Como hermanos (VI): Callahan Brothers

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Brother in old town of Prague

En 1910 y 1912, respectivamente, nacían los hermanos Callahan, Walter y Homer. Decidieron cambiarse los nombres por Joe y Bill, ya que creían que un nombre más corto les ayudaría a triunfar y, en los años 20, comenzaron a actuar como los Callahan Brothers.

Su carrera se desarrolló principalmente en la radio, aunque durante la década siguiente hicieron una serie de grabaciones de las que escucharemos algunas. Como ocurría con sus coetáneos, los Carlisle Brothers, de quienes os hablé en una entrada anterior de esta serie, estos hermanos hicieron del yodel su seña de identidad, siguiendo la estela de Jimmie Rodgers, muy popular en los años 30. En 1945 rodaron en Hollywood Springtime in Texas. Luego, Bill actuó como manager de Lefty Frizzel una temporada, y, finalmente, a mediados de los 50, los hermanos se separaron y dejaron atrás el mundo de la música. Walter «Joe» Callahan murió en 1971, y Homer «Bill», en 2002.

De su primer año juntos (1934), escuchemos consecutivamente Little Log Poplar House on the Hill y She’s My Curly Headed Baby.

The House of the Rising Sun es una canción folk muy conocida, sobre todo a raíz de la versión de The Animals en los años 60. Sin embargo, es mucho más antigua: la vulgarizaron los mineros a principios del siglo XX y fue grabada por primera vez en 1933. Los Callahan Brothers lo hicieron en abril de 1935. Aquí va.

Como ejemplo de la última fase de su carrera, he seleccionado este I’ve Had My Share of Sorrow, que grabaron en 1952 para la Columbia.

Como hermanos (II): Carlisle Brothers

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Los dos hermanos de hoy son mucho menos conocidos que los de la anterior entrega, claro que formaron grupo durante menos tiempo y, al ser sus grabaciones tan antiguas, no se conservan en muy buen estado. Sus nombres, Bill y Cliff Carlisle.

Se «aliaron» en 1933, aunque ya desde los años 20 eran conocidos en las radios locales por las retransmisiones de los barn dances o bailes del granero; y se mantuvieron unidos hasta principios de los 50, cuando Cliff se retiró del mundo de la música y Bill tuvo que continuar su carrera en solitario.

En 1938 firmaron con Decca Records y compaginaron su trabajo discográfico con apariciones regulares en la radio. Tras la Segunda Guerra Mundial, firmaron con King Records, donde consiguieron su mayor éxito: una versión de A Rainbow at Midnight, de Ernest Tubb. Tras la retirada de Cliff, Bill formó el grupo The Carlisles, si bien ninguno de sus miembros llevaba ya la misma sangre. El «superviviente» entró en el Salón de la Fama de la música country un año antes de su muerte, a los 94.

Antes de escuchar unos cuantos temas de ambos, «pincharé» el primer éxito en solitario de Bill Carlisle, Rattlesnake Daddy (1933). Destaca el yodel de Carlisle, quien intentaba emular a Jimmie Rodgers, fallecido ese mismo año. El espíritu excesivamente inquieto y bullanguero del protagonista hace que se compare a sí mismo con una serpiente de cascabel.

Una de las primeras colaboraciones entre los hermanos fue The Rustler’s Fate, grabada en julio de 1933, sobre el destino que aguarda a un ladrón de ganado.

Escuchemos ahora la grabación a la que me he referido antes, Rainbow at Midnight (1946), uno de sus mayores éxitos. Fue compuesta por Lost John Miller y trata de un soldado que sueña con volver a su hogar junto a su amada cuando la guerra termine.

Si habláramos de cine, diríamos que el siguiente es un buen ejemplo de canción previa al código Hays, la censura que impedía hablar de temas que «atentaran contra las buenas costumbres». Sal Got a Meatskin data de 1933 y utiliza el eufemismo meatskin, que podría traducirse como piel carnosa, para referirse al órgano sexual femenino. «Sal tiene un meatskin escondido, voy a conseguir su meatskin algún día», dice el estribillo.

Escuchemos ahora dos ejemplos de sus grabaciones con King Records. En primer lugar, Maggie Get the Hammer (1945).

Os dejo con Empty Arms (1947). Obra de Bill Carlisle y Tom Covington, el narrador pide a su amada que no le deje despertarse otro día con los brazos vacíos.