Disco del mes (septiembre)

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Dieciséis años han tenido que pasar para que Crystal Gayle, de 68, publique nuevo material. El 6 de septiembre aparecía el álbum You Don’t Know Me: Classic Country, producido por su hijo Christos Gatzimos para el sello Southpaw. Contiene sus versiones de 14 clásicos del country, que inmortalizaran en su día artistas como Buck Owens, George Jones, Patsy Cline, Faron Young, Connie Smith o Eddy Arnold.
Gayle se formó en el sonido Nashville y en este disco hace gala de ello. Escuchemos primero la canción que le da título, You Don’t Know Me, obra de Cindy Walker –una de las primeras compositoras que triunfó en el country– y popularizada por Eddy Arnold en 1955.

Ribbon of Darkness fue la primera canción que Gayle interpretó cuando se dio a conocer en el Grand Ole Opry, y de ahí su valor sentimental. Escrita por Gordon Lighfoot, fue grabada por primera vez por Marty Robbins. La narradora habla de la «cinta de oscuridad que cuelga de ella» desde que ha perdido a su amor.

La única ocasión en que Crystal Gayle ha grabado junto a sus hermanas, Loretta Lynn y Peggy Sue, fue en 2017, concretamente el tema Put it off until tomorrow. La sesión tuvo lugar poco antes del derrame que sufrió Loretta Lynn y del que, felizmente, se ha recuperado.

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Muere Fred Foster, el mejor productor de country de todos los tiempos

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Ahí queda dicho. Puede que la afirmación del título parezca exagerada, pero no lo es si recordamos la cantidad de carreras emblemáticas que Fred Foster encauzó a lo largo de su extensa carrera –más de 60 años.
«El campeón del talento de Nashville», como lo definió The New York Times, murió el pasado 20 de febrero en Nashville a la edad de 87 años. Nacido en 1931, a temprana edad sintió la vocación de la música y, a los 18 años, se trasladó a Washington, donde participó en la primera sesión de grabación de Jimmy Dean en 1953, que dio lugar a Bumming Around.
Se dice que cuando trabajaba en Mercury Records propuso a la dirección que contrataran a un joven de 20 años llamado Elvis Presley, pero RCA Records se les adelantó con un contrato más jugoso para la estrella emergente. Unos años después, en 1958, Foster fundó Monument Records y se aseguró el control exclusivo sobre los «fichajes». Su olfato era infalible. Empezó contratando a Roy Orbison, a quien produjo sus grandes éxitos, Oh, Pretty Woman, Running Scared, Only the Lonely, Crying o Blue Bayou –luego versionado por Linda Ronstadt–, entre otros. Pocos años después, se hizo con los servicios de Dolly Parton y contribuyó a lanzar su carrera. «Vio algo en mí que nadie más vio», señaló la artista en la ceremonia en la que Foster ingresó en el Salón de la Fama de la música country en 2016.
Además de productor, destacó también como compositor. Figura, por ejemplo, como co-autor del temazo de Kris Kristofferson Me and Bobby McGee, popularizado luego por Janis Joplin; y del mismo Kristofferson produjo Help me make it through the night. Uno de sus últimos trabajos fue hace poco más de diez años, cuando produjo el álbum de Willie Nelson en homenaje a la compositora Cindy Walker, You Don’t Know Me: The Songs of Cindy Walker (2006).
Comencemos escuchando su primera incursión en el mundo de la música, Bumming Around, de Jimmy Dean (1953).

El primer éxito importante de Roy Orbison fue Only the Lonely (1960), que se tuvo que conformar con el segundo puesto en las listas de ventas (Brenda Lee le quitó el primero con I’m Sorry). «Sólo los solitarios saben cómo me siento esta noche, sólo los solitarios saben por qué lloro», dice el protagonista después de que su pareja le abandone.

Uno de los primeros éxitos de Dolly Parton fue Dumb Blonde (1967), escrita por Curly Putnam e incluida en el primer disco de Parton, Hello, I’m Dolly. La protagonista se queja de que la gente piense que es tonta sólo por el hecho de ser rubia. Os dejo con ella.

Otro tema de su álbum de debut es Something Fishy.

Escuchemos ahora una canción que Kris Kristofferson escribió en 1972, Why Me, Lord?, en la que se pregunta por qué ha sido elegido por Dios, por qué es objeto de tanta bondad.

Foster no solo se ciñó al country, como escucharemos con las siguientes muestras.
En 1963 creó una filial de Monument Records centrada en el rhythm and blues (R&B). Su nombre, Sound Stage 7. A este sello pertenece la grabación de Joe Simon de The Chokin’ Kind (1969).

