Premios de la Asociación de la Música Country 2019

cma awards 2019

La noche 13 de noviembre –madrugada del 14 en España– se celebró la 53º edición de los premios que anualmente entrega la Asociación de la Música Country, de gran tradición para la industria –nacieron en 1967– y muy apreciados por todos los que se dedican de una forma u otra a este género.

El escenario fue, como es habitual, el Bridgestone Arena de Nashville. Lo que ha cambiado respecto a las ediciones anteriores han sido los anfitriones. Brad Paisley, que desde 2008 ejercía esta labor junto a Carrie Underwood, ha dejado paso –quizá como un guiño al lema de este año: Celebrando a las mujeres legendarias del country– a Dolly Parton y Reba McEntire, con la propia Underwood cerrando el triángulo. La ceremonia comenzó con una espléndida selección de temas country cantada por un nutrido grupo de mujeres que han triunfado en este estilo; y vino a consagrar a dos figuras como Kacey Musgraves y Luke Combs, con dos premios cada uno. Vamos ahora con los galardones, que reconocen los trabajos que han visto la luz entre el 1 de julio de 2018 y el 30 de junio de 2019.

Artista del Año: El galardón más importante de la gala recayó en Garth Brooks, que no dudó en expresar su admiración por Luke Combs, de quien dijo que en un futuro se llevaría el premio en esta categoría.

Vocalista masculino del año: Luke Combs. Solo cinco días después de sacar su segundo disco de estudio, What You See is What You Get, este oriundo de Carolina del Norte ha recibido el cariño de sus compañeros en esta ceremonia.

Vocalista femenina del año: Kacey Musgraves. Este es el año de Musgraves en lo que a premios se refiere, ya que ha triunfado en las tres citas más sobresalientes: los Grammy en febrero, la Academia de Música Country en abril y en esta de noviembre.

Grupo vocal del año: Old Dominion. Por segundo año consecutivo, este quinteto de Nashville se alza con el premio, que también obtuvieron en la Academia de Música Country.

Dúo vocal del año: Dan + Shay. Compuesto por Dan Smyers y Shay Mooney, hasta la fecha han sacado tres álbumes.

Artista revelación del año: Ashley McBryde. A los 36 años y con un álbum en su haber, McBryde consigue este galardón tras haber cosechado ya una nominación al mejor álbum country en los Grammy.

Álbum del año: Girl, de Maren Morris. La artista dedicó buena parte de su discurso a homenajear al productor del álbum, Busbee, fallecido repentinamente a la edad de 43 años.

Single del año: God’s Country, de Blake Shelton. En marzo de este año apareció este single, escrito por Devin Dawson, Jordan Schmidt y Hardy. Esta canción puede ser considerada todo un himno del rock sureño y comercialmente no le ha ido nada mal, con cerca de medio millón de copias vendidas.

Canción del año: Beautiful Crazy, obra de Luke Combs, Wyatt B. Durrette III y Robert Williford. Se trata de un bonus track del álbum de Combs This One’s For You.

Acontecimiento musical del año: Old Town Road (Remix), de Lis Nas X. con Billy Ray Cyrus. No suele ser habitual que el country-rap sea distinguido en unos premios de country. Este rapero de Georgia lo ha conseguido.

Vídeo musical del año: Rainbow, de Kacey Musgraves. Esta balada pertenece al álbum Golden Hour y es el quinto single del disco. La firma la propia Kacey junto con Shane McAnally y Natalie Hemby.

Músico del año: Jenee Fleenor (fiddle). Desde que en 1988 se abriera esta categoría, ninguna mujer la había ganado y ni siquiera había sido nominada. Escuchemos una interpretación suya, Listen to the Woman.

