Farewell Party. Lawton Williams, 1959

farewell party
El autor de esta canción, Lawton Williams, cosechó un considerable éxito en los años 50 con sus baladas country. Lo suyo era fundamentalmente la composición y, aunque se conservan algunas grabaciones suyas, solía dejar que otros cantantes las versionaran.
Esta de hoy es de corte melancólico. El narrador imagina cómo será su «fiesta de despedida» –es decir, su funeral–cuando muera. Le pide a su pareja, de la que sigue enamorado (aunque ella no de él, según se desprende de la letra), que al menos finja que todavía le quiere.
El primero en grabarla fue Billy Walker en noviembre de 1959, pero su versión nunca llegó a ser editada. Lo sería en el álbum Cross the Brazos at Waco (1993).

La del propio autor, Lawton Williams, fue grabada al año siguiente y esta sí que salió al mercado.

Tras su éxito, multitud de cantantes se apresuraron a grabarla. En 1961 lo hizo Little Jimmie Dickens.

Johnny Bush la incluyó en su álbum Sound of a Heartache (1967).

Una de las mejores versiones se la debemos a Waylon Jennings en Just to Satisfy You (1969).

Gene Watson entró en las listas de los más vendidos cuando la interpretó en Reflections (1978).

Escuchemos a Alan Jackson en su álbum Under the Influence (1999).

Joe Nichols, que intenta mantener vivo el espíritu del country clásico, la incorporó a Revelation (2004).

Johnny Bush, el Caruso del country

johnny bush
Nacido en 1935 en Texas, el estado de la estrella solitaria, Johnny Bush creció rodeado de música country. Escuchaba, sobre todo, western swing y honky-tonk, o sea, lo que se estilaba cuando era adolescente; y no es de extrañar que encaminara sus pasos hacia ella.
En los años 50 empezó a actuar en distintos bares con música en directo, aunque su carrera no despegó hasta que se unió a la banda de Ray Price, The Cherokee Cowboys, grupo en el que también estaba un joven Willie Nelson. De la mano de Price llegó a Nahville, la meca del country, y allí consiguió su primer contrato con un modesto sello, Stop Records. En 1967 apareció ahí su primer disco, The Sound of a Heartache. Después de algunos éxitos, fichó por la RCA, cuya rama en Nashville dirigía Chet Atkins. Unos años después, sus problemas de salud hicieron que perdiera la voz, por lo que se mantuvo alejado de los escenarios hasta mediados de los 80. Volvió con un álbum honky-tonk llamado Hot Texas Country y su último trabajo hasta la fecha ha sido The Absolute Johnny Bush (2017). Escuchemos ya algunos singles de su primera etapa.
En 1968 grabó dos composiciones de su amigo Willie Nelson que, además, aparecieron como singles. La primera de ellas fue Undo the Right.

Al mismo disco pertenece What a Way to Live, también de Willie, quien ya la había grabado ocho años antes.

You Gave Me a Mountain fue escrita por Marty Robbins y su versión recibió muy buenas críticas. Cuenta la historia de un hombre que ha tenido que superar un sinfín de contratiempos –su padre le culpaba porque su madre muriera al nacer él, ha estado en la cárcel por un crimen que no ha cometido… –, pero llega al límite cuando su mujer lo abandona y se lleva a su hijo con ella.

Whiskey River la escribió Johnny Bush junto a Paul Stroud en 1971. Aquí, el narrador se refugia en la bebida para afrontar su vida y le pide desesperadamente a ese «río de whiskey» que no se seque y cuide de él.

Dos años después, Willie la incluyó en su disco Shotgun Willie. Hoy es una de sus canciones más conocidas, hasta el punto de que muchos creen que la escribió él. He aquí su versión.

