Adiós a un héroe de la guitarra

reggie young
El pasado 17 de enero se despedía de nosotros para siempre Reggie Young, a la edad de 82 años y tras una carrera de seis décadas. Su nombre podría pasar un tanto desapercibido, pero Young fue uno de esos guitarristas en la sombra al que escuchamos en multitud de canciones country (y de otros estilos) que hoy son consideradas clásicos.
Trabajó habitualmente en Memphis, un híbrido entre el country de Nashville y el blues del delta del Mississippi, y en esas coordenadas se movía también Reggie: «Soy una especie de cruce entre B.B. King y Chet Atkins», se definió en una entrevista en 2017. Young fue miembro del grupo The Memphis Boys, que entró en 2007 en el Salón de la Fama de músicos de Nashville.
Trabajó con multitud de artistas. En 1964, fue uno de los músicos que abrió la primera gira estadounidense de Los Beatles. También lo hizo con Elvis Presley. En Suspicious Minds se habla de que no es posible mantener una relación si se desconfía eternamente: «No podemos construir nuestros sueños sobre mentes suspicaces». A la guitarra, Reggie Young.

También tocó la guitarra en la versión original de esta canción, obra de Mark James (aunque, desde que la grabó Elvis, su voz se adueñó del tema y la suya es la única versión que se recuerda). Escuchémosla.

Otra canción que nos viene a la cabeza al pensar en Elvis es In the Ghetto. Disfrutemos de Reggie Young a la guitarra.

En esa misma sesión, Elvis grabó también Kentucky Rain, con Reggie Young en su papel acostumbrado.

Escuchemos ahora Ebb Tide (1964), un tema casi instrumental en el que él toca la guitarra.

También intervino en algunas grabaciones de The Box Tops, como The letter (1967) o Cry Like a Baby (1968), que vamos a escuchar a continuación.

En 1968, la británica Dusty Springfied alcanzó un gran éxito con Son of a Preacher Man, incluida en el álbum Dusty in Memphis. Os dejo con ella y con Reggie a la guitarra.

A partir de 1972 se trasladó a vivir a Nashville y se centró en la música country. Uno de los clásicos de este género en los que se reconoce su presencia es la canción de Waylon Jennings Luckenbach, Texas (Back to the Basics of Love).

También colaboró con Willie Nelson. Aquí le escuchamos en Always on My Mind (1980).

En 2008 vio la luz el único álbum en solitario de Young, titulado Forever Young, parafaseando la canción de Dylan. A él pertenece Memphis Grease.

Para ese álbum también compuso un tema dedicado al lugar donde vivía, Leipers Fork. Nos despedimos con Coming Home to Leipers Fork.

Disco del mes (mayo)

from a room volume 1

Cuando alguien saca un álbum de debut tan potente como lo hizo Chris Stapleton con Traveller hace dos años, que arrasó entre crítica y público, a buen seguro siente la presión de no defraudar con su siguiente trabajo… y no lo ha hecho.

Ha vuelto a repetir con el mismo sello discográfico –Mercury Nashville– y el mismo productor –Dave Cobb–. La principal diferencia radica en su duración. Su nuevo disco, From a Room: Volume 1, es de poco más de media hora, la mitad que el anterior, aunque todo apunta a que la segunda parte no se hará esperar, y en otoño disfrutaremos del volumen II. Este, el primero, ha visto la luz el 5 de mayo, justo dos años después de que saliera Traveller. A la hora de escribir las letras, Stapleton ha estado presente en todas ellas, excepto en Last Thing I Needed, First Thing This Morning. El éxito no se ha hecho esperar, y en la primera semana vendió más de 200.000 unidades. Lejos quedan los tiempos en que Stapleton era un semidesconocido que formaba parte del grupo de bluegrass The Steeldrivers, o del de rock sureño The Jompson Brothers. Hasta ahora ha salido un single, Either Way, escrito hace unos años por Stapleton, Tim James y Kendall Marvel. Se trata de una balada country en la que una pareja finge una vida perfecta, cuando, en realidad, su amor murió hace tiempo.

Lee Ann Womack lo había incluido en Call Me Crazy (2008).

