Disco del mes (enero)

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El primer disco destacado de este año es el álbum de debut del grupo LANCO, un quinteto nacido en 2013 pero que hasta ahora no se había atrevido con un disco de larga duración (habían sacado un EP en 2016). Me refiero a Hallelujah Nights, que apareció el 19 de enero y de cuya publicación supimos a finales de noviembre pasado. Sus componentes son Brandon Lancaster, Chandler Baldwin, Jared Hampton, Trip Howell y Eric Steedly y el nombre de la formación viene de Lancaster & Company. Editado por Arista Nashville, contiene once pistas, tres de las cuales ya habían aparecido como singles. Escuchémoslos.

Empezamos con un tema muy alegre, Long Live Tonight, que también aparecía en el EP. El protagonista planea una noche desenfrenada con su pareja.

Greatest Love Story ha sido su mayor éxito comercial, con más de 400.000 unidades vendidas. Aquí, el narrador intenta convencer a su novia de que se case con él.

Born to Love You es el último single y apareció en diciembre. El protagonista lleva una vida aburrida en una ciudad sureña hasta que conoce a la chica de sus sueños.

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Cincuenta años después

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Tal día como hoy, hace 50 años, se grabó la canción que vamos a escuchar en esta entrada. Me refiero a Honey, escrita por Bobby Russell y popularizada por Bobby Goldsboro.

Desde luego, fue uno de los temas más escuchados en 1968; y una de las razones de su éxito fue un hecho fortuito. Cuando el single llevaba poco más de un mes en el mercado, mataron a Martin Luther King y, por una extraña asociación de ideas –la canción habla de la muerte de la persona amada cuando esta todavía es joven–, el tema subió como la espuma y se instaló en el número 1 durante cinco semanas consecutivas.

Es cierto que no le faltan detractores: en algunas listas de “las peores canciones” –por ejemplo, en la de la CNN de 2006 o en la de Rolling Stone de 2011– ocupa un lugar destacado por su almibaramiento. En la letra, el narrador evoca varias anécdotas anodinas relacionadas con su joven y difunta esposa, a la que se refiere como «un poco tonta y un poco lista» y a la que recuerda cuando ve el árbol que ella misma plantó al inicio de su relación.

El primero en grabarla fue Bob Shane, de The Kingston Trio.

Vamos ahora con la versión más conocida de la canción y de cuya grabación se cumplen 50 años. Bobby Goldsboro, percibiendo su potencial lacrimógeno, se apresuró a grabarla solo una semana después con una producción algo más elaborada, y la convirtió en un éxito, el mayor de su carrera.

Su éxito hizo que gozara de multitud de versiones. Escuchemos algunas de ellas. Eddy Arnold en Romantic World of Eddy Arnold (1968).

Roger Miller la incluyó en A tender Look of Love (1968).

John D. Loudermilk la grabó para Country Love Songs Plain and Simply Sung (1968).

Jack Greene en Love Takes Care of Me (1969).

En la versión de Tammy Wynette se cambió levemente la letra para que la pudiera cantar desde el punto de vista de la mujer fallecida. La incluyó en su álbum Divorce (1968).

Escuchemos, por último, la interpretación de su autor, Bobby Russell.

 

Townes Van Zandt, el trovador de la vida cotidiana

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Townes Van Zandt nació en 1944 en Texas. A los 12 años su padre le regaló una guitarra y empezó a interesarse por el folk, el blues y el country. Aunque sus progenitores pretendían que continuara sus estudios, abandonó la universidad y emprendió su carrera musical.

Los años 70 fueron su mejor época –sacó seis álbumes en solo cinco años y fue entonces cuando compuso sus canciones más recordadas–. Willie Nelson y Merle Haggard popularizaron Pancho and Lefty (ya escuchada aquí) en 1983, y Emmylou Harris versionó también algunos de sus temas. Los problemas de salud limitaron su agenda y en los años noventa redujo considerablemente su producción. Los excesos le pasaron factura y murió en 1997.

Escuchemos su primer single, una gran canción country-folk titulada Waiting Around to Die (1968). El tema apareció en su disco de debut, For the Sake of the Song, y tal fue su éxito, que más tarde la incluyó en otros discos suyos, sin ir más lejos, al año siguiente, en Townes Van Zandt (1969).

En un documental sobre su vida se dice que esta fue la primera canción que escribió. Lo hizo en Houston, Texas. La letra cuenta la desgarradora historia de un chico sin suerte: de niño fue testigo de los malos tratos que su padre le infligía a su madre; una mujer a la que conoció le desplumó; se relacionó con gente peligrosa que le indujo a cometer un robo; y dio con sus huesos en la cárcel. Ahora ha conocido por fin a una buena chica, pero no se engaña: lo único que le queda es esperar a morir.

Este tema ha sido versionado en multitud de ocasiones. Una de las más recientes es la del grupo de Americana The Devil Makes Three en Redemption and Ruin (2016).

