Sing Me Back Home. Merle Haggard, 1967

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Lo que podríamos etiquetar como género carcelario cuenta con bastantes ejemplos en la música country. Éste es uno de ellos. Su autor, Merle Haggard, hablaba por experiencia propia.

El trauma por la muerte de su padre lo marcó en su juventud: pasó por varios reformatorios e incluso por la cárcel, acusado de delitos menores; su condena más larga, en San Quintín, siguió a un robo frustrado.

La letra de Sing me Back Home nos presenta a un recluso que ve cómo los guardias conducen a otro reo a cumplir su sentencia de muerte. El narrador suele tocar la guitarra para pasar el rato, y el hombre que va a morir pide a los guardias, como último deseo, que permitan que su amigo “el guitarrista” le toque una canción que le recuerde a su hogar. El título lo dice todo: “Llévame cantando de vuelta a casa”. Entonces, el protagonista recuerda que un coro de góspel fue a la prisión la semana anterior para entretener a los presos y que el condenado a muerte se emocionó con una que solía cantar su madre.

La versión original de Merle Haggard y su grupo, The Strangers, apareció en 1967 y se convirtió en su tercer número 1 tras I’m a Lonesome Fugitive y Branded Man.

Los Everly Brothers la incluyeron en su álbum Roots (1968).

George Jones la incorporó a Kickin’ Out the Footlights Again (2006).

Don Williams la grabó en Reflections (2014).

Suzy Bogguss dedicó un disco a Merle Haggard en 2014 en el que versionó parte de su discografía. A Lucky pertenece su versión de este tema.

Working Man’s Poet: A Tribute to Merle Haggard, un álbum aparecido en 2014, reunió a varios artistas country para interpretar los temas más conocidos de Merle. El hijo menor de éste, Ben, de 26 años, que ha seguido los pasos de su padre, eligió Sing Me Back Home. Con ella se cierra el álbum.

 

 

 

 

 

Disco del mes (abril)

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Hoy la mayor leyenda viva del country cumple 84 años y lo ha celebrado de la forma que mejor sabe, sacando un nuevo disco, algo en absoluto excepcional si tenemos en cuenta que en los últimos diez años hemos asistido al nacimiento de otros tantos álbumes de su autoría, sin contar sus discos en directo o en colaboración.

Me refiero, claro, a Willie Nelson, que ayer sacó al mercado God’s Problem Child. Haciéndome eco de lo que publicó Los Angeles Times al reseñar este disco, las dos máximas principales en las que se apoyan sus letras son «Nadie se hace más joven» y «nadie sale de aquí vivo» (en alusión a la vieja canción de Hank Williams).

El disco, compuesto por trece canciones, ha sido producido por su colaborador habitual Buddy Cannon, de Legacy Recordings, una división de Sony Music. Y parece que Willie no se ha planteado aún el retiro, ya que ha anunciado que tiene listo otro álbum grabado junto con sus hijos Lukas y Micah Nelson, si bien ignoramos su fecha de salida.

De momento hemos podido disfrutar de tres vídeos de God’s Problem Child. El primero pertenece al primer single, A Woman’s Love, escrito por Sam Hunter y Mike Reid. Se trata de una canción de amor en la que Nelson proclama: «Hace falta el amor de una mujer para ver la luz, es el amor de una mujer lo que te da vida».

En It Gets Easier, el segundo single, Willie aborda el tema de la muerte: «Cada vez se hace más fácil, a medida que envejecemos, decir: ‘Hoy no’». A buen seguro, las muertes de varios gigantes de la música en 2016 habrán inspirado esta suerte de elegía, y quizá ninguna le afectara tanto como las de Merle Haggard o Leon Russell, cuya última grabación también aparece en este disco, en la pista que le da título.

El tercero de los vídeos es Old Timer, de Donnie Fritz y Lennie LeBlanc. En esta melancólica balada, Willie, que colabora con el intérprete de armónica Mickey Raphael, reflexiona acerca de la mortalidad: «Has estado en todas las carreteras, quemado todos tus puentes, encontrado el perdón, crees que todavía eres un joven jinete, hasta que te miras en el espejo y ves a alguien de los viejos tiempos».

La canción con la que se cierra el disco es He Won’t Ever Be Gone, escrita por Gary Nicholson. En este caso, nos encontramos ante un tributo a Merle Haggard, con quien grabó su último disco, Django and Jimmie; y en su letra descubrimos varias referencias a algunos de los éxitos de éste, I’m a Lonesome Fugitive, Mama Tried o Branded Man.

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Muere una leyenda

MHaggard_9007aHoy este blog está de luto: ayer por la tarde nos sorprendía la noticia de la muerte de una de las grandes personalidades que ha dado el country, Merle Haggard (aquí podéis ver su reseña biográfica).
Su muerte ha coincidido con el día de su 79 cumpleaños. Durante las últimas semanas la salud del cantante se había resentido como consecuencia de una neumonía, que finalmente ha acabado con su vida. No era esta la primera vez que la enfermedad llamaba a su cuerpo: en 2008 sufrió un cáncer de garganta del que se repuso completamente.
La muerte, anunciada por su agente, se produjo en su residencia de California, estado que le vio nacer y al que que emigraron sus padres desde su Oklahoma natal en los años de la Gran Depresión.
Merle fue uno de los artífices, con Buck Owens, del triunfo del sonido Bakersfield, antítesis del más almibarado sonido Nashville, y se erigió también en un emblema del outlaw country, lo que aumentó la esfera de su influencia en este género.
Entre los artistas que han bebido de sus aguas destacan George Strait, Alan Jackson, Randy Travis o Vince Gill, entre otros. Uno de sus últimos trabajos fue un álbum en colaboración con Willie Nelson, Django and Jimmie (junio de 2015), que ya hemos comentado aquí. Su carrera estuvo plagada de éxitos. ¿Cómo olvidar I’m a Lonesome Fugitive, I Take a lot of Pride in what I Am, Branded Man, Silver Wings, Today I Started Loving You Again o Sing Me Back Home? Escuchémoslas
I’m a Lonesome Fugitive

