El domingo nos despertábamos con una triste noticia para el country: la muerte de toda una pionera, Jean Shepard, a los 82 años de edad. En River of Country ya me ocupé de su figura (aquí podéis consultar la entrada que le dediqué).
Históricamente, en los años 40 y 50, el country parecía un terreno abonado para los artistas masculinos. Jean Shepard, junto con Kitty Wells, contribuyeron a que esto dejara de ser así, y abrieron el camino para otras mujeres como Loretta Lynn, Lynn Anderson, Tammy Wynette, Patsy Cline o Dolly Parton, que se hicieron un merecido hueco en la industria.
En 1955, se convirtió en la primera artista femenina en llegar al Grand Ole Opry, institución de la que formaría parte durante 60 años. Su gran oportunidad le llegó cuando cantó junto a Hank Thompson, quien quedó tan impresionado que convenció a Capitol Records para que le hiciera un contrato. Otro de los hitos de su carrera fue editar en 1956 uno de los primeros álbumes conceptuales de la música country, Songs of a Love Affair, también escuchado aquí.
A ese disco le siguieron nada menos que 24 de estudio y más de 70 singles. Shepard siempre abogó por mantener la música country «pura», sin influencias del pop. Así, en una entrevista concedida en noviembre de 2015 decía sin ambages que «el country de hoy ya no es country y soy muy firme sobre ello. Se lo diré a cualquiera que quiera oírlo y a los que no también. La música country de hoy no es genuina». Un poco antes, en 2013, y en respuesta a unas desafortunadas declaraciones de Blake Shelton en las que «ninguneaba» la música country tradicional, Jean salió a la palestra para defender el gran legado de la época dorada. En 2014 publicó su autobiografía, Down Through the Years, en la que diseccionaba la música country en los tiempos en que esta estaba repleta de sueños y sabiduría. Aunque la enfermedad del Parkinson se la haya llevado, siempre podremos escuchar sus canciones.
Su primer single fue Crying Steel Guitar Waltz (1952), cuyo título hace referencia al sonido lastimero, parecido a un llanto, de la steel guitar. La canción fue escrita por Shorty y Dolly Long.
Al año siguiente llegó uno de sus grandes éxitos, A Dear John Letter, un dúo junto a Ferlin Husky. Una mujer escribe a un soldado que ha partido a la guerra para anunciarle que se ha casado con su hermano.
Cuando Bill Anderson, el compositor de la siguiente canción, Slippin’ Away, fue homenajeado por sus 50 años de música country, Jean Shepard cantó este tema, que ya había convertido en un éxito en 1973. Una pareja asiste impotente a la desintegración de su amor: «Siento cómo se escapa entre los dedos, lentamente, en unos pocos días más se habrá ido». Llama la atención la espléndida voz que conservaba a tan avanzada edad.
a dear john letter
Ferlin Husky, el cantante que nunca se fue
Ferlin Eugene Husky nació en Missouri en 1925. Su tío le enseñó a tocar la guitarra, y en sus años mozos ejercitó sus destrezas en bares honky-tonk. Tras su paso por la Segunda Guerra Mundial, se dedicó a la música de forma profesional, trabajando primero como disk-jockey. En 1953 firmó su primer contrato con Capitol Records, sello al que se mantuvo fiel casi toda su vida.
Su dúo con Jean Shepard, A Dear John Letter, entrañó su primer número 1 en las listas. En 1958 llegó una de sus canciones más conocidas, The Wings of a Dove (ya escuchada aquí). Su éxito fue decayendo mediada la década de los sesenta, y se retiró en 1975. En 2010, un año antes de su muerte, entró a formar parte del Salón de la Fama de la Música Country.
Escuchemos uno de sus números 1, Gone, escrito por Smokey Rogers a principios de los años 50. Husky la grabó en dos ocasiones; la primera en 1952 en Hollywood, bajo el seudónimo Terry Preston (su verdadero nombre, decían, no era comercial), que no llegó a salir siquiera como single; y de nuevo en 1957, que vendió más de un millón de copias, ¡lo que son las cosas!
La canción se convirtió en una de las primeras representantes del sonido Nashville. Se trata de una balada en la que el narrador se lamenta por el amor perdido y no oculta su parte de culpa: “Desde que te has ido, mi corazón, mis labios, mis ojos borrosos por las lágrimas, llora un alma solitaria dentro de mí, me creía muy listo, rompí tu corazón, ahora te has ido”. Escuchemos las dos grabaciones.
Ronnie MacDowell la recuperó para su álbum de 1980 Going Going Gone.
Escuchemos la versión de The Fleetwoods, un trío compuesto por Gary Troxel, Gretchen Christopher y Barbara Ellis.
La segunda mujer
Dediqué la entrada del 7 de mayo a Kitty Wells, la primera mujer que triunfó como solista en la música country. La historia, sin embargo, no suele tener en cuenta al segundo en llegar a cualquier disciplina.
Es por ello por lo que hoy os quiero hablar de Jean Shepard, la segunda mujer que grabó un single de música country. Sucedió solo unos meses después de que Wells grabara su It wasn’t God who made honky-tonk angels, en mayo de 1952. A finales de ese año, salió Cryin’ Steel Guitar Waltz, cuyo título recuerda, cómo no, al gran éxito de George Harrison While my Guitar Gently Weeps.
La canción, grabada por la misma Shepard y escrita por Susan Heather, Dolly Long y Shorty Long, pasó desapercibida para el gran público. Aquí vamos a escucharla en la versión de su disco This is Jean Shepard (1959).
Su primer éxito importante fue un dúo con Ferlin Husky, A Dear John Letter (1953), sobre una carta que recibe un soldado en la guerra de Corea, en la que su novia le anuncia que lo deja… para casarse con su hermano.
Nuestra Jean lo hizo (casarse) con Hawkshaw Hawkins, quien, años más tarde, moriría en el accidente de aviación que le costó la vida a Patsy Cline y Cowboy Copas. Firme defensora de la pureza del country, la artista ha criticado la deriva pop que ha adoptado últimamente, y ha llegado a polemizar con la estrella Blake Shelton a propósito de unas declaraciones en las que éste tildó de “anticuado” el country puro.
Shepard entró en el Salón de la Fama de la Música Country en 2011 y es el miembro femenino más anciano del Grand Ole Opry.