I’ll Be Your Baby Tonight. Bob Dylan, 1967

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Aunque Bob Dylan es considerado como un pionero del rock and roll, en su dilatada trayectoria ha tocado multitud de géneros, también el country. Esta canción que os traigo hoy es un buen ejemplo de ello. La escribió tras un accidente de motocicleta que sufrió en 1967, cuando se trasladó a Nashville y probó suerte con el country. De esa etapa sus álbumes más representativos son John Wesley Harding (1967) –al que pertenece este tema, y cuyo nombre está tomado de un conocido pistolero y outlaw de Texas, John Wesley Hardin– y Nashville Skyline. La canción adquirió gran popularidad cuando Dylan la cantó en directo en el Festival de la Isla de Wight (Inglaterra) en 1969.

Dylan se arropó para esta grabación de un elenco de excepción. A la steel guitar escuchamos a Pete Drake –que también ha tocado en clásicos como Rose Garden, Behind Closed Doors, Stand by Your Man o Lay, Lady, Lay–, mientras que su bajista, Charlie McCoy, ingresó hace diez años en el Salón de la Fama del country. A su vez, el percusionista era Kenny Buttrey, uno de los músicos de sesión más influyentes en la música country, según la CMT (Country Music Television).

Burl Ives hizo un disco en 1968 con versiones de Bob Dylan, Johnny Cash y Paul Simon llamado The Times are a-changing. Su versión de este tema es la que abre el disco.

Emmylou Harris debutó con el disco folk Gliding Bird (1969). Os dejo con su versión de I’ll Be Your Baby Tonight.

Anne Murray la interpretó en su álbum de debut This Way is my Way (1969), que se presentó en Canadá, su país natal.

Se diría que esta canción era la elegida por todos los debutantes… En esta ocasión fue Linda Ronstadt quien la escogió para su primer disco, Hand Sown… Home Grown (1969).

Los maestros del bluegrass Lester Flatt y Earl Scruggs la incluyeron en Nashville Airplane (1970).

Por último, escuchemos a Rita Coolidge en The Lady’s Not For Sale (1972).

 

 

 

 

 

Hoyt Axton, cantautor country y actor

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El protagonista de hoy nació en Oklahoma en 1938. Su interés por la música provenía de su madre, la llamada Reina Madre de Nashville, Mae Axton, una conocida compositora que trabajó con muchos artistas country y cuyo trabajo más celebrado fue el éxito de Elvis Presley Heartbreak Hotel, que compuso con Tommy Durden.
Su debut discográfico llegó en 1962 con The Balladeer. A partir de entonces compaginó su carrera musical con su trabajo como actor en distintas películas y series de televisión. Aunque grabó varias canciones en solitario, sus mayores éxitos fueron temas interpretados por otros, como No, no song, para Ringo Starr; Joy to the World, para Three Dog Night; o The Pusher, para Steppenwolf. Murió en 1999 y en 2007 entró con carácter póstumo en el Salón de la Fama de la música de Oklahoma.
Escuchemos ya algunas muestras de su trayectoria.
En 1971 Hoyt Axton grabó su composición Joy to the World, que Three Dog Night inmortalizó ese mismo año.

Esta es una excelente versión de Axton de The Midnight Special, cuya grabación más conocida es la de Creedence Clearwater Revival.

Escuchemos ahora su interpretación de Yellow Rose of Texas, un tema que data de la guerra de Secesión y en el que un soldado canta a su amada, comparándola con una rosa amarilla de Texas.

Axton grabó varios dúos con Linda Ronstadt. When the morning comes es uno de ellos. Lo incluyó en Life Machine (1974).

Su mejor single situado en las listas fue Boney Fingers, con Renée Armand, que sonaba en el disco citado anteriormente.