Ahora, un instrumental al saxofón producido también por él. Obra de Boots Randolph, Yakety Sax (1963) se haría luego muy popular como sintonía de El Show de Benny Hill.

Para componerla, Randolph se inspiró en un tema de 1958, Yakety Yak, grabado por The Coasters con el estilo que imperaba entonces, el rockabilly.

En 2008 produjo la colaboración entre Willie Nelson y Ray Price que mereció un Grammy. Aquí versionaban un legendario tema escrito por Leon Payne en 1949 y grabado originalmente por Hank Williams. La letra está plagada de consejos para evitar caer por «la carretera perdida». He aquí Lost Highway.

Cindy Walker, la decana de las compositores country

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Cindy Walker nació en 1918 –el mes pasado habría cumplido 100 años– en una localidad de Texas. Desde niña estuvo en contacto con la música: su madre era pianista y su abuelo componía música para la iglesia. Si a esa «herencia» le añadimos su afición por la poesía, no es de extrañar que se dedicara a escribir canciones.

Los inicios de su carrera tuvieron mucho que ver con su valentía. Cuando tenía poco más de 20 años, fue a Los Ángeles acompañando a sus padres y, según sus palabras, «decidí que si alguna vez iba a Hollywood, le iba a intentar enseñar a Bing Crosby una canción que había escrito para él. Mi padre dijo: ‘Estás loca, chica’, pero paró el coche». El hermano de Bing, Larry, mánager del crooner, accedió a escucharla y pensó que aquel debía cantarla. El sello de Crosby, Decca Records, le ofreció un contrato a la joven Cindy y allí se quedó los siguientes trece años.

Sus composiciones han sido grabadas por artistas de todas las épocas: Bob Wills, Gene Autry, Roy Orbison, Eddy Arnold, Ray Charles, Ernest Tubb o Jim Reeves, entre otros. Cuando entró en el Salón de la Fama de la música country, recordó: «Mi madre me dio este vestido y me dijo: ‘Este es el que quiero que lleves cuando entres en el Salón de la Fama’. Yo le dije: ‘Mamá, eso nunca pasará'». Al final, ingresó en 1997 (su madre, que tanto le había ayudado en su carrera, no pudo verlo).

Su canción más famosa, You Don’t Know Me (1955), ha gozado de más de 50 versiones (aquí podéis ver la entrada que le dediqué). Walker murió en 2006, pocos días después de que Willie Nelson sacara un disco en su homenaje, You Don’t Know Me: The Songs of Cindy Walker. Aunque fundamente destacó como compositora, vamos a escuchar su mayor éxito como cantante. When My Blue Moon Turns to Gold Again llegó al número 5 de las listas en 1944, y curiosamente no la escribió ella, sino Wiley Walker y Gene Sullivan en 1940. En la nostálgica letra, la narradora recuerda con afecto los momentos felices de su relación y confía en poder reavivarlos de nuevo. Así, «su luna triste se convertirá otra vez en oro».

Dream Baby (How Long Must I Deam). Cindy Walker, 1962

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Hoy vamos a escuchar un tema de quien pasa por ser la mejor mujer compositora de la historia del country. Cindy Walker –autora también de You Don’t Know Me, ya escuchada aquí– nació en Texas y siempre tuvo claro que quería dedicarse a la composición musical. Siguiendo los pasos de su abuelo, que se dedicaba al gospel, ella estaba dispuesta a tocar en todas las puertas. A los 22 años, se dirigió a la casa de Bing Crosby para que grabara una canción que le había compuesto, y él lo hizo. Fue solo el principio.
Dream Baby fue un éxito en Estados Unidos, Canadá, Australia, Reino Unido o Noruega. El protagonista se pregunta durante cuánto tiempo tiene que soñar para que la mujer de sus sueños (o el hombre, según quién la interprete) se fije en él.
El primero en grabarla fue Roy Orbison en 1962.

Waylon Jennings la versionó en The One and Only Waylon (1967).

Ese mismo año la interpretó Jerry Lee Lewis.

Glen Campbell la incluyó en su álbum The Last Time I Saw Her (1971).

Por último, escuchemos la versión de Lacy J. Dalton en 1983.