Drivin’ Nails in my Coffin. Jerry Irby, 1945

drivin nails
Hoy vamos a escuchar un clásico del honky-tonk. Fue el único gran éxito de Jerry Irby (1917-1983), quien no cejó en el empeño de repetirlo, auspiciado sobre todo por el apoyo de su adinerada familia, pero que no volvería a brillar a este nivel. Se podría decir que, como compositor country, Irby fue un «one-hit wonder».
La letra sigue la tradición de las canciones más emblemáticas del género. Un hombre acaba de ser abandonado por su mujer y se refugia en la bebida para intentar superar la ruptura. Él sabe que con esa actitud solo conseguirá llegar a la tumba más rápidamente (“poner clavos en su ataúd”, como dice la letra).
Aunque la versión más conocida es la de Ernest Tubb, el autor fue el primero en grabarla.

Os dejo ahora con la grabación de Tubb de 1946, en la que destaca Buddy Emmons a la steel guitar.

La canción tuvo tanto éxito, que al año siguiente se grabó una “respuesta”. Retomando la historia, el narrador se arrepiente de haber dejado a su pareja y promete volver; así no tendrá por qué seguir bebiendo y «clavar clavos en su ataúd».

Hank Thompson y su banda Los Brazo Boys la grabaron para su álbum Dance Ranch (1958).

Johnny Bush la incluyó en Whiskey River (1973).

El grupo Asleep at the Wheel la incorporó a su disco de debut Comin’ Right at You (1973).

Escuchemos esta versión en directo de George Strait en 1983.

La reina del bluegrass Rhonda Vincent y The Rage la interpretaron en clave bluegrass en 2014.

Una de las voces más innovadoras del panorama country actual es Charley Crockett, de quien la revista Rolling Stone ha dicho que es uno de los 10 artistas country a seguir. Así sonaba Drivin’ Nails in My Coffin en su álbum A Stolen Jewel (2015).

The Women Make a Fool Out of Me. Jimmie Rodgers, 1933

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Entre 1927 y 1933 Jimmie Rodgers grabó un total de 13 canciones conocidas como blue yodels, que le convirtieron en una celebridad en la música country.

En este blog hemos escuchado T for Texas, Muleskinnner Blues y Standing on The Corner (número 1, 8 y 9, respectivamente). Hoy vamos a disfrutar de The Women Make a Fool Out of Me, el último de ellos.

Hace poco más de un mes hablábamos de la última sesión de grabación de Jimmie Rodgers. Sabedor de que tenía tuberculosis y su muerte era inminente, convenció a su sello para realizarla y ganar un dinero para legar a su mujer. El tema de hoy fue uno de los primeros que grabó en aquella sesión.

La letra habla de un muchacho con especial predilección por las mujeres, hasta el punto de que sus padres andan inquietos por su elevado número de ligues. “Amo a todas las mujeres por igual pero a ninguna lo suficiente para cambiarle el nombre (léase ‘para casarme con ella’)”.

Escuchemos la grabación original de Rodgers, efectuada el 18 de mayo de 1933 en Nueva York. Aparece en el recopilatorio de 1991 Jimmie Rodgers: The Last Sessions.

Ernest Tubb la incluyó en su disco The Legend and the Legacy (1979), en un dúo con Conway Twitty y Jerry Kennedy a la guitarra.

Merle Haggard la versionó dos veces a lo largo de su carrera: en Same Train, A Different Time (1969) y en Down Every Road (1996).

Este es Johnny Bush en Lillies White Lies.

Recientemente la han versionado Jimmy Hefferman y Jim Mitchell en su disco conjunto The Old Road to Home (2013).

