Hace menos de un mes os hablaba de él porque lo habían elegido miembro del Salón de la Fama de la música country. Ahora volvemos a traerlo a este río de country porque Brown murió el pasado 11 de junio a los 81 años de edad, en Tennessee, víctima de un cáncer de pulmón.
Empezó su carrera musical junto a sus hermanas, con las que formó el grupo The Browns. A finales de los 50, se planteó abandonarla pero el productor Chet Atkins le convenció de lo contrario. Fue entonces cuando grabó una de sus canciones más emblemáticas, Three Bells, ya escuchada aquí.
En 1967 inició su carrera en solitario; y, en 1976, emprendió una fecunda colaboración con Helen Cornelius, con la que grabó varios dúos muy populares y alcanzó su único número 1 en las listas, I Don’t Want to Have to Marry You. Su extensa discografía se compone de 22 discos de estudio –el último de ellos, In Style Again, salió en enero de 2015… tras 40 años en blanco– y más de 50 singles.
Asiduo del Grand Ole Opry, ha sido miembro activo del mismo desde 1963, y, como homenaje, el pasado 15 de junio el Ryman Auditorium, su sede, acogió el funeral de la estrella. Aunque su ceremonia de ingreso en el Salón de la Fama estaba prevista para octubre, al saber de su enfermedad, la organización envió una delegación al hospital donde estaba ingresado y el 4 de junio le impuso la medalla correspondiente.
Escuchemos su mayor éxito en solitario –llegó al número 3 de la lista Billboard–, Pop a Top, compuesto por Nat Stuckey e incluido en el álbum Just Jim (1967). Su título hace referencia al sonido de una lata al abrirse y es que la canción –no muy original, por cierto– se desarrolla en un bar donde un hombre pide otra ronda para intentar olvidar su reciente ruptura.
Alan Jackson la versionó en su disco Under the Influence (1999).