She’s My Rock. Sharon K. Dobbins, 1972

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A principios de los años 70 la música country empezaba a ser más inclusiva. Uno de los primeros cantantes negros que alcanzó cierto éxito en el country fue Stoney Edwards, gracias a la canción que vamos a escuchar hoy, She’s My Rock. La escribió Sharon Dobbins –y el hecho de que la compositora fuera una mujer es otra prueba de que el country se iba abriendo cada vez más.

La letra habla de un hombre que se niega a escuchar a sus amigos cuando le dicen que la mujer de la que está enamorado no le conviene por su pasado. Él siempre responde que es “la roca sobra la que me apoyo y no voy a prescindir de ella”.

Escuchemos la grabación original de Stoney Edwards en el álbum homónimo de 1972.

Tres años después, Brenda Lee la incluyó en Sincerely, Brenda Lee, cambiándole el título por He’s My Rock.

George Jones consiguió un gran éxito con su versión, incluida en Ladies’ Choice (1984), que llegó al número 2 de las listas.

 

Grand Ole Opry’s New Star. George Jones, 1956

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En los años 50, pertenecer al Grand Ole Opry era uno de los objetivos principales de los cantantes country, más incluso que en la actualidad. A mitad de esa década lo consiguió George Jones, quien, para remarcar el acontecimiento, sacó un disco, con el que además debutó. Se titulaba Grand Ole Opry’s New Star, y estaba producido por Pappy Dailey. Se da la circunstancia de que este álbum fue el primero no solo de la carrera de Jones sino también del sello discográfico en el que se publicó, Starday Records. Hoy escucharemos algunos temas de ese trabajo, que consta de 14 canciones, todas escritas o coescritas por el propio George.

El disco se abre con Why Baby Why, de Darrell Edwards y George Jones, que ya había salido como single en 1955 y que ya hemos escuchado aquí, en la biografía de nuestro protagonista, que escribí en 2014.

La cara B de este single fue Seasons of My Heart, obra de los mismos autores y en cuya letra se comparan las distintas fases de una relación con las estaciones del año.

Una de las primeras canciones de su carrera que recuperó para este disco fue Let Him Know, al más puro estilo honky tonk y escrita por Jones en solitario. Alguien que pierde a su amada va al bar a intentar olvidarla, pero se da cuenta de que esa actitud no le sirve de nada.

Vamos ahora con una canción rockabilly, la grabación más antigua que Jones incluyó en este disco. Definitivamente, los estándares de las canciones de antes eran muy diferentes de los de ahora. Hoy sería impensable una letra como la que sigue. En Play it Cool el narrador recomienda a los hombres que no pierdan la calma si de vez en cuando sus mujeres se descarrían, porque al final volverán a ellos.

Otro de los temas es What I Am Worth, que también hemos escuchado aquí. En la letra el protagonista se pregunta cuál es su valor si no vale nada para su amada.

La versión de Jones de Ragged but Right es uno de los mejores trabajos de los inicios de su carrera. De carácter tradicional, su primera grabación data de 1929 y se debe a los Blue Harmony Boys. La letra habla de un vagabundo que se considera feliz aunque tenga un aspecto harapiento (“ragged”).

 

Sing Me Back Home. Merle Haggard, 1967

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Lo que podríamos etiquetar como género carcelario cuenta con bastantes ejemplos en la música country. Éste es uno de ellos. Su autor, Merle Haggard, hablaba por experiencia propia.

El trauma por la muerte de su padre lo marcó en su juventud: pasó por varios reformatorios e incluso por la cárcel, acusado de delitos menores; su condena más larga, en San Quintín, siguió a un robo frustrado.

La letra de Sing me Back Home nos presenta a un recluso que ve cómo los guardias conducen a otro reo a cumplir su sentencia de muerte. El narrador suele tocar la guitarra para pasar el rato, y el hombre que va a morir pide a los guardias, como último deseo, que permitan que su amigo “el guitarrista” le toque una canción que le recuerde a su hogar. El título lo dice todo: “Llévame cantando de vuelta a casa”. Entonces, el protagonista recuerda que un coro de góspel fue a la prisión la semana anterior para entretener a los presos y que el condenado a muerte se emocionó con una que solía cantar su madre.

