Roly Poly. Fred Rose, 1946

roly poly
Este que vamos a escuchar hoy es uno de los temas más conocidos de western swing de la historia. Escrito por Fred Rose, el descubridor de Hank Williams, habla de un niño que siempre tiene hambre y se pasa el día comiendo (roly poly significa coloquialmente «gordito» o «rellenito»).
Una de las claves del éxito de esta inocente canción humorística fue su capacidad para conectar con la clase media, ya que en 1946, y con la guerra ya concluida, se adivinaba un panorama mucho más halagüeño con el fin del racionamiento (aunque en Estados Unidos no hubo demasiado y fundamentalmente afectó al azúcar).
La alegría que transmitían las orquestas de western swing contribuyó también a su popularidad, hasta el punto de que la grabación original, la de Bob Wills que escucharemos a continuación, se mantuvo nada menos que 13 semanas en las listas de los más vendidos.
He aquí la citada grabación de 1946.

La versión de Hank Williams apareció en el disco recopilatorio póstumo The lonesome sound of Hank Williams (1960).

Jim Reeves la incluyó en Singing Down the Lane (1956).

Ray Price, gran admirador de Wills, hizo lo propio en Sings San Antonio Rose (1962).

George Jones dedicó un disco a los mayores éxitos de Bob Wills, titulado George Jones Sings Bob Wills (1962), en el que versionaba Roly Poly.

Cuando empezaba su carrera, Willie Nelson la interpretó en Here’s Willie Nelson (1963).

El grupo Asleep at the Wheel lo hizo en Western Standard Time (1988).

The Little Willies es un grupo capitaneado por Norah Jones que se reúne esporádicamente (desde su fundación en 2003 han sacado dos discos) para tocar versiones de clásicos del country. La de Roly Poly pertenece a su disco de debut, The little Willies (2006).

Desde que se compuso, ha sido interpretada por numerosas bandas de western swing. Este directo de 2005 es de una de ellas, Western Swing Authority. Os dejo con ellos.

Time Changes Everything. Tommy Duncan, 1940

time changes

Hoy os presento a una de las figuras más sobresalientes del western swing, estilo que causó furor allá por los años 40 del pasado siglo: Tommy Duncan.

Duncan fue el cantante principal de The Texas Playboys, grupo que fundó otro conocido de este blog, Bob Wills. Time Changes Everything, el tema de la sesión de hoy, fue obra de Duncan, quien, con el dinero que cobró por la autoría, pudo pagar el funeral de su mujer, que había muerto poco antes a temprana edad. La balada va de un hombre que supera el abandono de su pareja, porque «el tiempo lo cambia todo».

Escuchemos ya la grabación original de 1940 por Bob Wills y su grupo. Fue uno de los singles más escuchados de aquel año y se reeditó en varias oportunidades.

Roy Rogers la grabó el mismo año, con Spade Cooley al fiddle.

Johnny Cash hizo lo propio en Nashville en febrero de 1960, y la incluyó en el álbum que apareció en diciembre de aquel año, Now, There Was a Song.

En 1962 George Jones grabó un disco en homenaje a Bob Wills, George Jones Sings Bob Wills y, entre otros, figuraba este tema.

Ray Price la incorporó a San Antonio Rose (1962), cuyo título hace referencia a otro de los grandes clásicos de Bob Wills (aunque Tommy Duncan no fue su autor, es su voz la que se escucha en la canónica grabación).

Merle Haggard hizo su particular homenaje a Wills en su álbum Tribute to the Best Damn Fiddle Player in the World (1970).

Johnny Gimble, la última incorporación al Salón de la Fama

johnny gimble

John Paul Gimble nació en Texas en 1926. Desde pequeño le interesó el mundo de la música y a los 12 años empezó a tocar con sus hermanos en el grupo The Rose City Swingsters. Poco después, se fue a Louisiana, donde solía acompañar al violín o fiddle al candidato a gobernador Jimmie Davis, cuya biografía podéis leer aquí.

Después de la Segunda Guerra Mundial, volvió a Texas y emprendió su carrera discográfica. Su éxito le permitió tocar con uno de los mayores representantes del western swing, Bob Wills. Más tarde, en 1968, se trasladó a Nashville y se convirtió en uno de los instrumentistas más cotizados de la ciudad.

