El primer afroamericano del Grand Ole Opry

deford bailey

La entrada de hoy va a estar dedicada a un pionero del country o, más bien, del country-blues.

DeFord Bailey nació en 1899. Antes de la guerra de Secesión, sus abuelos habían sido esclavos. De pequeño aprendió a tocar la armónica, de la que se convirtió en un gran virtuoso. Practicaba con ella a todas horas: en su niñez sufrió de polio y pasaba en cama largos períodos de tiempo.

A los 18 años se trasladó a Nashville, donde solía tocar como aficionado. Fue descubierto por uno de los fundadores de las emisiones del Grand Ole Opry y, en 1927, tres años después de que esta institución abriera sus puertas, se estrenó allí. Convirtió su tema de cabecera Pan American Blues (que luego escucharemos) en la melodía que abría el programa radiofónico. Un año más tarde grabó ocho pistas para RCA Victor en Nashville, en lo que se cree fueron las primeras grabaciones realizadas en la capital de la música country.

Hasta 1941 Bailey fue una presencia constante en el Opry, pero dejó de aparecer por allí por un conflicto de intereses que afectaba a una discográfica, que no le permitía actuar en la radio. Su carrera se eclipsó. Murió en el olvido en Nashville en 1982.

Años después de su muerte empezó a reivindicarse su figura y se presentó una selección de sus grabaciones en los discos The Legendary DeFord Bailey (1998) o Harmonica Genius: DeFord Bailey (2011). También su vida fue objeto de un documental, DeFord Bailey: A legend lost (2005), el mismo año en que fue nombrado a título póstumo miembro del Salón de la Fama de la música country.

Escuchemos ya algunas de sus grabaciones, con la armónica como instrumento estrella. En primer lugar, su grabación más conocida, Pan American Blues. Se trata de una melodía que imita el movimiento de la locomotora de un tren a toda velocidad. El Pan-American existió realmente: trazaba su recorrido entre Cincinatti (Ohio) y Nueva Orleans entre los años 1921 y 1971.

Otra muestra de su habilidad con la armónica es este John Henry, un tema del folklore muy popular en aquella época.

El condado de Tennessee al que pertenece Nashville, Davidson, da nombre a Davidson County Blues.

Ahora una grabación de blues en la que podemos escuchar su voz, Black Man Blues.

Termino con Muscle Shoals Blues, dedicada a Muscle Shoals (Alabama).

 

Big Bad John. Jimmy Dean y Roy Acuff, 1961

big bad john
La canción de hoy recuerda a un personaje de leyenda en Estados Unidos, a quien se atribuyen poderes casi sobrehumanos, llamado John Henry (Paul Bunyan en otras fuentes).
Es la historia de un minero apodado Big John, de más de dos metros de altura y más de 110 kilos de peso, que en una pelea por una mujer en Nueva Orleans mata a un hombre. Un día se produce un desprendimiento en la mina y, gracias a su tremenda fuerza, consigue abrir un boquete y salvar a sus compañeros. Él queda sepultado, aunque su destino no queda claro al final de la canción. En 1990 Hollywood transformó esta historia ficticia en una película, Big Bad John, que protagonizó el propio Jimmy Dean.
Su grabación original le valió en 1962 el Grammy a la mejor grabación country y western.

Escuchemos la versión de Patti Page en Golden Hits of the Boys (1962).

Charlie Daniels Band la versionó en Homesick Heroes (1988).

Entramos ahora en el terreno de las canciones-respuesta, y es que este tema requería, sin duda, una continuación. En The Cajun Queen (1962), Dean añade que la mujer por la que luchó, valiente como ella sola, se dirigió a la mina y se las apañó para salvar a su amado. Ahora se les puede encontrar en Nueva Orleans con nada menos que 110 nietos.

Dos años más tarde, una de las mejores voces femeninas del country, Dottie West, grabó My Big John (1964), que cuenta la historia desde el punto de vista de la mujer.

Dispuesto a explotar el filón, el mismo año que The Cajun Queen (1962) Dean presentó Little Bitty Big John, en la que el hijo de Big John, que ha oído hablar maravillas de su padre, se propone encontrarlo y finalmente halla la escultura que le dedicaron por su proeza.

Pocas canciones han dado lugar a tantas parodias como esta. Por poner un ejemplo, escuchemos el éxito de Phil McLean Small Sad Sam (1961). Su protagonista, débil y cobarde, huye un día de una pelea; otro le echan del autobús por intentar robar el bolso a una mujer; y, en cierta ocasión, tras un accidente de ascensor, en vez de ayudar a los demás utiliza la puerta de emergencia para ponerse a salvo, antes de que caiga al vacío tras romperse la última conexión que lo mantenía en suspenso.