Dieciséis años han tenido que pasar para que Crystal Gayle, de 68, publique nuevo material. El 6 de septiembre aparecía el álbum You Don’t Know Me: Classic Country, producido por su hijo Christos Gatzimos para el sello Southpaw. Contiene sus versiones de 14 clásicos del country, que inmortalizaran en su día artistas como Buck Owens, George Jones, Patsy Cline, Faron Young, Connie Smith o Eddy Arnold.
Gayle se formó en el sonido Nashville y en este disco hace gala de ello. Escuchemos primero la canción que le da título, You Don’t Know Me, obra de Cindy Walker –una de las primeras compositoras que triunfó en el country– y popularizada por Eddy Arnold en 1955.
Ribbon of Darkness fue la primera canción que Gayle interpretó cuando se dio a conocer en el Grand Ole Opry, y de ahí su valor sentimental. Escrita por Gordon Lighfoot, fue grabada por primera vez por Marty Robbins. La narradora habla de la «cinta de oscuridad que cuelga de ella» desde que ha perdido a su amor.
La única ocasión en que Crystal Gayle ha grabado junto a sus hermanas, Loretta Lynn y Peggy Sue, fue en 2017, concretamente el tema Put it off until tomorrow. La sesión tuvo lugar poco antes del derrame que sufrió Loretta Lynn y del que, felizmente, se ha recuperado.
En 1963 Buck Owens consiguió sus dos primeros números 1: el primero por Act Naturally, que ya escuchamos cuando tracé una breve reseña biográfica sobre el cantante; y el segundo por Love’s Gonna Live Here, que vamos a escuchar ahora.
Este fenómeno de ventas se mantuvo nada menos que 16 semanas en lo más alto de las listas, algo que no se volvería a repetir en el siguiente medio siglo, cuando Cruise, de Florida Georgia Line, superó el récord en el verano de 2013.
Quizá el secreto de su éxito residiera en el optimismo que rezuma la letra y en su melodía tan alegre. El sonido típico de Owens, el sonido Bakersfield, alcanza aquí uno de sus momentos culminantes. Pero, sin hacer de menos al cantante, el mayor mérito fue de la guitarra de Don Rich, quien moriría en un accidente de moto a los 32 años. En la letra, el protagonista confía en que el amor vuelva a llamar a su puerta.
Escuchemos la versión original de Buck Owens, que pertenece a su disco The Best of Buck Owens (1963).
Waylon Jennings la grabó al año siguiente en Waylon at JD’s.
La versión de Daryle Singletary está incluida en That’s Why I Sing This Way (2002).
Dwight Yoakam es un sincero admirador de Owens, a quien dedicó el disco-homenaje Dwight Sings Buck (2007).
Vamos con Tanya Tucker en My Turn (2009).
El tercer disco de Derek Ryan fue Dreamers and Believers (2012), en el que este tema sonaba así.
Una de las últimas versiones de este clásico es obra de Kacey Musgraves y Buddy Miller en el disco de este último, Cayamo Sessions at Sea (2016).
Hace poco más de una semana escuchábamos el segundo single de Buck Owens, Under Your Spell Again (1959). Hoy seguimos con él. Su siguiente single vio la luz al año siguiente; en esta ocasión, la canción fue compuesta por Harlan Howard, en lo que fue uno de sus primeros trabajos tanto para el compositor como para el cantante. Con este y sucesivos trabajos se fue estableciendo el estilo de Buck Owens, el llamado sonido Bakersfield.
Escuchemos la grabación original de Buck Owens, también conocida como Above and Beyond the Call of Love (1960).
Otro de los representantes del sonido Bakersfield, Wynn Stewart, la grabó para su disco Above and Beyond (1967).
Rodney Crowell la incluyó en Diamonds & Dirt (1988) y se convirtió en su último número 1 en las listas.
Termino con una interpretación bastante reciente de este tema. Rhonda Vincent y Daryle Singletary grabaron un disco en colaboración con el título American Grandstand (2017), al que pertenece esta versión.
Aunque Alvis Edgar Owens, conocido por todos como Buck Owens, ya llevaba en esto del country unos tres años, esta que vamos a escuchar fue la canción que lanzó su carrera. El single apareció en julio de 1959 y antes de que terminara el año había llegado al puesto 4 de las listas. La compuso con Dusty Rhodes, un intérprete de la steel guitar en cuyo grupo había trabajado Buck unos años antes, cuando vivía en el estado de Washington.
El potencial de este tema, y de otro que sacó ese mismo año, Second Fiddle, hizo que su discográfica, Capitol Records, convenciera a Owens de trasladarse a Bakersfield, donde hizo famoso el llamado sonido Bakersfield.
