De viaje con el country

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Como su propio nombre indica, la música country es música de campo y la mejor forma de explorarlo es haciendo un viaje, un concepto muy recurrente en este género, como vamos a ver en este repaso a esas canciones en las que el viaje, ya sea por carretera o en otro medio de transporte, desempeña un papel fundamental.
Empezamos con una canción de Willie Nelson, On the Road Again (1980), que ganó el Grammy a la mejor canción country al año siguiente. Willie la compuso para la banda sonora de Honeysuckle Rose, de Jerry Schatzberg. Su letra constituye una invitación en toda regla a ponerse en camino: «En la carretera otra vez, yendo a sitios en los que nunca he estado, viendo cosas que puede que no vea más, no puedo esperar para echarme a la carretera».

John Denver compuso Take Me Home, Country Roads en 1971. Aquí habla de su deseo de que las carreteras comarcales le lleven a su casa en Virginia Occidental. Con más de un millón y medio de copias, se ha convertido en una de las canciones más conocidas de Denver.

Alabama Song, de Allison Moorer, habla de la importancia no ya del viaje como objetivo último, sino de las personas que nos acompañan en él. «¿Vas a Alabama? Me gustaría ver el Golfo de México. Si vas, llévame contigo. Pero si vas a California, está bien, cualquier sitio vale. Supongo que lo único que quiero es ir contigo».

En 1964, Roger Miller grabó King of the Road, acerca de un vagabundo («un hombre de medios sin ningún medio») que ha hecho del movimiento su forma de vida, y a quien el ingenio de que hace gala le ha valido el sobrenombre de «rey de la carretera».

En Leaving on a Jet Plane, también de John Denver, el viaje se hace más por obligación que por placer. El protagonista se despide de su amada antes de coger un avión que le separará de ella.

La canción que traigo a continuación, I’ve Been Everywhere, fue escrita en 1959 por Geoff Mack y popularizada tres años más tarde por Hank Snow. Un hombre que hace autoestop inicia una conversación con el tipo que le ha recogido, enumerando las ciudades por las que ha pasado.

Hemos escuchado varios ejemplos de canciones de carretera y otro de un viaje en avión. ¿Qué tal si nos montamos en el tren? 500 miles es un tema folk de autoría desconocida que fue popularizado a raíz del revival del folk en los años 60 del pasado siglo. En este lamento, el protagonista emprende un viaje en tren que le aleja 500 millas de su casa y se siente nostálgico por volver a ella. La primera grabación que se conserva es la de The Journeymen (1961).

Y, cómo no, no podía faltar en nuestro viaje una de las canciones más famosas de Johnny Cash, Folsom Prison Blues. Un recluso de esta prisión oye desde su celda el silbato del tren y envidia la libertad que deben sentir los viajeros que van en él.

Un batería muy prolífico

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El 12 de marzo recibíamos la noticia de la muerte de Hal Blaine. Su dedicación a la batería fue tan extensa, que algunas fuentes hablan de que su trabajo puede escucharse en nada menos que 6.000 singles, 150 de los cuales llegaron al Top 10 y, de ellos, 40 al número 1.
Así que, a poco que indaguemos en su discografía es fácil encontrar algún tema de country en el que se pueda gozar de su arte; aunque, dada la ingente cantidad de grabaciones que hizo, lo cierto es que tocó todos los palos. Por eso, en esta entrada, escucharemos también canciones rock y pop que merecen ya el adjetivo de clásicas. Blaine tocó junto a Elvis Presley, Frank Sinatra, Sonny & Cher, The Byrds, Barbra Streisand y Simon y Garfunkel, entre muchos otros.
En cuanto a la música country, colaboró en repetidas ocasiones con John Denver. Por ejemplo, en Thank God I’m a Country Boy (1974), sobre las bondades de ser un chico de campo.

O en I’m Sorry (1975), que Denver estructura como una disculpa a su pareja, a la que tiene un tanto abandonada.

La cara B de la canción anterior es Calypso, que Denver escribió como homenaje a Jacques Yves Cousteau (Calypso era el nombre del barco en el que este hacía sus expediciones).

«Tú llenas mis sentidos como una noche en el bosque, como las montañas en primavera, como un paseo bajo la lluvia». Así empieza Annie’s Song, en la que también se reconoce la perfección de Blaine a la batería.

Salgamos ahora del terreno country. Brian Wilson ha sido uno de los músicos que se ha apresurado en alabar la figura de Blaine al conocer su muerte: «Fue un gran músico y un gran amigo… Hal me enseñó muchas cosas y tuvo mucho que ver con nuestro éxito… fue el mejor batería de la historia». Con él colaboró en la famosa Good Vibrations (1966).

También en el primer número 1 de los Beach Boys, I Get Around (1964).

