Si hace dos semanas calificaba Six days on the road como el “himno” de los camioneros, hoy os traigo un tema que podríamos definir como el de los vagabundos.
King of the road, publicada en enero de 1965 por Smash Records –que significa “discos de éxito” y, sin duda, este lo fue, nada menos que el mayor de su catálogo– llegó al número 1 en Estados Unidos, Reino Unido y Noruega, al 5 en Irlanda, y arrasó en la ceremonia de los Grammy de 1966 (mejor single y mejor interpretación masculina de Roger Miller, quien también se cobró el premio al mejor álbum por The return of Roger Miller).
La canción es un himno a la libertad: el protagonista es un vagabundo que no tiene nada, “ni teléfono, ni piscina, ni mascotas, ni cigarrillos”. Por no tener, no tiene ni casa, ya que alquila caravanas para dormir, que suele pagar “empuñando la escoba”. Pero, a pesar de ello, es feliz y se considera a sí mismo “el rey de la carretera” o, de otra manera, “un hombre con recursos aunque sin recursos (económicos)”.
El cine se ha servido de este tema en títulos como En el curso del tiempo (Wim Wenders, 1976), Brokeback Mountain (Ang Lee, 2005) o Hacia rutas salvajes (Sean Penn, 2007).
Escuchemos primero la versión original de Roger Miller, que es la más conocida con diferencia.
Os dejo a continuación con una versión que aparece en el disco de debut de los Statler Brothers, Flowers on the Wall (1966).
Los gemelos escoceses The Proclaimers la grabaron en 1990.
En 1996 Randy Travis versionó este tema en su disco Full Circle.
El grupo germano The wise guys la versionó, adaptando la letra al alemán.
Creo que sólo conocía la primera versión, pero veo que hay bastantes; no te creas que la de los alemanes me ha llamado la atención con ese estilo vocal doo-wop, como en los años 50, una versión curiosa … Saludos
La verdad es que yo también solo conocía la original. Las otras las descubrí cuando preparaba la entrada.
Me regalaron “Full Circle” en su época y me impresionó la versión de Randi Travis. Un fraseo excelente, ritmo puro.
En esta canción Randy Travis conserva el espíritu del original de Roger Miller. En cualquier caso, qué afortunado de haber podido disfrutar del disco cuando se publicó.