Disco del mes (septiembre)

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Este mes nos ha sorprendido gratamente el regreso de un grupo legendario del country. Tras 14 años de ausencia, cuando presentaron su último álbum de estudio, When It All Goes South, el pasado 18 de septiembre apareció Southern Drawl. Sí, estamos hablando de Alabama.
Se trata del álbum número 23 de su carrera, el primero bajo el paraguas de BMG Chrysalis. Randy Owen, Jeff Cook y Teddy Gentry concibieron la idea de volver a lo grande mientras grababan el pasado año una colección de clásicos góspel, y el fruto ha ido madurando en los últimos seis meses. Tal como ha declarado Cook, la música country era muy distinta cuando se apartaron de la industria, por lo que sus fans van a notar un sonido diferente en este disco. Baladas y otras canciones más animadas definen su núcleo. Una de ellas, Come Find Me, cuenta con la colaboración de Alison Krauss, que pone la voz y toca el fiddle. Otra, One by One, constituye un cálido homenaje a uno de los artistas favoritos de Alabama, Conway Twitty.
Escuchemos su único single hasta la fecha, Wasn’t through loving you yet. Se trata de una balada en la que el narrador suplica desesperadamente a su pareja que no lo abandone: “No te vayas, no te atrevas, no voy a respirar sin ti en el aire, no me digas que lo único que voy a conseguir es un beso de despedida porque todavía no he terminado de amarte”. Al micrófono, Randy Owen.

This ain’t just a song es otra canción muy personal. En junio de este año Alabama brindó un concierto a sus fans y, al finalizar el mismo, Teddy Gentry invitó a algunos de ellos a escuchar este tema en su camión. Y se quedaron impresionados…

Southern Drawl en Amazon

Country Urbano (V)

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11. Dallas. Las dos primeras canciones de hoy pertenecen a uno de los discos de la leyenda viva Willie Nelson, natural de Texas. El LP en cuestión, Texas in my mind (1968), fue producido por Chet Atkins, y está dedicado por completo a su estado natal. La canción con la que se abre fue escrita por Dewey Groom y Don Stovall. Se trata de un canto de amor a Dallas, que cita varias localizaciones incomparablemente bellas. El narrador podría seguir cantando sus alabanzas, pero se le hace tarde porque tiene que coger un avión… a Dallas.

12. San Antonio. Incluida también en Texas in my mind (1968), fue escrita por Jerry Blanton. El narrador maldice el día en que dejó a sus seres queridos en San Antonio, una ciudad de origen español, ocupada por colonos canarios allá por el siglo XVII, y que hoy, merced a su riqueza arquitectónica, es una de las más turísticas de Estados Unidos.

13. Who do I know in Dallas. Terminamos con otra canción interpretada por Willie Nelson, en este caso coescrita por él junto con Hank Cochran. El narrador busca en los recovecos de su memoria a quién conoce en Dallas, donde reside actualmente, para pegarle un toque, y que lo consuele y le ayude a olvidar que está solo.
Esta grabación pertenece al disco Masters of the Last Century: Best of Willie Nelson.

Escuchemos ahora una versión de Kenny Price, todo un éxito en 1969.

Merle Haggard incluyó su propia versión en el álbum A Portrait of Merle Haggard (1969).

Take this Job and Shove it. Jonny Paycheck, 1977

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La mayoría de las canciones contenidas en este álbum son versiones de otros cantantes o fueron más tarde versionadas por otros artistas. Constituyó el mayor éxito de ventas de Johnny Paycheck –disco de platino– y conoció hasta tres singles: el que da título al disco (ya escuchado aquí), que fue número 1 en la lista Billboard, Colorado Kool-Aid y Georgia in a Jug, que escucharemos después.
Producido por Epic, el sello en el que trabajaba el recientemente fallecido Billy Sherrill, fue este quien le dotó de un marcado sonido outlaw y ese oportuno carácter desenfadado.
Bobby Braddock, uno de los grandes compositores country, es el responsable de Georgia in a Jug. La chica deja al protagonista, y este, al no poder hacer el viaje que había proyectado con su pareja, no se desanima y se larga de todas formas: va a México “en un vaso de tequila”, a Puerto Rico “en una botella de ron” y luego regresa a casa, a Georgia, “en una jarra”.