En su letra, un hombre vuelve a encontrarse bajo el influjo de una mujer que en el fondo sabe que no le conviene. «Me tienes bajo tu hechizo otra vez, diciendo las mismas cosas otra vez, haciéndome creer que eres solo mía», dice el estribillo.
Vamos ya con la grabación original de Buck Owens en 1959.
Ese mismo año la grabó Ray Price.
Ahora, una versión rockabilly de este clásico del country. Johnny Rivers la incluyó en Johnny Rivers Rocks the Folk (1965).
Waylon Jennings y Jessi Colter la cantaron a dúo en el disco del primero Ladies Love Outlaws (1972), aunque fue grabada el año anterior.
Para su primer single en 1989, Shelby Lynne eligió versionar esta canción.
Uno de los grandes admiradores contemporáneos de Buck Owens es Dwight Yoakam, que la incluyó en Dwight Sings Buck (2007).
A partir de hoy, River of Country se pone en modo Navidad. Mañana, con la Nochebuena, empezarán oficialmente las fiestas, pero nosotros vamos a ir abriendo boca con un tema dedicado a la tradición de los regalos en esta fecha, institucionalizada ya en nuestras latitudes. Porque si antes eran los Reyes Magos quienes nos traían los presentes, ahora el dadivoso es un tipo bonachón proveniente del Polo Norte –Papá Noel o Santa Claus–, a quien la tradición cristiana asocia con San Nicolás, que vivió en el siglo IV y cuyas reliquias se conservan en la basílica de San Nicolás de Bari.
Dos leyendas explican por qué se asocia su figura con los regalos: una habla de la especial predilección que tenía San Nicolás por los más pequeños y, en este sentido, se cuenta que un desalmado había acuchillado a varios niños y que Nicolás se apiadó de ellos y rezó hasta que sanaron. La otra hace referencia a su reputación como repartidor de obsequios: un padre de familia tenía tres hijas, pero era tan pobre que no podía asignarles una dote, por lo que su prole parecía “condenada” a la soltería. Tras llegar la noticia a oídos de San Nicolás, éste, que, disponía de una gran herencia que repartía entre los más necesitados, se propuso calmar la aflicción de las muchachas; una noche, entró en su casa y les dejó varias monedas de oro a cada una.
La animada canción que vamos a escuchar hoy intenta responder a la siguiente pregunta: “¿A quién se parece Santa Claus?” Está narrada desde la perspectiva de un niño que, en esa noche mágica, no puede dormir por culpa de los nervios y la curiosidad. Descubre que Santa Claus no es en absoluto como se lo habían pintado. El forastero resulta demasiado delgado ¡y clavado a su padre! (¿o será que su padre se parece mucho a Santa Claus?). Santa Looked a Lot Like Daddy fue escrita por Buck Owens y Don Rich en 1965 y grabada por el primero de ellos en octubre de ese año para su disco navideño Christmas with Buck Owens.
Travis Tritt la versionó en 1992 en su álbum A Travis Tritt Christmas: A Loving Time of the Year.
Vamos ahora con un grupo de country-rock, The Tractors, que la interpretó en Have Yourself a Tractors Christmas (1998).
Ese mismo año, el cantante country canadiense Paul Brandt la incluyó en Shall I Play for You?
Brad Paisley la grabó para Brad Paisley Christmas (2006).
Ayer conocíamos la noticia de la muerte de Roy Clark (aquí podéis ver su biografía) a los 85 años de edad. Miembro del Grand Ole Opry desde 1987 y del Salón de la Fama de la Música Country desde 2009, destacó sobre todo como estrella televisiva merced a su programa Hee-Haw, que presentó junto a Buck Owens y se mantuvo en pantalla entre 1969 y 1997. Su carrera se inició a los 17 años, cuando apareció por primera vez en el Opry y tocó con Hank Willams.
Aunque también tocaba el banjo y la mandolina, fue la guitarra el instrumento con el que se sintió más cómodo: «Cuando toqué sus cuerdas por primera vez, algo se encendió dentro de mí». Hoy decimos adiós a uno de los más afables embajadores de la música country, cuya sonrisa era irresistible: «Creo firmemente en el poder de la sonrisa. Es muy poderosa», dijo en una ocasión.
Escuchemos algunos de sus éxitos.
En 1982 consiguió un Grammy por su versión instrumental de Alabama Jubilee, una alegre canción que fue compuesta hace más de cien años. Veamos este vídeo de Roy Clark en el show de Porter Wagoner en 1969.
Sirva el siguiente tema como homenaje también a Charles Aznavour, que nos dejó hace poco más de un mes. Fue él quien la escribió junto con Georges Gavarentz. Clark incluyó Yesterday When I was Young en su álbum homónimo de 1969. En esta magnífica balada, el narrador recuerda con nostalgia sus años jóvenes.