Branded Man

Silver Wings

Today I Started Loving You Again

I Take a lot of Pride in What I Am

Sing Me Back Home

Entre las que han aparecido en este blog, destacaría Mama Tried, basada en su experiencia entre rejas por delitos menores (de los que el entonces gobernador de California, Ronald Reagan, le acabó exonerando), y Okie from Muskogee, todo un himno liberal que habla del férreo conservadurismo de una localidad del centro del país a la que contrapone las maneras más abiertas de California.
Merle Haggard dijo sobre sí mismo: «Está el tipo que me gustaría ser y el tipo que soy. Yo estoy entre medias, en las aguas profundas, nadando hacia la otra orilla».

Branded Man. Merle Haggard, 1967

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Uno de los creadores del sonido Bakersfield –junto con Buck Owens– fue Merle Haggard. Los dos discos que publicó en 1967 –I’m a Lonesome Fugitive y Branded Man (“Hombre marcado”– propulsaron su carrera. Del primero ya hemos escuchado el tema principal, por lo que hoy vamos a centrarnos en el segundo.
Fue editado por Capitol y grabado en los estudios de Hollywood. Está compuesto por 12 canciones y hasta 2001 no pudimos disfrutar de ellas en formato CD.
Escuchemos el tema que da título al disco, Branded Man. Fue su segundo número 1 y trata de un ex-convicto (él también había estado en la cárcel por delitos menores) que teme no ser aceptado una vez que ha salido en libertad provisional.

Somewhere Between fue escrita entre Haggard y la esposa de su gran amigo Buck Owens. Bueno, quizá no fuera tan gran amigo porque acabó casándose con ella. La canción es una declaración de amor ”entre tu corazón y el mío”, todo un anticipo de lo que vendría después.

En 1975 el grupo de country holandés Tumbleweeds hizo una exitosa versión de este tema.

El compositor Hank Cochran escribió Loneliness is Eating Me Alive, que comienza con una potente imagen de la soledad –“No ha habido aquí risa en mucho tiempo, sólo el aullido del viento preguntándose por qué”– para terminar rogando a su pareja que vuelva a casa.

I Threw Away the Rose es original suya. La letra hace referencia a una película de mucho éxito a principios de los 60, Días de vino y rosas. El narrador reconoce que ha seguido una vida de borracho y, ahora, se lamenta porque eligió el vino y tiró la rosa.

I Made the Prison Band fue escrita por Tommy Collins. Aquí Merle Haggard canta acompañado por Bonnie Owens.

Al igual que la anterior, Don’t Get Married también fue escrita por Tommy Collins. La canción cuenta la historia de un hombre que es encarcelado por robar en una joyería un diamante para su novia, y, una vez en prisión, suplica a esta que no se case porque algún día será libre.

Merle Haggard, un gran representante del sonido Bakersfield

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Merle Haggard nació en California en 1937. Sus padres eran oriundos de Oklahoma, de donde tuvieron que emigrar por el azote de la Gran Depresión. Su padre murió cuando Haggard tenía siete años, y su madre afrontó la responsabilidad de criar sola a sus hijos. Fue su hermano quien le regaló su primera guitarra, que aprendió a tocar de manera autodidacta.
Haggard cometió una serie de delitos menores y, a los 14 años, huyó de casa rumbo a Texas junto con un amigo. Allí siguió delinquiendo, fue arrestado, enviado a reformatorios juveniles e incluso a la cárcel.
En los años 60 se centró y decidió dedicarse por entero a la música. Firmó su primer contrato con Tally Records y se interesó por el sonido Bakersfield, iniciado por Buck Owens. Durante la década de los 70, continuó su éxito con canciones como Carolyn, Always Wanting You o The Roots of My Raising. Posteriormente, su carrera decayó en favor de figuras emergentes como George Strait o Randy Travis. En 1994, entró en el Salón de la Fama del Country, y una de sus últimas apariciones públicas fue en la gala de los Grammy del año pasado, cuando interpretó otro de sus grandes clásicos, Okie from Muskogee (1969).
Escuchemos su primer número 1, I’m a Lonesome Fugitive (1966), escrito por Liz y Casey Anderson. La canción, que al principio se llamaba The Fugitive, es un ejemplo consumado del outlaw country, con el que se asocia a Haggard. Se trata de una autobiografía ficticia: un fugitivo solitario, cuyo hogar es la carretera, se ha pasado la vida huyendo. Una vez se saltó la ley y pasó dos años a la sombra. Ahora le gustaría asentarse, pero no le dejan, y tampoco se puede permitir el lujo de amar a nadie. Os dejo con su grabación, aparecida en el sello Capitol a finales del citado año.

El guitarrista Roy Buchanan nos regaló esta versión.

Uno de los pioneros del rock and roll, Gene Vincent, autor de Be Bop-A Lula, versionó también el clásico de Haggard.

He aquí el directo de Dale Watson en un concierto que ofreció en Ámsterdam.

Finalmente, Jerry Lee Lewis la interpretó en su álbum Golden Country and Western Hits 2.