Blake Shelton la incluyó en The Dreamer (2003).

El tercer single del disco fue Colorado Kool-Aid, con letra de Phil Thomas. La historia, recitada con un leve acompañamiento instrumental, trata de una pelea de bar, en el que los protagonistas beben cerveza de la marca Colorado Kool-Aid.

The Spirits of Saint Louis es una canción compuesta por Roger Bowling y R. J. Jones. La bebida vuelve a ocupar un lugar central. El narrador se pasa todos los días en el bar para olvidar su amor perdido, pero ni “todos los espíritus de San Luis pueden sacarla de su mente”.

Escuchemos ahora From Cotton to Satin (from Birmingham to Manhattan). Escrita por James Vest y David Chamberlain, habla de un granjero de Birmingham (Alabama) que se enamora de una chica que le convence de que hipoteque su granja y se vayan a vivir a Nueva York. Allí la mujer conoce a un hombre rico, se va con él y nuestro protagonista se vuelve a casa con las manos vacías. Al final, el destino se “venga”, pues encuentran petróleo en las tierras del granjero.

Esta es la versión de Gene Watson.

El primo del productor Billy Sherrill, Mark, fue uno de los coautores de The Fool Strikes Again, junto con Steve Davis y Gary Cobb. Un tipo le pone los cuernos a su pareja una y otra vez, pero ella siempre le termina perdonando y él se siente un estúpido por no poder evitar “ser tentado por el pecado”.

Charlie Rich la grabó al año siguiente. Me despido por hoy con él.

Country Urbano (IV)

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8. Houston. La cantante de country y folk Mary Chapin Carpenter dedica esta magnífica canción a Houston, de la que dice que es una especie de tierra prometida donde todos los problemas desaparecerán. Se trata de un homenaje a la gente que tuvo que huir de Nueva Orleans tras la devastación del huracán Katrina. El tema pertenece a su disco The Calling (2007).

9. Does Fort Worth ever cross your mind. Esta popular canción de George Strait fue escrita por Sanger D. Shafer y Darlene Shafer. Strait la incluyó en su álbum homónimo, que sacó en 1984. El narrador, en un bar de Fort Worth, recuerda a su ex pareja, que le abandonó para irse a Dallas e iniciar una nueva relación. El single llegó al número 1 en las listas.

A continuación, la versión de Keith Whitley, también de 1984.

10. Austin. La capital del estado de Texas también ha inspirado algunos éxitos al country. Por ejemplo, éste, que pudimos disfrutar en el disco Blake Shelton, con el que el artista, ya ex de Miranda Lambert, debutó en 2001. Se mantuvo cinco semanas en lo más alto de las listas, y el álbum, editado por Giant Records, arrasó en ventas. Una pareja ha roto, ella vive en Austin y al final se reconcilian. Novedoso, ¿eh?

Dave Dudley, el ídolo de los camioneros

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David Darwin Pedruska nació en 1928 en Wisconsin. Para los estándares de la época, empezó en el country algo tarde. Su carrera no despegó hasta principios de los años 60, tras la publicación por Vee Records de su primer single, Maybe I do (1961), y, sobre todo, de Six Days on the Road, dos años más tarde. Esta canción de camioneros, ya escuchada aquí, lo catapultó a la fama, con más de un millón de copias vendidas, y le permitió cambiar de “casa”, a la discográfica Mercury Records.
En los años 80, el nuevo rumbo que iba adquiriendo la música country atenuó su éxito, pero no así en Europa, donde un grupo country alemán admirador suyo, los Truck Stops, lo volvió a poner en el candelero gracias a su tema Ich möchte so gern Dave Dudley hören (Me gustaría escuchar a Dave Dudley). Dudley, que a lo largo de su carrera grabó unos 70 discos, se volcó desde entonces en el mercado del Viejo Continente, y finalmente murió en 2003.
Escuchemos aquí otra canción de camioneros, Truck driving son of a gun (1965), escrita por Dixie Deen y Ray King, que alcanzó el número 3 en las listas country. Habla de un camionero mujeriego que tiene una amante en cada ciudad en la que para, “desde Boston a Saint Louis”. Él mismo se define como “un ladrón de besos, un marrullero, un camionero hijo de perra”.

