Harlan Perry Howard nació en 1927 en una ciudad del norte, pero creció en Kentucky, territorio más proclive al country. Su primera inmersión en este estilo vino de la mano del Grand Ole Opry y sus emisiones. “Me atenazaban el corazón. La sinceridad de las canciones me conmovía. Incluso cuando era un crío me gustaban las canciones tristes, las que hablaban de la vida real. Reconocía esta música como una súplica. Me llamaba”, recordó en cierta ocasión, y a los 12 años empezó a escribir sus primeras canciones.
Tras combatir en la Segunda Guerra Mundial como paracaidista, se dedicó en serio a la música country. Su canción Pick Me Up on Your Way Down (1958), grabada por Charlie Walker, llegó al segundo puesto en las listas. Pero sus mayores éxitos como compositor serían Heartaches by the Number (1959), grabada por Ray Price; I Fall to Pieces (1961), escrita junto a Hank Cochran y grabada por Patsy Cline; Busted (1962), grabada por Johnny Cash; y I’ve got a Tiger by the Tail (1964), junto a Buck Owens, quien la convirtió en un éxito.
En 1973 entró a formar parte del Salón de Fama de los Compositores de Nashville y, en 1997, obtuvo un honor todavía mayor, al ser nombrado miembro del Salón de la Fama de la Música Country. A final de su vida era toda una institución y un modelo a seguir para los jóvenes: “Muchos de los viejos compositores ya no están aquí. Como yo soy el único que queda de los 60, eso me convierte en un dinosaurio. Los jóvenes escritores quieren ser como yo. Bueno, yo quería ser un profesional como Fred Rose o Irving Berlin”. Su muerte en 2002 dejó un vacío irreparable en la industria.
Escuchemos ya una de sus composiciones, Heartaches by the Number (1959). El narrador enumera las veces que se le rompió el corazón: la primera cuando su pareja le abandonó, la segunda cuando volvió pero no hizo ningún esfuerzo por quedarse, la tercera cuando le llamó diciendo que iba a volver pero se quedó esperando. “Cada día me amas menos, cada día yo te amo más”, se lamenta.
Ray Price fue quien primero la grabó en 1959, convirtiendo esta melodía en un auténtico clásico del country.
La versión de Guy Mitchell en 1959 fue la que más éxito tuvo, y no tardó en ascender al número 1 de las listas.
George Jones la grabó para George Jones Sings Country and Western Hits (1961).
Os dejo ahora con el propio autor, Harlan Howard, que la interpretó en All Time Favorite Country Songwriter (1965).
Willie Nelson la incluyó en Country Favorites, Willie Nelson Style (1966).
Al alba de su carrera, Dwight Yoakam la versionó en Guitars, Cadillacs, Etc. Etc. (1986).
¿Y cómo sonaría esta canción interpretada por una mujer? Os dejo con Martina McBride en su disco Timeless (2005).
El pasado mes de mayo, Cyndi Lauper sacó su álbum Detour, en el que aparece su versión de Heartaches by the Number.
irving berlin
La Emperatriz del Blues
Una de las mejores definiciones del blues que he oído nunca aparece en la película Bessie, que se estrenó en España el pasado 1 de julio: “El blues no se trata de que la gente te conozca, sino de que tú conozcas a la gente”. Es lo que Ma Rainey, interpretada por Mo’Nique, le dice a una joven Bessie Smith (1894-1937), encarnada por Queen Latifah, antes de que esta decida dedicarse en cuerpo y alma al blues (aunque la colaboración entre Rainey y Smith comenzó en 1912, no se conservan grabaciones de ese momento).
Dirigida por Dee Rees para la HBO, Bessie se adentra en la biografía de esta pionera del blues: comienza cuando se queda huérfana de madre (su padre murió cuando era un bebé) y su hermana Viola (Khandi Alexander) se hace cargo de ella.