The Byrds fue un emblemático grupo de rock de los 60 hasta su disolución a principios de la década siguiente. Uno de sus mayores éxitos fue Mr. Tambourine Man (1965).

Una de las canciones más conocidas de Frank Sinatra es Strangers in the Night. Lo que no es tan conocido es que Hal Blaine tocaba la batería en esta melodía.

Otro de los grandes clásicos del siglo XX, obra de The Carpenters, es Close to You.

También Simon and Garfunkel le deben parte de su popularidad. En Mrs. Robinson, canción que aparece en la banda sonora de la película El graduado (1967), toca Hal Blaine.

Otro de los temas más reconocibles de este dúo es Bridge Over Troubled Water, grabada en 1969. Hal Blaine también puso aquí su granito de arena.

Country Boy. Alan Jackson, 2008

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Alan Jackson podría personificar hoy el country, tanto por su ingente producción como por el gran éxito que ha cosechado.Vamos a escuchar una de las perlas de su trayectoria, de su álbum de 2008 Good Time. Country Boy se convirtió en su vigésimo quinto número 1, toda una hazaña para un artista de cualquier estilo, no solo del country. Su título hace referencia a uno de los lugares más manidos del country –no, no se puede decir que peque de exceso de originalidad–: las cualidades, siempre positivas, que adornan a los chicos de campo. De hecho, este tema se ha utilizado en otras ocasiones, como en Thank God I’m a Country Boy, de John Denver, A Country Boy Can Survive de Hank Williams Jr. o Country Boy, de Ricky Skaggs, ya escuchadas aquí.

Cuando salió, algunos críticos dijeron que no estaba a la altura de un artista como Alan Jackson, precisamente por lo trivial de la letra, pero no se puede negar que el acompañamiento musical y su ritmo animado le hacen subir enteros.

Os dejo ya con Country Boy en la versión original de Jackson.

Escuchemos ahora un directo del mismo Jackson acompañado por tres pesos pesados del country, George Strait, Dierks Bentley y Brad Paisley.

 

 

 

Jerry Jeff Walker, icono del country de Texas

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Ronald Clyde Crosby nació en una zona rural de Nueva York en 1942. Desde pequeño, y por tradición familiar, estuvo en contacto con la música: sus abuelos se dedicaban a ella de forma amateur y él se interesó especialmente por el folk.

Tras abandonar el hogar, vagó por todo el país intentando ganarse la vida con la música. Adoptó el nombre artístico de Jerry Jeff Walker, y en 1967 creó el grupo Circus Maximus, de vida muy efímera por la incompatibilidad de caracteres de sus miembros. Walker emprendió entonces una carrera en solitario, y se instaló en Texas, donde le llovieron los contratos discográficos, fundamentalmente con MCA y Elektra. Durante los años 70 se orientó hacia el outlaw country, y su creciente éxito lo llevó a fundar su propio sello, Tried & True Music.

Escuchemos su canción más conocida, Mr. Bojangles, que escribió en 1967 y grabó al año siguiente. En uno de sus múltiples viajes de juventud, Jerry recaló en Nueva Orleans, donde se metió en problemas y acabó en la cárcel. Su compañero de celda era un alcohólico que había sido arrestado por vagabundeo. Este se hacía llamar Mr. Bojangles, dadas sus dotes como bailarín de claqué (Mr. Bojangles era el nombre artístico de un bailarín de claqué de la primera mitad del siglo XX, Bill Robinson). Jerry Jeff Walker se inspiró en él para escribir esta canción.

La versión de Nitty Gritty Dirt Band, sacada de su álbum Uncle Charlie & His Dog Teddy (1970), alcanzó gran popularidad.

La primera vez que John Denver grabó esta canción fue en Whose Garden Was This (1970).

Chet Atkins hizo una versión instrumental en Superpickers (1974).

Somedays are Diamonds. Dick Feller, 1976

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Aunque la versión más conocida de este tema es la de John Denver, que por supuesto escucharemos, en realidad fue compuesto algunos años antes. En 1976, el joven Dick Feller se intentaba abrir camino en esto del country –había conseguido vender alguna canción a Jerry Reed (Lord, My Ford) o al mismísimo Johnny Cash (Any Old Wind That Blows)– cuando escribió una de sus canciones más recordadas, Somedays are Diamonds, que él mismo grabó aquel año con un eco muy flojo.

La letra relata cómo se enfrenta alguien a la soledad después de haber vivido en pareja. El orgullo del protagonista le empuja a mentir diciendo que lo lleva bien, pero, como reconoce posteriormente, la realidad es muy otra: “Algunos días son como diamantes, algunos días son como piedra, algunas veces los tiempos duros no me dejan en paz, algunas veces el viento frío hace que me recorra el cuerpo un escalofrío”.