A lo largo de su carrera tocó el fiddle para artistas de la talla de George Strait, Merle Haggard, Ray Price, Conway Twitty o Dolly Parton. A principios de los ochenta trabajó codo con codo con Willie Nelson en sus giras e incluso en una película (luego escucharemos una muestra). Conocido como «el mayor fiddler de América», fue nominado 15 veces como mejor instrumentista y ganó cinco premios. Murió en 2015 a los 88 años, y en 2018 ha sido elegido miembro a título póstumo del Salón de la Fama de la música country.

Escuchemos, en primer lugar, el «duelo» entre dos conocidos violinistas: el propio Gimble y Benny Martin. Esto es Duelling Fiddles.

Gimble también participó en la banda sonora de Honeysuckle Rose (1980), con Willie Nelson en el papel principal. Uno de sus arreglos para la película fue Jumping Cotton Eyed Joe, que adaptaba el famoso clásico Cotton Eyed Joe (ver entrada 26 sep 2014).

Otro ejemplo de su maestría es este Silver Bell, que aparece en su álbum The Texas Fiddle Collection (1989). La pieza es obra de Martin Christian.

Cindy Walker, la decana de las compositores country

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Cindy Walker nació en 1918 –el mes pasado habría cumplido 100 años– en una localidad de Texas. Desde niña estuvo en contacto con la música: su madre era pianista y su abuelo componía música para la iglesia. Si a esa «herencia» le añadimos su afición por la poesía, no es de extrañar que se dedicara a escribir canciones.

Los inicios de su carrera tuvieron mucho que ver con su valentía. Cuando tenía poco más de 20 años, fue a Los Ángeles acompañando a sus padres y, según sus palabras, «decidí que si alguna vez iba a Hollywood, le iba a intentar enseñar a Bing Crosby una canción que había escrito para él. Mi padre dijo: ‘Estás loca, chica’, pero paró el coche». El hermano de Bing, Larry, mánager del crooner, accedió a escucharla y pensó que aquel debía cantarla. El sello de Crosby, Decca Records, le ofreció un contrato a la joven Cindy y allí se quedó los siguientes trece años.

Sus composiciones han sido grabadas por artistas de todas las épocas: Bob Wills, Gene Autry, Roy Orbison, Eddy Arnold, Ray Charles, Ernest Tubb o Jim Reeves, entre otros. Cuando entró en el Salón de la Fama de la música country, recordó: «Mi madre me dio este vestido y me dijo: ‘Este es el que quiero que lleves cuando entres en el Salón de la Fama’. Yo le dije: ‘Mamá, eso nunca pasará'». Al final, ingresó en 1997 (su madre, que tanto le había ayudado en su carrera, no pudo verlo).

Su canción más famosa, You Don’t Know Me (1955), ha gozado de más de 50 versiones (aquí podéis ver la entrada que le dediqué). Walker murió en 2006, pocos días después de que Willie Nelson sacara un disco en su homenaje, You Don’t Know Me: The Songs of Cindy Walker. Aunque fundamente destacó como compositora, vamos a escuchar su mayor éxito como cantante. When My Blue Moon Turns to Gold Again llegó al número 5 de las listas en 1944, y curiosamente no la escribió ella, sino Wiley Walker y Gene Sullivan en 1940. En la nostálgica letra, la narradora recuerda con afecto los momentos felices de su relación y confía en poder reavivarlos de nuevo. Así, «su luna triste se convertirá otra vez en oro».

¿El regreso del country californiano?

California

Hubo un tiempo en que California rivalizaba con Nashville en esto de la música country. Durante la Gran Depresión, muchos oriundos del centro de Estados Unidos –cuna de este estilo– se vieron obligados a emigrar a California y, claro, se llevaron sus influencias musicales consigo.

Así surgieron figuras tan importantes como Bob Wills, el principal representante del western swing, con su grupo The Texas Cowboys. Corriendo el tiempo, en California se desarrolló también el conocido sonido Bakersfield, con personalidades como Buck Owens o Merle Haggard, la estrella de country más famosa nacida en California. Incluso Dwight Yoakam, en los 90, desarrolló gran parte de su carrera en este estado.

Sin embargo, desde entonces no ha surgido nadie reseñable que trabaje el country en California (Jon Pardi y Brett Young nacieron allí, pero se han tenido que buscar las habichuelas en Nashville). Al menos hasta ahora, con la llegada de Sam Outlaw.

