Norte y Sur (I)

guerradesecesion
Este 2015 conmemoramos los 150 años del fin de la Guerra Civil Americana –la Guerra de Secesión–, en la que se enfrentaron dos ideologías opuestas: quienes defendían la preeminencia de las decisiones de los estados individuales (conocidos como la Confederación o simplemente el Sur) y, por otro lado, los que querían que todos los estados tuvieran una legislación común (conocidos como la Unión o simplemente el Norte).
Entre los temas de fricción entre los estados estaba el de mantener esclavos. El Sur los necesitaba para que su economía, eminentemente agrícola, siguiera funcionando. Sin embargo, el nuevo presidente, Abraham Lincoln, se oponía a que la esclavitud se extendiera a los nuevos territorios anexionados a Estados Unidos. El terreno estaba abonado para que estallara la guerra. Solo hacía falta un detonante, y este fue el ataque de las tropas confederadas al fuerte Sumter, el 12 de abril de 1861.
Como este es un blog de música, escucharemos en diferentes entregas canciones muy populares en la época, muchas de las cuales han sido revitalizadas por artistas country. Empezaremos con los himnos de cada bando.
Así como en el Sur la canción más popular es pública y notoria, en el Norte hubo varias. Una de ellas, que proviene de una antigua canción gospel, es Battle Hymn of the Republic, que en ocasiones era cantada por soldados de ambos bandos. Escuchémosla en la voz de Johnny Cash.

Otra de las canciones más representativas del Norte fue Battle Cry of Freedom (1862). Escuchemos la versión de la banda de música del Regimiento de Cuerda número 97.

En el Sur, Dixie –también conocida como I wish I was in Dixie– fue la canción estrella. Compuesta por Daniel Decatur Emmet, que había nacido en Ohio, un estado del Norte, fue adoptada como himno oficioso por la Confederación. Se dice que era una de las preferidas de Lincoln y, al final de la guerra –que, como sabemos, ganó la Unión–, éste mandó tocar Dixie en los jardines de su residencia como gesto de reconciliación.
Escuchemos la versión del Second South Carolina String Band. La canción es una alabanza al Sur. El narrador desea estar en Dixie con sus campos de algodón, porque allí “los viejos tiempos no se olvidan”, y promete vivir y morir en Dixie.

Escuchemos otra versión canónica del himno de la Confederación.

La letra fue adaptada poco después para hacer referencia a la causa del Norte y se convirtió en To Arms in Dixie. Tennesse Ernie Ford incluyó una versión de la misma en su álbum Songs of the Civil War.

Un cantante racista

civil rights
Uno de los episodios más lamentables de la historia de Estados Unidos, en concreto del Sur, donde asienta sus raíces el country, es la discriminación racial. Durante los siglos XVII y XVIII, se dio un copioso tráfico de esclavos negros para trabajar en las grandes plantaciones sureñas. La esclavitud prosiguió en el siglo XIX y, cuando los estados del Norte, más industrializados, quisieron revertir este orden de cosas, los sureños se rebelaron con el fin de perpetuar su fuente de riqueza. Al final, el Norte ganó la Guerra de Secesión, pero no todos lo aceptaron, y el Ku Klux Klan, que había nacido para amedrentar a la población negra, empezó a hacer de las suyas.
Pues bien, un cantante country se ha distinguido por sus canciones de corte racista. Me refiero a Clifford Joseph Trahan, más conocido por su nombre artístico de Johnny Rebel, nacido en Luisiana hace 75 años. No hay más que echar una ojeada a los títulos de sus canciones (Who likes a nigger?, Stay Away from Dixie, Move them Niggers North, Some Niggers never die (they just smell that way) para ver que ha hecho del racismo su principal inspiración.
Su rechazo a las fotografías y el hecho de que durante mucho tiempo se escondiera tras un pseudónimo hizo que su identidad se confundiera con la de otros cantantes country, como David Allan Coe o incluso Johnny Horton, con quien solo tiene en común que este último grabó una canción llamada Johnny Reb.
Escuchemos uno de sus temas más famosos, The Kajun Ku Klux Klan (1967), en el que la dueña de un bar se niega a atender a un cliente por su raza y llama al Ku Klux Klan.

Crónica de sucesos: Tom Dooley

tom dooley
Las letras de la música folk se basan en gran parte en anécdotas reales, algunas de ellas un tanto escabrosas, como esta que vamos a escuchar hoy.
La historia alcanzó un tremendo eco en su época, finales del siglo XIX. En 1866, un año después de que terminara la Guerra de Secesión, un asesinato –que hoy catalogaríamos como de violencia de género– sacudió a Carolina del Norte. Un veterano confederado, Tom Dula (pronunciado Dooley por la población sureña, al igual que dicen Grand Ole Opry en lugar de Grand Ole Opera), fue acusado de matar a su prometida Laura Foster.
Ahorcado por el crimen, no está muy claro que fuera él el responsable, ya que, a la vez, era amante de una prima de Laura, Ann Melton, y es posible que él la encubriera, pero que fuera ella quien matara a su prima por celos.
Una tonada popular recreó esta historia, y hoy vamos a escuchar varias versiones de la misma, comenzando por la más antigua, de 1929, cantada por Grayson y Whitter.

Avanzamos 10 años y nos encontramos con la versión de Frank Poffitt.

Un grupo que inició su andadura en California, The Kingstron Trio, consiguió su mayor éxito con esta melodía. En 1958, editaron Tom Dooley con una breve introducción recitada en un disco publicado por Capitol Records.

Doc Watson hizo su propia versión en 1964 con un dulce sabor bluegrass. El disco, también llamado Doc Watson, fue editado por Vanguard Records.

La canción cruzó el charco, y, para demostrarlo, aquí tenéis la versión en alemán de Die Nielsen Brothers.