Escuchemos en primer lugar la versión original de Dick Feller, que aparece en su disco Somedays are Diamonds.

Bobby Bare la grabó en Down and Dirty (1980).

Sin embargo, quien le dio notoriedad fue John Denver, que la incluyó en Somedays are Diamonds (1981).

Vamos ahora con una versión alejada de la música country. Escuchemos la magnífica voz de Julie Andrews en Love Me Tender (1982).

El irlandés John Hogan se lució con esta interpretación.

Amos Lee participó en un disco cuya finalidad era introducir las canciones más populares de John Denver a una generación más joven. Así surgió The Music is You: A Tribute to John Denver (2013).

Y termino por hoy con otro irlandés, Marc Roberts. Su más reciente trabajo, A Tribute to John Denver (2015), incorporaba una versión de este tema.

Calypso. John Denver, 1975

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La canción que vamos a escuchar hoy se encuentra a medio camino entre el folk y el country. Fue escrita por John Denver en homenaje a su amigo el científico francés Jean-Jacques Yves Cousteau, con quien compartía su pasión por la naturaleza.

Cousteau realizaba sus investigaciones oceanográficas a bordo del Calypso, un barco que el filántropo británico Loel Guinness le cedió para sus trabajos. Y, aprovechando que hay un estilo musical llamado Calypso, muy popular en el Caribe y América del Sur, y cuya seña de identidad son los tambores metálicos, Denver incorporó el sonido de unas campanas que recuerdan ese ritmo.

La canción se comercializó en 1975 junto con el single I’m sorry (que ya hemos escuchado aquí). La letra discurre sobre lo importante que es vivir siendo conscientes de la naturaleza que nos rodea y de todo lo que esta nos puede enseñar. También hay una referencia a The Silent World, título con el que se estrenó en Estados Unidos el documental de Cousteau Le monde du silence (1956).

John Denver incluyó el tema en su álbum Windsong (1975).

Con nombre propio (yXIII)

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Como colofón a esta serie, os dejo con otras canciones con nombre propio en el título que ya han aparecido en algún momento en el blog y que también tienen un lugar destacado en la historia del country.
Shel Silverstein es el autor de A Boy Named Sue, que escuchamos recientemente en la popular versión de Johnny Cash.
Annie’s Song ilustró musicalmente la entrada dedicada a John Denver, el poeta de Colorado.
Del disco Sweet Sixteen, de Reba McEntire, escuchamos Cathy’s Clown, que grabaron primero los Everly Brothers.
Cuando The Oak Ridge Boys ingresaron en el Salón de la Fama de la Música Country en 2015, os puse su éxito Elvira.
En la reseña biográfica dedicada a Reba McEntire escuchamos Fancy, sobre una hija que es inducida a la prostitución por su propia madre para conseguir dinero.
Loretta Lynn se dedicó ¡una canción a sí misma! en su disco Love is the Foundation. Su título, Hey Loretta.
Uno de los clásicos que hemos escuchado de Dolly Parton es Jolene, sobre una mujer que le pide a otra que no le quite a su novio “solo porque puede”.
Kenny Rogers alcanzó uno de sus primeros éxitos con su grupo The First Edition y este Ruby, Don’t Take Your Love to Town, sobre un veterano de guerra lisiado que suplica a su pareja que no lo abandone “porque todavía necesita compañía”.
Jimmy Dean, basándose en un personaje ficticio y de leyenda, escribió Big Bad John.
En el disco de Alan Jackson Angels and Alcohol (2015) pudimos disfrutar de Jim and Jack and Hank.
Keith Urban fue nominado a los Grammy 2016 por su John Cougar, John Deere, John 3:16.
Ode to Billie Joe, la canción más conocida de Bobbie Gentry, también ha tenido su hueco en el blog.
Willie Nelson y Merle Haggard interpretaron a dúo Pancho and Lefty, acerca de dos cowboys, en su disco homónimo.