Muere Fred Foster, el mejor productor de country de todos los tiempos

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Ahí queda dicho. Puede que la afirmación del título parezca exagerada, pero no lo es si recordamos la cantidad de carreras emblemáticas que Fred Foster encauzó a lo largo de su extensa carrera –más de 60 años.
«El campeón del talento de Nashville», como lo definió The New York Times, murió el pasado 20 de febrero en Nashville a la edad de 87 años. Nacido en 1931, a temprana edad sintió la vocación de la música y, a los 18 años, se trasladó a Washington, donde participó en la primera sesión de grabación de Jimmy Dean en 1953, que dio lugar a Bumming Around.
Se dice que cuando trabajaba en Mercury Records propuso a la dirección que contrataran a un joven de 20 años llamado Elvis Presley, pero RCA Records se les adelantó con un contrato más jugoso para la estrella emergente. Unos años después, en 1958, Foster fundó Monument Records y se aseguró el control exclusivo sobre los «fichajes». Su olfato era infalible. Empezó contratando a Roy Orbison, a quien produjo sus grandes éxitos, Oh, Pretty Woman, Running Scared, Only the Lonely, Crying o Blue Bayou –luego versionado por Linda Ronstadt–, entre otros. Pocos años después, se hizo con los servicios de Dolly Parton y contribuyó a lanzar su carrera. «Vio algo en mí que nadie más vio», señaló la artista en la ceremonia en la que Foster ingresó en el Salón de la Fama de la música country en 2016.
Además de productor, destacó también como compositor. Figura, por ejemplo, como co-autor del temazo de Kris Kristofferson Me and Bobby McGee, popularizado luego por Janis Joplin; y del mismo Kristofferson produjo Help me make it through the night. Uno de sus últimos trabajos fue hace poco más de diez años, cuando produjo el álbum de Willie Nelson en homenaje a la compositora Cindy Walker, You Don’t Know Me: The Songs of Cindy Walker (2006).
Comencemos escuchando su primera incursión en el mundo de la música, Bumming Around, de Jimmy Dean (1953).

El primer éxito importante de Roy Orbison fue Only the Lonely (1960), que se tuvo que conformar con el segundo puesto en las listas de ventas (Brenda Lee le quitó el primero con I’m Sorry). «Sólo los solitarios saben cómo me siento esta noche, sólo los solitarios saben por qué lloro», dice el protagonista después de que su pareja le abandone.

Uno de los primeros éxitos de Dolly Parton fue Dumb Blonde (1967), escrita por Curly Putnam e incluida en el primer disco de Parton, Hello, I’m Dolly. La protagonista se queja de que la gente piense que es tonta sólo por el hecho de ser rubia. Os dejo con ella.

Otro tema de su álbum de debut es Something Fishy.

Escuchemos ahora una canción que Kris Kristofferson escribió en 1972, Why Me, Lord?, en la que se pregunta por qué ha sido elegido por Dios, por qué es objeto de tanta bondad.

Foster no solo se ciñó al country, como escucharemos con las siguientes muestras.
En 1963 creó una filial de Monument Records centrada en el rhythm and blues (R&B). Su nombre, Sound Stage 7. A este sello pertenece la grabación de Joe Simon de The Chokin’ Kind (1969).

Ahora, un instrumental al saxofón producido también por él. Obra de Boots Randolph, Yakety Sax (1963) se haría luego muy popular como sintonía de El Show de Benny Hill.

Para componerla, Randolph se inspiró en un tema de 1958, Yakety Yak, grabado por The Coasters con el estilo que imperaba entonces, el rockabilly.

En 2008 produjo la colaboración entre Willie Nelson y Ray Price que mereció un Grammy. Aquí versionaban un legendario tema escrito por Leon Payne en 1949 y grabado originalmente por Hank Williams. La letra está plagada de consejos para evitar caer por «la carretera perdida». He aquí Lost Highway.

2018 en el recuerdo

2018-2019 #2
Aprovechemos esta entrada para echar la vista atrás y comentar lo más destacado que nos ha deparado el country este último año.
A quiénes hemos dicho adiós:
12 feb: Daryle Singletary –46 años–, representante del country neotradicionalista.
17 abr: Randy Scruggs –64 años–, ganador de varios Grammy e hijo del virtuoso del banjo Earl Scruggs.
15 nov: Roy Clark –85 años–, difusor del country en la televisión.
Otras noticias relacionadas con el country:
2 feb: El dúo Montgomery Gentry saca su último disco, grabado poco antes de la muerte de uno de sus componentes, Troy Gentry, el año anterior.
15 abr: La matanza de Las Vegas está muy presente en la ceremonia de la Academia de música country que se celebra allí.
26 jun: Se anuncia que Dolly Parton, Emmylou Harris, Faith Hill y Linda Ronstadt tendrán su estrella en el paseo de la fama de Hollywood en 2019.
26 jul: Se emite el último capítulo de Nashville, serie de seis temporadas que sigue a un grupo de personajes que quieren abrirse camino en la capital del country.
20 sep: Carrie Underwood recibe su estrella en el paseo de la Fama de Hollywood.
15 nov: Entrega de los premios de la Asociación de música country. Volvamos a escuchar el premio al mejor single del año, Broken Halos, de Chris Stapleton.

