La canción que vamos a escuchar hoy es la más conocida de Wayne Raney, célebre por su maestría con la armónica, que aprendió a tocar de niño, y uno de los responsables de popularizar este instrumento en el mundo del country, sobre todo a raíz de su asociación con Lonnie Glosson, otro virtuoso del mismo.
Una de las razones por las que el tema triunfó entre las clases populares es el humor que destila su letra: «¿Por qué no me arrastras y me amas otra vez, por qué no me exprimes hasta que me quede ciego?»
La versión original de Wayne Raney llegó al número 1 de las listas en 1949.
Su éxito hizo que el mismo año fuera versionada en tres ocasiones, todas ellas con muy buena prensa. Una de ellas fue la de Bob Atcher.
La segunda versión fue la de Mervin Shiner.
La siguiente cruza al terreno del rhythm and blues. El saxofonista Bull Moose Jackson y su grupo His Buffalo Bearcats la grabaron en 1949.
Dolly Parton y Porter Wagoner, en un dúo de Always, Always (1969).
En 1958 Hank Locklin la incluyó en su álbum Please, Help Me I’m Falling.
Nacido en 1914 como Julius Frank Anthony Kuczynski en el seno de una familia de inmigrantes polacos, su padre fue un músico profesional especializado en la polka y de él aprendió a tocar el acordeón. Cuando tenía poco más de veinte años, al igual que tantos jóvenes de aquel tiempo, buscó fortuna en el cine y llegó a trabajar con Gene Autry. Sin embargo, poco después decidió dedicarse por entero al country y, en 1937, entró en el Grand Ole Opry. King es recordado como compositor más que como cantante, aunque también despuntó en esta última faceta. Su composición más famosa fue el espléndido Tennessee Waltz, ya escuchado aquí, que también grabó aunque popularizó Patti Page. Como cantante, su mayor éxito fue Slow Poke, que también escuchamos cuando os hablé del film La última película, en cuya banda sonora también sonaba la popular balada You Belong to Me, coescrita por él en los años cincuenta y popularizada por Jo Stafford.
En la década de los 40 el Grand Ole Opry no permitía que sus miembros utilizaran instrumentos de percusión o electrificados. Pee Wee King contribuyó a que esta política fuera cambiando. Y fue también él quien introdujo en el country la estética de los trajes de cowboy con diamantes falsos, tan de moda luego entre las estrellas del género. En 1970 fue nombrado miembro del Salón de la Fama de compositores de Nashville y en 1974 entró a formar parte del Salón de la Fama de la música country. Murió en el año 2000.
Escuchemos una grabación suya de 1950 que llegó a entrar en las listas, Bonaparte’s Retreat. Es un tema de western swing en el que el fiddle se convierte en protagonista. Pee Wee King se basó en una popular melodía de principios del siglo XIX, puramente instrumental y de origen europeo. Él la adaptó, le añadió letra y, desde entonces, ha tenido multitud de versiones. La letra habla de un hombre que conoce a una chica en un baile, mientras la orquesta está tocando Bonaparte’s Retreat.
Os dejo con la interpretación de Hank Locklin.
Glen Campbell hizo su propia versión en Houston, I’m Coming to You (1974). Como novedad, introdujo un instrumento al que el country no está muy acostumbrado, la gaita, que aquí le da ese aire tan animado.
Willie Nelson la incluyó en su Red Headed Stranger (1975).
La canción que vamos a disfrutar hoy puede considerarse casi un sleeper de la música country, por utilizar el término cinematográfico. Su verdadero éxito le llegó casi una década después de ser escrita, gracias a la versión de Freddy Fender, quien, tirando de sus raíces hispanas –su verdadero nombre era Baldemar Huerta–, lo convirtió en uno de los temas country bilingüe inglés-español más famosos de la historia del género. La letra habla de un hombre que se resiste a separarse definitivamente de su pareja y le recuerda que si su nueva relación no funciona, él estará allí para apoyarla “antes de que caiga la siguiente lágrima”.
Si habéis visto Los tres entierros de Melquiades Estrada (2005), recordaréis que en esa cinta sonaba la canción.
En primer lugar, escuchemos la versión original de Duane Dee en 1968.
Jerry Lee Lewis la grabó el año siguiente en su álbum Another Place Another Time.
Hank Locklin la incluyó en The First Fifteen Years (1971).
Vamos ya con la versión que la hizo grande, la de Freddy Fender, que en 1975 alcanzó el número 1 de las listas.
Loretta Lynn en Home (1975).
