True Believers. Darius Rucker, 2013

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Darius Rucker empezó su carrera en un grupo de rock, pero pronto vio que su interés se inclinaba más hacia el country. Este fue el tercer disco suyo en este género que vio la luz en Capitol Records Nashville (los dos primeros fueron Learn to Live (2008) y Charleston, SC (2010), su ciudad natal).
El proceso de grabación comenzó a principios de 2012, un año que supuso un gran revulsivo para su carrera, en especial cuando Brad Paisley le invitó a formar parte de uno de los clubes más selectos del country: el Grand Ole Opry.
El disco dio lugar a cuatro singles. Se abre con la canción que le da título, True Believers, escrita por Darius Rucker y Josh Kear. El protagonista celebra su duradera historia de amor: ambos han creído firmemente en su relación desde el principio.

El segundo single, Wagon Wheel (aquí podéis ver la entrada que le dediqué el año pasado), fue uno de sus mayores éxitos. Inicialmente concebida por Bob Dylan en 1973, este no la terminó y Ketch Secor, de Old Crow Medicine Show –gran admirador de Dylan–, lo hizo 30 años más tarde. Su grupo la grabó por primera vez, pero la versión de Rucker alcanzó mayor popularidad y le dio su primer premio importante, un Grammy por su lograda interpretación.

El tema del que habla el tercer single, Radio, de Darius Rucker, Luke Laird y Ashley Gorley, es un lugar común en la música country: olvidarse de las preocupaciones y gozar de ese sentimiento de libertad que da el conducir por la carretera, por mero placer, sin un destino, y acompañado de la música de la radio del coche.

Por último, escuchemos una canción que no salió como single, Take Me Home. De corte nostálgico, el narrador echa de menos su hogar y suplica que alguien lo lleve a casa. Fue escrita por Monty Criswell, Frank Rogers y Darius Rucker.

Un himno para el verano

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Un año más ha llegado el verano y en River of Country lo celebramos con una canción propia de esta temporada. Según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional, en el hemisferio norte el verano comienza hoy, 21 de junio, a las 12.07 hora peninsular –una hora antes si me leéis desde Canarias– y durará hasta el 23 de septiembre.

En su tercer trabajo, See You Tonight (2013), Scotty McCreery incluyó una canción estival que un año después salió como single. Feelin’ It, obra de Frank Rogers y Mathew West, constituye toda una oda a este período. Como dice el estribillo, “no hay nada como sentir ese sentimiento veraniego”. No se puede decir que la canción fuera un éxito rotundo (alcanzó un discreto decimosexto puesto), pero no se puede negar que capta a la perfección el espíritu del verano y la diversión con la que lo asociamos… y eso es suficiente.

Os dejo con Feelin’ It, de Scotty McCreery.

Otra canción del citado disco inspirada en el verano es Feel Good Summer Song. Desde que el protagonista ha roto con su anterior pareja, no se ve con fuerzas para escuchar canciones de verano, de esas que te hacen sentir bien, y se queja de que el sol solo resalta lo que va mal.

 

 

Disco del mes (marzo)

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Casi un lustro hemos tenido que esperar para disfrutar del nuevo trabajo de Scotty McCreery, de sólo 24 años –debutó a los 17–, el cuarto ya de su carrera.

En efecto, el pasado 16 de marzo aparecía Seasons Change, producido por Frank Rogers, Derek Wells y Aaron Eshuis, y editado por Triple Tigers, de Sony, sello con el que fichó en agosto del pasado año.

En este tiempo apartado de los escenarios, McCreery no se ha quedado de brazos cruzados. Ha terminado sus estudios, se ha prometido, ha publicado un libro, ha actuado por todo el mundo y, en fin, ha aprendido más de sí mismo de lo que nunca habría imaginado, tal como ha dicho.

Las 11 pistas que lo componen han sido co-escritas por él, una novedad en su carrera. Su título, Seasons Change («Cambian las estaciones»), no puede ser más apropiado. En palabras de Scotty McCreery, «es como un diario de mis últimos años. Cuando las cosas no van bien, he aprendido a esperar a que cambien las estaciones. Si quieres saber quién soy y en qué momento me encuentro, escucha este álbum. Siento que es una conversación con cualquiera que lo escuche. Así de personal es».

En mayo de 2017 nos llegó, como anticipo del disco, Five More Minutes, un tema que McCreery dedicó a su abuelo, fallecido en 2015. En la canción, escrita por Frank Rogers, Monty Criswell y el propio McCreery, este nos habla de sus recuerdos. Desearía disponer de cinco minutos más para disfrutar de ellos.

