Resumen de 2019

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El año que acabamos de cerrar ha visto cómo la música country –y su estilo asociado, el bluegrass– sigue ocupando un lugar destacado en las tendencias actuales. He seleccionado los singles aparecidos este año que, en mi opinión, podrían ser considerados clásicos del country en un futuro.

Heartache Medication, de Jon Pardi. Este californiano de 34 años sacó en septiembre este single catalogado como de country neotradicional.

Put the Hurt On Me, de Midland. Mark Wystrach, Jess Carson y Cameron Duddy formaron este grupo en 2016. Hasta la fecha, han sacado dos álbumes. Al segundo de ellos, Let it Roll, aparecido en agosto, pertenece este tema.

Ride me Back Home, de Willie Nelson. El incombustible Willie mantiene, a su edad, el ritmo de un álbum por año (y a veces más). El tema que da título a su último trabajo es este.

Take the Journey, de Molly Tuttle. Nacida en 1993 es la aportación más joven de la lista. Guitarrista de gran renombre, en abril sacó un nuevo disco, When You’re Ready, al que pertenece este tema que ha sido nominado en la Asociación de Música Bluegrass.

I Hear Bluegrass Calling Me, de Carolina Blue. Este grupo bluegrass de nueva creación viene pisando fuerte. Como prueba escuchad este I Hear Bluegrass Calling Me.

Acres of Diamond, de Joe Mullins. Se trata de un tema de góspel-bluegrass en el que se dice que tener a Jesús es mucho más enriquecedor que tener acres de diamante o montañas de oro, ríos de plata y “joyas sin cuento”.

Raised on Country, de Chris Young. En este tema de country-rock Chris rinde homenaje a los grandes artistas de country con los que ha crecido: George Strait, Merle Haggard, Willie Nelson, Joe Diffie …

Nobody but You, de Blake Shelton y Gwen Stefani. Este tema corresponde al último trabajo de Blake Shelton, God’s Country, en el que hace un dúo con su pareja actual, Gwen Stefani.

Every Little Honky Tonk Bar, de George Strait. El Rey del country ha editado un nuevo trabajo, Honky Tonk Time Machine, que presentó el pasado mes de febrero.

What Could’ve Been, de Gone West. El grupo formado por Colbie Caillat, Jason Reeves, Nelly Joy y Justin Kawika Young habla aquí de una pareja cuya relación terminó hace años y se pregunta qué podría hacer pasado si hubieran actuado de forma diferente.

En el capítulo referente a personalidades de country fallecidas encontramos a:

Harold Bradley. El 31 de enero moría a los 93 años uno de los más famosos guitarristas de la música country, que trabajó con lo más granado del género: Hank Williams, Ernest Tubb, Patsy Cline o Willie Nelson, por citar a algunos.

Fred Foster. El 20 de febrero falleció a los 87 años este gran productor que, además, coescribió el éxito Me and Bobby McGee. En su primera faceta, trabajó con Roy Orbison y en los principios de su carrera con Willie Nelson y Dolly Parton.

Mac Wiseman. Unos días después nos dejaba uno de los últimos clásicos del bluegrass, Mac Wiseman, que empezó su carrera a principios de los 50 con los grandes nombres del bluegrass, Lester Flatt, Earl Scruggs o Bill Monroe.

Earl Thomas Conley. Una de las voces más autorizadas del country en la década de los 80 nos decía adiós en abril a la edad de 77 años.

Busbee. En la plenitud de su carrera (hacía solo unos meses que había creado un sello propio), nos abandonaba, a finales de septiembre, este productor. Trabajó con Keith Urban, Lady Antebellum o Maren Morris, entre otros. Tenía 43 años.

Como todos los años, tres han sido las personalidades que han entrado en el Salón de la Fama de la Música Country:

Jerry Bradley. El hijo de Owen Bradley –y sobrino de uno de los fallecidos de este año, Harold Bradley– se ha dedicado a la producción musical, y a los 79 años ha obtenido este honor.

Ray Stevens. Su prolífica carrera, dedicada al country y al pop, se ha visto coronado con un lugar en el Salón de la Fama de la Música Country.

Brooks & Dunn. Este dúo formado por Kix Brooks y Ronnie Dunn ha sido seleccionado en la categoría de country actual. Siguen en activo y este año han sacado su último disco, Reboot.

Muere Fred Foster, el mejor productor de country de todos los tiempos

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Ahí queda dicho. Puede que la afirmación del título parezca exagerada, pero no lo es si recordamos la cantidad de carreras emblemáticas que Fred Foster encauzó a lo largo de su extensa carrera –más de 60 años.
«El campeón del talento de Nashville», como lo definió The New York Times, murió el pasado 20 de febrero en Nashville a la edad de 87 años. Nacido en 1931, a temprana edad sintió la vocación de la música y, a los 18 años, se trasladó a Washington, donde participó en la primera sesión de grabación de Jimmy Dean en 1953, que dio lugar a Bumming Around.
Se dice que cuando trabajaba en Mercury Records propuso a la dirección que contrataran a un joven de 20 años llamado Elvis Presley, pero RCA Records se les adelantó con un contrato más jugoso para la estrella emergente. Unos años después, en 1958, Foster fundó Monument Records y se aseguró el control exclusivo sobre los «fichajes». Su olfato era infalible. Empezó contratando a Roy Orbison, a quien produjo sus grandes éxitos, Oh, Pretty Woman, Running Scared, Only the Lonely, Crying o Blue Bayou –luego versionado por Linda Ronstadt–, entre otros. Pocos años después, se hizo con los servicios de Dolly Parton y contribuyó a lanzar su carrera. «Vio algo en mí que nadie más vio», señaló la artista en la ceremonia en la que Foster ingresó en el Salón de la Fama de la música country en 2016.
Además de productor, destacó también como compositor. Figura, por ejemplo, como co-autor del temazo de Kris Kristofferson Me and Bobby McGee, popularizado luego por Janis Joplin; y del mismo Kristofferson produjo Help me make it through the night. Uno de sus últimos trabajos fue hace poco más de diez años, cuando produjo el álbum de Willie Nelson en homenaje a la compositora Cindy Walker, You Don’t Know Me: The Songs of Cindy Walker (2006).
Comencemos escuchando su primera incursión en el mundo de la música, Bumming Around, de Jimmy Dean (1953).