 

Achy Breaky Heart. Don Von Tress, 1991

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Muchos ríos de tinta han corrido sobre la canción de hoy. Hay quien es muy fan de ella y quien la odia argumentando que con ella la música country fue “secuestrada”. En cualquier caso, su éxito fue innegable: en Estados Unidos llegó al puesto más alto de las listas y fue la primera desde el dúo de Kenny Rogers y Dolly Parton Islands in the Stream (1983) en conseguir un disco de platino. Y eso no fue nada comparado con el furor que provocó en Australia, donde fue el single más vendido de 1992 y certificado como “triple platino”.
En principio, la canción la iban a grabar The Oak Ridge Boys, pero en el último momento se echaron atrás porque no les convencía la letra, que habla de una ruptura difícil de digerir por una de las partes. Se lo puedes contar a quien quieras pero “no se lo digas a mi corazón, mi dolorido y quebradizo corazón, porque puede que explote y mate a este hombre”.
Escuchemos primero la versión original de The Marcy Brothers con el título Don’t Tell my Heart.

Billy Ray Cyrus la grabó al año siguiente, cambiando el título por el de Achy Breaky Heart, y la incluyó en su álbum de debut Some Gave All (1992). Su grabación fue nominada en los Grammy de 1993. Juzgad por vosotros mismos, pero yo prefiero esta versión.

Demos ahora un paseo por el mundo. En primer lugar, Kikki Danielsson la adaptó al sueco con el nombre de En allra sista chans para su disco Jeg Ska Aldrig Lämma Dig (1993).

El cantante pop de la parte francófona de Canadá Stef Carse la convirtió en Achy Breaky Dance.

Por último, escuchemos la versión de la holandesa Marianne Weber, con el título Ik doe wat ik wil en su álbum Country and Weber.

Sobre héroes y tumbas (y VII)

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La canción que vamos a escuchar, Some Gave All, fue editada en 1992 por Mercury Records. Su autor, Billy Ray Cyrus, la incluyó en su disco de debut homónimo. La letra homenajea a todos aquellos que murieron como héroes en la guerra: “Todos dieron algo pero algunos lo dieron todo”, dice.

Vietnam Blues, escrita por Kris Kristofferson, está narrada por un recluta. Antes de partir a la guerra, cuando aún se halla en Washington, ve a un grupo de manifestantes opuestos a la guerra. Uno de ellos sostiene un cartel diciendo que no lucharán, y el soldado cree que ese es un gesto de cobardía, pues, aunque entiende que ellos no quieran morir, otros lo están haciendo en su lugar. Escuchemos la versión de Dave Dudley.

Y terminamos esta serie de entradas como la empezamos, con una canción de George Jones. En Wild Irish Rose, Jones se centra en los efectos de la guerra sobre un veterano de Vietnam que no logra adaptarse a la vida en el hogar. Termina alcoholizado en las calles y, finalmente, lo encuentran con una botella de whisky de la marca Wild Irish Rose.

