Robert Valentine Braddock nació en 1940. Pasó su infancia en Florida y a los 24 años sus inquietudes musicales –sabía tocar el piano y el saxofón– le llevaron a Nashville, donde empezó a trabajar como pianista junto a Marty Robbins, para quien escribió su primera canción, que luego escucharemos.
A partir de ese momento se estableció como uno de los mejores y más cotizados compositores de canciones country, escribiendo éxitos para Tammy Wynette, Willie Nelson, Tanya Tucker, George Jones, Jerry Lee Lewis y otros. Braddock es también un notorio productor que ha llevado la batuta de algunos trabajos de Blake Shelton en este siglo XXI.
Autor de unas 2.500 canciones, ha publicado alrededor de 1.600 y, desde 1981, forma parte del Salón de compositores de Nashville. Quizá su obra más recordada sea He Stopped Loving Her Today, que escribió en 1979 con su mentor Curly Putman –fallecido en 2016– y que George Jones convirtió en un clásico instantáneo al año siguiente. Mereció dos años consecutivos el premio a la mejor canción en la Asociación de música country y, en algunas encuestas de publicaciones especializadas, ha sido designada como la mejor canción country de todos los tiempos. He Stopped Loving Her Today habla de un amor tan duradero que solo la muerte del protagonista puede vencerlo (aquí la podéis escuchar de nuevo). Aunque Braddock consideraba que era una buena canción, atribuyó su éxito, en un alarde de modestia, a George Jones y a su productor, Billy Sherrill.
En 2011, nuestro hombre entró en el Salón de la Fama de la música country y, a sus 78 años, sigue escribiendo canciones. Si bien su carrera se ha centrado en la composición, también ha sacado algún que otro single. Por ejemplo, este Between the lines, perteneciente al álbum del mismo título (1979).
Braddock escribió While you’re dancing (1965) para Marty Robbins. El protagonista se muestra dolido porque su pareja está bailando con otro cuando debería estar haciéndolo con él. La letra recuerda un tanto a Save the last dance for me, grabada por The Drifters cinco años antes.
Y concluimos con Time Marches On, una de las canciones de las que Braddock se siente más orgulloso, junto con He Stopped Loving Her Today. Grabada por Tracy Lawrence en 1996, reflexiona sobre el paso del tiempo utilizando como ejemplo a una típica familia americana.
Hoy toca mirar atrás, hacer repaso; y empezamos con una selección de diez canciones que me han convencido en este 2016. Todas ellas presentan un denominador común y es el tratamiento pop que las acompaña y que parece haberse adueñado ya del cuerpo de la música country. Como todas las listas, esta puede pecar de subjetividad, pero ¡qué importa! Procedamos ya al donoso escrutinio de estos diez singles. Blue Ain’t Your Color. El noveno disco de Keith Urban, Ripcord, ha producido varios singles, entre ellos este, que vio la luz en agosto. La interpretación de Urban le ha valido una nominación para los premios Grammy, que tendrán lugar el próximo 12 de febrero. Compuesta por Hillary Lindsey, Clint Lagerberg y Steven Lee Olsen, nos presenta a un tipo que observa a una mujer en un bar que lo está pasando mal en su relación, y piensa que quizá ese no sea el hombre apropiado para ella.
Hands of Time. Margo Price ha debutado este año con su disco Midwest Farmer’s Daughter, del que hasta la fecha han salido dos singles, uno de ellos este, que escuchamos en marzo. En la más pura tradición de la música country, narra la vida llena de sinsabores de una mujer que se lamenta de las “crueles manecillas del tiempo”.
Vice. En julio aparecía este Vice de Miranda Lambert como parte de su álbum The Weight of These Things. La canción fue escrita por ella misma junto con Shane McAnelly y Josh Osborne.
21 Summer. Este año ha visto la luz el segundo álbum de Brothers Osborne, Pawn Shop. Este que vamos a escuchar es su cuarto single, obra de los miembros del dúo y Craig Wiseman. El narrador recuerda un amor de verano de su juventud.
From the Ground Up. Vamos con otro dúo, el compuesto por Dan Smyers y Shay Mooney. En su segundo trabajo, Obsessed, encontramos este tema, escrito por ellos junto con Chris DiStefano. Se trata de una balada country que ilustra el principal objetivo que habríamos de seguir en la vida: encontrar el amor verdadero y vivir la vida junto a la persona amada.