You Don’t Know Me. Cindy Walker, 1955

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La génesis de esta canción está en una idea que Eddy Arnold le dio a la compositora Cindy Walker para escribir un nuevo éxito –que él sería el primero en grabar– sobre una persona que cree conocer a otra pero que, en realidad, ignora sus verdaderos sentimientos.
Es un tema de amor en el que el narrador se muestra demasiado tímido para expresar su pasión de viva voz y ve cómo su amor se acerca a un “chico afortunado”, mientras desatiende a quien de verdad la quiere porque no lo conoce. La canción ha aparecido en películas como El día de la marmota (1993), en la versión de Ray Charles, o Postales desde el filo (1990), en la voz de Meryl Streep.
Eddy Arnold la dio a conocer en 1955, si bien esta versión corresponde a otra grabación suya para RCA Records en 1967.

No obstante, la primera entrada en las listas fue gracias a la versión de Jerry Vale en 1956.

La que más éxito tuvo fue la de Ray Charles en Modern Sounds in Country and Western Music, que ya escuchamos cuando os hablé de este disco y que ahora pinchamos de nuevo.

Mickey Gilley alcanzó el primer puesto de las listas en 1981 con su single de esta canción.

Os dejo con Emmylou Harris en Cowgirl’s Prayer (1993).

La canadiense Anne Murray la versionó en Country Crooning (2002).

Aquí, Ray Charles a dúo con Diana Krall en Genius Loves Company (2004).

Vamos ahora con una versión totalmente instrumental, obra del mejor pianista country de todos los tiempos, Floyd Cramer, quien la incluyó en Country Piano-City Strings (1964).

Recientemente Ronnie Dunn la interpretó en Peace, Love and Country Music (2014).

Cherokee Maiden. Bob Wills, 1941

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Una de las primeras mujeres que triunfaron en el country, no como cantante sino como compositora, fue Cindy Walker, quien, a sus poco más de veinte años, escribió este estándar que luego grabarían multitud de artistas y se convertiría en un clásico del western swing.
En la letra el narrador recuerda con nostalgia la noche de amor que pasó junto a su “doncella Cherokee” y promete que cuando vuelva a esa tierra se la llevará con él.
Bob Wills la inmortalizó con su grupo The Texas Playboys.

La versión de Asleep at the Wheel ganó un Grammy en 2001.

Merle Haggard y su banda The Strangers la grabaron en 1976 para su álbum The roots of my raising y su versión llegó al número 1 de la lista Billboard.

Ahora, George Strait en un concierto en Florida en 1999.

Kacey Musgraves la incluyó en Wanted One Good Cowboy (2003).

Anna Wilson le dio un toque jazz en Countrypolitan Duets (2011).

Shotgun Willie. Willie Nelson, 1973

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Un año antes de que saliera este disco, Willie Nelson rompió con la RCA y empezó a trabajar para Atlantic Records, que le publicó este. El álbum supuso un cambio de estilo en la carrera de Nelson, que evolucionó desde el más conservador sonido Nashville hasta el “outlaw country”, lo que lo encumbró entre el público más joven. En palabras del artista, este fue el disco que “aclaró mi garganta”.
Comercialmente, no funcionó demasiado bien, pero con el tiempo se ha convertido en un álbum de culto y hoy se ve como una interesante cesura en su trayectoria. De poco más de 30 minutos de duración, se grabó en los estudios de Nueva York en febrero de 1973 y apareció en junio de ese mismo año, producido casi en su totalidad por Arif Mardin. Entre el extenso personal que trabajó en él, destaca Waylon Jennings a la guitarra.
Aquí tenéis el tema que da título al disco, Shotgun Willie. Fue escrito por un Nelson falto de inspiración, que aprovechó ese desmayo para la letra: “No puedes hacer un disco si no tienes nada que decir, no puedes tocar música si no tienes qué tocar”.

Una de las canciones más conocidas del disco es Whiskey River, obra de Johnny Bush y Paul Stroud, que habla del consuelo que encuentra el narrador en un río de whiskey: “Estoy bañando mi mente llena de recuerdos en la sequedad de su alma”.

Otra composición de Willie Nelson es Slow Down Old World. Se trata de una canción de ritmo lento, que se corresponde con el título: “Ralentiza tu ritmo, mundo, no hay prisa porque mi vida ya no es mía”.

Stay All Night (Stay a Little Longer) es una canción escrita en los años 40 por los máximos representantes del western swing, Bob Wills y Tommy Duncan. Nelson la recuperó para este álbum.

Otro tema de Bob Wills es Bubbles in My Beer, esta vez en colaboración con Tommy Duncan y Cindy Walker. La letra habla de un tipo que reflexiona sobre los fracasos de su vida, contemplando las burbujas de su cerveza en un bar en medio de la algarabía general.

Leon Russell compuso la siguiente canción, You Look Like the Devil.