John Prine, el otro Bob Dylan

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Este gran compositor nació en 1946 en Illinois. A los 14 años su hermano le enseñó a tocar la guitarra y desde entonces supo que se dedicaría a la música. Dejó su trabajo como cartero local y, tras pasar por el ejército –estuvo destinaron en Alemania–, volvió a Estados Unidos. En Chicago se le solía ver tocando en bares, y fue el crítico Roger Ebert, mi querido Roger Ebert, quien habló de él por primera vez.
Entró en contacto con el compositor Steve Goodman, y su trabajo tocó los oídos de Kris Kristofferson, gracias a cuya mediación firmó un contrato con Atlantic Records en 1971. Su primer disco, John Prine, rindió a la crítica de la época, que lo saludó como al «próximo Dylan», y este dijo nada menos que el material de su aprendiz era «puro existencialismo proustiano». En los setenta presentó Sweet Revenge (1973), Common Sense (1975) y Bruised Orange (1978), y en 1984 fundó su propio sello, Oh Boy Records, donde editaría gran parte de su trabajo posterior, como Fair & Square (2005), por el que ganó un Grammy.
El legendario Johnny Cash señaló en su autobiografía que su Big Four de compositores particular lo conformaban Guy Clark, John Prine, Steve Goodman y Rodney Crowell, mientras que Roger Waters, de Pink Floyd, también ha reconocido su deuda con él.
Paradise, una de sus canciones de cabecera, apareció en su disco de debut John Prine (1971). La inspiración le surgió de un recorte de prensa que le envió su padre, sobre las duras condiciones de trabajo de una mina de carbón en una localidad de Kentucky llamada Paradise. Unos años después la volvió a grabar para su álbum German Afternoons (1986).

La canción tiene multitud de versiones. Escuchemos algunas de ellas.
John Denver la grabó en Rocky Mountain High (1972).

The Everly Brothers la incluyeron por primera vez en Pass the Chicken and Listen (1973).

Tom T. Hall, en su álbum The Magnificent Music Machine (1976).

Lynn Anderson la incorporó a All the King’s Horses (1976).

Johnny Cash la grabó para el disco de Columbia The Adventures of Johnny Cash (1982).

Country Urbano (y XLIII)

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117. He went to Paris. Seguimos en París con una canción de Jimmy Buffett, perteneciente a su disco A White Sport Coat and a Pink Crustacean (1973). En este tema, que es uno de los preferidos de Buffett, un hombre va a París en busca de “respuestas a preguntas que le acucian”. No las encuentra. Se dirige a Londres, donde se casa y tiene un hijo, hasta que estalla la guerra y mueren su mujer y el pequeño. Ahora se dedica a vagar sin rumbo por distintos lugares y, a muy avanzada edad, reflexiona sobre su existencia: “He llevado una vida a veces mágica, a veces trágica”. Su historia se inspira levemente en la de un veterano que luchó en las Brigadas Internacionales, Eddie Balchowsky, un pianista con el que Buffett coincidió y a quien, herido de gravedad, tuvieron que amputar un brazo.

118. Postcard from Paris. Recordaréis que en la pasada entrega de la serie “pinché” una canción con este mismo título. La que vamos a escuchar ahora no guarda relación con ella. John Denver y Jimmy Webb la escribieron, y el primero la interpretó en el álbum The flower that shattered the stone (1990). El narrador revisa el texto de la postal que envía a su amada en Nueva York, tras haber pasado una temporada haciendo turismo por Europa. No ha disfrutado del viaje porque lo único que desea es estar a su lado.

119. Sleeping in Paris. Rosanne Cash es la artífice de esta canción, que vio la luz en su álbum The Wheel (1993). La hija de Johnny Cash, gran representante de la música country con tintes folk, muestra sus excelentes dotes como cantautora en este introspectivo trabajo.

Y aquí nos quedamos. Después de 43 entregas, la serie Country Urbano se despide de todos vosotros. Espero de corazón que este viaje por algunas de las ciudades a las que ha cantado la música country os haya resultado ameno.

Country Urbano (XLII)

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114. Paris. Una de las ciudades más evocadoras del mundo no podía ser desatendida por el country. Paris, compuesta por Blair Daly, Gordie Sampson y Troy Verges, cerraba el álbum de Faith Hill Fireflies (2005). Detrás de este tema de amor, hay una historia de lo más prosaica, según confesó Troy Verges. Él, junto con Daly y Sampson, estaban en Londres trabajando en un nuevo material para el disco, e hicieron una visita relámpago a París para “quemar la ciudad”. De regreso al hotel, tomaron un taxi, y en la cola del coche se desató una pelea. Verges se metió en ella, le partieron la nariz y acabaron la noche en el hospital.

115. Postcard from Paris. Compuesta por Jeff Cohen, Kara DioGuardi y los hermanos Perry –Kimberley, Reid y Neil–, apareció en 2010, dentro del álbum de debut de The Band Perry, que se llamaba igual que el grupo. Salió como single dos años más tarde, gozando de una excelente acogida crítica y comercial. La protagonista parece haber superado su antigua relación y ya tiene un nuevo novio; pero su ex pareja vuelve a aparecer en su vida y se reavivan sus sentimientos.

116. A Country Girl in Paris. De John Denver nos llega este tema, que pudimos escuchar en Higher Ground (1988), editado de forma independiente también en Australia. La canción nos presenta a una chica que está sola en París, y echa de menos a su novio, que se ha quedado en Nashville.