Uno de los primeros éxitos de Roy fue la versión de The Tips of My Fingers. La escribió Bill Anderson en 1960 y él la interpretó tres años después. El protagonista se lamenta de que, tras tener el amor de su pareja en la punta de los dedos, dejó que se le escapara de las manos.
Otra de sus canciones más características es Thank God and Greyhound, escrita en clave de humor por John Edward Nix y Larry Kingston. Aquí, un hombre enumera todos los defectos de su pareja y concluye: «Gracias a Dios y a Greyhound (compañía de autobús muy conocida en Estados Unidos), te has ido».
I Never Picked Cotton habla de la inutilidad de ganarse la vida con el trabajo físico en el campo, ya que hay otras oportunidades más suaves en la ciudad. En el estribillo se dice: «Nunca recogí algodón, pero mi madre, mi hermana y mi hermano sí, y mi padre murió joven en la mina».
Nuestro protagonista de hoy nació en 1935. Después de una infancia complicada en la que sufrió diversas enfermedades –los médicos lo desahuciaron más de una vez–, salió adelante gracias, en parte, a la música. Su tío Otis solía llevarlo con él en sus múltiples viajes por la geografía americana y le enseñó a tocar la guitarra, estampa que quizá sirviera de inspiración a Clint Eastwood para su película El aventurero de medianoche.
A los 24 años decidió buscar fortuna en el country. Desde su Misisipi natal viajó a Nashville en autoestop y el azar quiso que conociera a otro de los mejores compositores que ha dado el country, Harlan Howard.
Con él escribió I Fall to Pieces –ya escuchada aquí, interpretada por Patsy Cline– y, desde entonces, su nombre empezó a sonar con fuerza en el panorama. A finales del mismo año, 1960, compuso uno de sus mayores éxitos en solitario, Make the World Go Away–también escuchada aquí–, la canción más recordada de Eddy Arnold. George Strait, Merle Haggard, Ronnie Milsap o Mickey Gilley fueron algunos de los cantantes que grabaron sus canciones, y su intervención fue decisiva, además, para convencer a los jefes de su sello de que contrataran como compositor a Willie Nelson. Murió en 2010. En 2014 entró a título póstumo en el Salón de la Fama de la música country.
Aunque su faceta como compositor fue lo más destacable de su carrera, también interpretó sus propias canciones y sacó algunos discos. Escuchemos su primer single y, a la vez, su mejor posición en las listas, si bien se quedó en un discreto vigésimo puesto. Sally was a good old girl (1962) es una animada canción en la que el narrador recuerda a su primer amor, a la que define como una buena chica. El tema fue escrito por su amigo Harlan Howard y Cochran lo incluyó en Going on Training (1965).
Ahora, Buck Owens en su disco On the Bandstand (1963).
Waylon Jennings la versionó en su álbum de debut, JDs (1964).
Veamos esta interpretación de Roy Clark en la televisión en 1969.
Y ahora que está a punto de cumplirse el primer aniversario de su muerte, termino con Fats Domino, que la grabó en clave rock en 1968.
En las siguientes dos entregas os voy a hablar de una faceta bastante desconocida del grupo británico pop por excelencia, los Beatles. Uno de sus integrantes, Ringo Starr –o, mejor, sir Richard Starkey, título que ostenta desde marzo de este año– nunca ha ocultado su pasión por el country. En 1959 se unió a un grupo inglés cuyo nombre tenía resonancias country, The Raging Texas, y, además, adoptó el nombre de Ringo en honor a Johnny Ringo, un forajido que participó en el duelo de O.K. Corral.
Fue él quien puso la voz en la versión de los Beatles de un clásico del género, Act Naturally, escrito por la estrella del Grand Ole Opry Johnny Rusell y popularizada por Buck Owens. Los Beatles la incluyeron en Help (1968).
El que ha sido considerado por algunos como el mejor disco de la banda, el Álbum Blanco (1968) –algo imposible de responder, porque, como ha escrito Manuel Recio en Jot Down, «todos son el mejor disco de los Beatles«–, también incluía una canción cantada por Ringo Starr de reminiscencias country, Don’t Pass Me By, que constituyó su primera composición en solitario para el grupo y en la que introdujo un instrumento puramente country, el fiddle, tocado aquí por Jack Fallon. El protagonista pide a su pareja que «no pase de largo, le haga llorar y le ponga triste».
Otra de las canciones de los Beatles cantadas por Ringo Starr fue What Goes On, incluida en Rubber Soul (1965).
