Medio siglo de una grabación legendaria

mama tried

Durante estos días celebramos el 50 aniversario de mayo del 68, pero ¿qué pasaba en aquel entonces en la música country? Pues que se grabó una de las canciones más icónicas del género.

Se la debemos, cómo no, a Merle Haggard, en aquel tiempo un joven de 31 años recién cumplidos, que el 9 de mayo de 1968 grabó Mama Tried en los estudios de Capitol. Producido por Ken Nelson, el single no salió al mercado hasta el mes de julio de ese año.

Aunque sobre esta canción ya me he ocupado en el blog (aquí podéis ver la entrada), hoy escucharemos otras versiones que no disfrutamos entonces. Como pasa tan a menudo en el arte en general, las mejores historias son las que beben de la experiencia del autor, y esta es una de ellas. Aunque no es enteramente una canción autobiográfica, sí que tiene detalles sacados de la vida de Merle, que era huérfano de padre –como el narrador de la canción– y pasó un tiempo en la cárcel, alrededor de tres años, lo que ocasionó un gran sufrimiento a su madre: “Nadie podía enderezarme pero mamá lo intentó”.

Una de las razones del éxito de este tema estriba en el guitarrista, Roy Nichols, quien trabajó unos veinte años con Merle y de quien éste dijo que, gracias a él, había empezado su carrera.

En marzo de 2016, solo unos días antes de la muerte de Merle, Mama Tried fue elegida por la National Recording Registry como una grabación digna de ser preservada por su “significado artístico, cultural e histórico”.

Willie Nelson, Toby Keith y Merle Haggard la interpretaron en un concierto en Los Ángeles en el año 2004.

Su hijo, Ben Haggard, también se dedica a la música. Esta es su interpretación.

Vamos ahora con un instrumental que acapara el gran Roy Nichols a la guitarra. Pertenece al disco Instrumental Sounds of Merle Haggard’s the Strangers, grabado en Hollywood en septiembre de 1968.

El cantante canadiense de country George Canyon la versionó en Classsics II (2012).

Tribute to Tradition presenta a una serie de cantantes country interpretando clásicos del género. Mama Tried la toca Randy Travis.

Escuchemos ahora un directo de Brad Paisley en Suecia fechado en julio de 2017.

Una de las voces más interesantes del country actual es la del californiano Ben Bostick, que lleva editados dos álbumes.

Ahora, la versión de The Grateful Dead, que ya puse en la entrada anterior (pero el vídeo fue eliminado).

En 2014 Troy Cassar Daley y Adam Harvey, dos cantantes australianos de country, la interpretaron en directo.

 

El Paso. Marty Robbins, 1959

En esta canción se fusionaron los tonos más clásicos de la música country con la música western, entendida como la que se desarrolló en estados del Oeste como Texas, Nuevo México, Utah, Arizona…
Marty Robbins fue su artífice. Él mismo la grabó en abril de 1959, y la primera vez que sonó fue en el disco Gunfighter Ballads and Trail Songs (“Baladas de pistoleros y canciones del camino”), en septiembre del mismo año. Al mes siguiente, Robbins la lanzaría como sencillo para aprovechar su popularidad.
A principios de 1960 la canción ya podía presumir de ser todo un número 1 de la música country y del pop en general. Los premios Grammy la consagraron en su edición de 1961 como mejor canción country y western, y todavía hoy sigue siendo la canción más popular de su autor.
Aunque esta versión es, con creces, la más conocida, existen otras de gran calidad, como la de Grateful Dead, que solía interpretarla en todos sus conciertos (nada menos que 389 veces hasta su disolución en 1995). Y también ha estado sujeta a parodias: en 1960, H.B. Barnum perpetró una versión en la que la acción se trasladaba a California, y Felina –aquí bautizada como Lina– era una camarera que trabajaba no en la cantina de Rosa, sino en un café que servía pizza.
El propio Marty Robbins nos regaló sendas secuelas de la misma: en la primera, de 1966, contaba los orígenes de Felina, y en El Paso City, de 1976, evocaba la vieja canción.
La guitarra española de Grady Martin, que acompaña la balada, aporta ese aire Tex-Mex que hace que nos transportemos de inmediato a las malas tierras de Texas y Nuevo México.
Sorprende su duración, más de 4 minutos, algo bastante infrecuente en el country del momento. De hecho, la Columbia, el sello que la editó, no estaba convencida de que las cadenas de radio se atrevieran a emitir una canción tan larga y, por eso, gestaron también una versión reducida. El tiempo demostró que el oído del country estaba perfectamente capacitado, y, por supuesto, es la versión completa la que se recuerda.
Cualquier habitante del Oeste se puede identificar con este tema. Un cowboy que transita por la ciudad fronteriza de El Paso se enamora perdidamente de Felina, una chica mexicana “de ojos perversos y malignos” que trabaja en la cantina de Rosa. Pero al bar entra otro cowboy (“salvaje como el viento del oeste de Texas”), que igualmente queda prendado de ella. Hay que sacar el revólver y batirse por el amor de la muchacha. No queda otra. Al final, el duelo se decanta a favor del protagonista, que mata a su contrincante y huye. Se esconde en el desierto de Nuevo México, pero “su amor por Felina es más fuerte que su temor a la muerte”, y se dirige de nuevo a la cantina de Rosa, con la esperanza de ver a su amada una vez más. El protagonista es alcanzado por una bala, sin que la letra especifique quién ha apretado el gatillo, el sheriff o un amigo de la víctima. Finalmente nuestro héroe imagina que muere en los brazos de Felina.
Hoy en día, la canción ha recobrado su popularidad gracias al episodio final de Breaking Bad. Para aquellos lectores viajeros, existe en realidad una cantina de Rosa en El Paso. Su dirección es 3454 Doniphan Drive; 79922-1644 El Paso (Texas). Vigilen sus espaldas y no se fíen de su sombra.

La canción de las mil versiones


Seguimos desgranando el folk. Hoy os traigo una canción de autor desconocido, que se remonta, al menos, a 1870, y que surgió tal vez en la zona de los Apalaches. La primera vez que se puso negro sobre blanco su letra –aunque, siendo un tema tradicional, esta presenta diversas variantes– fue en 1917, de la mano de Cecil Sharp. El tema se conoce con distintos títulos: In the pines, Where did you sleep last night o Black Girl.
Probablemente una de las versiones más conocidas sea la del bluesman LeadBelly, que se aficionó a ella entre 1944 y 1948.

Escuchemos ahora la versión bluegrass que grabó Bill Monroe del clásico.

En este mismo estilo, el grupo The Louvin Brothers nos deleitó con esta interpretación en el año 1956.

Otra versión cruzó el charco. En Reino Unido, el grupo The Four Pennies nos la sirvió en bandeja en 1964 con un toque más pop.

También la música cajun le ha echado el ojo. Traduciendo su letra al francés, Nathan Abshire la grabó con el nombre de Ma Negresse (también conocida como Pine Grove Blues).

Estos son solo unos pocos ejemplos. Os invitamos a escucharlos y a que no paséis por alto las versiones de otros artistas de la talla de Joan Baez, Grateful Dead, Pete Seeger o Dolly Parton, entre muchos otros.