Crece la familia del Salón de la Fama

country-music-hall-of-fame-class-of-2017

Uno de los mayores honores en la música country es ser nombrado miembro de su Salón de la Fama. El pasado 5 de abril se anunció la terna agraciada de este año, que se sumará a los 130 nombres que ya forman parte de él, desde que abriera sus puertas en 1961. El encargado del anuncio fue Vince Gill, miembro desde 2007. ¿Quiénes protagonizarán la ceremonia de ingreso de este otoño? A saber:

Jerry Reed (cuya biografía podéis ver aquí) es el único miembro de este año ya fallecido –en 2008–. Chet Atkins, nada menos, solía referirse a él como el mejor guitarrista del mundo. También hizo sus pinitos en la gran pantalla, sobre todo en películas de carácter comercial junto a Burt Reynolds.

The Unbelievable Guitar and Voice of Jerry Reed (1967) fue el primer disco de este guitarrista. A él pertenece Guitar Man, sobre un tipo que deja su trabajo en un taller para tocar la guitarra en distintos puntos de la geografía estadounidense. El éxito le da la espalda hasta que triunfa en un club de Alabama.

Años más tarde, la grabó Elvis Presley, insistiendo en que Jerry tocara la guitarra.

Se suele decir que «lo bueno de la música country es que siempre cuenta una historia». Pues bien, el siguiente miembro del Salón de la Fama contribuye a que así sea. Me refiero al compositor Don Schlitz, autor de la letra de temas tan memorables como The Gambler –cantada por Kenny Rogers y uno de los primeros temas que escribió–, Forever and Ever, Amen –popularizada por Randy Travis– o When You Say Nothing At All, grabada por Keith Whitley y Alison Krauss. En Nashville, hay un coqueto café, el Bluebird, con actuaciones country en directo, en el que se considera todo un honor salir al escenario. Don Schlitz fue un habitual casi desde el comienzo.

Midnight Girl in a Sunset Town (1986) fue escrita por Schlitz para el dúo country Sweetheart of the Rodeo, que la grabaría en su álbum de debut. Su protagonista es una chica que vive en una ciudad provinciana que no colma sus inquietudes. Esta «chica de medianoche en una ciudad crepuscular» reza para llegar a ser alguien en la gran ciudad.

Pero el rostro más conocido de este año es Alan Jackson, de 58 años, quien entra en el Salón de la Fama en la categoría de Era Moderna. Su trayectoria es apabullante: más de 20 álbumes –desde que se diera a conocer con Here in the Real World–, más de 60 millones de discos vendidos en sus 27 años de carrera profesional y canciones tan emblemáticas como Chattahoochee o Midnight in Montgomery. También es miembro del Grand Ole Opry y ha hecho incursiones en el gospel y el bluegrass.

Escuchemos Freight Train, de su álbum homónimo de 2010. Escrita por el compositor canadiense Fred Eaglesmith, el narrador confiesa querer ser un tren de mercancías para llegar rápidamente al lugar donde vive su novia.

The Greatest Hits Collection. Alan Jackson, 1995

greatest-hits
Una carrera tan prolífica como la de este cantante de Georgia de 58 años –lleva más de 30 sobre los escenarios– ha dado pie a varios recopilatorios de grandes éxitos. Este que nos ocupa hoy fue el primero de ellos. Aquí se recogen los éxitos más sonados de su primera década de carrera profesional, en concreto de sus cuatro primeros discos: Here in the Real World, Don’t Rock the Jukebox, A Lot About Livin’ (and a Little ‘bout Love) y Who I Am. Además de ese material, incluyó dos novedades: una grabación de una antigua canción de George Jones y Roger Miller y otra que escribió especialmente para este disco.
Tall, Tall Trees es el primero de esos temas. George Jones y Roger Miller, sus autores, la grabarían cada uno por su lado, y aquí no dejaremos de escuchar sus versiones. De momento, vamos con la de Alan Jackson, que, además, apareció como single. El protagonista promete hacer lo que sea necesario para ganarse el amor de su novia: “Te compraré árboles altos y toda el agua del mar”. Como dijo el propio Jackson, “es una canción muy divertida que tiene un sentimiento cajun”.

George Jones la grabó en Long Live King George (1965).

Roger Miller en A Trip to the Country (1970).

Gone Country había aparecido en Who I Am. Fue escrita por Bob McDill y trata de la progresiva aceptación de la música country, apoyándose en tres ejemplos: el de una cantante de Las Vegas, otra de Long Island y la tercera de Los Ángeles, que deciden reiniciar su carrera en Nashville como artistas country.