La cinta hace referencia a momentos históricos como la Prohibición en EE.UU. (la carrera de Smith se desarrolló sobre todo en esos años) y el segregacionismo (la artista nació en Tennessee y murió en Mississippi, dos de los estados con mayor población negra del país), y sobresale por su cuidada ambientación, que nos traslada a los tumultuosos años 20.
El primer contrato discográfico en solitario de Smith fue, en 1923, con Columbia Records, sello para el que realizó más de 160 grabaciones, en unos años en que las cantantes femeninas de blues estaban arrasando; en 1920, Okeh Records había fichado a Mamie Smith con gran éxito. Bessie se casó con Jack Gee, que se convertiría en su manager, pero el matrimonio no acabó bien por las infidelidades de ambos; uno de los amantes de la estrella fue Richard Morgan, con quien viviría hasta su muerte.
Empecemos ya con la selección musical. Una de las primeras canciones que grabó fue Cemetery Blues.
En el mismo disco en que apareció el tema que acabamos de escuchar, figuraba su mayor éxito, Downhearted blues (1923), que fue incluida en la Biblioteca del Congreso en 2002. Escuchémosla.
Saint Louis Blues (1925) tuvo tanto éxito, que cuando el cine sonoro dio sus primeros pasos la artista fue llamada a rodar una película homónima en 1929.
Alexander’s Ragtime Band, compuesta por Irving Berlin en 1911, fue una composición tremendamente popular durante el primer tercio del siglo XX. Bessie Smith la grabó en 1927.
Escuchemos ahora Nobody knows you when you’re down and out (1929).
En los aciagos años de la Depresión, Bessie Smith interpretó I need a little sugar in my bowl (1931), escrita por Clarence Williams, J. Tim Brimm y Dally Small. Cansada de sentirse sola porque su hombre la ha dejado, la narradora necesita un aliciente: “un perrito caliente entre mis muslos, un azucarillo en mi cuenco, un calor abrasador en el suelo”.
El estreno de Porgy and Bess, de George Gershwin, en el Colonial Theatre de Boston el 30 de septiembre de 1935 fue toda una revolución, ya que todos los actores eran de raza negra. Poco antes de morir en un accidente de tráfico, algo que no se menciona en la película, Bessie Smith hizo esta versión de su canción más famosa, Summertime.
Tal como dijo Frank Walker, el directivo de la Columbia que la descubrió, “cuando Bessie cantaba el blues, lo hacía de corazón. El blues era su vida”.
Las raíces country del folk (y viceversa)
Una de las canciones más conocidas de la música folk es This land is your land, obra de Woodie Guthrie, de quien ya os hablé con motivo de la publicación en español de su única novela, Una casa de tierra (entrada del 20 de marzo). Para ilustrarla, “pinchaba” diferentes versiones de la misma; pero lo que, a buen seguro, no es tan conocido es su génesis.
Su melodía fue popularizada por el primer grupo country de la historia, la familia Carter, que la grabó en mayo de 1930 con el título When the world’s on fire, basada a su vez en un antiguo himno gospel baptista, Oh, my loving brother. Escuchemos esta grabación.
Cinco años más tarde, la misma melodía sirvió de base a su tema Little darling, pal of mine.
Y vamos ahora con la historia de la canción de Guthrie propiamente dicha. En 1938, uno de los grandes compositores americanos, Irving Berlin, publicó God Bless America –escrita ya en 1918, al finalizar la Primera Guerra Mundial–, que se convirtió en un éxito instantáneo.
A Guthrie le parecía demasiado edulcorada, por lo que decidió escribir otra canción que, aun ensalzando las virtudes de su patria, no levantara los pies del suelo. En lugar de crear una nueva melodía, “tomó prestada” una ya existente (la que hemos escuchado) y él se limitó a ponerle letra. Escribió dos versiones: una en 1940, cuyo título provisional fue This Land, y la definitiva, en 1944, que se publicaría al año siguiente.