Better Man. Como anticipo del disco que sacará Little Big Town en 2017, The Breaker, en octubre saboreamos este single, concebido por Taylor Swift. Una mujer, que ve que su relación no tiene futuro, desea que su pareja sea un hombre mejor, pero, a la vez, no puede evitar seguir echándole de menos.
My Church. El disco de debut de Maren Morris, Hero, contiene este tema, candidato en la próxima edición de los Grammy en la categoría de mejor canción country. La verdadera iglesia de la protagonista es, según la letra, la música country y su verdadera redención la encuentra cuando escucha country en la radio.
Hometown Girl. Figura en el próximo disco de Josh Turner, cuyo título todavía no ha sido anunciado. El tema, obra de Marc Beeson y Daniel Tashian, expone las virtudes de una chica de campo.
Came Here to Forget. En mayo de este año salió el décimo trabajo de Blake Shelton, If I’m Honest. Dos meses antes apareció este single, que firman Craig Wiseman y Deric Ruttan. Un hombre y una mujer intiman en un bar tras superar ambos una ruptura sentimental y se proponen seguir adelante “hasta que no recordemos lo que vinimos a olvidar”.
Setting the World on Fire. En julio aparecía esta canción del disco de Kenny Chesney Cosmic Hallelujah, que incluye la colaboración de la cantante Pink. Escrita por Ross Copperman, Matt Jenkins y Josh Osborne, describe la noche de pasión de dos amantes que prometen “poner el mundo en llamas”.
Pasamos ahora al capítulo de las noticias, y lo hacemos de la mano del veterano Don Williams, que a sus 77 años ha anunciado que se retira tras seis décadas dedicado a esto del country. Todo lo contrario que Dolly Parton, quien a sus 70 años, y más vital que nunca, llevó a cabo una de las mayores giras de su carrera en Estados Unidos.
Este año también hemos celebrado el 50 aniversario de la Asociación de Música Country, que se dio un homenaje con el lanzamiento de un single, Forever Country, cantado por varias figuras de este género. Y en el Salón de la Fama de la Música Country ingresaron Fred Foster, Randy Travis y Charlie Daniels.
Entre los singles que han pegado fuerte, podemos mencionar Die a Happy Man, de Thomas Rhett que, aunque data de finales de septiembre de 2015, ha arrasado en esta temporada.
Finalmente, hagamos balance de los artistas que nos han dejado este año.
En febrero murió Sonny James, miembro del Salón de la Fama de la Música Country, a los 87 años.
El día de su cumpleaños –6 de abril– se nos fue Merle Haggard, pionero del sonido Bakersfield.
En mayo nos sorprendía la muerte de Guy Clark, conocido sobre todo en su faceta de compositor, si bien también grabó algunas canciones él mismo.
La mayor leyenda viva del bluegrass, Ralph Stanley, nos dejó en junio a los 89 años.
En septiembre, y con solo cuatro días de diferencia, cerraban los ojos el compositor John D. Loudermilk y Jean Shepard, una de las pioneras de la música country.
Por último, en octubre se despedía otro gran compositor, Curly Putman, a los 85 años de edad. Fue autor de canciones tan famosas como Green, Green Grass of Home –popularizada por Porter Wagoner– y co-autor de He Stopped Loving Her Today, un éxito para George Jones.
¿Qué nos deparará 2017?
Siguiendo el título del disco que os presento hoy (“Libre de preocupaciones”), os animo a libraros de todas ellas y a escuchar algunos de los temas country-pop que lo componen. Fancy Free fue el quinto álbum de estudio de los Oak Ridge Boys, grupo del que ya os anuncié que había sido elegido para engrosar las filas del Salón de la Fama de la Música Country. Editado por MCA y producido por Ron Chancey, el éxito de una de sus canciones, Elvira, hizo que fuera certificado disco de platino en 1984.