I’ll Try es la única canción compuesta especialmente para el disco. Obra de Alan Jackson, es una alegre balada de amor en la que el protagonista promete ser fiel a su pareja. Según explicó Alan, “todo el mundo me decía: ‘Tienes que hacer una canción de amor positiva’. He hecho muchas baladas tristes pero me resultaban difíciles las de tono positivo porque se corre el peligro de ponerse demasiado meloso y no parecen reales”.

En el tiempo de vida del blog, he comentado otras canciones de este disco. Aquí os dejo sus enlaces.

Here in the Real World (11 junio 2015)

Dallas (11 septiembre 2015)

Midnight in Montgomery (6 diciembre 2015)

Chattahoochee (7 julio 2015)

Summertime Blues (21 junio 2014)

Livin’ on Love (6 marzo 2016)

Alan Jackson o cómo recuperar el honky-tonk

Alan-Jackson-SQ-384x384
Nacido en Georgia en 1958, como tantos artistas country empezó en el coro de la iglesia local, donde se embebía con el gospel. Años más tarde, empezó a interesarse por el country (en particular por el honky-tonk) y se trasladó a Nashville a mediados de los ochenta. Allí entró en contacto con Glen Campbell, que cimentó su carrera. Esta despegó en 1999, cuando fue nominado a varios premios en la Asociación de la Música Country. Dos años más tarde, Randy Travis y la leyenda del country Roy Acuff le presentaron como miembro del Grand Ole Opry.
Los años noventa fueron su década. Sus discos Arista Records Here in the Real World (1990), Don’t Rock the Jukebox (1991) y A lot ‘bout Livin’ (and a little ‘bout Love) (1992) y su fértil colaboración con Randy Travis constituyeron otros tantos aciertos.
Por cierto que Jackson es un tipo fiel. Trabajó para Arista Records desde sus inicios, en 1989, hasta 2011. El cambio de siglo inclinó la balanza del country hacia el pop, lo que no agradó a nuestro protagonista que, sin embargo, supo adaptarse al nuevo escenario, a raíz sobre todo de la canción Where Were You (When the World Stopped Turning), que compuso en homenaje a las víctimas del 11-S y por la que ganó un Grammy.
En 2006 sacó uno de los álbumes gospel más vendido de los últimos años, Precious Memories, un guiño a la música que le acompañó durante su infancia. En la actualidad, sigue dando guerra y, en julio del pasado año, publicó Angels and Alcohol, del que ya os he hablado aquí. Actualmente está inmerso en la gira Keepin’ it Country, para celebrar sus 25 años de trayectoria.
Escuchemos uno de sus múltiples números 1, Livin’ on Love, de su álbum Who I Am (1994) y que salió como single ese mismo año. En este emotivo himno al amor, una pareja une sus destinos cuando son jóvenes y envejecen juntos. No tienen nada material, pero no importa: sólo necesitan el amor para vivir. Veamos el vídeo de 1994 (ojo al acompañamiento del fiddle).

Here in the Real World. Mark Irwin y Alan Jackson, 1989

here in the real
La canción que os traigo vale como arquetipo de un debut prometedor. Un joven de 31 años, Alan Jackson, se asoció con otro compositor debutante de Nashville, Mark Irwin, para darnos un resultado de lo más satisfactorio.
Here in the Real World vio la luz en el primer disco de Jackson que, aunque grabado en 1989, se publicó a principios del año siguiente de la mano de Arista Nashville: un estreno por partida triple, ya que este sello acababa de ser fundado.
La composición gozó de los favores de la crítica, que elogió el juego entre ficción y realidad de su letra, el acertado uso del fiddle y la steel guitar, y la sinceridad de la interpretación de Jackson. La canción habla de las diferencias entre el mundo idílico de las películas y el mundo real. En el primero, “los cowboys no lloran, los héroes no mueren, el bien triunfa una y otra vez y el amor es un dulce sueño que siempre se hace realidad”, mientras que en el segundo, “cuando los corazones se rompen, son lágrimas reales las que caen”. A renglón seguido, el protagonista se lamenta de su ruptura: “Lo único que he aprendido de ti es que el chico no siempre consigue a la chica en el mundo real”.
Os dejo con Alan Jackson en su disco homónimo Here in the Real World.

Años después, George Jones hizo una excelente versión de este tema.