Under Your Spell Again. Buck Owens y Dusty Rhodes, 1959

under your spell
Aunque Alvis Edgar Owens, conocido por todos como Buck Owens, ya llevaba en esto del country unos tres años, esta que vamos a escuchar fue la canción que lanzó su carrera. El single apareció en julio de 1959 y antes de que terminara el año había llegado al puesto 4 de las listas. La compuso con Dusty Rhodes, un intérprete de la steel guitar en cuyo grupo había trabajado Buck unos años antes, cuando vivía en el estado de Washington.
El potencial de este tema, y de otro que sacó ese mismo año, Second Fiddle, hizo que su discográfica, Capitol Records, convenciera a Owens de trasladarse a Bakersfield, donde hizo famoso el llamado sonido Bakersfield.
En su letra, un hombre vuelve a encontrarse bajo el influjo de una mujer que en el fondo sabe que no le conviene. «Me tienes bajo tu hechizo otra vez, diciendo las mismas cosas otra vez, haciéndome creer que eres solo mía», dice el estribillo.
Vamos ya con la grabación original de Buck Owens en 1959.

Ese mismo año la grabó Ray Price.

Ahora, una versión rockabilly de este clásico del country. Johnny Rivers la incluyó en Johnny Rivers Rocks the Folk (1965).

Waylon Jennings y Jessi Colter la cantaron a dúo en el disco del primero Ladies Love Outlaws (1972), aunque fue grabada el año anterior.

Para su primer single en 1989, Shelby Lynne eligió versionar esta canción.

Uno de los grandes admiradores contemporáneos de Buck Owens es Dwight Yoakam, que la incluyó en Dwight Sings Buck (2007).

Un revulsivo contra la esclavitud

slaves
Hablemos hoy de uno de esos temas herederos de la tradición popular cuyos orígenes se pierden en la nebulosa de los tiempos. Me refiero a Michael, row the boat ashore, una canción ya conocida en tiempos de la Guerra Civil o Guerra de Secesión. Ignoramos el nombre de su autor o autores, pero no se nos escapa que este espiritual negro empezó a cantarse por los esclavos de la isla de Santa Elena, en Carolina del Sur (colonia fundada, por cierto, en el año 1566 por un asturiano, es decir, uno de los primeros asentamientos europeos de lo que hoy es Estados Unidos).
La canción, consuelo para los esclavos que trabajaban en las plantaciones, no tardó en convertirse en un símbolo para los abolicionistas. Recopilada en 1867 en el libro Slave Songs of the United States –obra de Charles Pickard Ware, William Francis Allen y Lucy McKim Garrison–, esta tonada folk sería revitalizada en los años sesenta del pasado siglo por el movimiento de los derechos civiles.
Se trata de una canción de corte religioso y, como suele ocurrir en los temas de tradición popular, la letra no presenta una única versión. En todas ellas se invoca al arcángel San Miguel para que preste su ayuda a los esclavos en su esfuerzo por llevar remando la barca hasta la orilla, y cita también el río Jordán, lugar donde, según la Biblia, fue bautizado Jesucristo.
The Highwaymen fue un grupo folk de cinco miembros, una de cuyas cumbres fue su versión de este tema, con el título Michael (1960).

El que ha sido considerado el artista británico de más éxito antes de los Beatles, Lonnie Donegan, consiguió un gran éxito en el mercado de su país en 1961.

Pete Seeger, redescubridor de la música popular americana, la incluyó en sus discos en varias ocasiones, la primera en el álbum en directo Sing Out with Pete! (1961).

Escuchemos ahora una versión en clave rock, interpretada por Johnny Rivers en Johnny Rivers Rocks the Folk (1965).

El cantante hispano Trini Lopez la incorporó a The Folk Album (1965).

Peter, Paul and Mary la interpretaron en Around the Campfire (1998).

La cantante israelí Rika Zaraï hizo una versión en francés, Michaël est de retour (1964).

Country Urbano (XXIII)

PHOENIX
59. Talladega. En esta pequeña ciudad de Alabama, famosa por sus circuitos de carreras automovilísticas, Eric Church encontró la inspiración para este tema, que escribió con Luke Laird, mientras veía una de ellas por la tele. Perfilada en julio de 2012, apareció en su disco The Outsiders (2014) y, unos meses después, salió como single, convirtiéndose en uno de sus mayores éxitos; en marzo de 2015, había vendido ya más de medio millón de copias solo en Estados Unidos. Habla de unos amigos que viajan a este circuito tras su graduación, “antes de que empiece el mundo real”.

