Un representante country en el Salón de la Fama de los Compositores

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El pasado 9 de junio tuvo lugar en Nueva York la 47 edición de la ceremonia que designa a los nuevos miembros del Salón de la Fama de los Compositores (no confundir con el Salón de la Fama de los Compositores de Nashville, que elige a los suyos en otoño; como veis, hay un Salón de la Fama para todo).
En esta gala que honra a los compositores de cualquier género musical no faltó un representante del country, Chip Taylor. Nacido en 1940 como James Wesley Voight, su carrera se remonta a casi 60 años atrás, si bien estuvo ausente de los focos entre 1980 y 1996. Cuando volvió, lo hizo a lo grande, y raro es el año en que no saca un nuevo disco. En 2007 fundó su propio sello, Train Wreck Records, en el que ha sacado su último disco hasta la fecha, The Little Prayers Trilogy (2014).
La gala fue conducida por la presidenta de la institución, Linda Moran, y los vicepresidentes Kenneth Gamble y Leon Huff. A Chip Taylor lo presentó su hermano, el conocido actor Jon Voight, padre, como sabemos, de Angelina Jolie. Junto a sus nietas, Taylor interpretó una versión de su canción más conocida, Wild Thing, popularizada por The Troggs en 1966. Aparte de clásicos del rock como el que he citado, nuestro protagonista también ha compuesto numerosas canciones country, dentro de la rama del country-rock, y ha trabajado con jóvenes promesas como Carrie Rodriguez o Kendal Carson. El reputado crítico Anthony DeCurtis ha dicho de él: «Si nombres como Willie Nelson, Townes van Zandt, Kris Kristofferson o Guy Clark significan algo para ti, deberías hacer algo por descubrir a Chip Taylor. Aunque no lo sepas, se ha ganado su lugar en ese selecto grupo».
Escuchemos ya algunos de sus temas.
I can’t let go fue compuesta por Chip Taylor y Al Gorgoni en los años 60. Linda Ronstadt hizo su propia versión en su álbum Mad Love (1980).

También en colaboración con Al Gorgoni, Taylor compuso Sweet Dream Woman, que grabó Waylon Jennings en Good Hearted Woman (1972).

En 1966 Bobby Bare grabó A little bit later on down the line en Talk me some sense. La letra cuenta la relación entre un chico y una mujer diez años mayor.

Escuchemos ahora Son of a Rotten Gambler. La primera en grabarla fue Anne Murray en Love Song (1974).

Emmylou Harris la incluyó en Cimarron (1981).

Good Hearted Woman. Waylon Jennings, 1972

GOOD HEARTED WOMAN
1972 fue un año muy ajetreado para Waylon Jennings. Sacó dos álbumes: Ladies Love Outlaws y este que vamos a escuchar, producido por Ronnie Light, comercializado por RCA Records y reeditado seis años más tarde. Y aún le dio tiempo a grabar otro más, que aparecería al año siguiente, Lonesome, On’ry and Mean.
El período de grabación de nuestro disco se dilató bastante en el tiempo, entre 1969 y 1971. Willie Nelson, a quien Jennings había conocido en Phoenix, Arizona, colaboró en algunas pistas.
En primer lugar, escuchemos la canción que le da título, Good hearted woman, escrita conjuntamente por Waylon y Willie tres años antes de que saliera el disco. Su single original llegó al número 3 de la lista Billboard y ambos lo grabarían a dúo en 1975. La canción habla de una pareja: la mujer ama ciegamente al hombre, pero a este le gusta demasiado la vida nocturna y “tiene maneras que ella no entiende”.

Una de las composiciones más conocidas de Gordon Lightfoot es Same Old Lover Man, en la que un hombre pide perdón a su pareja y reconoce que, aunque ha actuado como un tonto, “ha nacido para creer y no para engañar”.

Otro de los grandes compositores del country, Harlan Howard, es el responsable de One of My Bad Habits. Aquí, el protagonista enumera una serie de vicios que debe dejar: de fumar “porque se ahoga”, de beber “porque le afecta a la mente”, a su mujer porque “no deja de mentir”. La canción concluye: “Eres uno de mis malos hábitos, te voy a dejar si puedo”.

Sweet Dream Woman, escrita por Chip Taylor y Al Gordoni, fue el otro gran éxito del disco, junto con Good Hearted Woman.

La que sigue es la única escrita por el propio Jennings, Do No Good Woman. El narrador bebe los vientos por una mujer que no le hace ningún bien, y reflexiona: “Señor, por qué diablos hiciste a las chicas…”