Disco del mes (julio)

angels and alcohol
El período estival nunca ha sido muy propicio para las novedades musicales, al menos para las buenas. Sin embargo, y aunque no haya mucho donde elegir, el disco que os propongo este mes no salta a la palestra de relleno, sobre todo porque siempre es un aliciente escuchar a una gran leyenda de vuelta.
Alan Jackson (Georgia, 1958) nos ofrece su vigésimo disco de estudio, Angels and Alcohol, casi dos años después de la grata sorpresa que fue aquel The Bluegrass Album (2013). Producido por Keith Stegall y publicado por EMI Nashville –nombre que adoptó en 2010 la antigua Capitol Nashville–, el disco salió a la venta el 17 de julio y consta de 10 canciones, de las que Jackson ha escrito siete. Con él, el artista vuelve a demostrar que es la mejor personificación del honky-tonk, avalado por unas ventas de 60 millones de discos a lo largo de su carrera.
Escuchemos el que de momento es su único single –apareció el pasado 6 de julio–, que lleva por título Jim and Jack and Hank. Escrita por él mismo, hace referencia a dos marcas de whiskey, Jim Beam (un bourbon de Kentucky), y la más conocida, Jack Daniel’s (de Tennessee), y a un artista que “integra” a ambas, Hank Williams. Al protagonista lo abandona su pareja, pero no le importa porque siempre tendrá a Jim y Jack y a Hank, y hacia el final cita a otros muchos: “Por no mencionar a Loretta (Lynn), George (Jones), Tammy (Wynette), Merle (Haggard), Willie Nelson, el gran John Cash, Jimmy Buffett o George Strait”. Vamos, una especie de I will survive de Gloria Gaynor, pero cambiando los roles masculino y femenino…

Vamos ahora con una de las que no escribió él sino Adam y Shannon Wright, The One You’re Waiting On. El protagonista, que acaba de pasar por una ruptura, está sentado en un bar preguntándose si su «sustituto» merecerá la pena.

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La ciudad fantasma

Calico

El country, como estamos viendo en la serie dedicada a los estados americanos, está muy apegado a la tierra. Pero los artistas no solo cantan a los estados, sino también a las ciudades, y, por ello, hoy quiero que me acompañéis a una ciudad fantasma, una de esas localidades surgidas por el auge de una actividad económica puntual, que, a su término, es abandonada, como han retratado tantas películas del oeste. Una de ellas fue la ciudad de Calico, en el condado de San Bernardino, California. Fue fundada en 1881 como una ciudad minera en las inmediaciones del desierto del Mojave al descubrirse plata en los alrededores. En 1907 fue abandonada y actualmente es un atractivo turístico más de California.
La letra de la canción que vamos a escuchar, Calico Train, describe la superación de una ruptura. Al principio, la narradora cree que no podrá seguir adelante, pero una noche sus amigos la invitan al baile de Calico. Por supuesto, decide ir y empieza a “sentirse viva otra vez con un hombre a cada lado y cada paso que daba le alejaba más de él”. ¿No os recuerda el éxito de Gloria Gaynor I will survive (1979)?
Os dejo con la versión instrumental en clave bluegrass de Steve Martin, que, además de dedicarse al cine, es músico y todo un virtuoso del banjo. Martin creó en 2010 un premio a la excelencia en el banjo y el bluegrass, dotado con 50.000 dólares.