60. By the time I get to Phoenix. Vamos ahora a la ciudad del “Valle del Sol”, como se conoce a Phoenix por su clima propio del desierto. Jimmy Webb escribió esta canción tras romper con Susan Horton. Aquí, el protagonista abandona a su pareja, se lanza a la carretera y reflexiona: “Para cuando llegue a Phoenix se levantará, cuando llegue a Albuquerque estará trabajando y cuando llegue a Oklahoma estará durmiendo”. Tal como le corrigieron sus amigos, el itinerario es casi imposible por la distancia que separa esos lugares. En cualquier caso, constituyó todo un éxito, y el primero en grabarla, en 1965, fue Johnny Rivers.

Dos años más tarde, apareció la versión más popular de Glen Campbell en su álbum By the time I get to Phoenix, que se hizo con dos Grammys.

Desde la primera vez que la oyó, Frank Sinatra se enamoró de ella –llegó a decir que era la mejor canción de amor no correspondido jamás escrita–. ¿Escuchamos a La Voz?

Roger Miller, el único cantautor country con premio Tony

RogerMiller
El protagonista de hoy nació en Texas en 1936. Su padre murió cuando él tenía solo un año y su madre se vio obligada a enviar a Roger con un tío suyo que vivía en Oklahoma. Corrían los tiempos de la Gran Depresión y no podía mantenerlo. El pequeño tuvo que echar una mano en la granja. En sus ratos libres, escuchaba el Grand Ole Opry, y aprendió a tocar la guitarra y el violín. Tras su paso por el ejército, Miller probó fortuna en Nashville, donde conoció a Chet Atkins, quien le abrió las puertas a colaborar con George Jones. En 1958, firmó su primer contrato con Decca Records y partió de gira con Faron Young. Sus primeras entradas en las listas llegaron con la discográfica con la que firmó luego, la RCA de Atkins. Para explotar su vis cómica, trabajó en Hollywood como actor de comedias, pero lo que realmente necesitaba era dinero rápido, por lo que firmó un nuevo contrato con Smash Records. Allí cosechó sus mayores éxitos con Dang Me!, King of the Road y England Swings (Inglaterra se columpia).
Aunque continuó en activo casi hasta su muerte, su carrera se desinfló durante los años 70 y 80. Así, le ofrecieron un programa de televisión que cancelaron semanas después por falta de audiencia. En 1978, optó por dejar de escribir canciones –se quejaba de que ya no eran apreciadas– y, dando palos de ciego, se embarcó en un terreno desconocido para él: una producción de Broadway, Big River, basada en Las aventuras de Huckleberry Finn. No le fue mal, pues ganó el Tony a la mejor partitura.
En 1992, Miller falleció de cáncer de pulmón –había sido un fumador empedernido toda su vida– y, tres años después, entró con carácter póstumo en el Salón de la Fama de la Música Country.
Escuchemos uno de sus mayores éxitos, el desenfadado Dang Me (1964), que se podría traducir como “¡Maldito sea yo!”. Este tema se llevó el Grammy a la mejor canción country y western el año siguiente, nada raro si consideramos que este artista acaparó nada menos que 11 “gramófonos” en solo dos años.

Don Rich, el principal colaborador de Buck Owens, hizo esta versión en 1965.

Y de Johnny Rivers nos llega este directo.

Six days on the road. Earl Green y Carl Montgomery, 1963

six days on the road
Podríamos decir que la entrada de hoy, más que a una canción, está dedicada a un himno. He aquí el tema más representativo –ya que no el primero– en loor de los camioneros. En 1940 Cliff Bruner compuso Truck Driver’s Blues y, en 1954, Terry Fell escribió Truck Driving Man, que ya hemos escuchado aquí; pero fue esta, Six days on the road, la que abrió el camino para que todo cantante country que se preciara aportara su granito de arena a esta suerte de subgénero.
Editada por Golden Wing 3020, la canción fue un tremendo éxito para Dave Dudley, ya que se mantuvo 21 semanas en las listas de country (no olvidemos que numerosos oyentes de country tenían este oficio). Su letra capta a la perfección el aburrimiento que siente un camionero que ha estado conduciendo sin parar durante seis días, y que, por fin, llega a casa, donde lo espera su mujer. Se trata de una de las primeras canciones country que hace referencia explícita al consumo de pastillas; en concreto en el verso que reza: “Estoy tomando pastillas blancas para mantenerme totalmente despierto”.
Os dejo con la versión original de Dudley.

Y aunque en mi opinión ninguna puede competir con el original, abundan, cómo no, las versiones, entre ellas esta de Johnny Rivers de 1974.

O esta otra de Steve Earle, fechada en 1987.

Finalmente, escuchad la versión de Swayer Brown de 1997.