Ahora escuchemos In Between. Scotty se apoyó en Frank Rogers, Jessi Alexander y Jonathan Singleton para escribirla. La letra habla de la indecisión que siente el narrador, dada su excesiva juventud.

Wherever You Are es obra de McCreery, Rogers y Dan Isbell. Aquí, el cantante promete acompañar siempre a su pareja, donde quiera que ella esté.

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Darius Rucker o cómo empezar en el rock y terminar en el country

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Darius Carlos Rucker nació en Charleston, Carolina del Sur, en el seno de una familia afroamericana pobre en 1966. A su padre lo veía solo en la iglesia, cuando cantaba los domingos en su grupo gospel The Rolling Stones. Fascinado por la música, Darius creó un grupo rock en 1986, Hootie and the Blowfish, con el que grabó seis discos hasta su disolución.
Frank Sinatra se fijó en él, y lo invitó a cantar en su ochenta cumpleaños. Su debut en solitario le llegó con el álbum Back to then (2002). Tras un período de reflexión, se fue acercando más y más al country, y en 2008 sacó su primer disco en este estilo, Learn to Live, y su éxito –tres de sus singles llegaron al número 1– le abrió las puertas del Grand Ole Opry. Fue el primer artista country afroamericano desde Charley Pride, a principios de los 80, que colocaba un tema en el número 1.
Su último trabajo es el single If I Told You, que apareció en julio y formará parte de su quinto álbum country, aún en preparación.
Escuchemos Alright, perteneciente a su disco Learn to Live (2008). Escrita por Rucker y Frank Rogers, el protagonista se muestra agradecido por todo lo que tiene y no necesita ningún tipo de lujos. «No necesito hoteles de cinco estrellas, no necesito caviar ni Don Perignon, no necesito un concierto en la ciudad, tengo un estéreo con lo mejor de Patsy Cline, tengo un techo sobre mi cabeza, zapatos bajo mis pies y a la mujer que amo a mi lado».

De bien nacidos…

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Hoy se celebra en Estados Unidos el Día de Acción de Gracias, toda una institución que, al coincidir en jueves, permite a los americanos disfrutar por estas fechas de unas minivacaciones de 4 días.
Son días familiares, más incluso que los de Navidad, que para ellos se reducen a una exaltación comercial. Su origen se remonta a las fiestas que celebraban los campesinos al final de la cosecha para agradecer la misma. Aunque los historiadores no se ponen de acuerdo al respecto, se cree que la primera vez que se conmemoró fue en Florida en el siglo XVII, es decir, aún bajo dominio británico. El día siguiente a esta fiesta se conoce como el Viernes Negro, cuando se abre la “veda” para las compras navideñas.
Con este motivo, he seleccionado hoy unas cuantas canciones country, que resultan muy apropiadas, y es que todas ellas tienen algo en común: dan las gracias por todo lo que ilumina nuestra vida.
En primer lugar, os dejo con This, de Darius Rucker, escrita por él mismo junto con Frank Rogers y Kara DioGuardi en 2010. El narrador se muestra agradecido porque tiene un bebé durmiendo en su cuna, su esposa se ríe en sus brazos, suena la lluvia en el tejado y el juego está a punto de empezar. Por todo ello, se considera un hombre afortunado.

Unos años antes, en 2001, y solo unas semanas después del 11-S, apareció Blessed, que fue grabada por Martina Mc Bride y escrita por Troy Verges, Hillary Lindsey y Brett James. Aquí, la cantante dice que es bendecida cada vez que le besa el sol, oye a sus hijos reír o simplemente cuando se sienta en el porche, pensando que vive en un lugar maravilloso.

En 1999, Diane Warren compuso I Could Not Ask For More, aunque el éxito llegaría a la canción dos años después en la voz de Sara Evans.

Escrita por Darrell Scott, It’s a Great Day to be Alive, también alcanzó el éxito algunos años después de ser compuesta, gracias al single de Travis Tritt aparecido en 2000. Es un canto que concluye con que este es un gran día para estar vivo.

Por último, escuchemos a Willie Nelson en I’m Alive, incluida en su álbum Moment of Forever, de 2008. La canción fue escrita por Dean Dillon y Kenny Chesney y en ella se afirma que no vale la pena decir que la vida es dura. Aunque te haya dejado cicatrices, debes estar contento de estar vivo.

Pues nada, después de escuchar estas canciones ya podéis preparar el pavo y el pastel de calabaza.