Escuchemos su espléndida versión de Last Thing I Needed, First Thing this Morning. El protagonista de este tema, obra de Gary P. Nunn y Donna Farar, cuenta que todo lo que podía pasarle hoy le ha salido mal: el cartero le ha llevado una carta reclamando una deuda, ha derramado el café, la alarma no ha sonado y, para colmo, su novia le ha dejado.

Willie Nelson ya la había grabado en 1982 en su disco Always on My Mind.

Chris Stapleton y Casey Beathard compusieron Up to no good livin’, que Chris canta con la colaboración de su mujer, Morgane. Narra la historia de un tipo que tuvo problemas con el alcohol pero ya los ha superado y se siente molesto porque su mujer no confía en él.

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Disco del mes (marzo)

full circle
Este mes esta sección trae muy buenas noticias. Doce años después de que Loretta Lynn nos brindara su Van Lear Rose regresa a la escena musical con Full Circle, que apareció el pasado 4 de marzo y nos ha confirmado que su voz no ha perdido un ápice de calor a sus 83 años.
El disco ha sido producido por su hija, Patsy Lynn Russell, y por John Carter Cash, el hijo de Johnny Cash, y publicado por Legacy Recordings. Lynn canta en este álbum las canciones con las que creció, nuevas versiones de algunos éxitos suyos de juventud, como Whispering Sea (la primera que escribió), Everybody wants to go to heaven o Fist City. También incluye un dúo con el veterano Willie Nelson, Lay me Down, y personales versiones de Wine into Water de T. Graham Brown o de Always on My Mind de Wayne Carson. Sin duda, ha valido la pena la espera. Me atrevería a decir que este álbum va a dar mucho que hablar durante este año.
En Whispering Sea, escrita por Loretta Lynn y grabada por primera vez por ella misma en 1960, la narradora se lamenta al mar susurrante por su amor perdido.

Todo el mundo quiere ir al cielo pero nadie quiere morir. Esto es lo que dice este gran éxito de Loretta Lynn de 1965. Incluso Jesús, que sabía el plan de su padre –“dar su vida para salvar el alma de los hombres”– fue valiente hasta el final, pero cuando Judas le traicionó no quería morir. ¿Escuchamos la nueva versión de Everybody Wants to Go to Heaven?

Everything it Takes es un dúo con Elvis Costello. Loretta Lynn y Todd Snider escribieron la canción en un tiempo récord, unos 30 minutos según la artista. Trata de los celos: una mujer avisa a su pareja de que la chica de la que se está enamorando “tiene todo lo necesario para llevarse todo lo que tienes”.

Who’s Gonna Miss Me es una nueva composición de Loretta Lynn y Lola Jean Dillon que reflexiona sobre su legado. “¿Quién va a echarme de menos cuando no esté?”, se pregunta.

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Siempre estarás en nuestra mente

wayne-carson
Los compositores suelen quedar relegados a un segundo plano, eclipsados por la personalidad de los cantantes, a menudo de primera fila, que interpretan sus canciones.
Sin embargo, hay excepciones, y es de justicia rendir homenaje a una de ellas, Wayne Carson, que falleció el pasado lunes a la edad de 72 años. Nacido en Denver, Colorado, se interesó muy pronto por la música, escuchando discos de country de Merle Travis. En 1962 se trasladó a Nashville, donde conoció a Chet Atkins, quien le ayudó a abrirse camino como compositor.
Un buen puñado de artistas se han beneficiado de sus composiciones, como Conway Twitty, Elvis Presley, Willie Nelson, Brenda Lee, Eddy Arnold o los Beach Boys, por citar solo algunos ejemplos. Pero, sin duda, su trabajo más inolvidable fue la colaboración con Johnny Christopher y Mark James que alumbró Always On My Mind (1972), que pudisteis escuchar en la entrada que dediqué a Willie Nelson, en la que “pinchaba” tanto la versión de Elvis Presley como la de Nelson.
Escuchemos ahora la de Brenda Lee del mismo tema:

Unos años antes, cuando tenía 24, Carson escribió otro de sus mayores éxitos, The Letter (1967), número 1 para los Box Tops, un grupo de Memphis de blue-eyed soul (soul blanco). La letra habla de la alegría de un hombre que recibe una carta de su pareja, en la que le dice que no puede vivir sin él.