Red Sovine, natural de Virginia, se especializó en este subgénero de camioneros y grabó también este tema.

Escuchemos ahora la versión de Ferlin Husky.

Lecil Travis Martin, conocido por su nombre artístico de Boxcar Willie, la incluyó en su repertorio.

Country Urbano (III)

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6. The Streets of Laredo. Seguimos en Laredo con una de las baladas de cowboys más queridas de la música country, también conocida como The cowboy’s lament. Ha aparecido muchas veces en el cine, por ejemplo en Tres padrinos, de John Ford (1948); Muerte de un jugador, de John Hancock (1973); Brokeback Mountain, de Ang Lee (2005); o Bajo el paseo de la ley (1986) y Noche en la Tierra (1991), ambas de Jim Jarmush.
Fue publicada por primera vez en el libro de John Lomax Cowboy Songs and Other Frontier Ballads (1910). Como ocurre con tantas canciones folk, se ignora el nombre de su autor, aunque probablemente se le deba a Frank H. Maynard, tal como este declaró repetidamente a lo largo de su vida. La Asociación de Escritores Western la incluyó en su catálogo de las 100 canciones western más importantes de todos los tiempos.
Un cowboy desahuciado cuenta su historia a otro que pasa cabalgando junto a él. Ha sido alcanzado por una bala, y en sus últimas horas se arrepiente de la vida que ha llevado. Versionada por multitud de artistas, escuchemos, en primer lugar, la interpretación de Johnny Cash.

Ahora, la maravillosa versión de Marty Robbins.

Tex Ritter la incluyó en su álbum Blood on the Saddle.

He aquí la versión instrumental de Chet Atkins, perteneciente a su álbum The other Chet Atkins.

Esta grabación está incluida en el disco recopilatorio de los grandes éxitos de Jim Reeves.

7. Wacko from Waco. El cantante nacido en Texas Billy Joe Shaver, de 76 años de edad, hace un juego de palabras entre Waco, la ciudad donde pasó su infancia, y wacko (“chiflado” en inglés). La historia habla de un hombre que, en defensa propia, mata a un tipo en Waco. Curiosamente, en 2007 la ficción se hizo realidad cuando Shaver fue acusado de disparar, sin llegar a matarlo, a otro hombre también en defensa propia, por lo que fue absuelto. Escrita en colaboración con el gran Willie Nelson, pertenece a su álbum Live at Billy Bob’s Texas.

I’m thinking tonight of my blue eyes. Familia Carter, 1929

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Esta canción encierra en sí misma parte de la historia de la música country, ya que su melodía –con diferente letra– ha sido utilizada en diversos clásicos ya escuchados aquí: Great Speckled Bird, que cantó Roy Acuff en 1938; It wasn’t God who made honky-tonk angels, en la voz de Kitty Wells en 1952; o The wild side of life, interpretada por Hank Snow también en 1952.
Como sucede con tantos temas de los albores del country, se trata de una canción folk de autor desconocido, a la que A.P. Carter, el patriarca de la familia Carter, puso letra y vistió de gloria. Su éxito en 1929 propició sendas grabaciones en 1933 y 1935.
La protagonista recuerda con nostalgia los placeres vividos junto a su amado. Cuando éste embarca, “solo piensa en sus ojos azules”, pero no tarda en olvidarla y ella se pregunta si, cuando la tumba sea lo único que la rodee, irá a derramar alguna lágrima por el corazón que ha roto.
Escuchemos la grabación original de la familia Carter en febrero de 1929.

Esta es la versión que hizo Gene Autry para el sello Columbia en 1942.