La versión de Dolly Parton en Treasures (1996) quiso conservar el carácter bilingüe de la de Fender. Como no hablaba español, colaboró con el artista de Los Lobos –os sonarán por su reinterpretación de La Bamba, un éxito internacional en 1987–, David Hidalgo, que canta los versos en español.
Hoy toca una balada country. En enero de 1960 Hank Locklin grabó el segundo número 1 de su carrera, tras Let Me Be the One (1953), y su mayor éxito comercial, con más de un millón de copias vendidas del single.
Un hombre casado pide desesperadamente a la chica de sus sueños que le ayude, porque está enamorándose de ella: “Cierra la puerta a la tentación, no me dejes pasar, apártate de mí, te lo ruego, me estoy enamorando de ti y, cuando estoy contigo, pierdo la voluntad de ser fiel”.
La versión original de Hank Locklin, al que escuchamos en el Grand Ole Opry en 1962, suena así:
La canción que vamos a escuchar a continuación, I can’t help you (I’m falling too), es una respuesta a la anterior, en la que la mujer le responde que, desgraciadamente, no puede ayudarlo, ya que ella se está enamorando también. El tema fue grabado por Skeeter Davis a finales del mismo año, 1960, siendo los compositores de la canción los mismos que en el primer caso.
Escuchemos ahora, como es habitual, algunas versiones del tema que da título a la entrada. The Everly Brothers la incluyeron en The Everly Brothers Sing Great Country Hits (1963).
Charley Pride lo grabó en 1967, aunque su interpretación no se editó hasta 30 años después en Essential.
John Fogerty la versionó en su disco The Blue Ridge Rangers (1973).
Escuchemos a Conway Twitty y Loretta Lynn en este dúo de 1987.
La música country ha tenido el privilegio de disfrutar de las voces de Dolly Parton, Loretta Lynn o Tammy Wynette. Escuchémoslas en su álbum Honky-Tonk Angels (1993).
La malograda Puff Johnson, que murió de cáncer a los 40 años, la grabó para su álbum Miracle (1996), en una admirable versión de rhythm and blues.
Por último, Patty Loveless en su disco Sleepless Nights (2008).
Virginia Occidental, 1920: nace el “pequeño” Little Jimmy Dickens. Su primera experiencia en el country llegó en los años 30, cuando, con el sobrenombre de Jimmy the Kid, empezó a trabajar en una radio local. En 1948 Roy Acuff le invitó a formar parte del Grand Ole Opry, donde conoció a Hank Williams, de quien sería amigo hasta la temprana muerte de este.
En 1950 Little Jimmy Dickens, bajo de estatura pero con la voluntad de un gigante, formó su propio grupo, The Country Boys, y en 1954 sacó su primer LP, Old Country Church. En los 60 fue uno de los primeros artistas country que emprendió una gira internacional, más allá de las fronteras de Estados Unidos y Canadá. Aunque siguió actuando en el Grand Ole Opry hasta su muerte –de hecho celebró allí su último cumpleaños–, a finales de los años 70 abandonó la grabación de discos. En 2008, el Ryman Auditorium lo homenajeó por sus sesenta años como miembro, y, en 2009, se convirtió en el socio más antiguo tras la muerte de Hank Locklin. La misma sede acogió su funeral un día de principios de enero de 2015 (aquí podéis ver la entrada que le dediqué con motivo de su fallecimiento).
Ya que el vídeo de May the Bird of Paradise Fly Up to Your Nose que aparecía en la entrada citada ya no se ve, escuchemos de nuevo su único número 1 en las listas. Escrita por Neal Merritt en 1965, nos presenta a un tipo de lo más tacaño en cómicas situaciones: a un mendigo solo le da un céntimo; el dueño de la lavandería le llama para devolverle un billete de 100 dólares que se ha dejado olvidado y, en agradecimiento, le recompensa con diez centavos; cuando le pide a un taxista que le lleve rápido a la estación y multan a este por exceso de velocidad, él se limita a esperar a que le devuelva el cambio. En el estribillo, cada una de sus “víctimas” le lanza ingenuas maldiciones: “Que el ave del paraíso se pose en tu nariz, que un elefante te acaricie los dedos de los pies, que tu mujer tenga sinusitis perpetua”.
Escuchemos a Little Jimmy Dickens acompañado a la guitarra por el legendario Grady Martin en 1965.
Al año siguiente, Ernest Tubb la incluyó en Ernest Tubb Sings Country Hits, Old and New.
Veamos este vídeo con un joven Glen Campbell interpretando esta canción.