Joe Cocker, fallecido el año pasado, nos brindó otra versión de The Letter tres años después.

En 1967, los Box Tops grabaron otro tema de Carson, Neon Rainbow, un fastuoso elogio de la noche –“Las luces de la ciudad calientan las más frías noches, la gente sonríe con caras electrizadas y esas luces relampagueantes no dejan pregunta sin respuesta”–, como antítesis de la vida diurna, en la que “la gente ya no sonríe y nadie abre la puerta hasta que llega la noche”.

Conway Twitty grabó I see the Want To in Your Eyes (1974), que evoca la nostalgia por un amor perdido: “En tu sonrisa veo un deseo tranquilo y suave como las ascuas de un fuego antes violento”.

Carson también hizo sus pinitos como cantante y, en 1973, grabó el álbum Life Lines, si bien, como digo, se dedicó sobre todo a la composición, algo que no pasó desapercibido al Salón de la Fama de los Compositores de Nashville, que lo nombró miembro en 1997.

Willie Nelson, el proscrito

willie-nelson La entrada de hoy está dedicada a uno de los artistas country más importantes de Texas. Willie Nelson nació en la localidad de Abbott en 1933 y a sus 81 años todavía sigue en activo; su último trabajo es Band of Brothers, que ya comentamos aquí. El pequeño Willie fue educado por sus abuelos. Su madre se fue de casa poco después de su nacimiento, y el padre, tras casarse de nuevo, también abandonó el hogar. Eran los años de la Gran Depresión, y Willie no tuvo más remedio que ayudar a sus abuelos, recogiendo algodón. Pero lo que le gustaba era la música y empezó a tocar la guitarra. Formó su primer grupo cuando aún estaba en el instituto. En 1950, abandonó los estudios para alistarse en el ejército, donde permaneció dos años. Después de un período en el que trató de hallar su lugar en el mundo, en 1956 emprendió su carrera musical propiamente dicha, grabó su primer disco y apareció en un programa de televisión. En 1960, se trasladó a Nashville, donde conoció a grandes leyendas del country como Ray Price, Hank Cochran o Faron Young, y empezó a escribir canciones para ellos. Uno de sus primeros éxitos fue la que escribió para Patsy Cline, Crazy (1961), una muestra de su potencial como compositor, que luego enriquecería con su otra faceta como cantautor. En 1964, fue contratado por el sello discográfico de Chet Atkins y entró en el Grand Ole Opry. Durante los años 70, Nelson decidió cambiar de imagen y comenzó a brillar en el outlaw country, disciplina donde obtuvo un éxito espectacular formando dúos con Waylon Jennings. Sus discos Shotgun Willie (1973), Red Headed Stranger (1975) o Stardust (1978) se consideran clásicos del género. Al segundo de ellos pertenece una de sus canciones más logradas, Blue eyes cryin’ in the rain, versión del clásico de Fred Rose de 1945 (entrada 22 de febrero). Durante los años 80, mientras la carrera de otros clásicos del country empezaba a declinar, la de Willie Nelson se catapultaba hacia las más altas cumbres. Participó en películas, siguió sacando discos, colaboró con Johnny Cash, Ray Charles, Merle Haggard…, e incluso hizo un dúo con Julio Iglesias, To All the Girls I Loved Before, hasta que, en 1993 entró en el Salón de la Fama de la música country. Willie Nelson es hoy un icono de la vida americana. En lo personal, destaca su apoyo al movimiento LGBT, su defensa de la legalización de la marihuana y sus simpatías, con ciertas reservas, por el Partido Demócrata. En la actualidad, vive en Hawaii. Vamos a escuchar su versión de Always on my mind (1982), su más exitoso número 1. La canción fue escrita en 1972 por Johnny Christopher, Mark James y Wayne Carson, y la versión de Nelson se alzó con el Grammy en 1983 y obtuvo, durante dos años consecutivos, el premio de la Country Music Association Uno de los primeros en grabar esta canción fue Elvis Presley (1972) bajo el sello RCA Records, en una espléndida versión que, en mi opinión, está a la altura de la de Willie Nelson.