20 nov: Jimmie Allen se convierte en el primer afroamericano en situar su single de debut Best Shot en el número 1 de la lisa Billboard. Pertenece a su álbum Mercury Lane.

Nuevos miembros Salón de la Fama de la música country

Ricky Skaggs
Johnny Gimble
Dottie West
Nuevos miembros Salón de la Fama de música bluegrass
Ricky Skaggs
Tom T. Hall y Dixie Hall
Paul Williams
Mejores canciones
Termino con una selección de temas que, en mi opinión, han sido de lo mejor que ha aparecido este curso.
I Saw the Light, de Josh Turner, pertenece a su disco I Serve a Saviour, aparecido a finales de octubre. Esta canción gospel ya la grabó Hank Williams en 1948.

Ahora, una muestra de las mejores muestras de bluegrass del año, By Now I Would Be Dead, de Junior Sisk, perteneciente a su disco Brand New Shade of Blue, aparecido en junio. La letra relata las duras tareas que exige una granja y que llevarán al narrador “a la tumba”.

Ahora, una animada canción del último disco de Jason Eady, aparecido en agosto, I Lost My Mind in Carolina.

El cantautor de Texas Randall King, que creció escuchando a Keith Whitley, Alan Jackson o George Strait, por citar solo a unos pocos, recupera el sonido del country tradicional en su álbum de debut Randall King, aparecido en abril. Una de sus pistas es Mirror Mirror.

That’s What Hank Would Do, de Dillon Carmichael y su disco Hell on an Angel, es otro homenaje del country a la música imperecedera de Hank Williams. Vio la luz en octubre.

The Devil Don’t Scare Me pertenece al álbum de Josh Ward More than I Deserve, que salió en junio. El narrador acaba de perder a su amada y ahora ya nada le asusta, ni siquiera el diablo.

Turno de una veterana del country, Loretta Lynn. En septiembre sacaba Wouldn’t it be Great. Escuchemos Another Bridge to Burn, obra de la propia Lynn y Lola Jean Dillon. Ante la falta de compromiso de su pareja, una mujer se plantea abandonarlo por un nuevo amor.

En mayo aparecía el disco Yesterday and Me, de Kayla Ray. En esta canción, Once a week cheaters, Kayla Ray colabora con Colton Hawkins. Dos amantes, cada uno con su pareja, se preguntan por las consecuencias de su infidelidad.

En mayo salía al mercado el nuevo disco de Tim Culpepper, DUI (Drinking Under the Influence). A él pertenece Another Way to Try. El narrador no puede soportar que su pareja le haya dejado: «Realmente no hay diferencia entre tu partida y un arma cargada».

Por último, When Willie’s Gone, de Adam Harvey, que apareció a finales de julio en The Nashville Tapes. Aquí, Adam Harvey dice: «Me pregunto cómo será el mundo, cómo será la música country, quién se fumará toda esa marihuana cuando Willie no esté».

Centenario de fin de la Gran Guerra

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Armisticio: “Suspensión de hostilidades pactada entre pueblos o ejércitos beligerantes”. Así define la Real Academia Española lo que conmemoramos hoy. El 11 de noviembre de 1918 terminaba oficialmente el conflicto armado que había desangrado Europa los cuatro años anteriores, que con el tiempo sería conocido como Primera Guerra Mundial. El tratado entró en vigor el 11 del 11 a las 11 y, en la ingenuidad de la época, se creía que esa iba a ser la guerra que acabara con todas las guerras. Nada más lejos de la realidad, pues sólo 21 años después empezaría otra todavía más cruel y sanguinaria.
La música country empezó a dar sus primeros pasos en los años 20, así que no es posible escuchar grabaciones de esa época. Sin embargo, podemos explorar algunas canciones antibelicistas que nos han dado el country y el folk a lo largo de la historia.
Comenzamos con 1917, que cantan a dúo Linda Ronstadt y Emmylou Harris en su disco Western Wall (1999). La historia nos presenta a un atemorizado soldado que está disfrutando de un permiso con una mujer –presumiblemente una prostituta– que le hace olvidar los horrores de las trincheras y le pide que actúen como si todo hubiera terminado.

