Gail Davies, la primera productora de country

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Hace 70 años nacía en Oklahoma Patricia Gail Dickerson. Hija de Tex Dickerson, un conocido cantante de los años 40, pasó su niñez en contacto con el country. También su hermano se dedicó a este género y, como parecen llevarlo en los genes, su hijo Chris está siguiendo sus pasos.
Su primera opción fue el jazz, pero no tardó en trasladarse a Nashville y centrarse en lo nuestro. Compuso varias canciones que se interpretaron en el Grand Ole Opry, lo que le ayudó a ganar visibilidad. En 1978 sacó su primer disco y firmó con Warner Bros. Records. Los primeros 80 fueron su momento e incluso llegó a colaborar con Ricky Skaggs. Tras firmar con RCA Records, formó su propio grupo de country-rock, Wild Choir. En 2002 consiguió un premio en la Asociación de bluegrass por un dúo con Ralph Stanley, Clinch Mountain Sweethearts. Su ritmo de actuaciones ha disminuido en los últimos años y un disco en homenaje a su hermano Ron Davies, Unsung Hero: A Tribute To The Music of Ron Davies (2013), es hasta la fecha su postrer trabajo.
Someone is Looking for someone like you fue uno de sus primeros éxitos, en 1979.

Gail Davies –su nombre artístico– versionó en 1980 un clásico del country de 1954 escrito por Ray Price. Esta grabación de I’ll Be There (If You Ever Want Me) fue producida por ella misma y se convirtió en su mejor entrada en la lista Billboard, llegando al número 4. La letra recuerda a Ain’t No Mountain High, cantada a dúo por Marvin Gaye y Tammi Ferrell, ya que sostiene que no hay cadenas lo suficientemente fuertes para sujetarle, ni vientos, ni ríos que le impidan estar allí cuando su amante le llame.

Escuchad ahora la versión original de Ray Price.

Willie Nelson la grabó en su disco homenaje a Ray Price For the Good Times (2016).

Y Don Williams, para acabar, la incluyó en Borrowed Tales (1995).

Un actor que prueba suerte en el country

 

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Kiefer Sutherland, hasta ahora, era conocido como actor, tanto en la pantalla grande como en la televisión. Pero hace unos años decidió dedicarse a su otra gran pasión: la música. Al principio era reticente: “Soy consciente –decía– del estigma que acompaña al actor que quiere probar suerte con la música». Hay que precisar, sin embargo, que Kiefer no es ningún advenedizo. Su formación musical es muy sólida: creció escuchando a Johnny Cash, Marvin Gaye, Stevie Wonder y, más recientemente, a Cat Stevens, Willie Nelson o Bob Seger.

Al fin, en 2016, a los 49 años de edad, presentó su disco de debut, Down in a Hole, que fue muy bien recibido por la crítica. Para promocionarlo se embarcó en una gira que le llevó por toda la geografía de Estados Unidos y parte de Europa. A mediados de junio, recalará en España. El día 16 actuará en el teatro Barceló de Madrid y el 17 en la sala Bikini de Barcelona (las entradas para ambos conciertos están disponibles en http://www.doctormusic.com).

El hijo de Donald Sutherland es un entusiasta de nuestro país –cuando era joven aprendió a tocar la guitarra clásica española– y, aunque ya conocía Madrid, será la primera vez que visite Barcelona.

Su disco, editado por Ironworks y Warner Bros. Nashville, se compone de 11 temas, escritos por él y su amigo Jude Cole, quien también lo ha producido. El artista tiene previsto sacar un nuevo trabajo a finales de este año. ¡Estaremos atentos!

El primer single de Down in a Hole fue Not Enough Whiskey. El narrador intenta superar la marcha de su amada y constata que no hay suficiente whiskey en el mundo para olvidarla.

En la letra de Truth in Your Eyes, el protagonista recuerda con cariño a su mujer, recientemente fallecida, y dice que la amaba tanto porque veía la verdad en sus ojos.

Otra de las canciones es Shirley Jean, sobre un recluso que se enfrenta a la silla eléctrica y cuyos últimos recuerdos son para su novia: “Cuando den al interruptor, espero que lo único que pueda a ver sea a ti bailando conmigo”.

Como os decía, Sutherland sacará un disco a finales de año del que ya nos ha dado un anticipo, la canción This is how it’s done.

 

Sara Evans, tras la estela de Harlan Howard

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Sara Lynn Evans nació en una pequeña ciudad de Missouri en 1971. A los 20 años se trasladó a Nashville, donde el gran compositor Harlan Howard se fijó en ella. Gracias a su mediación, consiguió un contrato con RCA Nashville.

En 1997 llegó la hora de la verdad con su álbum de debut, Three Chords and the Truth, un título que alude a la frase de Harlan Howard según la cual la música country son «tres acordes y la verdad». De éxito discreto, cosechó, no obstante, los elogios de la crítica, lo que le allanó el camino para su siguiente trabajo, No Place that Far, del que luego escucharemos el tema homónimo.

Muy aplaudidos fueron también sus siguientes discos, Born to Fly (2000, el más vendido de su carrera), Restless (2003) y Real Fine Place (2005). En 2015, abandonó RCA Nashville después de casi 20 años «de servicio» y, tras un breve paso por Sugar Hill Records, fundó su propio sello, en el que el pasado mes dio a conocer su última obra, Words.

Su primer número 1, No Place That Far, apareció en el álbum del mismo nombre de 1998. Escrito por Sara Evans, Tom Shapiro y Tony Martin, en la versión que vamos a escuchar, la original, Vince Gill la acompaña al micrófono. La letra recuerda al conocido tema de Marvin Gaye Ain’t No Mountain High Enough. Aquí, la protagonista dice que no hay un lugar lo suficientemente lejano que le pueda separar de su amado.

El grupo irlandés Westworld la incluyó en Coast to Coast (2000).