En diciembre del pasado año dábamos cuenta en este blog de un libro de José Miguel Gala sobre Townes van Zandt. Pues bien: el mismo autor publica ahora otra obra sobre un grupo de rock español, Los Cheyenes, del barrio barcelonés de Poble Sec, compuesto por los hermanos Roberto y Joselín Vercher (guitarra solista y bajo, respectivamente), José María Garcés (guitarra rítmica y coros) y Ramón Colom (batería).
El sonido de esta formación bebía de las bandas de rock británico de renombre en los años 60, como The Kinks o The Hollies. Su trayectoria fue breve –su gran momento discográfico estuvo comprendido entre 1965 y 1967–, pero en los tres EPs y dos singles que grabaron dejaron la impronta su buen hacer musical. Hoy, son un grupo de culto entre los aficionados al beat, al garaje, al sonido sixties, al R&B, etc.
El libro de Gala no es muy extenso –apenas 80 páginas–, y la verdad es que nos quedamos con ganas de más. Los Cheyenes fueron muy buenos, y el autor también lo es. Cuenta con un prólogo de Mike Stax, que edita la revista Ugly Things, fundada en 1983, y un epílogo de Alejandro Díez, Alex Cooper, quien ha estado al frente de los grupos Cooper y Los Flechazos.
El trabajo se adereza con abundante material documental, como fotos, afiches, recortes de prensa…, todo ello cortesía de Joselín Vercher, uno de los fundadores de la banda, y la tirada, ¡daos prisa en comprarlo!, es de solo 100 ejemplares.
Escuchemos primero uno de los grandes éxitos de Los Cheyenes, Válgame la Macarena, que fue grabada poco después del famoso Flamenco de Los Brincos. El tema pertenece a su primer EP, que apareció en 1965.
Otra muestra de su talento es No pierdas el tiempo, que apareció en un EP al año siguiente.
Aquí tenéis varias muestras del numeroso material gráfico con que cuenta la obra (cortesía de Joselín Vercher).
Es un gustazo que se publiquen libros así, sobre los grupos españoles pioneros del rock.De los Cheyenes tengo un disco, en el que por supuesto está «Válgame la Macarena», tal vez su canción más reconocible. Un lujo que hayas concedido un espacio en tu blog a esta banda española, por cierto no de las más conocidas de aquellos sesenta. Saludos, Eduardo.
Cuando escuché sus canciones, me llamó la atención la frescura del sonido que ofrecen. Aunque, como dices, es un tanto desconocido, es un grupo de gran calidad.
Estaba seguro de haberlos escuchado en mi adolescencia, pero lo cierto es que no reconozco las canciones. He buscado otros temas suyos y lo mismo. Otro descubrimiento más.
Y hablando de descubrimientos, aunque lo más probable es que solo lo sea para mí y tú estés harto de escucharla, el otro día ‘descubrí’ a Rhiannon Giddens y no me suena que le hayas dedicado una entrada. Igual me estoy metiendo en camisa de once varas, pero mejor pecar por exceso que por defecto.
Sí, la verdad es que Los Cheyenes tienen un sabor a música de los 60 que invita a escuchar más de ellos.
Rhiannon Giddens fue una de las fundadoras del grupo Carolina Chocolate Drops. Casi al principio del blog -quizá todavía no lo conocías- puse su versión de Cornbread and Butterbeans que me parece una de sus mejores versiones.
https://riverofcountry.wordpress.com/2014/04/02/el-poder-de-la-musica-folk/
Desde entonces inició una carrera en solitario. Como creo que no ha vuelto a aparecer por aquí, merece que pronto le dedique una entrada.
Ya imaginaba que la conocías. He hecho bueno el dicho de que la ignorancia es muy atrevida.