La siguiente canción hace referencia a un acontecimiento histórico. Al inicio de las hostilidades, el ministro de la guerra Lord Kitchener se encargó de reclutar voluntarios para luchar en la contienda. Entre ellos se encontraba un grupo de amigos, los Accrington Pals, que tomaron parte en la batalla del Somme (1916), una de las más feroces de la guerra. Tristemente, pasaron a la historia porque en cuestión de minutos fueron masacrados por el ejército enemigo. Mike Harding escribió una canción folk dedicada a ellos, The Accrington Pals, en cuya letra el narrador se lamenta de que «fueron a la guerra creyendo las mentiras que les dejaron agonizando en el barro».

The High Kings es un grupo folk proveniente de Irlanda y creado en 2008. Escuchemos The Green Fields of France, un tema que homenajea a todas las víctimas de la guerra y en el que el protagonista se sienta al lado de una tumba y habla con el soldado que allí yace para concluir que «el dolor, el sufrimiento, la gloria, la vergüenza, las masacres y las muertes fueron todas en vano».

Masters of War es una diatriba de Bob Dylan contra los políticos, esos maestros de la guerra que las empiezan y envían a los soldados a morir pero luego se esconden tras las paredes de sus despachos. Esta es la versión de Leon Russell.

Alejémonos momentáneamente del country y el folk para escuchar All Quiet on the Western Front, que Elton John incluyó en el álbum Jump Up! (1982). La letra, obra de Bernie Taupin, se inspira en la novela homónima de Erich Maria Remarque, Sin novedad en el frente (1928), que, por su carácter antibelicista, fue prohibida por las autoridades nazis.

Hasta siempre, cowboy de lentejuelas

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Ayer el country perdió a otro imprescindible. Glen Travis Campbell –aquí podéis ver su breve reseña biográfica– ha muerto a los 81 años de edad tras una larga lucha contra el Alzheimer.

En su adolescencia y juventud se prendó del arte de Django Reinhardt y decidió consagrar su vida a la música. A los 14 años dejó el colegio y se fue a Los Ángeles a probar fortuna. Su popularidad comenzó en 1967, con By the Time I Get to Phoenix, y ya al año siguiente consiguió todo un hito: superar en ventas a los Beatles en Estados Unidos.

Su creciente popularidad hizo que incluso John Wayne le invitara a actuar en Valor de ley (1969), en un papel nada desdeñable (además, interpretó el tema principal de la película). Entre 1969 y 1972, tuvo un programa propio en el que predicaba la grandeza del country. Willie Nelson, Johnny Cash o Linda Ronstadt, entre otros artistas, pasaron por él.

Pero su carrera había empezado unos años antes. Uno de sus hitos fundacionales tuvo lugar en 1964, cuando los Beach Boys lo llamaron para sustituir a Brian Wilson, que sufría una de sus cíclicas depresiones. Incluso se le puede escuchar tocando la guitarra en Pet Sounds (1966). Tan encantados estaban con su estilo, que le ofrecieron unirse al grupo con carácter permanente, pero Glen declinó la oferta.

En sus más de 50 años sobre los escenarios, Campbell vendió nada más y nada menos que 45 millones de discos. En 2005 fue nombrado miembro del Salón de la Fama de la música country; en una entrevista señaló: «Puedes tener el vocalista masculino y todo eso. Yo me quedó con el Salón de la Fama». Bruce Springsteen dijo de él: «Tenía una bonita voz, pura, nada sofisticada. Era simple en la superficie pero había un mundo de emociones por debajo».