En 1970 los Beatles anunciaron su separación y cada uno de sus integrantes continuó su carrera en solitario. En concreto, Ringo sacó en septiembre de ese año un álbum grabado en Nashville, Beaucoups of Blues (tras su debut en solitario, Sentimental Journey). Escuchemos el tema que da título al disco, que además salió como single y es obra de Buzz Rabin.
Hubo un tiempo en que California rivalizaba con Nashville en esto de la música country. Durante la Gran Depresión, muchos oriundos del centro de Estados Unidos –cuna de este estilo– se vieron obligados a emigrar a California y, claro, se llevaron sus influencias musicales consigo.
Así surgieron figuras tan importantes como Bob Wills, el principal representante del western swing, con su grupo The Texas Cowboys. Corriendo el tiempo, en California se desarrolló también el conocido sonido Bakersfield, con personalidades como Buck Owens o Merle Haggard, la estrella de country más famosa nacida en California. Incluso Dwight Yoakam, en los 90, desarrolló gran parte de su carrera en este estado.
Sin embargo, desde entonces no ha surgido nadie reseñable que trabaje el country en California (Jon Pardi y Brett Young nacieron allí, pero se han tenido que buscar las habichuelas en Nashville). Al menos hasta ahora, con la llegada de Sam Outlaw.
Natural de Dakota del Sur, donde nació hace 35 años, su familia se trasladó a California, concretamente a San Diego, cuando él tenía 10 años. Outlaw llama a su música «soCal country», que se podría traducir como «country tan californiano». Influido por Asleep at the Wheel, Bob Wills, Emmylou Harris y George Jones, en una entrevista declaró: «Crecí en los 90 pero la música que me gusta está anclada en los 40, 50 y 60. Todo se mezcla al final». Con el sello Six Shooter Records ha sacado hasta la fecha dos discos: Angeleno (2015), nombre que reciben los residentes en Los Ángeles, y Tenderheart (2017). Ambos han cosechado premios en los UK Americana Awards. Escuchemos ya algunas de sus canciones.
El primer tema que sacó fue Cry For Me.
Os dejo ahora con Ghost Town. El título hace referencia a las ciudades fantasma, aquellas que surgen en respuesta a una actividad económica floreciente, como la fiebre del oro o el petróleo, y luego son abandonadas.
El título de Friends Don’t Let Friends Drink (and fall in love) es suficientemente explícito: los amigos no dejan que los amigos beban y se enamoren. Destaca la originalidad del vídeo que se distribuyó del tema, en el que un niño canta con la voz de Outlaw.
El tema que da título a su primer disco es Angeleno, que narra la historia de una mujer que se casa con un cowboy de Los Ángeles no por dinero («un cowboy siempre está sin blanca») ni por comodidad («un cowboy nunca está en casa»), sino porque mira en su alma «que se alarga como un desierto y abraza como un océano».
Su último trabajo fue Tenderheart. He aquí el tema que le da título, en el que el protagonista se define como «un corazón tierno que late por ti».
El hijo de Ernest Tubb llevaba el country en la sangre. Su padre, «el trovador de Texas», había sido uno de los grandes del género en los años 40 y 50 del pasado siglo. A mediados de esa última década, el joven Tubb se asoció con otra cantante de la que ya hemos hablado aquí hace unos días, Goldie Hill, y fue entonces cuando se dio a conocer y consiguió actuar en el Grand Ole Opry. Aunque grabó algunas canciones que le reportaron cierta fama, destacó más como compositor y escribió algunos éxitos, el mayor de los cuales fue Lonesome 7-7203, interpretado por Hawkshaw Hawkins (ya escuchado aquí). Aunque siguió en activo hasta principios de los 80, su estrella se había apagado tiempo atrás, ya que su estilo no conectaba con los cambios que se estaban produciendo en el country. Tras su muerte en Nashville en 1998, salió al mercado un recopilatorio de dúos grabados con su padre, Just You and Me, Daddy. Los Tubb, por cierto, se siguen dedicando a la música.
Desempolvemos ya la primera entrada en las listas de Justin Tubb (junto con su compañera profesional de esos años, Goldie Hill). Looking Back to See es una alegre canción country, grabada en 1954, que llegó al cuarto puesto de las listas. Escrita por Jim Ed Brown y Maxine Brown, nos presenta los ingenuos albores de una relación: «Me di la vuelta para mirar si tú te habías dado la vuelta para mirar…».
Esos compositores también formaron un grupo llamado The Browns, que incluyó el tema en su disco de debut Jim Edward, Maxine y Bonnie Brown (1957), nombres de sus tres miembros.
En 1962 un joven George Jones la grabó con Margie Singleton.
Y nos despedimos con otra versión. A principios de los 70, Buck Owens colaboró con Susan Raye y, entre las canciones que grabaron al alimón, se encontraba esta.