Un español en Nashville

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Hoy me quiero hacer eco de un artículo aparecido en El Confidencial (www.elconfidencial.com), firmado por Héctor G. Barnés, sobre el madrileño Álex Muñoz, que se ha abierto hueco en Nashville, la ciudad country por excelencia.

Muñoz, nacido hace 28 años, siempre tuvo claro que quería tocar música de raíces americanas –a los diez años ya escuchaba discos de los Beatles y los Rolling Stones–, pero en España esto no era factible. Así que hizo las maletas y puso rumbo a Estados Unidos. Tras una breve estancia en Boston, a la que se refiere como la ciudad de las canciones («Los Ángeles es muy cinematográfico y Nueva York muy jazzero»), aterrizó en Nashville, donde lleva residiendo cinco años con un considerable éxito.

El veterano productor Doug Lancio le dio su primera oportunidad como asistente en el disco Terms of My Surrender (2014), de John Hiatt. Su iniciativa y su talento lo llevaron a dar el salto para convertirse él mismo en productor. Conoció a Margo Price, que empezaba a despuntar en el country, y produjo su primer disco, Midwest Farmer’s Daughter (2016), que, si bien no destacó comercialmente, es considerado por la crítica como uno de los mejores de 2016. Y en esto Álex tuvo mucho que ver… Otro de los trabajos en que intervino ese año fue como productor en el recopilatorio Sounds of the New West: The Class of 2016. Podría pensarse que el hecho de que un extranjero se dedique a un estilo de música tan americano ha sido un obstáculo, pero nada más lejos de la realidad. Según él, «nadie me juzgó, era después de los conciertos cuando descubrían que era español y les chocaba, pero nadie me dejó de contratar por eso», una prueba más de la universalidad de la música.

De gira por España con la cantante estadounidense Nikki Lane, le detectaron un cáncer del que fue operado y que, felizmente, ha superado. Su relación profesional con Lane continuó en Nashville: en febrero del pasado año, esta sacó su álbum Highway Queen, y contó con Muñoz como guitarrista.

En junio de 2017 vio la luz el primer álbum en solitario de Hugh Masterson, Lost + Found, y Muñoz volvió a deslumbrar en sus funciones como productor, ingeniero, bajista y guitarrista.

A su vez, y tras un año sabático, Margo Price presentó en octubre su trabajo All American Made, en el que el español, además de productor, ejerció de guitarrista y percusionista. Gracias a este último disco tuvo la oportunidad de conocer al gran Willie Nelson, que hizo una pequeña intervención.

Escuchemos ya Since You Put Me Down, uno de los temas que componen Midwest Farmer’s Daughter, de Margo Price (2016), producido por Álex Muñoz. Sus autores son la propia Price y Jeremy Ivey, y la letra nos habla de una mujer que bebe para intentar superar su reciente ruptura.

Little Bitty. Tom T. Hall, 1996

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Se hace difícil escoger entre la nutrida discografía de Alan Jackson, pero a buen seguro que en cualquier selección que se hiciera aparecería Little Bitty, que Tom T. Hall, uno de los grandes compositores de la industria, escribió para él.

De carácter alegre, el tema relata la eterna historia de un romance, sirviéndose de la palabra del título para construir su discurso: la «pequeñita» luna de miel, la compra de la «pequeñita» casa, la «pequeñita» nómina, el «pequeñito» bebé, es decir, todo lo que constituye la «pequeñita» vida. Su espíritu se podría resumir en uno de sus versos: «El pequeño mundo da vueltas y más vueltas, un poco de silencio y un poco de sonido».

Alan Jackson se encargó de popularizarla en su quinto álbum, Everything I Love (1996).

A principios del mismo año, su autor, Tom T. Hall, la cantó en Songs from Sopchoppy.

Finalmente, la danesa Wenche Hartmann, que ha dirigido sus pasos hacia el country, la incluyó en su álbum Dance the Night Away (2007).

 

El hechizo de la música

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La música es probablemente lo único mágico que he encontrado en mi vida. No hay truco. Es pura y real. Conmueve, sana, comunica y hace todo tipo de cosas increíbles.

Music is probably the only real magic I have encountered in my life. There’s not some trick involved with it. It’s pure and it’s real. It moves, it heals, it communicates and does all these incredible things.

Tom Petty

La primera sesión de grabación de Hank

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A lo largo de su breve trayectoria profesional, Hank Williams trabajó para dos sellos discográficos, Sterling Records y el más recordado, MGM Records.

Hoy vamos a fijarnos en el primero de ellos, un sello pequeño con sede en Nueva York que también contaba con un pequeño estudio de grabación en Nashville (y que no debemos confundir con el sueco Sterling Records, especializado en música clásica).

El descubridor de Hank, Fred Rose, le consiguió su primer contrato con Sterling. Dos meses después de la negativa del Grand Ole Opry de acogerle entre sus filas –hasta junio de 1949 no conseguiría entrar–, Hank, que a la sazón tenía 23 años, realizó para Sterling su primera sesión de grabación el 11 de diciembre de 1946. Grabó cuatro temas, que dieron lugar a la cara A y la cara B de sus dos primeros singles.