Eddy Arnold la dotó de un ritmo decididamente alegre.

Os dejo con la interpretación de Hank Snow.

Una de las primeras mujeres en abrirse camino en esto del country, Jean Shepard, la versionó en 1956.

Marty Robbins también aportó su buen hacer a este clásico.

Escuchemos la versión de Nitty Gritty Dirt Band, perteneciente a su disco Will the Circle Be Unbroken (1972).

Uno de los mejores pianistas que ha dado el country, Floyd Cramer, la incluyó en su álbum Floyd Cramer Country (1976), acompañado por la voz de Pat Daisy.

Country Urbano (II)

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3. Did you ever see Dallas from a DC9 at night. Seguimos en la ciudad con la que terminamos la entrega anterior. Esta canción compara a Dallas con una joya, una mujer que te pisoteará cuando estés deprimido, un hombre con un deseo de muerte en un ojos, una vista preciosa y concluye: “¿Has visto alguna vez Dallas desde un DC9 por la noche?” Joe Ely la grabó en 1980, y de ese año es el vídeo que os pongo.

Unos años antes, en 1972, The Flatlanders grabaron el original, obra de Jimmie Dale Gilmore.

4. Asshole from El Paso. Parodia del clásico Okie from Muskogee –ya escuchada aquí–, en la que el narrador se mostraba orgulloso de ser oriundo de Muskogee, Oklahoma, porque es un sitio donde todavía se conservan los valores tradicionales, aquí Kinky Friedman se ufana de ser un mamón de El Paso, una ciudad donde todo vale (“las vírgenes son desfloradas”) y nadie tiene ningún valor ético.

Por cierto, la canción más comúnmente asociada con la ciudad de El Paso es El Paso de Marty Robbins que podéis volver a escuchar aquí.
5. Laredo. Vamos ahora a Laredo –no a la de Cantabria, ejem, sino a la de Texas–. Este tema fue escrito por un dúo californiano de folk formado por Joey Ryan y Kenneth Pattengale, los Milk Carton Kids. Incluido en su disco de debut Retrospect (2011), habla de la pérdida de un tren que se dirige a Laredo, Texas, para reflexionar sobre todos esos trenes que dejamos pasar en la vida. Lo mejor que podemos hacer, sentencia, es dejarlos marchar sin oponer resistencia.

Country Urbano (I)

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Comenzamos hoy una nueva serie. A la manera de El country marca su territorio, en la que, a lo largo de cuarenta entregas, recorrimos los estados country, esta vez toca hacer turismo urbano.
Nos centraremos, pues, en canciones country que de alguna manera están relacionadas con ciudades, ya sea porque su argumento se desarrolla allí o simplemente porque el nombre de una ciudad aparece en el título. ¿Estáis dispuestos a acompañarme en este viaje? En ese caso, empecemos por el estado sureño más grande en extensión de Estados Unidos, Texas, que lógicamente abarca el mayor número de urbes representadas en esta lista.
1. Corpus Christi Bay. A juzgar por su letra, esta ciudad costera de Texas, Corpus Christi, invita a la diversión sin freno: “Vivía en Corpus con mi hermano. Éramos el uno para el otro. Se nos daba bien pasárnoslo en grande”, y concluye: “Si tuviera que vivir mi vida de nuevo y no importara cómo, supongo que no podría mantenerme sobrio en la bahía de Corpus Christi”. Escuchemos las dos versiones más conocidas de este tema; en primer lugar, la del cantante de country hispano Johnny Rodriguez que, a mi parecer, es la mejor.

Os dejo ahora con la de Robert Earl Keen, en su álbum Bigger Piece of Sky.

2. Dallas. Uno de los mayores éxitos de Alan Jackson habla de una pareja que se acaba de separar: ella se ha ido a su ciudad natal –Dallas, Texas– y él se ha quedado en Tennessee. Ahora él reflexiona con nostalgia: “Cómo me gustaría que Dallas estuviera en Tennessee para que ella estuviera conmigo”.