Under Your Spell Again. Buck Owens y Dusty Rhodes, 1959

under your spell
Aunque Alvis Edgar Owens, conocido por todos como Buck Owens, ya llevaba en esto del country unos tres años, esta que vamos a escuchar fue la canción que lanzó su carrera. El single apareció en julio de 1959 y antes de que terminara el año había llegado al puesto 4 de las listas. La compuso con Dusty Rhodes, un intérprete de la steel guitar en cuyo grupo había trabajado Buck unos años antes, cuando vivía en el estado de Washington.
El potencial de este tema, y de otro que sacó ese mismo año, Second Fiddle, hizo que su discográfica, Capitol Records, convenciera a Owens de trasladarse a Bakersfield, donde hizo famoso el llamado sonido Bakersfield.
En su letra, un hombre vuelve a encontrarse bajo el influjo de una mujer que en el fondo sabe que no le conviene. «Me tienes bajo tu hechizo otra vez, diciendo las mismas cosas otra vez, haciéndome creer que eres solo mía», dice el estribillo.
Vamos ya con la grabación original de Buck Owens en 1959.

Ese mismo año la grabó Ray Price.

Ahora, una versión rockabilly de este clásico del country. Johnny Rivers la incluyó en Johnny Rivers Rocks the Folk (1965).

Waylon Jennings y Jessi Colter la cantaron a dúo en el disco del primero Ladies Love Outlaws (1972), aunque fue grabada el año anterior.

Para su primer single en 1989, Shelby Lynne eligió versionar esta canción.

Uno de los grandes admiradores contemporáneos de Buck Owens es Dwight Yoakam, que la incluyó en Dwight Sings Buck (2007).

Wanted! The Outlaws. Waylon Jennings, Jessi Colter, Willie Nelson y Tompall Glaser, 1976

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Este disco, de una hora de duración, nació de la colaboración entre cuatro grandes del country, de los que hoy solo sobreviven Willie Nelson y Jessi Colter.
Compuesto por canciones publicadas previamente, lo sacó el sello RCA Victor en enero de 1976 y marcó un antes y un después en la industria, ya que fue el primer LP country que vendió más de un millón de copias. No es de extrañar, porque explotaba el filón del entonces incipiente y brioso outlaw country, que había eclosionado un poco antes con Ladies Love Outlaws (1972) y Honky Tonk Heroes (1973), ambos de Jennings.
A partir de Wanted!, el subgénero gozó de una visibilidad extraordinaria. En 1984 fue reeditado en CD; y, coincidiendo con el vigésimo aniversario del disco, saltó de nuevo a la arena en 1996. De este álbum salieron dos singles, Good Hearted Woman (ya escuchado aquí) y Suspicious Minds, que popularizó Elvis (fue su último número 1), interpretado en esta ocasión por Waylon Jennings y su mujer, Jessi Colter.
En 1971 Willie Nelson incluyó Me and Paul en su disco Yesterday’s Wine, que recuperó para la ocasión.

El siguiente tema, Yesterday’s Wine, fue escrito por Willie Nelson también en 1971, y él mismo lo canta en este disco. Se trata de una canción nostálgica en la que el protagonista encuentra a su antigua pareja en un bar y le invita a rememorar tiempos pasados bebiendo “el vino del ayer”.

Suspicious Minds fue un tema compuesto por Mark James en 1968. Tras grabarla él mismo y ofrecérsela a Elvis Presley, Jennings y su mujer la versionaron para este disco, alcanzando el número 2 en las listas country. La letra sostiene que no se puede construir una relación sobre “mentes suspicaces”.

Ahora, una en solitario compuesta e interpretada por Jessi Colter, I’m Looking for Blue Eyes. Aquí, la protagonista busca desesperadamente a su antiguo amor de ojos azules.

El compositor Billy Joe Shaver escribió Honky-Tonk Heroes, que fue grabada por Waylon Jennings en 1972, dando inicio al outlaw country. En esta canción, se define a los héroes del honky tonk como “perdedores que se dejan querer y bebedores sin valor”.

Vamos con el cuarto en discordia, Tompall Glaser, quien hizo una versión del clásico de Jimmie Rodgers T for Texas, de 1927.

El disco se cierra con un divertido tema, Put Another Log on The Fire, otra canción interpretada por Tompall Glaser y escrita por Shel Silverstein. Un hombre le pide a su mujer que le diga qué razones tiene para abandonarle (mientras le recuerda todas las tareas domésticas que todavía le quedan por hacer): “¿No te dejo lavar el coche los domingos?, ¿no te aviso cuando estás engordando?, ¿es que no trato bien a tu hermana pequeña y salgo con ella todas las noches?”; y concluye: “Un hombre no puede amar más a una mujer”.

Good Hearted Woman. Waylon Jennings, 1972

GOOD HEARTED WOMAN
1972 fue un año muy ajetreado para Waylon Jennings. Sacó dos álbumes: Ladies Love Outlaws y este que vamos a escuchar, producido por Ronnie Light, comercializado por RCA Records y reeditado seis años más tarde. Y aún le dio tiempo a grabar otro más, que aparecería al año siguiente, Lonesome, On’ry and Mean.
El período de grabación de nuestro disco se dilató bastante en el tiempo, entre 1969 y 1971. Willie Nelson, a quien Jennings había conocido en Phoenix, Arizona, colaboró en algunas pistas.
En primer lugar, escuchemos la canción que le da título, Good hearted woman, escrita conjuntamente por Waylon y Willie tres años antes de que saliera el disco. Su single original llegó al número 3 de la lista Billboard y ambos lo grabarían a dúo en 1975. La canción habla de una pareja: la mujer ama ciegamente al hombre, pero a este le gusta demasiado la vida nocturna y “tiene maneras que ella no entiende”.

Una de las composiciones más conocidas de Gordon Lightfoot es Same Old Lover Man, en la que un hombre pide perdón a su pareja y reconoce que, aunque ha actuado como un tonto, “ha nacido para creer y no para engañar”.

Otro de los grandes compositores del country, Harlan Howard, es el responsable de One of My Bad Habits. Aquí, el protagonista enumera una serie de vicios que debe dejar: de fumar “porque se ahoga”, de beber “porque le afecta a la mente”, a su mujer porque “no deja de mentir”. La canción concluye: “Eres uno de mis malos hábitos, te voy a dejar si puedo”.

Sweet Dream Woman, escrita por Chip Taylor y Al Gordoni, fue el otro gran éxito del disco, junto con Good Hearted Woman.

La que sigue es la única escrita por el propio Jennings, Do No Good Woman. El narrador bebe los vientos por una mujer que no le hace ningún bien, y reflexiona: “Señor, por qué diablos hiciste a las chicas…”