Natural de Dakota del Sur, donde nació hace 35 años, su familia se trasladó a California, concretamente a San Diego, cuando él tenía 10 años. Outlaw llama a su música «soCal country», que se podría traducir como «country tan californiano». Influido por Asleep at the Wheel, Bob Wills, Emmylou Harris y George Jones, en una entrevista declaró: «Crecí en los 90 pero la música que me gusta está anclada en los 40, 50 y 60. Todo se mezcla al final». Con el sello Six Shooter Records ha sacado hasta la fecha dos discos: Angeleno (2015), nombre que reciben los residentes en Los Ángeles, y Tenderheart (2017). Ambos han cosechado premios en los UK Americana Awards. Escuchemos ya algunas de sus canciones.

El primer tema que sacó fue Cry For Me.

Os dejo ahora con Ghost Town. El título hace referencia a las ciudades fantasma, aquellas que surgen en respuesta a una actividad económica floreciente, como la fiebre del oro o el petróleo, y luego son abandonadas.

El título de Friends Don’t Let Friends Drink (and fall in love) es suficientemente explícito: los amigos no dejan que los amigos beban y se enamoren. Destaca la originalidad del vídeo que se distribuyó del tema, en el que un niño canta con la voz de Outlaw.

El tema que da título a su primer disco es Angeleno, que narra la historia de una mujer que se casa con un cowboy de Los Ángeles no por dinero («un cowboy siempre está sin blanca») ni por comodidad («un cowboy nunca está en casa»), sino porque mira en su alma «que se alarga como un desierto y abraza como un océano».

Su último trabajo fue Tenderheart. He aquí el tema que le da título, en el que el protagonista se define como «un corazón tierno que late por ti».

El Salón de la Fama abraza a sus nuevos miembros

hall of fame 2018

El pasado 27 de marzo se anunciaron, como todos los años, los nuevos miembros del Salón de la Fama que tomarán posesión de su medalla en una ceremonia el próximo mes de octubre en Nashville.

Una de las funciones del Salón de la Fama es dar a conocer el legado de los artistas más renombrados del country. A este respecto, en 2017 el museo asociado al mismo recibió nada menos que 1,2 millones de visitantes.

Garth Brooks y Trisha Yearwood fueron los encargados de anunciar los nombres de los tres nuevos miembros en sus respectivas categorías. Con estas incorporaciones, ha habido ya 136 desde su fundación en 1961.

En la categoría de Veteranos ha sido elegida Dottie West, quien falleció a los 58 años en un accidente de coche cuando iba de camino a una actuación en el Opry (aquí podéis ver la entrada que le dediqué con motivo de los 25 años de su muerte). En su nombre, ha recibido el premio Jeanny Seely.

Paper Mansions (1967), escrita por Ted Harris, es un ejemplo del sonido Nashville. West la incluyó en su álbum With All My Heart and Soul.

En la categoría moderna, el elegido ha sido todo un bastión de la música bluegrass, que empezó su carrera en los 80, Ricky Skaggs, nacido hace 63 años en Kentucky.

Waiting for The Sun to Shine (1981), del álbum homónimo, es obra de Sonny Throckmorton.

La tercera categoría es rotatoria y este año tocaba designar a un músico que hubiera sobresalido en giras y/o grabaciones. El agraciado ha sido un representante del western swing que tocaba el fiddle ya en la época de Bob Wills, con el que empezó su carrera. Johnny Gimble nació en 1926 en Texas y murió a los 88 años. En su nombre, subieron al escenario sus dos hijos y su nieta.

Como muestra de su habilidad con el fiddle, que le hizo acreedor de numerosos premios como mejor instrumentalista, escuchemos Flower of Mexico, perteneciente a The Fiddle Texas Collection (1981). M. Christian compuso la melodía.

La mano derecha de Hank

don helms

No es ninguna novedad que Hank Williams ha sido una de las figuras más definitorias e influyentes de la música country. Pero sería cuando menos injusto no reconocer a las personas que estuvieron detrás de él y que contribuyeron en gran medida a que llegará a ser quien fue.

Sin lugar a dudas, el trabajo de Don Helms a la steel guitar fue esencial en su obra. Donald Hugh Helms nació en 1927 en Alabama. Creció escuchando western swing, concretamente a Bob Wills, cuyo guitarrista Leon McAuliffe ejerció una gran influencia sobre él; y, a los 15 años, adquirió su primera steel guitar. Su carrera despegó cuando Hank Williams lo fichó en 1944 para formar parte de su grupo The Drifting Cowboys como intérprete de la steel guitar. Aunque abandonó el grupo al año siguiente para alistarse en el ejército –R.D. Norred y Felton Pruett lo sustituyeron por un tiempo–, en 1949 volvió a él y se convirtió en su alma. De hecho, aparece en unas 100 grabaciones de Hank Williams y en 10 de sus 11 números 1.