¿Qué decir de Elvira? El mayor éxito de Oak Ridge Boys fue escrito por Dallas Frazier (el primer ganador, por cierto, de la canción del año en la Asociación de Música Country por There Goes My Everything, ya escuchada aquí). Frazier escribió el tema allá por 1967 y, desde entonces, lo han versionado en varias ocasiones. Elvira, una mujer por la que el protagonista bebe los vientos, está inspirado por una calle, Elvira Street, en la que Frazier estuvo a punto de sufrir un accidente de coche. Escuchemos la versión de Oak Ridge Boys en una actuación en directo en 2012 en el Grand Ole Opry.
Vamos ahora con Somewhere in the Night, de Don Cook y Rafe Van Hoy, en una interpretación en directo grabada en 1982. El narrador se lamenta por su amor perdido: “En algún lugar de la noche habrá un recuerdo tras de ti, puedes apostar a que te encontrará, que se preguntará qué fue mal, en algún lugar de la noche te golpeará como un rayo, y será aterrador saber que tu amor se ha ido”.
En Dream of Me, escrita por Buddy Cannon, Jimmy Darrell y Raleigh Squires, el narrador anima a su pareja a pensar en él siempre que se sienta triste, y él promete hacer lo mismo.
I’m Setting Fancy Free (a veces conocida simplemente como Fancy Free) fue el segundo single extraído del disco y otro éxito para el grupo. La escribieron Roy August y Jimbeau Hinson.
I Would Crawl All the Way (to the River) cierra el álbum. Se trata de una melodía en clave gospel compuesta por Bucky Jones, Curly Putman y Dan Wilson. “Si Jesús estuviera aquí –dice– hoy me arrastraría hacia el río solo para verle caminar sobre las aguas y que me pusiera encima su mano amorosa”. Escuchemos esta actuación promocional en directo en 1981.
56. Telluride. Hoy empezamos nuestro viaje en Telluride, al suroeste de Colorado, donde se desarrolla la canción del disco de Tim McGraw Set This Circus Down (2001). Escrita por Brett James y Troy Verges, narra la historia de un joven de diecinueve años que empieza una nueva vida en las Rocosas como camarero en un bar. Su vida da un giro cuando conoce a una mujer (“mi mundo se hizo tan vivo ahogándonos en el deseo”), pero, en un alarde de originalidad, esta termina abandonándole y se queda con el corazón helado.
57. Midnight in Montgomery. La ciudad de Alabama que vamos a explorar ahora bien puede presumir de su historia. Fue aquí donde se fijó la primera capital de los Estados Confederados en la guerra de Secesión, y donde, muchos años después, Rosa Parks se negó a ceder su asiento en un autobús a un blanco. Además, está muy ligada a la música country, ya que es la ciudad natal de Hank Williams. Precisamente a esta leyenda está dedicada esta canción, escrita por Alan Jackson y Don Sampson y grabada por el primero en su álbum Don’t Rock the Jukebox (1992). El narrador, de camino a un concierto de Año Nuevo, hace una parada para visitar una tumba en Montgomery (en alusión a Williams, que murió un día de Año Nuevo); en ese momento se le aparece su fantasma, que le agradece la visita antes de esfumarse. Hay una referencia al clásico I’m so lonesome I could cry, y termina diciendo que “Hank siempre está cantando allí”.
58. Mobile Bay. Uno de los primeros lugares de Estados Unidos en que se adentraron los españoles fue la bahía de Mobile. Dave Kirby y Curly Putman escribieron este clásico del country y se lo ofrecieron a Johnny Cash, quien lo incluyó en The Baron (1981). Unos indigentes, reunidos alrededor de una hoguera y rodeados de cubos de basura, van contando por turnos su historia. Cuando le llega a nuestro protagonista, recuerda con nostalgia las magnolias, las noches de verano de Mobile, a su dulce Rosalee y cómo perdió sus sueños.
Al año siguiente, George Jones y Merle Haggard grabaron su propia versión en A Taste of Yesterday’s Wine.
Con su quinto disco, Kenny Rogers se situó entre los artistas más comerciales de la música country. The gambler ha vendido nada menos que 35 millones de discos, lo que le ha valido ser cinco veces disco de platino en Estados Unidos y cuatro veces en Canadá.
Editado por United Artists y producido por Larry Butler, apareció en noviembre de 1978 y, desde entonces, ha sido reeditado en varias ocasiones, normalmente en formato CD y, en 2013, en LP, siguiendo la moda de los discos de vinilo.
