La canción de hoy recuerda a un personaje de leyenda en Estados Unidos, a quien se atribuyen poderes casi sobrehumanos, llamado John Henry (Paul Bunyan en otras fuentes).
Es la historia de un minero apodado Big John, de más de dos metros de altura y más de 110 kilos de peso, que en una pelea por una mujer en Nueva Orleans mata a un hombre. Un día se produce un desprendimiento en la mina y, gracias a su tremenda fuerza, consigue abrir un boquete y salvar a sus compañeros. Él queda sepultado, aunque su destino no queda claro al final de la canción. En 1990 Hollywood transformó esta historia ficticia en una película, Big Bad John, que protagonizó el propio Jimmy Dean.
Su grabación original le valió en 1962 el Grammy a la mejor grabación country y western.
Escuchemos la versión de Patti Page en Golden Hits of the Boys (1962).
Charlie Daniels Band la versionó en Homesick Heroes (1988).
Entramos ahora en el terreno de las canciones-respuesta, y es que este tema requería, sin duda, una continuación. En The Cajun Queen (1962), Dean añade que la mujer por la que luchó, valiente como ella sola, se dirigió a la mina y se las apañó para salvar a su amado. Ahora se les puede encontrar en Nueva Orleans con nada menos que 110 nietos.
Dos años más tarde, una de las mejores voces femeninas del country, Dottie West, grabó My Big John (1964), que cuenta la historia desde el punto de vista de la mujer.
Dispuesto a explotar el filón, el mismo año que The Cajun Queen (1962) Dean presentó Little Bitty Big John, en la que el hijo de Big John, que ha oído hablar maravillas de su padre, se propone encontrarlo y finalmente halla la escultura que le dedicaron por su proeza.
Pocas canciones han dado lugar a tantas parodias como esta. Por poner un ejemplo, escuchemos el éxito de Phil McLean Small Sad Sam (1961). Su protagonista, débil y cobarde, huye un día de una pelea; otro le echan del autobús por intentar robar el bolso a una mujer; y, en cierta ocasión, tras un accidente de ascensor, en vez de ayudar a los demás utiliza la puerta de emergencia para ponerse a salvo, antes de que caiga al vacío tras romperse la última conexión que lo mantenía en suspenso.
charlie daniels band
Suave y tiernamente
El Lunes de Pascua es festivo en algunas comunidades españolas (Cataluña, Comunidad Valenciana, Islas Baleares, País Vasco, Navarra, La Rioja, Castilla-La Mancha y Cantabria). Desde la perspectiva litúrgica, celebramos el mismo acontecimiento que el Domingo de Resurrección. El nombre proviene de la pascua judía o pesaj que, en el calendario judío, se celebra el 15 del mes de Nisán.
Como estos últimos días, la entrada de hoy estará dedicada a otra canción gospel, en este caso Softly and tenderly, uno de los himnos cristianos más conocidos. Fue escrito en torno a 1880 por Will L. Thompson, autor de otros himnos gospel, si bien este es el más popular. La canción ha sonado en las bandas sonoras de Regreso a Bountiful (Peter Masterson, 1985) o El último show (la última de Robert Altman, 2006), entre otras.
La letra hace referencia a la cita del evangelio según San Mateo: “Venid a mí los que estéis cansados que Yo os aliviaré”. “Suave y tiernamente Jesús nos llama a ti y a mí, a todos lo pecadores, venid a casa; aunque hayamos pecado tiene misericordia y perdón para ti y para mí”.
La grabación de Johnny Cash pertenece al disco Gospel Glory (1992). Dos meses después de su muerte, salió un disco recopilatorio con cinco Cds, Unearthed (2003), donde también figuraba.
Os dejo con la versión de Willie Nelson.
Ahora es el turno de Randy Travis en su trabajo Worship & Faith (2003).
La portentosa voz de Josh Turner nos ha dejado esta maravillosa versión.
Dos de las mejores voces femeninas del country, Linda Ronstadt y Emmylou Harris, cantan a dúo este clásico.
Alan Jackson la incluyó en su álbum Precious Memories (2006).
La versión de Charlie Daniels Band fue nominada al Grammy al mejor álbum bluegrass y country en 2003.
Sobre héroes y tumbas (VI)
Marty Robbins, especialista en canciones western, dedicó a la guerra de Vietnam otra de sus típicas baladas sobre el héroe americano arquetípico, no importa si este es un sheriff o, como en este caso, un soldado, que se enfrenta sin temor al enemigo. En Private Wilson White, Robbins cuenta la historia de un héroe que se ofrece voluntario para salvar la vida de 19 de sus camaradas. Aunque las balas enemigas lo derriban, consigue su propósito, y casi muerto “de libertad” lanza la granada de mano que hace que “América se sienta orgullosa”. La leyenda del country Johnny Cash fue una voz muy crítica con la guerra. En Singing in Vietnam Talkin’ Blues, describe el viaje que hizo al terreno con su mujer, June, para infundir moral a las tropas, y termina expresando el deseo de que la próxima vez que vaya no haya ya soldados americanos para los que cantar y que haya paz. La ciudad más importante de Vietnam del Sur, Saigón, hoy Ciudad Ho Chi Minh, fue conquistada en 1975, poniendo así fin a la guerra. Still in Saigon se desarrolla precisamente en esta ciudad. Fue escrita por Dan Daley, y el grupo Charlie Daniels Band la hizo famosa. En la letra, un chico de San Francisco es reclutado y marcha a Vietnam. Aunque podía haberse ido a Canadá o continuar en el colegio, no quería romper las reglas. Todo su mundo, ahora, es Saigón.
El country marca su territorio (VI)
15. Georgia on my mind. Esta canción no fue ideada para el estilo country. Fue compuesta en 1930 por Hoagy Carmichael con letra de Stuart Gorrel. Sin lugar a dudas, la versión más famosa es de Ray Charles (1960), que le dio ese toque country para su álbum The Genius hits the road. Otras versiones célebres son las de Louis Armstrong, Ella FitzGerald o Billie Holliday. El tema (cuyo título no se refiere al estado, sino a una chica llamada Georgia, hermana del compositor) es el himno oficioso del estado de Georgia desde 1979.
16. Rainy Night in Georgia. Esta nostálgica balada fue escrita en 1962 por Tony Joe White y popularizada ocho años después por Brook Benton. Vendió en toda su historia la nada desdeñable cifra de un millón de discos. Otras versiones destacables han sido las de Hank Williams Jr., Tennessee Ernie Ford o Ray Charles. La letra se centra en la soledad de un vagabundo sin ningún sitio adonde ir en la noche lluviosa de Georgia. Solo le queda su guitarra y el recuerdo de una mujer.
17. The devil went down to Georgia. Esta es una de las canciones más conocidas del grupo Charlie Daniels Band. Fue grabada en 1979, y el tema alcanzó rápidamente un éxito descomunal. Desde luego, rezuma alegría por todos sus poros. La historia revitaliza el viejo mito sobre el pacto con el Diablo. En concreto, el Diablo va a Georgia a robar el alma de un violinista, Johnny, a quien propone un reto: harán los dos un concurso para ver quién toca mejor el instrumento y, si gana el chico, se llevará un violín de oro, pero si lo hace el Diablo le robará su alma. Ante el virtuosismo de Johnny, al Diablo no le quedará otra que reconocer su derrota.