Entre esos hits se encuentran I’m So Lonesome I Could Cry (3 abr 2014), I Can’t Help It If I’m Still In Love With You (26 may 2016), Jambalaya (21 abr 2014, como el vídeo de la canción ya no está disponible lo podéis escuchar aquí), Hey, goodlooking (2 jun 2016) o Your Cheatin’ Heart –su última colaboración con Hank antes de su muerte– (25 abr 2014).

Bill Lloyd, conservador de los instrumentos de cuerda en el Salón de la Fama de la Música Country, declaró tras conocerse la noticia de su fallecimiento: «Después de la quejumbrosa voz de Hank Williams y sus excelentes melodías, en lo siguiente que piensas es en la steel guitar«.

Miembro desde 1984 del Salón de la Fama de la Steel Guitar –como veis, hay un Salón de la Fama para casi todo–, Don Helms nos dejó en 2008 en Nashville a los 81 años de edad.

Tras la muerte de su “mentor” en el año 1953, Helms siguió al pie del cañón y su instrumento engrandeció un montón de clásicos, como Walking after Midnight de Patsy Cline (6 jun 2014), Waterloo de Stonewall Jackson (16 jul 2016) o Long Black Veil de Lefty Frizzell (17 sep 2014).

Entre las canciones que todavía no he comentado en el blog y en las que podemos disfrutar de su arte, citaría Blue Kentucky Girl, de Loretta Lynn, escrita por Johnny Mullins en 1965.

Otro ejemplo es Cash on the Barrelhead, popularizada por The Louvin Brothers en 1956.

A lo largo de su carrera, Don Helms trabajó con figuras del country como Johnny Cash (con quien grabó para la Columbia sus primeros álbumes), Jim Reeves, Ferlin Husky, Webb Pierce, Ernest Tubb o The Wilburn Brothers. Pero su admiración por Hank Williams fue inalcanzable: según recoge Paul Hemphill, autor de una biografía sobre Williams, en sus conciertos, cuando se apagaban las luces, solía decir: «Ahora, cerrad los ojos y pensad en Hank». Él no dejó de hacerlo y perpetuó su memoria colaborando igualmente con los hijos del cantante, Hank Williams, Jr. y Jett Williams, su hija póstuma.

 

Enjaulados (IV)

enjaulado

El incidente protagonizado por Billy Joe Shaver demuestra que una simple pelea de bar puede tener consecuencias, sobre todo en un país como Estados Unidos, donde todo el mundo puede llevar armas.

El 31 de marzo de 2007 este cantante de outlaw country entró en un bar de Lorena, Texas, acompañado de su mujer. Según el propio Shaver, uno de los clientes, Billy Coker, empezó a meterse con ellos y los amenazó; salieron fuera como en una película del Oeste y Shaver apuntó su pistola a la cara de Coker y le disparó, a la vez que le preguntaba: Where do you want it («Dónde la quieres», refiriéndose a la bala). El «forajido» resultó herido. Shaver alegó legítima defensa y, finalmente, fue declarado no culpable en el juicio que tuvo lugar en 2010. Tampoco es que mostrara demasiado arrepentimiento, porque una vez libre no paró de dar entrevistas enorgulleciéndose de su comportamiento.

Un cantante de country de Texas, Dale Watson, escribió un tema basándose en el suceso, que tituló Where Do You Want It. Apareció en agosto del pasado año en el álbum Live at B. T. Roadhouse.

El caso más grave de los que os traigo aquí fue el de Spade Cooley, conocido durante un tiempo como el rey del western swing, si bien ese «título» pasó luego a Bob Wills, en parte por esta tragedia. El 3 de abril de 1961, la segunda mujer de Donnell Spade Cooley, Ella Mae Evans, le manifestó sus intenciones de divorciarse de él. La reacción de Cooley, quien sospechaba desde hacía tiempo que esta le era infiel, fue matarla a sangre fría, golpeándola con saña hasta que murió. Ocurrió en California, y de los hechos fue testigo su hija de 14 años. Durante el juicio, Cooley sufrió un ataque al corazón del que se recuperó, pero ocho años más tarde, cuando estaba cumpliendo condena (fue sentenciado a cadena perpetua aunque a la sazón se discutía la posibilidad de concederle la libertad condicional en atención a su condición cardíaca), sufrió un segundo ataque que acabó con su vida.