Gran parte de su éxito se debe al tema de apertura, The Gambler (ya escuchado aquí), escrito por Don Schlitz y merecedor del Grammy a la mejor canción, así como a su segundo single, She believes in me, obra de Steve Gibb (también escuchada aquí). El álbum alcanzó el primer puesto entre los discos country de 1979. I wish that I could hurt that way again fue escrita por Rafe VanHoy, Don Cook y Curly Putman. El narrador reflexiona con nostalgia sobre un amor que ha terminado y desea sufrir tanto como antes, porque, al menos, eso significaría que su pareja todavía está con él. “En medio de toda la aflicción, por lo menos existía el mañana, y mientras exista el mañana no hay final”.
En 1986 T. Graham Brown la grabó de nuevo en su disco I tell it like it used to be, y el single llegó al número 3 de las listas.
Escuchemos ahora Tennessee Bottle, escrita por Jim Ritchie, en la que el protagonista asume su pasada vida de excesos y propone enmendarse.
Sleep tight, goodnight man fue compuesta por Jeff Silbar y Sam Lorber. Os dejo con la versión de Kenny Rogers.
El primero en grabarla fue Ricky Nelson.
Otra versión que gozó de gran popularidad fue la de Bobby Bare (1978).
Termino con la única canción del disco compuesta por Rogers, Morgana Jones, sobre una mujer de mediana edad y “tan fea como se pueda imaginar”, que se encapricha de chicos mucho más jóvenes que ella.
Hoy vamos a escuchar una de las más bellas historias de amor de todos los tiempos y, todo hay que decirlo, también de las más tristes. Apareció en abril de 1980, primero como single y luego como parte del álbum de George Jones I Am What I Am. Según su productor, Billy Sherrill, a Jones no le gustaba nada: creía que nadie querría escuchar una canción tan deprimente y, además, consideraba que la melodía se parecía demasiado al éxito Help Me Make it Through the Night, de Kris Kristofferson (que podéis escuchar aquí). Aunque a regañadientes, se decidió a grabarla, y menos mal; porque, a juzgar por el éxito que cosechó –fue su primer número 1 después de seis años– y de los premios que mereció, claramente se equivocaba. En efecto, Jones ganó el Grammy en 1980 a la mejor interpretación masculina, y ese mismo año la canción fue distinguida con el premio de la Academia de Música Country al mejor single y a la mejor composición. La Asociación de Música Country lo nombró mejor vocalista masculino tanto en 1980 como en 1981. Desde 2008, el tema forma parte del acervo musical de la Biblioteca del Congreso, y, cuando Jones murió en 2013, la canción reapareció en las listas y las ventas del single se multiplicaron. Billy Sherrill se había enamorado literalmente de la canción. Tal fue su impacto, que no pudo dormir la primera noche que la escuchó. Se empeñó en que la grabara su estrella George Jones, que en aquel momento atravesaba un mal momento por sus problemas con el alcohol y las drogas. La letra habla de una separación. El hombre no se resigna y promete amar a su pareja hasta el final: sigue guardando las viejas cartas –en las que ha subrayado cada “te amo”– e idolatrando su retrato. Finalmente, “hoy” ha dejado de amarla, pero no por propia voluntad, sino porque “han puesto una corona de flores en su puerta”. Es decir, que ha cumplido su promesa de amarla hasta la muerte. Esta es la original de George Jones. En 2006, Josh Turner la interpretó en su concierto Country Songs of the Year. Lee Ann Rimes la cantó en el Grand Ole Opry en 2011. Como he apuntado, George Jones murió en 2013, y Alan Jackson la cantó en su funeral en mayo de ese año. En la entrega de premios de la CMA, la Country Music Association, en noviembre de 2013, el mismo Jackson la cantó a dúo con George Strait.
Virginia Wynette Pugh nació en 1942 en un condado del sur profundo de Estados Unidos, en Mississippi. Su padre murió cuando ella era un bebé y, debido a la precariedad económica de la madre, se crió en casa de sus abuelos maternos. Tras abandonar el colegio, hiló un trabajo tras otro: recepcionista, camarera y estudió peluquería (su peinado era muy característico).
