Como ocurre en otros ámbitos artísticos, el marketing y la publicidad son hoy esenciales para el éxito de una canción. Y no solo hoy, como probaremos con este botón de muestra.
En diciembre de 1954 se empezó a emitir la miniserie de tres capítulos Davy Crockett, producida por Disney, que rápidamente se convirtió en un Frozen de la época, a juzgar por la cantidad de artículos de marketing que generó y colapsaron el mercado. ¡Hasta los políticos se ponían la gorra de este personaje en sus actos electorales! La serie incluía la canción The Ballad of Davy Crockett, con música de George Bruns y letra de Thomas W. Blackburn, y los cantantes más avispados detectaron el filón. En 1955 se grabaron cuatro versiones de la misma (que luego escucharemos), y todas alcanzaron los primeros puestos de las listas. Para aprovechar la coyuntura, Disney se apresuró a rodar una película basada en la serie, que se estrenó en mayo de 1955.
Pero, ¿quién era Davy Crockett, el rey de la frontera salvaje? Pues un aventurero que vivió en el siglo XIX, fue miembro del Congreso de Estados Unidos por Tennessee, participó en la guerra de independencia de Texas y murió en el transcurso de la misma, en la legendaria batalla de El Álamo.
En la película Regreso al futuro (1985), que se desarrolla en su mayor parte en 1955, se puede escuchar varias veces la canción, que alaba el valor de este héroe popular: “Mató a un oso cuando tenía tres años, cuando perdió a su amor no se desanimó y respondió a la llamada de su país”.
La primera versión que se grabó fue la de Bill Hayes.
Escuchemos ahora a Fess Parker, que fue quien encarnó al protagonista en la serie.
Tennessee Ernie Ford se hizo de oro en febrero del mismo año.
Ahora una versión bluegrass, obra de Mac Wiseman, también de 1955.
El grupo Sons of the Pioneers se subió, cómo no, al carro davy-crockettero.
Max Bygraves lo introdujo en el mercado británico en su disco I wanna tell you a story (1956), tras otra agresiva campaña de Disney que sirvió para familiarizar a los ingleses con la figura de este gigante.
Esta es la interpretación de Billy Cotton.
En Francia, Annie Cordy llegó al número 1 en 1956 gracias al mártir de El Álamo.
La última vez que escuchamos esta canción fue en la película El fantástico Mr. Fox (2009), basada en una historia de Roald Dahl.
frozen
De vencedores y vencidos
Un año más se han entregado los Grammy en el Staples Theatre de Los Ángeles. En cierto modo, los ganadores han sido los esperados, en una ceremonia autocomplaciente con la industria que ha reconocido los temas más populares, esto es, los que más han vendido. Pero lo más vendido no siempre es lo mejor, claro.
Los grandes triunfadores, no ya del género country, sino de la noche, han sido los que más han sonado en las emisoras de radio. De Stay with me, el británico Sam Smith, de 22 años, ha colocado más de tres millones de copias sólo en Estados Unidos, y ha sido la octava canción más vendida en Reino Unido. Puestos a premiar lo comercial, tampoco podía faltar el álbum de la banda sonora de Frozen, con casi cuatro millones de copias hasta enero de 2015 en Estados Unidos.
Y, tras esta introducción o lamento, centrémonos en el country. Los ganadores han sido:
Mejor álbum country: Platinum, Miranda Lambert. Discográfica RCA Nashville. Lambert partía como una de las favoritas con cuatro nominaciones. Tras The Outsiders, de Eric Church, era el segundo disco más vendido de entre los nominados.
Mejor canción country: I’m not Gonna Miss You. Glen Campbell y Julian Raymond. Discográfica Big Machine Records. Se trata de un sentido homenaje a un hombre, Glen Campbell, que ha dado mucho a la música country y que actualmente sufre Alzheimer. La canción también está nominada para los Oscar del próximo 22 de febrero. Es el sexto Grammy que gana Campbell en competición, quien, en 2012, se llevó uno especial al conjunto de su carrera.
Mejor actuación en solitario: Something in the Water. Carrie Underwood. Discográfica Sony Nashville. Entre los cuatro premios específicos del country, este es el que el que menos tiene que ver con el género. Es una mediocre canción pop, interpretada por la excelente voz de Carrie Underwood, quien consigue con ella el sexto Grammy de su carrera en su faceta country y el séptimo contando el de artista revelación en 2006. La artista no asistió a la ceremonia por su avanzado estado de gestación.
Mejor actuación en grupo: Gentle on My Mind. The Band Perry. Discográfica Big Machine Records. Otro homenaje a Glen Campbell, autor en 1968 de esta canción, que se incluye además en el documental sobre su vida, I’ll Be Me. A la tercera fue la vencida. The Band Perry ya habían sido nominados en la ceremonia de 2011 por el single If I Die Young y, en 2012, como mejor artista novel.
Rosanne Cash ha hecho pleno en el subgénero de Americana, con tres de tres por su magnífico trabajo The River and the Thread y su single A Feather’s Not A Bird.
Por último, el gran perdedor de la noche ha sido Eric Church, que se ha ido de vacío a pesar de sus cuatro candidaturas. Su álbum ha sido el más vendido del año en música country. De contradicciones están las sepulturas llenas…