A principios de 2011 le diagnosticaron Alzheimer y, consciente de que poco a poco iría perdiendo la conexión con su público, se embarcó en una gira de despedida, Goodbye Tour. Tras finalizarla grabó en Nashville el que sería su último trabajo, Adiós (así, en español), que incluye sobre todo versiones de Harry Nilsson (Everybody’s Talking), Willie Nelson (Funny How Time Slips Away) o Bob Dylan (Don’t Think Twice, It’s Allright) entre otros. El disco, que consta de 12 canciones, fue guardado como oro en paño por su discográfica, Universal Music, que lo sacó al mercado el pasado mes de junio.

Como parte de este pequeño homenaje, vamos a escuchar algunas de sus canciones más conocidas. Entre ellas, Rhinestone Cowboy. Larry Weiss escribió este tema en 1975. La letra habla de un cantante de country al que el éxito le ha sido esquivo pero que aún confía en brillar como un cowboy con lentejuelas.

El primer éxito importante de su carrera fue gracias a Jimmy Webb, quien escribió para él By the Time I Get to Phoenix, una canción de amor en la que el narrador recuerda a su novia, a la que ha dejado, en cada una de las ciudades por las que pasa.

Al año siguiente Webb escribió otro tema para él, Wichita Lineman, en el que un operario de una compañía telefónica no puede dejar de pensar en su amada.

Con su colaborador habitual, el citado Jimmy Webb, abordó un tema candente, la guerra de Vietnam, en Galveston. Mientras cumple con su deber, un soldado sueña con volver a su ciudad natal de Galveston (Texas).

En 1968 consiguió su primer Grammy por Gentle on my Mind, una canción escrita por John Hartford después de ver Doctor Zhivago en el cine. Se trata de una canción de amor en la que dos amantes se citan clandestinamente.

Su último número 1 fue Southern Nights, un tema escrito por Allen Toussaint, quien ya lo había grabado años antes, y en el que evoca las noches sureñas.

 

Gershwin en el recuerdo

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Hoy no es un 11 de julio cualquiera. El calendario nos sopla que en esta fecha se cumplen 80 años de la muerte de uno de los grandes compositores del siglo XX, George Gershwin, que nos dejó, tal día como hoy, a los 38 años de edad a causa de un tumor cerebral. Parafraseando a Don McLean, este fue el día en que murió la música.

Y, aunque Gershwin no se dedicó ni mucho menos al country sino al jazz, al tiempo que componía alguna pieza de música culta, las versiones que os he preparado tienen como protagonistas a grandes nombres del country que le han rendido tributo.

Gershwin fue un músico muy admirado en su época. Sirva como ejemplo la anécdota del viaje que hizo el compositor francés Maurice Ravel a Estados Unidos, en la que aprovechó para cumplir su sueño: una velada en la que Gershwin le deleitó con algunas de sus composiciones. Mucho más joven que el creador del Bolero, George le propuso que le diera clases de música, a lo que este se negó diciendo: “¿Por qué quiere ser un mal Ravel si ya es un Gershwin de primera?”

El homenaje más nutrido a George Gershwin llegó de la mano de Willie Nelson, quien hace año y medio publicó su disco Willie Nelson Sings Gershwin, del que ya hemos hablado aquí. En aquella entrada escuchamos tres temas, Summertime, Let’s Call the Whole Thing Off, junto a Cindi Lauper, y Someone to Watch Over Me; así que hoy pincharemos otras versiones del mismo. El disco se abre con But Not For Me, una canción de 1930 que a los más cinéfilos os sonará porque aparecía en Manhattan (1978), de Woody Allen, Cuando Harry encontró a Sally (1989), de Rob Reiner, o Cuatro bodas y un funeral (1994), de Mike Newell. En la letra, escrita por su hermano mayor y colaborador habitual Ira Gershwin, el protagonista duda de que todo lo bueno que hay en la vida esté hecho para él: “Están escribiendo canciones de amor pero no para mí; allá arriba brilla una estrella de la suerte pero no para mí”.

En 1924 Gershwin compuso Somebody Loves Me, esta vez con la colaboración de Buddy DeSylva y Ballard MacDonald.

Una de las versiones de este tema se la debemos al grupo de doo-wop The Four Lads, que la versionó en 1952.