Aunque siempre sintió pasión por la música country, no encontró apoyo en su primer marido, y no fue hasta mediados de los años 60 cuando se trasladó a Nashville y firmó su primer contrato con el sello Epic Records (1966). Fue entonces cuando escogió su nombre artístico por sugerencia de su productor Billy Sherrill, quien le dijo que le recordaba a Debbie Reynolds en la película Tammy and the Bachelor (Tammy, la muchacha salvaje).
Dos años después alcanzó su mayor éxito con Stand by your man (que ya hemos escuchado aquí), con la que ganó un Grammy y que le reportó un disco de oro –llegó al medio millón de copias vendidas en 1970– y otro de platino en 1989, tras superar el millón.
En 1969 se casó con el también cantante de country George Jones, de quien se divorciaría seis años después, en lo que fue todo un acontecimiento social. Su popularidad decayó y, en 1979, decidió publicar sus memorias, que tituló, como no podía ser de otra forma, Stand by Your Man.
Durante los años 70, Tammy Wynette y Loretta Lynn fueron las más aclamadas y exitosas estrellas country femeninas. En la siguiente década, la vida de Wynette estuvo marcada por sus problemas de salud. Fue hospitalizada en diferentes ocasiones y su carrera musical acabó antes de lo previsto. Murió en Nashville a los 55 años de edad. A su multitudinario funeral –celebrado en el Ryman Auditorium, sede del Grand Ole Opry– acudieron unas 1.500 personas.
Escuchemos D-I-V-O-R-C-E, su otro éxito de 1968, que aborda un tema del que llegaría a ser toda una experta: se divorció cuatro veces, una de ellas sólo 40 días después de casarse.
La canción fue escrita por Bobby Braddock y Curly Putman. La letra describe cómo una pareja a punto de divorciarse intenta suavizar la realidad ante su hijo de cuatro años, deletreando la palabra divorcio en lugar de hablar abiertamente sobre él. El tema se ha utilizado en películas como Mi vida es mi vida (1970) o Brokeback Mountain (2005). Aquí tenéis la versión de Tammy Wynette en un directo.
En 1969 Dottie West la incluyó en su álbum Feminine Fancy.
El primero que grabó esta nostálgica canción, que habría de ser el mayor éxito en la carrera de Claude Putman Jr., fue Johnny Darrell; pero la fama le llegó con la interpretación de Porter Wagoner, que alcanzaría el puesto 4 de las listas.
Su génesis tuvo mucho que ver con el cine. Putman se inspiró en la escena final de La jungla de asfalto (1950), en la que Sterling Hayden, hacia el final, y ya moribundo, se esfuerza por llegar a su granja rodeada de “hierba verde”, donde había transcurrido su infancia y de la que guardaba los mejores recuerdos.
Nuestra canción comienza cuando un hombre vuelve a su hogar, y allí se encuentra con todos los que han significado algo en su vida. Pero pronto la letra da un giro tenebroso: ese viaje transcurre solo en su imaginación, puesto que el narrador se encuentra encarcelado y aguardando su ejecución. Cuando al romper el alba camine entre el sacerdote y el guardián que le conducirán al patíbulo, será también capaz de tocar la hierba verde del hogar.
Escuchad la versión de Porter Wagoner publicada por el sello RCA Records en 1965.
Ese mismo año, Bobby Bare la incluyó en su disco Bobby Bare’s Country.
He aquí la versión de Jerry Lee Lewis en su disco Country Folks for City Folks (1965).
Tom Jones, al año siguiente de oír la versión de Jerry Lee Lewis, de quien llegó a ser un buen amigo, se enamoró de la canción y quiso grabarla él mismo (hasta entonces no se había sumergido en el océano country). Y arrasó, hasta el punto de que fue el primer single de Decca Records en Reino Unido que vendió más de un millón de copias. Su versión fue número 1 en Inglaterra, Irlanda, Noruega y Australia.
En 1967 Roger Miller la versionó en su álbum Walkin’ in the Sunshine.
Esta grabación corresponde al disco Mama Tried, de Merle Haggard (1968).
Una jovencísima Joan Baez la cantó en 1969.
Elvis Presley, en 1975, reinterpretó la melodía.
Por último, Kenny Rogers nos dejó esta versión en 1977.