Tom T. Hall, el contador de historias

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Nuestro cantante de hoy nació en 1936 en Kentucky. A los ocho años, su padre le regaló una guitarra, tres más tarde afrontó la muerte de su madre y, poco después, el accidente de caza de su padre, que le imposibilitó para trabajar.
Tom dejó la escuela y se empleó en una fábrica de tejidos. Su gran pasión era la poesía, y con el tiempo se convirtió en un gran narrador, lo que le valió el sobrenombre de “el contador de historias”.
Durante su adolescencia formó un grupo de corta duración, The Kentucky Travellers. A finales de los 50 se enroló en el ejército y, tras licenciarse, en 1961 empezó propiamente su carrera musical. Se mudó a Nashville, donde firmó con un modesto sello, New Key Publishing. Su éxito le llevó a ascender con la Mercury Records (1967) y, al año siguiente, escribió su canción más recordada, que escucharemos después.
Durante la década de los 70, siguió cosechando éxitos, tanto como compositor para otros como cantando sus propias canciones, The year that Clayton Delaney died –Clayton Delaney fue su profesor de música cuando era niño–, I love, Country is, (Old Dogs, Children and) Watermelon Wine. En 1971 entró en el Grand Ole Opry. Finalmente, se retiró como cantante en 1986, aunque siguió componiendo para otros (a lo largo de su vida, ha escrito canciones para Johnny Cash, Bobby Bare, Loretta Lynn, George Jones o Alan Jackson, entre otros). En 2008 entró en el Salón de la Fama de la Música Country, y, por último, ha destacado en su faceta como novelista, con obras como The Acts of Life, Homewords o Christmas and the Old House.
Su mayor éxito fue el que vamos a escuchar, Harper Valley PTA. La canción habla de la hipocresía de una típica localidad de provincias americana. La historia empieza cuando una niña llega del colegio con una nota en la que la dirección del centro advierte que su madre, viuda, es un mal ejemplo por llevar ropas inapropiadas y beber con otros hombres. La madre aprovecha una de las reuniones del colegio para poner las cartas sobre la mesa: a uno de los asistentes, Bobby Taylor, le recrimina que él le ha pedido una cita en más de una ocasión; a otra, la viuda Jones, le pide que tenga la decencia de cerrar las persianas cuando esté con sus amantes; a Shirley Johnson le dice que le huele el aliento a ginebra; al señor Baker le pregunta irónicamente la razón por la que su secretaria tuvo que abandonar la ciudad… Y, después de todo, ¿se atreven a decirle que no vale como madre?
La canción hace referencia a una serie de televisión muy popular en aquellos tiempos, Peyton Place, basada en la película homónima y en la que se abordaba la vida escandalosa de una pequeña e hipócrita ciudad. En 1968, Jeannie C. Riley grabó el single del tema en el sello Plantation Records, que vendió nada menos que seis millones de copias el primer año.

Esta es la versión de Loretta Lynn.

Otra de las grandes del country, Dolly Parton, la versionó también.

Aunque por su temática casi todas sus intérpretes han sido femeninas, entre las múltiples versiones encontramos, por ejemplo, la de Billy Ray Cyrus, una de las voces masculinas que la han cantado en su disco Trail of Tears.

El country marca su territorio (XXVI)

love tennessee
73. Me and Tennessee. Cuando este blog estaba dando sus primeros pasos y no había cumplido ni un mes de vida, dediqué tres entradas al cine country (21, 22 y 23 de enero). La película con la que empezaba esta miniserie era Country Strong (2010), y la canción que vais a escuchar pertenece a su banda sonora. Interpretada por la estrella del country Tim McGraw y por la conocidísima actriz Gwyneth Paltrow, fue escrita por su ya ex Chris Martin –uno de los fundadores de Coldplay–, y su éxito llevó a la discográfica RCA Nashville a editarla como single. La letra, no os voy a engañar, no destaca precisamente por su originalidad. Trata de una ruptura por la infidelidad de él y juntos cantan una vieja canción country.

74. Tennessee Breeze. Jason Aldean, de 37 años, pone voz a este tema de Jordan Taylor Covington. La canción, al igual que la ya “pinchada” Carolina, de Eric Church, empieza citando el whisky Jack Daniels, que fluye mientras el narrador conduce alocadamente por el este de Tennessee y confía en que la brisa lo lleve a buen puerto hacia su hogar en Carolina.

75. Back to Tennessee. En 2009, Billy Ray Cyrus, más conocido por ser el padre de Miley Cyrus, sacó Back to Tennessee, un disco bajo el sello Lyric Street Records al que pertenece esta canción. Compuesta por Tamara Dunn, Matthew Wilder y el propio Cyrus, en marzo de 2009 entró en las listas de country en el número 59, en la misma semana en que lo hacía también su hija Miley, una coincidencia que no se daba desde Johnny Cash y Rosanne Cash en 1990. El protagonista ha querido encontrar la independencia y la libertad fuera del hogar, hasta que se da cuenta de que solo ha estado persiguiendo sueños y echa de menos estar de vuelta en Tennessee.