Aunque ya hemos terminado la serie dedicada a la familia Carter, hoy os voy a hablar de otra generalmente asociada a ellos. Quiso la casualidad que la última canción que grabara Johnny Cash antes de su muerte, en septiembre de 2003, fuera Engine 143, de la familia Carter.
Basada en el accidente ferroviario del Fast Flying Virginian, que tuvo lugar en octubre de 1890 a su paso por Virginia, cuenta la historia de su maquinista, George Alley, que se proponía recuperar el tiempo perdido –llevaba unos 20 minutos de retraso–, cumpliendo instrucciones de los jefes de la compañía.
El maquinista recuerda las advertencias de su madre para que no corriera, ya que muchos habían perdido la vida de ese modo. Finalmente, el tren choca contra las rocas y Alley muere. No se conoce el nombre del autor de la canción, grabada por multitud de artistas, como la familia Carter en 1929. Según la leyenda, cuando A.P. y Sara se conocieron, Sara estaba cantando este tema en el porche de su casa.
Una joven de solo 20 años, Joan Baez, la grabó para su segundo álbum, Joan Baez Volume 2 (1961).
Flatts and Scruggs lo hicieron con el título George Alley’s FFV en su álbum Folk Songs of Our Land (1962).
Un grupo de folk, The Kossoy Sisters, formado por las hermanas Irene Saletan y Ellen Christenson, la incluyeron en Bowling Green (1997).
La primera vez que Johnny Cash la grabó fue en 1965, para su disco Orange Blossom Special. Tres años después, emparentaría con los Carter al casarse con June.
Por último, escuchemos la grabación de Johnny Cash tan solo dos semanas antes de su muerte. Apareció en su disco póstumo The Unbroken Circle- The Musical Heritage of the Carter Family (2004).