La versión original de Merle Haggard y su grupo, The Strangers, apareció en 1967 y se convirtió en su tercer número 1 tras I’m a Lonesome Fugitive y Branded Man.

Los Everly Brothers la incluyeron en su álbum Roots (1968).

George Jones la incorporó a Kickin’ Out the Footlights Again (2006).

Don Williams la grabó en Reflections (2014).

Suzy Bogguss dedicó un disco a Merle Haggard en 2014 en el que versionó parte de su discografía. A Lucky pertenece su versión de este tema.

Working Man’s Poet: A Tribute to Merle Haggard, un álbum aparecido en 2014, reunió a varios artistas country para interpretar los temas más conocidos de Merle. El hijo menor de éste, Ben, de 26 años, que ha seguido los pasos de su padre, eligió Sing Me Back Home. Con ella se cierra el álbum.

 

 

 

 

 

El silbato del tren (VIII)

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Roger Miller alcanzó gran popularidad con King of the Road (1964), todo un himno a la libertad. Cuenta la historia de un vagabundo que se desplaza viajando como polizón en los vagones de carga, y que, a pesar de no tener dinero, se considera feliz y «el rey de la carretera». La canción ha tenido multitud de versiones: escuchemos, por ejemplo, la de George Jones en 1966.

En 1890 Charles Davis Tillman puso música a un himno góspel compuesto por el pastor baptista M. E. Abbey, Life is Like a Mountain Railway, en el que compara la vida con un ferrocarril de montaña por lo sinuoso y lleno de peligros. Pero no hay nada que temer porque Dios nos conducirá seguros a nuestro destino. Escuchemos la versión del grupo Seldom Scene en su álbum Act Four (1979).

Vamos ahora con otra canción góspel, en esta ocasión una actual. Josh Turner compuso Long Black Train en 2001 y la grabó dos años más tarde. Acababa de salir de la Universidad cuando la cantó en el Grand Ole Opry y produjo tal sensación, que las ovaciones fueron interminables y tuvo que hacer un bis. La inspiración le surgió en 1999, cuando estaba escuchando grabaciones no publicadas de Hank Williams e imaginó un tren como una metáfora de las tentaciones del Diablo. Así, la canción nos recomienda no subir al tren que conduce el Diablo, aunque te intente hechizar con su atractivo sonido y la belleza de sus formas.

Disco del mes (septiembre)

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Dieciséis años han tenido que pasar para que Crystal Gayle, de 68, publique nuevo material. El 6 de septiembre aparecía el álbum You Don’t Know Me: Classic Country, producido por su hijo Christos Gatzimos para el sello Southpaw. Contiene sus versiones de 14 clásicos del country, que inmortalizaran en su día artistas como Buck Owens, George Jones, Patsy Cline, Faron Young, Connie Smith o Eddy Arnold.
Gayle se formó en el sonido Nashville y en este disco hace gala de ello. Escuchemos primero la canción que le da título, You Don’t Know Me, obra de Cindy Walker –una de las primeras compositoras que triunfó en el country– y popularizada por Eddy Arnold en 1955.

Ribbon of Darkness fue la primera canción que Gayle interpretó cuando se dio a conocer en el Grand Ole Opry, y de ahí su valor sentimental. Escrita por Gordon Lighfoot, fue grabada por primera vez por Marty Robbins. La narradora habla de la «cinta de oscuridad que cuelga de ella» desde que ha perdido a su amor.

La única ocasión en que Crystal Gayle ha grabado junto a sus hermanas, Loretta Lynn y Peggy Sue, fue en 2017, concretamente el tema Put it off until tomorrow. La sesión tuvo lugar poco antes del derrame que sufrió Loretta Lynn y del que, felizmente, se ha recuperado.