Una de sus canciones más recordadas es Shame on You (que ya escuchamos aquí). El narrador se queja de que su pareja tiene aventuras amorosas con otros hombres. Un siniestro presagio de lo que pasaría casi 20 años después…

El cine rinde tributo a una diva del country

Original Cinema Quad Poster - Movie Film Posters

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La primera artista femenina que llegó al Salón de la Fama de la Música Country en solitario (Sara y Maybelle Carter lo habían conseguido antes como miembros de un grupo) fue Virginia Patterson Hensley, universalmente conocida como Patsy Cline.
Su figura fue –lo es todavía– tan importante para la música country que, siguiendo la estela del biopic sobre Loretta Lynn Quiero ser libre (1980), el director Karel Reisz filmó en 1985 Sweet Dreams, con Jessica Lange como Patsy Cline (nominada al Oscar por este papel); Ed Harris como su segundo marido, Charlie Dick; y Ann Wedgeworth como su madre. Fue producida por la HBO, creada solo dos años antes.
El título está extraído de uno de los grandes éxitos de Cline (cuya entrada podéis ver aquí), y es su propia voz la que realza la banda sonora, que se sirve de las versiones originales que ella misma grabó.
La película se centra en el período entre 1956 y su muerte en un accidente aéreo a la edad de 30 años, en 1963, justo en la cima de su carrera. Patsy Cline está casada con un hombre mayor, Gerald Cline. Su monótona vida da un giro cuando conoce al vivaz Charlie Dick, con quien se casará en segundas nupcias y vivirá una tempestuosa relación. Tras ver la película, Dick dijo que era una buena obra de ficción, pero no del todo fiel a la hora relatar su matrimonio con Patsy. Charlie moriría en 2015 a la edad de 81 años, pero la verdadera estrella, aquí, es la música de Patsy Cline. Escuchemos, pues, fragmentos de su banda sonora.
La primera canción que aparece es San Antonio Rose, un éxito de los años 30 de Bob Wills. Escuchémosla en la voz de Patsy Cline.

En un momento del guion, se reconoce la importancia de Hank Williams en el country: su productor, al ver la ambición de Cline, le dice: “Así que quieres ser como Kitty Wells”, a lo que Cline responde: “Diablos, no, quiero ser como Hank Williams”. Este es su Lovesick Blues cantado por Patsy.

Ahora, su interpretación de un clásico de Bill Monroe, Blue Moon of Kentucky.

Al inicio del metraje, Patsy Cline consigue un gran éxito con Walking After Midnight (aquí tenéis la entrada que dediqué a este tema). Otro de los grandes éxitos de Patsy de los que ya me he ocupado en River of Country es I fall to Pieces (que podéis escuchar aquí). Y en esta banda sonora tampoco podía faltar la imperecedera Crazy. No está de más volverla a escuchar.

Right or Wrong. George Strait, 1983

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Hoy vamos a escuchar varias pistas del tercer álbum de estudio de George Strait, editado por la MCA en octubre de 1983. Una característica de este disco es que ninguna de sus canciones fue escrita por Strait, que se limitó a interpretarlas.
Empezamos con la balada que lo abre, y que a su vez fue el primer single que salió del disco, You Look So Good in Love, compuesta por Glen Ballard, Rory Micheal Bourke y Kerry Chater. El narrador observa con envidia la felicidad de su expareja, que ha rehecho su vida.

Right or Wrong tiene mucha historia. Popularizada por Bob Wills en los años 30, había sido compuesta en 1921 por Paul Biese y Arthur L. Sizemore, y Haven Gillespie le había puesto letra. Gracias a la revitalización de George Strait, la asociación ASCAP reconoció el trabajo de Gillespie con un premio. «Con razón o sin ella, siempre te amaré; aunque te vayas, no te puedo olvidar; con razón o sin ella, seguiré soñando aunque me despierto con el mismo lamento», dice la letra.

El tercer single del álbum, Let’s Fall to Pieces Together, fue obra de Dickey Lee, Tommy Rocco y Johnny Russell. Un hombre que acaba de ser abandonado llora en un bar. Allí se encuentra con una mujer que está pasando por su misma situación –»Perdona, pero creo que tus lágrimas se están mezclando con las mías»– y se consuelan mutuamente.

Our Paths May Never Cross versiona una canción de ritmo lento escrita por Merle Haggard, en la que el narrador vaticina que su camino podría no volver a cruzarse con el de su amante.

Escuchemos la original de Merle, que aparece en su álbum Back to the Barroom (1980).