City Lights. Bill Anderson, 1958

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El compositor Bill Anderson entró con buen pie en esto del country. Escribió este tema con tan solo 19 años y se lo ofreció a una figura que estaba despuntando en aquel entonces, Ray Price. La canción, que podría encuadrarse en el estilo honky-tonk, encierra en su interior el verdadero espíritu de la música country: el protagonista no acaba de entender la atracción que ejerce la vida urbana –las luces de ciudad– sobre algunas personas: “Pintan un bonito cuadro de un mundo feliz y brillante, pero es solo una máscara para la soledad que hay detrás de esas luces de ciudad… porque es solo un lugar para que los hombres lloren cuando las cosas salen mal, un lugar para escapar y esconderse tras esas luces de ciudad”.
Esta es la versión original de Ray Price, que grabó en la primavera de 1958. El single fue número 1 durante varias semanas.

Connie Smith la versionó en Born to Sing (1964). Fijaos en que su versión está adaptada al sonido Nashville que triunfaba en los 60.

La interpretación de Mickey Gilley en 1975 también escaló al primer puesto de las listas.

Mel Tillis la incluyó en New Patches (1988).

Aquí tenéis la versión de su autor, Bill Anderson, que también tuvo una prolífica carrera como intérprete.

Mickey Gilley, el primo de Jerry Lee Lewis

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Hace 80 años nacía en Mississippi el biografiado de hoy. En su juventud su carrera se vio eclipsada por la de su primo Jerry Lee Lewis, con quien colaboró en los 50. Esta asociación hizo que Gilley adoptara la peculiar forma de Jerry Lee Lewis de tocar el piano.
Su trayectoria se consolidó en los años setenta, cuando consiguió sus éxitos más notorios –Room Full of Roses, I Overlooked an Orchid o City Lights, todos números 1 en 1974–. Aunque comenzó con un sonido country tradicional, fue evolucionando a un estilo más pop, lo que le permitió competir con las nuevas voces que descollaron en la década de los ochenta.
La banda sonora de Cowboy de Ciudad (1980), para la que hizo una versión country del conocido tema soul Stand By Me, amplió su público. No obstante, su estrella comenzó a declinar a finales de esta década, y aunque sale de gira de vez en cuando, no ha vuelto a colocar ninguno de sus singles en las listas de los más vendidos.
Escuchemos uno de sus primeros números 1, Don’t the Girls All Get Prettier at Closing Time, que Gilley incluyó en su álbum Gilley’s Smoking (1976). La canción, obra de Baker Knight, nos presenta a un hombre solo en un bar, fijándose y valorando a las chicas que ve para escoger a una y pasar la noche con ella. A medida que pasan las horas, el alcohol hace mella en él, va bajando sus expectativas y al final termina con la menos agraciada, de lo cual se da cuenta a la mañana siguiente. El narrador se pregunta por qué será que todas las chicas se vuelven más guapas a la hora de cerrar…

 

Bill Anderson, Bill el susurrador

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James William Anderson nació en 1937 en Carolina del Sur, aunque creció en Georgia, donde estudió Periodismo y simultaneó los libros con un programa de radio local.
Su primera composición fue City Lights, grabada por Ray Price en 1958 y años después, en 1975, por Mickey Gilley (en ambas ocasiones llegó al primer puesto de las listas). El éxito llevó a Anderson a trasladarse a Nashville y fichar por Decca Records.
Su primer número 1, ya como cantante, fue en 1962 con Mama Sang a Song. A partir de entonces fue considerado uno de los mejores compositores de música country de todos los tiempos –en 1975 entró en el Salón de la Fama de los Compositores de Nashville–, y hasta la fecha su carrera se compone de más de 50 álbumes.
Su melodiosa forma de cantar, así como la inserción de estrofas recitadas en sus composiciones, hizo que se le conociera como Bill el susurrador, y así tituló la autobiografía que publicó en 1989. Ha escrito canciones para estrellas como Wanda Jackson, Connie Smith, Lynn Anderson, Conway Twitty, Jim Reeves y, entre las nuevas, Brad Paisley, Kenny Chesney o George Strait. Incluso Aretha Franklin, más allá de las frontera del country, ha cantado alguno de sus temas.
Su ojo para los negocios es proverbial. En Anderson, Carolina del Sur –así llamada por un general de la guerra de Independencia contra Gran Bretaña–, una cadena de restaurantes adoptó el nombre de una de sus canciones, Po’ Folks (1961). Bill se planteó demandarlos, pero al final vendió los derechos por una suculenta suma. Listo, muy listo.
Su canción Still es quizá su tema más conocido. El single salió en 1963, producido por Owen Bradley para Decca Records. Se trata de una balada de amor en parte hablada. Un hombre, desesperado porque su novia le ha dejado, le escribe una canción: “Aunque me rompiste el corazón y estemos lejos, te amo todavía”. Escuchemos ya a Bill el susurrador…