Aunque ninguno de estos trabajos entró en las listas de los más vendidos, sí que convencieron al productor Fred Rose, quien consiguió que Hank fichara por uno de los grandes, MGM Records, instituido en 1946 con el fin de editar las bandas sonoras de las películas de la Metro Goldwyn Mayer, pero que no tardaría en ampliar su repertorio. Escuchemos ya sus cuatro primeras grabaciones.

De aperitivo, su primer single, Never Again (Will I Knock on Your Door), que apareció en enero de 1947. Escrita por Hank Williams, fue la única de las cuatro sin tintes religiosos. Habla de un hombre que, harto de intentar que su relación funcione debido a las repetidas infidelidades de su mujer, promete no volver a llamar a su puerta nunca más.

En la cara B de su primer single aparecía Calling You, un tema de carácter religioso (hay que recordar que Williams creció en una comunidad profundamente religiosa de Alabama). Obra, una vez más, del propio Hank, el protagonista se pregunta si la gente no se da cuenta de que Dios nos está llamando desesperadamente: “Cuando te has desviado del redil y hay tribulación en tu alma, ¿no escuchas al bendito Salvador llamándote?”

En el segundo single, que grabó en la misma fecha y apareció en febrero del año siguiente, figuraba Wealth Won’t Save Your Soul, en la que Hank habla de la inutilidad de acumular riquezas en este mundo porque, no nos engañemos, estas no conseguirán salvar nuestra alma.

Y, en su cara B, When God comes and Gathers his Jewels nos presenta a un muchacho que asiste al funeral de un ser querido. El predicador le consuela diciendo: “Cuando Dios venga y se lleve sus joyas, la encontrarás allá arriba en el cielo, tan bella”.

 

Gary Stewart, el rey del honky-tonk

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Gary Stewart nació en Kentucky en 1944. Su pasión siempre fue la música: aprendió a tocar la guitarra y el piano y se curtió en grupos locales. A los 20 años conoció a Mel Tillis, quien, viendo su potencial para el country, le convenció para que se trasladara a Nashville e iniciara ahí su carrera discográfica.

Sus comienzos, sin embargo, no fueron fáciles. Aunque lo contrataron como compositor y de vez en cuando acompañaba a artistas ya consagrados, su carrera como solista no conseguía despegar y no lo haría hasta mediados de los 70, cuando lo saludó su mayor éxito, Out of Hand.

Su estrella se desvaneció pronto, pues, aunque siguió trabajando el resto de su vida, no conectaba con el público, que lo consideraba «demasiado country» (los simpatizantes del rock) o «demasiado rock» (los puristas del country). En 2003 se suicidó, incapaz de sobrellevar la reciente muerte de su mujer.

Como decía, su mayor éxito crítico y comercial fue el álbum Out of Hand (1975). A él pertenece She’s Acting Single (I’m Drinking Doubles), un tema escrito por Wayne Carson y en el que un hombre ahoga sus penas en un bar, porque su mujer «está actuando como si estuviera soltera» (así que él bebe dobles). Fue la única de sus canciones que llegó al número 1 en la lista Billboard.

Ronnie Dunn recuperó este tema honky-tonk para la banda sonora de la película Country Strong (2010).

 

No Shoes, No Shirt, No Problems. Kenny Chesney, 2002

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Aunque había aterrizado en la escena country tiempo atrás, con este álbum, el sexto de su carrera, Kenny Chesney consiguió uno de sus mayores éxitos comerciales, gracias sobre todo a su voz, ya que a veces las letras no estaban a la altura. El disco, publicado por la discográfica BNA en 2002, consta de 12 temas y de él se extrajeron los cinco singles que vamos a escuchar a continuación.

El primero fue Young. Compuesta por Craig Wiseman, Naoise Sheridan y Steve McEwan, es una canción nostálgica en la que el narrador recuerda sus años de juventud, cuando deseaban ser mayores; ahora, lamenta que hayan pasado.

The Good Stuff fue compuesta por Craig Wiseman y Jim Collins. Comienza tras una pelea. El hombre busca consuelo en un bar, donde el dueño, que perdió a su mujer víctima del cáncer, le aconseja que no eche a perder su matrimonio y pida disculpas a su mujer. La verdad es que la letra no es demasiado original, ¿no?

A Lot of Things Different es una canción mitad recitada, mitad cantada. El narrador echa la vista atrás y concluye que debería haber hecho muchas cosas de forma diferente.

En 2001, uno de sus autores, Bill Anderson (la escribió con Dean Dillon), la grabó en su disco A Lot of Things Different.

En Big Star, escrita por Stephony Smith, se describe el camino al éxito de una muchacha que ha cumplido su sueño de convertirse en una gran estrella.

El último single que vio la luz fue el que le dio título, No Shirt, No Shoes, No Problems. El tema fue escrito por Casey Beathard y es uno de los más veraniegos y alegres del álbum. El protagonista, tras una semana muy ajetreada en el trabajo, sueña con unas vacaciones en las que no tenga ni jefes, ni relojes ni estrés.