Resurrexit, sicut dixit

resurrección
O lo que es lo mismo: “Ha resucitado, como dijo”. Después de unos días de sufrimiento –traiciones, crucifixión, dolor por la muerte de Jesús…–, hoy nos levantamos con una buena noticia. El Salvador ha cumplido su promesa y ya podemos poner nuestra mano en su mano.
Precisamente, esto es lo que dice la canción que vamos a escuchar hoy. Put your Hand in the Hand es un alegre tema gospel-pop, muy apropiado para festejar el Domingo de Resurrección. La compuso el canadiense George MacLellan en 1970, y en su letra nos invita a confiar plenamente en “el hombre que calmó las aguas”, a quien también se refiere como “el hombre de Galilea”. Otro de los consejos que nos da es que nos miremos a nosotros mismos, para ver a los otros “de forma diferente”.
La también canadiense Anne Murray fue la primera en grabarlo para su álbum Honey, Wheat and Laughter (1970).

El tema fue popularizado por el grupo Ocean, que se desmanteló en 1975 y lo grabó cuatro años antes, en el 71. Llegaron a vender más de un millón de copias de este single.

Una de las mejores versiones es la de Elvis Presley, perteneciente a su álbum Elvis Now (1972).

Os dejo con las interpretaciones de tres grandes voces femeninas; en primer lugar, Lynn Anderson en su disco Nashville goes pop (1977).

Ahora, Loretta Lynn en I wanna Be Free (1971).

Por último, Joan Baez en su álbum Blessed Are… (1971).

El cantante sudafricano Ray Dylan la incluyó en Goeie ou Country – Op Aanvraag.

Esta es la versión de Sandy Posey en Ladies of 60’s country-pop, disco en el que colaboró con Jeanne Pruett y Donna Fargo.

Cindy & Bert hicieron una versión en alemán llamada Ich fand eine Hand (“Encontré una mano”).

Help me make it through the night. Kris Kristofferson, 1970

help me make it through the night
Hoy os traigo una de las mejores baladas que se hayan escrito nunca en la música country. Se la debemos a Kris Kristofferson, de quien ya escuchamos no hace mucho Me and Bobby McGee. La escribió mientras estaba alojado como invitado en casa de Dottie West y su marido. De hecho, al escribirla se la ofreció a West para que la grabara, pero esta no quiso aduciendo que resultaba demasiado sugerente. Al final lo hizo (y después escucharemos su versión), y declaró que había sido un gran error no haber sido la “pionera”.
La letra habla de la necesidad que siente un amante de que su pareja le ayude a pasar la noche. No le importa si esto está bien o está mal. Lo único que sabe es que “esta noche necesito una amiga”, porque “es muy triste estar solo”. La inspiración para escribir la canción, o por lo menos para dar con el título, le llegó a Kristofferson tras leer una entrevista a Frank Sinatra en Esquire, en la que este decía que él creía en cualquier cosa que le ayudara a pasar la noche, ya fuera una botella de alcohol o la Biblia.
Escuchemos primero la versión del autor, Kris Kristofferson.

El rey, Elvis Presley, hizo su particular versión en 1971.

Ese mismo año Joan Baez se lanzó a grabarla en su álbum Blessed Are…

Otra voz femenina que se atrevió con este clásico fue Sammi Smith.

Johnny Cash la incluyó en el disco que grabó en Suecia, På Österåker (1972).

Ahora le toca el turno a Loretta Lynn y su disco I wanna be free.

Como os prometía antes, esta es la versión de Dottie West.

La cantante franco-canadiense Claude Valade adaptó la canción al francés con el título Aide-moi à passer la nuit (1975).

Willie Nelson la incorporó también a su repertorio.

En 2005, una de las mejores voces femeninas de nuestros días, Martina McBride, la cantó en directo en la entrega de premios de la Asociación de la Música Country.

La última versión que os traigo es muy reciente, de 2011. Lee Ann Rimes la interpreta en su álbum Ladies and Gentlemen.

Rose Garden. Joe South, 1970

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Esta canción, conocida como I never promised a rose garden, fue escrita por Joe South, que también la grabó, aunque, si se convirtió en un éxito internacional, fue gracias a la versión de Lynn Anderson de 1970.
La artista se interesó por el tema, pero su productor la consideraba ”una canción de hombres” (“te podría prometer un gran diamante”, dice la letra). Finalmente le dio luz verde y acabó siendo uno de los mayores éxitos de su carrera.
La letra transmite optimismo, y, según Lynn Anderson, esa fue la principal razón de su éxito: la gente quería olvidarse de las miserias de Vietnam. Aunque las cosas no siempre salgan como se han planeado –“siempre tiene que haber un poco de lluvia”–, hay que sobreponerse –“no ponerse melancólico y compartir los buenos tiempos mientras se pueda”.
La canción se ha grabado en otros idiomas, véase la versión de Duncan Dhu Jardín de rosas.

O la portuguesa Mar de rosas, de The Fevers.

Escuchemos ahora la original del autor, Joe South.

El verdadero éxito llegó con la grabación de Lynn Anderson, en octubre de 1970, que le valió el Grammy a la mejor interpretación femenina al año siguiente.

Os dejo con la versión de Loretta Lynn, perteneciente a su álbum I wanna Be Free (1971).

La cantante canadiense K.D. Lang la versionó en 1987, en su álbum Angel with a Lariat.

En 2005 Martina McBride publicó su disco Timeless, repleto de versiones de grandes clásicos como este.