Escuchemos ahora la última composición que hizo Gershwin, Love is Here to Stay –con letra de su hermano Ira, tras el fallecimiento de aquel–, que apareció por primera vez en The Goldwyn Follies, un musical de 1938. Lo eterno e inamovible del amor es su argumento: “Dentro de un tiempo, las Rocosas se caerán, Gibraltar se derrumbará, pero nuestro amor está aquí para quedarse”.

En Embraceable You, Willie Nelson colaboró con Sheryl Crow. Fue escrita en 1928 como una canción lenta de amor a la mujer que “saca al gitano que hay en mí”.

En 1937 Gershwin fue tentado, al igual que muchos artistas de la época, por la Meca del Cine, y se trasladó a California para componer bandas sonoras. Su primera película fue Ritmo Loco (Shall We Dance), de la que salió una canción nominada al Oscar, They Can’t Take That Away From Me (que perdió, a mi juicio injustamente, con Sweet Leilani). Escuchemos a Willie Nelson en esta canción que nos habla de una relación que ha terminado y de la que, al menos, quedan los recuerdos: “El modo en que sonríes rayos de sol, el modo en que tomas el té, el modo en que llevas el sombrero, el modo en que bailábamos hasta las tres, eso no me lo pueden quitar”.

Este tema ha sido versionado en multitud de ocasiones; Ray Charles lo hizo en este directo de 1991.

De la misma banda sonora rescatamos They All Laughed, una canción de ritmo alegre en la que el protagonista no está dispuesto a admitir que se rían de la relación que ha iniciado. “Todos se rieron de Cristóbal Colón cuando dijo que la tierra era redonda, todos se rieron cuando Edison grabó el sonido, cuando Wilbur y su hermano dijeron que el hombre podía volar –los hermanos Wright se consideran los pioneros de la aviación–, le dijeron a Marconi que el telégrafo era un fraude. Se rieron de nosotros y ¡cómo!, pero, ¿quién ríe el último ahora?”

Aparte de Willie Nelson, también Linda Ronstadt ha grabado algunas canciones de George Gershwin. De su disco What’s New (1983), escuchemos, de forma consecutiva, I´ve Got a Crush on You (“Estoy enamorado de ti”) y Someone to Watch Over Me (“Alguien que me cuide”).

También versionada por Linda Ronstadt fue But Nor For Me, en esta ocasión en su álbum For Sentimental Reasons (1986).

En 1935, Gershwin se embarcó en el proyecto de componer una ópera, Porgy and Bess. Uno de sus temas más conocidos es Summertime, concebida como una nana para arrullar a un bebé: “Es verano y la vida es fácil”. Os dejo con la versión de Ricky Nelson de 1962.

Para terminar con este pequeño homenaje de iconos del country a George Gershwin, Ronnie Milsap se despide por hoy con su versión de But Not For Me en Just for a Thrill (2004).

 

Enjaulados (XI)

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Volvemos con Johnny Cash, quien, en esta ocasión, contó con la colaboración de Linda Ronstadt, Roy Clark y Foster Brooks, que se hicieron cargo de algunas de las canciones del disco.

A concert behind prison walls fue un concierto grabado en 1976 en la prisión de Nashville, Tennessee, como parte del documental Flower Out of Place, que se emitió en la televisión el año siguiente y no aparecería en formato CD hasta 2003. Cash interpreta aquí alguno de sus éxitos más conocidos.

Escuchemos una de las canciones que interpreta Linda Ronstadt, Desperado, de los Eagles.

Para terminar con esta sección y, a la manera de esos álbumes que ofrecen una serie de bonus tracks al final, os hablaré de algunos discos carcelarios de estilos como el rock o el blues.

El disco de debut de David Allan Coe, Penitentiary Blues (1970), no fue grabado en una prisión, sino en un estudio, pero sus canciones fueron escritas cuando este estaba entre rejas. Se trata de un álbum de blues más que de country, y sus letras describen de primera mano la desesperación que se siente al estar privado de libertad y la ansiedad de enfrentarse al mundo exterior tras una larga temporada a la sombra.

Vamos con uno de sus temas, Cell 33. Jerry Lee Lewis toca el piano en clave rock, y el narrador, exasperado, dice: “Me encontrarán colgado aquí mañana si no viene alguien con la llave”.

