Sin duda, la canción más famosa de Bobbie Gentry es esta que vamos a escuchar hoy. Se ambienta en el corazón del sur de Estados Unidos, el estado de Mississippi, donde Gentry nació (ver la entrada dedicada a su figura en el blog We Are Rock). El tema hace bueno el dicho de que la música country tiene las grandes historias, como señalara Etta James.
En el curso de una cena familiar se discute un suceso que ha conmocionado a un pueblo: el suicidio de un joven llamado Billie Joe, quien se ha lanzado desde el puente de Tallahatchie –que realmente existió aunque ya ha desaparecido–, sin que, aparentemente, el suceso tenga una repercusión especial para los miembros de la familia.
Gentry ha comentado que en realidad ese es el principal tema de la canción: la indiferencia ante la pérdida de una vida humana, aunque las discusiones se centren en las razones de su suicidio. Durante la cena sale a relucir que la hija adolescente de la familia fue vista en compañía de Billie Joe poco antes de la tragedia y que ambos tiraron algo al puente (hay quien ha especulado con que sea su bebé y que Billie Joe se suicidara por el sentimiento de culpa). La historia, en todo caso ficticia, inspiró la película Ode to Billy (en lugar de Billie) Joe, dirigida en 1976 por Max Baer, cuyo reclamo publicitario rezaba: «Lo que la canción no contaba, la película te lo mostrará». El guion seguía los pasos de un homosexual reprimido que se mataba por la incomprensión que lo rodeaba, y lo que tiraba por el puente no era más que una muñeca de trapo.
Este tipo de canciones, que cuentan historias ficticias con todo lujo de detalles, no son inusuales en el género country: valga el ejemplo de Harper Valley P.T.A., ya escuchada aquí para ilustrar la entrada dedicada a su autor, Tom T. Hall.
Os dejo ya con la versión original de Bobbie Gentry en 1967.
Al año siguiente la versionó el grupo The Detroit Emeralds.
Unas de las damas del country, Tammy Wynette, la incluyó en Take me to your World / I don’t wanna play house (1968).
La canción se hizo tan popular, que no tardó en cruzar el Atlántico. En primer lugar, escuchemos al francés Joe Dassin, que traduce el original con algunos cambios: quien se suicida es una mujer, Marie-Jeanne, y lo hace arrojándose de un puente que salva el río Garona.
Otro país que se dejó seducir por esta historia fue Suecia. Olle Adolphson cambió el nombre del suicida por el de Jon Andreas. La interpretó una de las estrellas más conocidas del país escandinavo, Siw Malmkvist.
Un excelente tema, por la historia que cuenta y por la manera tan inquietante de contarlo. A Marta (We Are Rock) también le había propuesto la versión de Billie Jo Spears, una voz muy singular dentro del country, que me gusta mucho. Saludos.
Esta versión es un excelente colofón para la entrada.
Bobbie Gentry era una genial compositora y se encargó de sacar a la luz en clave de country (o country rock, según el tema) muchos temas sociales serios, a los que el género no estaba acostumbrado. En la entrada de We Are Rock dedicaca a Bobbie Gentry aparecen otras cuantas teorías sobre el suicidio de Billie Joe y sus motivos (concepción de un bebé mestizo, problemas psiquiátricos, etc.). Muchas gracias por la mención 😉 ¡Saludos!
Sí. la verdad es que es muy interesante tu entrada con la variedad de teorías que citas.