pero no cesó de trabajar hasta el final de sus días, y los últimos años vinieron cuajados por multitud de premios y homenajes: en 1992, ingresó en el Salón de la Fama de la Música Country; en 2002, se le entregó la Medalla de las Artes; y, en 2012, obtuvo el Grammy honorífico.
Jones murió en abril de 2013 en Tennessee, solo veinte días después de haber ofrecido su último concierto. Su funeral, que fue seguido por la emisora del Grand Ole Opry y en el que no faltaron las actuaciones musicales, fue todo un acontecimiento que contó incluso con la presencia del gobernador de Tennessee y con la de la ex-primera dama Laura Bush.
Os dejo con su primer éxito, Why Baby Why?, de 1955, que llegó al número 4 de la lista del Billboard. Se trata de una agradable canción de estilo honky-tonk con una rica instrumentación que incluye un fiddle, una guitarra, una pedal steel guitar y un piano. No fue fácil grabarla, ya que Jones se olvidaba de la letra constantemente por sus problemas con la bebida.
Varias versiones de este tema han alcanzado lo más alto de las listas. En concreto, sucedió en dos ocasiones, la primera de la mano de Red Sovine y Webb Pierce (1956) y la segunda de Charley Pride (1983). Escuchémoslas consecutivamente.