El milagro del country: el agua y el vino

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Hoy os voy a hablar de dos clásicos del country que hacen referencia a los dos elementos del título. La relación entre ellos es el primer milagro que llevó a cabo Jesús según la Biblia. De acuerdo con el evangelio según San Juan, en una boda a la que había sido invitado Jesús se quedaron sin vino, y su madre le llamó la atención al respecto. Entonces, el Hijo de Dios transformó el agua de unas jarras en vino.
Esta historia sirvió de inspiración para los temas que escucharemos, encuadrados en el country-gospel. El primero, y el más antiguo, fue escrito por Johnny Cash en un viaje que hizo junto a June Carter a Israel, y salió como single con el título He turned the water into wine en 1958. Cuando visitaron Canaan –donde ocurrió el milagro– y, en concreto, la iglesia que se levantó supuestamente en ese lugar, Cash, ferviente cristiano, quedó tan impactado al oír los ecos del agua que salía de la fuente que en solo unos minutos escribió esta canción, en el coche que le llevaba de vuelta a Tiberíades.
En la letra también se hace referencia a otro de los milagros que registra la Biblia: cuando Jesús multiplicó los panes y los peces y al menos 5.000 personas pudieron ser alimentadas. Johnny Cash interpretó la canción en el concierto que ofreció en directo en la prisión de San Quentin. A ese momento pertenece este vídeo.

Escuchemos a Marty Stuart en directo en 2014.

Cuarenta años más tarde, T. Graham Brown compuso una canción cuya letra daba la vuelta a este milagro. Wine into Water (1998) se basaba en su lucha contra el alcohol. Un alcohólico pide desesperadamente la ayuda de Jesús para que, en lugar de transformar el agua en vino, convierta el vino en agua. «He intentado luchar esta batalla por mí mismo pero es una guerra que no puedo ganar sin tu ayuda. Esta noche he tocado fondo y no puedo caer mucho más. Hubo una vez en que transformaste en agua en vino. Ahora de rodillas te pido, ayúdame a transformar el vino en agua». Brown se apoyó en Bruce Burch y Ted Hewitt para escribir este tema, que apareció en el álbum homónimo Wine into Water.

Johnny Bush la incluyó en Lost Highway Saloon (2000).

Shotgun Willie. Willie Nelson, 1973

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Un año antes de que saliera este disco, Willie Nelson rompió con la RCA y empezó a trabajar para Atlantic Records, que le publicó este. El álbum supuso un cambio de estilo en la carrera de Nelson, que evolucionó desde el más conservador sonido Nashville hasta el “outlaw country”, lo que lo encumbró entre el público más joven. En palabras del artista, este fue el disco que “aclaró mi garganta”.
Comercialmente, no funcionó demasiado bien, pero con el tiempo se ha convertido en un álbum de culto y hoy se ve como una interesante cesura en su trayectoria. De poco más de 30 minutos de duración, se grabó en los estudios de Nueva York en febrero de 1973 y apareció en junio de ese mismo año, producido casi en su totalidad por Arif Mardin. Entre el extenso personal que trabajó en él, destaca Waylon Jennings a la guitarra.
Aquí tenéis el tema que da título al disco, Shotgun Willie. Fue escrito por un Nelson falto de inspiración, que aprovechó ese desmayo para la letra: “No puedes hacer un disco si no tienes nada que decir, no puedes tocar música si no tienes qué tocar”.

Una de las canciones más conocidas del disco es Whiskey River, obra de Johnny Bush y Paul Stroud, que habla del consuelo que encuentra el narrador en un río de whiskey: “Estoy bañando mi mente llena de recuerdos en la sequedad de su alma”.

Otra composición de Willie Nelson es Slow Down Old World. Se trata de una canción de ritmo lento, que se corresponde con el título: “Ralentiza tu ritmo, mundo, no hay prisa porque mi vida ya no es mía”.

Stay All Night (Stay a Little Longer) es una canción escrita en los años 40 por los máximos representantes del western swing, Bob Wills y Tommy Duncan. Nelson la recuperó para este álbum.

Otro tema de Bob Wills es Bubbles in My Beer, esta vez en colaboración con Tommy Duncan y Cindy Walker. La letra habla de un tipo que reflexiona sobre los fracasos de su vida, contemplando las burbujas de su cerveza en un bar en medio de la algarabía general.

Leon Russell compuso la siguiente canción, You Look Like the Devil.