You Don’t Know Me: Classic Country en Amazon

I’m a One Woman Man. Johnny Horton y Tillman Franks, 1956

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Tillman Franks fue el manager de Johnny Horton y el hombre que contribuyó a lanzar la carrera de éste en sus comienzos. En 1955 hizo que firmara un contrato con Columbia Records, sello en el que consiguió sus mayores éxitos y donde seguía trabajando hasta su prematura muerte en 1960, víctima de un accidente de tráfico.
Uno de esos éxitos fue precisamente I’m a One Woman Man, que escribieron juntos. Se trata de una sencilla canción en cuya letra el protagonista asegura a su pareja que su amor solo le pertenece a ella, pues es «hombre de una sola mujer».
Escuchemos la versión original de Johnny Horton, que apareció en 1956.

Glen Campbell la recuperó para Still Within the Sound of My Voice (1987).

George Jones la grabó en dos ocasiones. La primera, en 1960, en The Crown Prince of Country y, más tarde, en One woman Man (1988). Escuchémosla.

George Canyon la versionó en su álbum Classics II (1999).

Alan Jackson la interpretó en un concierto dedicado a George Jones en 2007.

Ese mismo año, Josh Turner la incluyó en su disco Everything is Fine.

Apoyémonos en los brazos eternos

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Para hoy, Viernes Santo, he elegido Leaning on the Everlasting Arms, un himno publicado en 1887. Sus autores fueron Anthony Johnson Howalter –la música– y el mismo Showalter y Elisha Hoffman –la letra–. De este último también escuchamos una Semana Santa anterior Are you washed in the blood?
La inspiración le llegó a Showalter cuando se disponía a escribir cartas de consuelo a dos ex-alumnos suyos –aparte de compositor de música religiosa se dedicaba a la docencia como profesor de canto–, cuyas mujeres habían fallecido. Utilizó en su carta un verso del libro del Deuteronomio en el que se dice: «El eterno Dios es tu refugio y aquí abajo están los brazos eternos». Tras escribir la música y un pequeño estribillo, se puso en contacto con Elisha Hoffman, quien, tras luchar en la Guerra de Secesión y atormentado por los horrores que había visto, se había ordenado sacerdote, para que escribiera el resto de estrofas. Suyos son estos versos: «Qué bendición, qué paz la mía, qué dulce caminar como un peregrino, cómo brilla el sendero día a día al apoyarme en los brazos eternos».
Este tema también ha aparecido en el cine, concretamente en la banda sonora de La noche del cazador (1955), cantado por Robert Mitchum y Lillian Gish. Veamos la escena.

Más recientemente ocupó un lugar destacado en la banda sonora de la nueva versión de Valor de Ley (2010), de los hermanos Coen. Escuchemos la que aparece allí, que corresponde a la interpretación de Iris DeMent que cierra la película.

Como vemos, un tema góspel muy cinematográfico, y es que también suena en Phase IV (1974), Wild Bill (1995), Next of Kin (1989) o First Reformed (2017).
George Jones la versionó para Old Brush Arbors (1966).

Alan Jackson la incluyó en Precious Memories (2006).

The Grascals es un grupo de bluegrass “descubierto” por Dolly Parton en 2004. También ellos se fijaron en este tema.

Guy Penrod la grabó en Hymns (2012).

Terminemos con dos versiones que se desvían del country: la de Mahalia Jackson, la «reina de la música góspel».

Y una excelente versión jazz grabada en 2017 en una iglesia baptista, realizada por el grupo True Worshippers.