 

Only Daddy that’ll Walk the Line. Jimmy Bryant, 1968

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El «guitarrista más rápido del country«, Jimmy Bryant, compuso esta canción para Waylon Jennings. El single llegó al número 2 y fue el mayor éxito de su carrera en los 60. La letra habla de un hombre que está harto de que su novia le trate mal cuando, en realidad, él es el único tipo que está dispuesto a hacer algo por ella.
El primero en grabarla, como decía anteriormente, fue Waylon Jennings. Lo hizo en Only the Greatest (1968).

Unos años después Hank Williams Jr. la interpretó en solitario para su Family Tradition (1979).

Hank Williams Jr. y Lois Johnson la cantaron a dúo en el álbum Send Me Some Lovin’ and Whole Lotta Lovin’ (1972).

Escuchemos ahora a Marty Stuart en una interpretación en directo en 1987.

El grupo Kentucky Headhunters la versionó en Electric Barnyard (1991).

Vamos ahora con la versión de 2012 de Boxcar Bandits, un grupo tejano.

Randy Travis la incluyó en Influence Vol. 2: The man I am (2014), que grabó dos años antes.

Su éxito fue tal, que no tardó en salir una réplica femenina, The only Mama that’ll Walk the Line. Linda Ronstadt la incluyó en Hand Sown Home Grown (1969). Aquí la vemos en una actuación en directo, ese mismo año, en el programa de Johnny Cash.

En 2011 LeeAnn Rimes la recuperó para Lady and Gentlemen.

Un representante country en el Salón de la Fama de los Compositores

Chip+Taylor+Songwriters+Hall+Fame+47th+Annual+JfeFudaFpCtl
El pasado 9 de junio tuvo lugar en Nueva York la 47 edición de la ceremonia que designa a los nuevos miembros del Salón de la Fama de los Compositores (no confundir con el Salón de la Fama de los Compositores de Nashville, que elige a los suyos en otoño; como veis, hay un Salón de la Fama para todo).
En esta gala que honra a los compositores de cualquier género musical no faltó un representante del country, Chip Taylor. Nacido en 1940 como James Wesley Voight, su carrera se remonta a casi 60 años atrás, si bien estuvo ausente de los focos entre 1980 y 1996. Cuando volvió, lo hizo a lo grande, y raro es el año en que no saca un nuevo disco. En 2007 fundó su propio sello, Train Wreck Records, en el que ha sacado su último disco hasta la fecha, The Little Prayers Trilogy (2014).
La gala fue conducida por la presidenta de la institución, Linda Moran, y los vicepresidentes Kenneth Gamble y Leon Huff. A Chip Taylor lo presentó su hermano, el conocido actor Jon Voight, padre, como sabemos, de Angelina Jolie. Junto a sus nietas, Taylor interpretó una versión de su canción más conocida, Wild Thing, popularizada por The Troggs en 1966. Aparte de clásicos del rock como el que he citado, nuestro protagonista también ha compuesto numerosas canciones country, dentro de la rama del country-rock, y ha trabajado con jóvenes promesas como Carrie Rodriguez o Kendal Carson. El reputado crítico Anthony DeCurtis ha dicho de él: «Si nombres como Willie Nelson, Townes van Zandt, Kris Kristofferson o Guy Clark significan algo para ti, deberías hacer algo por descubrir a Chip Taylor. Aunque no lo sepas, se ha ganado su lugar en ese selecto grupo».
Escuchemos ya algunos de sus temas.
I can’t let go fue compuesta por Chip Taylor y Al Gorgoni en los años 60. Linda Ronstadt hizo su propia versión en su álbum Mad Love (1980).

También en colaboración con Al Gorgoni, Taylor compuso Sweet Dream Woman, que grabó Waylon Jennings en Good Hearted Woman (1972).

En 1966 Bobby Bare grabó A little bit later on down the line en Talk me some sense. La letra cuenta la relación entre un chico y una mujer diez años mayor.

Escuchemos ahora Son of a Rotten Gambler. La primera en grabarla fue Anne Murray en Love Song (1974).

Emmylou Harris la incluyó en Cimarron (1981).