En esta versión, el final resulta algo más sombrío. Si en las primeras estrofas se centra en admirar las bellezas de Estados Unidos y concluye que “esta tierra fue hecha para ti y para mí”, en las últimas tritura las desigualdades del sistema: “En la oficina de ayuda al necesitado veo a mi gente hambrienta y me pregunto: ¿De verdad se hizo esta tierra para ti y para mí?”. Escuchemos a Woodie Guthrie sin esa última estrofa, eliminada en la grabación por su carácter controvertido.
Y, ahora, otras versiones que no mencioné en la entrada del 20 de marzo del año pasado.
The Kingston Trio la incluyó en su álbum Goin’ places (1961).
La versión de Peter, Paul and Mary pertenece a su álbum Moving (1963).
River of Country for President
Este blog participa en la IX edición de los premios 20blogs del diario 20 minutos en la categoría de música, donde hay otros 221 candidatos (en total se han presentado 7.221 concursantes, récord hasta la fecha). Podéis votar hasta el 2 de marzo y, a la manera de las elecciones, donde cada partido te envía la papeleta a casa, yo haré lo propio. El enlace donde podéis ejercitar vuestro “derecho” es:
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Para poder votar hay que estar registrado previamente. Lo podéis hacer en este enlace.
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Una vez registrados, podéis depositar vuestro sufragio en cada una de las 20 categorías del concurso (hay un premio por categoría y otro al blog más votado). Sin duda, tendréis la oportunidad de descubrir muchos blogs interesantes antes de tomar la decisión final. Veréis que cada blog tiene asociadas unas estrellas en la parte superior: este no es el voto sino una apreciación subjetiva. Para votar, hay que hacerlo en el recuadro preparado a tal efecto. El 20 de marzo tendrá lugar la comunicación de los finalistas y yo saldré al balcón presidencial con mi fiddle y mi stetson para daros las gracias por vuestro apoyo.
Como siempre, termino la entrada con música, aunque esta vez no sea country. They like Ike forma parte del repertorio de Call me Madam, un musical de Irving Berlin de 1950, y se apropió de la campaña presidencial de Dwight D. Eisenhower, alias Ike, en las elecciones de 1952.
Mejor vivir sin miedo
Las raíces de la música country beben del árbol del folk. Y hablar de música folk es hablar de Woodie Guthrie, que estos días ha vuelto a la primera plana de los medios por la publicación de Una casa de tierra (House of earth), la única novela que escribió el cantautor.
Esta obra, de 1947 e inédita hasta la fecha en español, describe los momentos más duros de la Gran Depresión, agravada por la persistente sequía que asoló los campos.
Descubierta por el actor Johnny Depp, quien ha editado el libro junto a Douglas Brinkley, Una casa de tierra confirma que el artista “no temía a nadie. Vivía su arte”, como cuentan en el prólogo sus valedores, que añaden que Guthrie no solo inspiró “a la gente de su tiempo sino también a las de los tiempos que siguieron, gentes enfurecidas por la justicia, ávidos de verdad”.
El cantautor nunca ocultó sus simpatías progresistas y comunistas, y en su guitarra grabó esta frase: “Esta máquina mata fascistas”. Sus padres le pusieron el nombre del candidato demócrata a la presidencia, Woodrow Wilson, presidente entre 1913 y 1921.
Su mayor éxito lo obtuvo en 1940, cuando compuso This Land is Your Land, como respuesta a la que, años antes, había realizado Irving Berlin, God Bless America, demasiado complaciente para su gusto. La melodía está basada en una canción gospel de la familia Carter llamada When the world’s on fire.
La influencia sobre los más grandes de la música en Estados Unidos fue enorme, hasta el punto de que Bob Dylan se considera heredero suyo.
Escuchemos ahora la versión original de la canción insignia de Woodie Guthrie:
Y para que veáis que la música no conoce fronteras, la adaptación que de ese tema se ha hecho en Suecia (Mikael Wiehe), Gales (Dafydd Iwan) o España (Nacho Vegas):