What Am I Worth. George Jones y Darrell Edwards, 1956

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Nadie duda de que George Jones ha sido uno de los cantantes de country más influyentes de la historia. Hoy vamos a volver la vista atrás a uno de sus primeros trabajos, What Am I Worth. Lo escribió junto con su amigo de la infancia Darrell Edwards, con quien colaboró en otras ocasiones, por ejemplo en Why Baby Why, su primera entrada en las listas (que ya hemos escuchado aquí).
Como casi todas las canciones de la primera parte de su carrera, está concebida al más puro estilo honky-tonk. En el estribillo, el protagonista se pregunta para qué sirve en este mundo si no vale nada para su amada.
Aunque Jones la grabó en 1955, no salió al mercado hasta el año siguiente, cuando la incluyó en su álbum de debut Grand Ole Opry’s New Star, publicado en Starday Records, de su mentor Pappy Daily.

Ese mismo año, 1955, la grabó Terry Fell.

La versión de Sammy Kershaw pertenece a Don’t Go Near the Water (1991).

Dave Alvin la cantó a dúo con Syd Straw y la incorporó a su disco King of California (1994).

El tema fue versionado por el cantante de rockabilly Sleepy LaBeef en Roots (2008).

Nobody’s Lonesome for Me. Hank Williams, 1950

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En ocasiones, Hank Williams se apoyaba en otros compositores para sus canciones. No así en la que vamos a escuchar hoy, escrita por él en solitario. En vida de Hank, el tema salió como single y, tras la demanda generada por recopilar sus canciones, en 1954 se incluyó en el disco Ramblin’ Man.
En la letra, el protagonista se queja de que nadie se preocupa por él. Hasta tal punto llega su desesperación, que dice: «Cuando llegue la hora de mi muerte, apuesto a que tendré que contratar a alguien para que llore por mí».
Esta es la grabación original de Hank Williams.

George Jones la grabó en su disco Blue and Lonesome (1964).

Bobby Braddock o cómo componer la mejor canción country de todos los tiempos (o eso dicen)

bobby braddock
Robert Valentine Braddock nació en 1940. Pasó su infancia en Florida y a los 24 años sus inquietudes musicales –sabía tocar el piano y el saxofón– le llevaron a Nashville, donde empezó a trabajar como pianista junto a Marty Robbins, para quien escribió su primera canción, que luego escucharemos.
A partir de ese momento se estableció como uno de los mejores y más cotizados compositores de canciones country, escribiendo éxitos para Tammy Wynette, Willie Nelson, Tanya Tucker, George Jones, Jerry Lee Lewis y otros. Braddock es también un notorio productor que ha llevado la batuta de algunos trabajos de Blake Shelton en este siglo XXI.
Autor de unas 2.500 canciones, ha publicado alrededor de 1.600 y, desde 1981, forma parte del Salón de compositores de Nashville. Quizá su obra más recordada sea He Stopped Loving Her Today, que escribió en 1979 con su mentor Curly Putman –fallecido en 2016– y que George Jones convirtió en un clásico instantáneo al año siguiente. Mereció dos años consecutivos el premio a la mejor canción en la Asociación de música country y, en algunas encuestas de publicaciones especializadas, ha sido designada como la mejor canción country de todos los tiempos.
He Stopped Loving Her Today habla de un amor tan duradero que solo la muerte del protagonista puede vencerlo (aquí la podéis escuchar de nuevo). Aunque Braddock consideraba que era una buena canción, atribuyó su éxito, en un alarde de modestia, a George Jones y a su productor, Billy Sherrill.
En 2011, nuestro hombre entró en el Salón de la Fama de la música country y, a sus 78 años, sigue escribiendo canciones. Si bien su carrera se ha centrado en la composición, también ha sacado algún que otro single. Por ejemplo, este Between the lines, perteneciente al álbum del mismo título (1979).

Braddock escribió While you’re dancing (1965) para Marty Robbins. El protagonista se muestra dolido porque su pareja está bailando con otro cuando debería estar haciéndolo con él. La letra recuerda un tanto a Save the last dance for me, grabada por The Drifters cinco años antes.

Y concluimos con Time Marches On, una de las canciones de las que Braddock se siente más orgulloso, junto con He Stopped Loving Her Today. Grabada por Tracy Lawrence en 1996, reflexiona sobre el paso del tiempo utilizando como ejemplo a una típica familia americana.