Jim Lauderdale, casi un hombre de Renacimiento

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James Russell Lauderdale nació en 1957 en Carolina del Norte. Sus padres, cantantes no profesionales, le inculcaron el amor por la música: aprendió a tocar la batería a los 11 años, la armónica a los 13 y el banjo a los 15.
Durante los años 80 intentó que su carrera despegara por todos los medios, pero se le resistían los contratos discográficos. Lejos de desanimarse, siguió componiendo canciones y esperando su momento. Este le llegó a principios de los 90 con sus dos primeros álbumes, Planet of Love (1991) y Pretty Close to the Truth (1994), que merecieron excelentes críticas. A partir de entonces, este prolífico compositor ha sacado una media de un álbum al año.
A lo largo de su trayectoria ha flirteado con todos los estilos del country: desde el más clásico al bluegrass –consiguió un Grammy por un álbum de este género, en colaboración con Ralph Stanley– y, últimamente, ha destacado en Americana. En 2013, se estrenó el documental sobre su figura Jim Lauderdale: King of Broken Hearts. Su último trabajo, aparecido en agosto de 2018, en realidad no es uno sino dos: Time Flies y un disco que grabó junto al mandolinista Roland White allá por 1979 y que ahora ha visto la luz tras considerarse perdido durante años.
Stay out of my arms fue el primer single de su carrera. Un hombre, consciente de que es un desastre para el amor, recomienda a una mujer que se aleje de sus brazos: «Paremos el dolor antes de que empiece, estoy seguro de que encontrarás a alguien que sabrá mantener sus promesas, yo solo te decepcionaría y te haría daño cuando no podamos encontrar los buenos recuerdos». Pertenece al disco Point of No Return, que, aunque grabado en 1988, no fue publicado hasta varios años más tarde.

George Strait la interpretó en su álbum Easy Come Easy Go (1993).

Vamos ahora con el tema que da título a su disco Lost in the Lonesome Pines, premio Grammy en 2002. Es una canción de amor en la que el narrador se alegra de que nunca se sentirá «perdido entre los pinos solitarios» mientras esté con su amada.

Easy Come, Easy Go. George Strait,1993

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La popularidad de George Strait se disparó a principios de los 90. Protagonizó la película Pure Country en 1992 y al año siguiente nos regaló los oídos con este disco, en el que ahondaba en su empeño por recuperar el country más tradicional. El álbum, de poco más de media hora de duración, fue editado por MCA Records.
Stay out of my arms es su primera canción. Escrita por Jim Lauderdale, el protagonista aconseja a su nueva novia que no se involucre demasiado, porque acaba de salir de una mala relación y no está preparado para comenzar otra.

El tema que da título al disco, Easy Come, Easy Go, fue compuesto por Aaron Barker y Dean Dillon. Aquí, el narrador sostiene que lo mejor es dejarlo cuanto antes y quedar en paz con su pareja antes de que sea demasiado tarde.

La animada Lovebug fue escrita por Wayne Kemp y Curtis Wayne como un guiño al sonido Bakersfield. El protagonista reconoce sentirse presa del «virus del amor». ¡No puede evitarlo!

En realidad, esta de Strait es una versión del éxito de George Jones que vio la luz en Lovebug (1965). Escuchemos esta interpretación en directo, con Johnny Paycheck acompañándole en el plano vocal.

Y, ahora, vamos con una canción más lenta. En I’d like to have that one back, compuesta por Aaron Barker, Bill Shore y Rick West, un tipo se arrepiente de haber dejado marchar al amor de su vida.

The Man in Love with You, de Steve Dorff y Gary Harju, es una confesión de los defectos y limitaciones del cantante («no soy el héroe que salvará el día, no soy la llave que abre todas las puertas, nunca podré hacer milagros»), pero a su pareja le asegura que siempre será «el hombre enamorado de ti».