El primer éxito importante de Roy Orbison fue Only the Lonely (1960), que se tuvo que conformar con el segundo puesto en las listas de ventas (Brenda Lee le quitó el primero con I’m Sorry). «Sólo los solitarios saben cómo me siento esta noche, sólo los solitarios saben por qué lloro», dice el protagonista después de que su pareja le abandone.

Uno de los primeros éxitos de Dolly Parton fue Dumb Blonde (1967), escrita por Curly Putnam e incluida en el primer disco de Parton, Hello, I’m Dolly. La protagonista se queja de que la gente piense que es tonta sólo por el hecho de ser rubia. Os dejo con ella.

Otro tema de su álbum de debut es Something Fishy.

Escuchemos ahora una canción que Kris Kristofferson escribió en 1972, Why Me, Lord?, en la que se pregunta por qué ha sido elegido por Dios, por qué es objeto de tanta bondad.

Foster no solo se ciñó al country, como escucharemos con las siguientes muestras.
En 1963 creó una filial de Monument Records centrada en el rhythm and blues (R&B). Su nombre, Sound Stage 7. A este sello pertenece la grabación de Joe Simon de The Chokin’ Kind (1969).

Ahora, un instrumental al saxofón producido también por él. Obra de Boots Randolph, Yakety Sax (1963) se haría luego muy popular como sintonía de El Show de Benny Hill.

Para componerla, Randolph se inspiró en un tema de 1958, Yakety Yak, grabado por The Coasters con el estilo que imperaba entonces, el rockabilly.

En 2008 produjo la colaboración entre Willie Nelson y Ray Price que mereció un Grammy. Aquí versionaban un legendario tema escrito por Leon Payne en 1949 y grabado originalmente por Hank Williams. La letra está plagada de consejos para evitar caer por «la carretera perdida». He aquí Lost Highway.

Fred Foster, el fundador de Monument Records

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Hace 87 años nacía en Carolina del Norte Fred Foster, nuestro protagonista de hoy. A los 17 años, abandonó su casa para perseguir su sueño: el mundo de la música. Cuando trabajaba en Mercury Records, con solo 20 años, intentó convencer (sin éxito) al jefe de marketing de su empresa de que contratara a Elvis Presley. Fred Talmadge tendría ocasión de lamentar su fracaso, aunque en su descargo hay que decir que al menos lo intentó, si bien no pudo igualar la puja de otros sellos discográficos.
Poco después, Foster fundó su propio sello para gozar de poder absoluto sobre los contratos. En Monument Records descubrió nada más y nada menos que a Roy Orbison –a quien produjo sus mayores éxitos, Pretty Woman, Only the Lonely (escuchada en La Guitarra de las Musas), Crying (ya escuchada aquí) o Blue Bayou (ya escuchada aquí)–. También contribuyó decisivamente a lanzar la carrera de Dolly Parton, que dio sus primeros pasos con él. En su faceta como compositor, fue coautor, junto a Kris Kristofferson, de Me and Bobby McGee, que cantaron el propio Kristofferson, Roger Miller y Janis Joplin en su versión más conocida. En los últimos años, Foster ha producido discos de leyendas como Willie Nelson, Merle Haggard o Ray Price, los dos últimos ya fallecidos. En 2016 entró en el Salón de la Fama de la Música Country por su contribución como productor a nuestro género.
Como os decía, su carrera está íntimamente ligada a Roy Orbison, por lo que hoy escucharemos alguno de los temas que le produjo. En primer lugar, Running Scared, obra de Orbison y Joe Melson de 1961. La canción cuenta la historia de un hombre que se pasa la vida temiendo que su pareja se vaya con otro; al final, sí, aparece un amante y se pregunta a quién elegirá ella. Para su alegría, se queda con el narrador. La letra guarda muchas similitudes con otro de sus grandes éxitos, Pretty Woman.

Love Hurts aparecía como cara B de este single. Versiona un tema de los Everly Brothers escrito por Boudleaux Bryant. Aquí el narrador reflexiona sobre el amor: “el amor duele; es como una nube que está cargada de lluvia, es una estufa que quema cuando está caliente». “Es una mentira que te pone triste”, concluye.

De 1964 es It’s Over, escrita por Orbison y Bill Dees. Esta balada habla de una relación que ha terminado y “todos los arcoíris del cielo empiezan a decir adiós”.

Enjaulados (IX)

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Hoy no toca hablar de Johnny Cash… ¿o sí? Pues sí, porque, si bien el primer disco que comentaremos no es suyo, el hombre de negro fue el artífice del descubrimiento de su autor, Glen Sherley. Una noche antes de que Cash grabara en la prisión de Folsom, un predicador amigo suyo le entregó en el motel donde se hospedaba una cinta con una canción, Greystone Chapel, grabada por uno de los reclusos, el citado Sherley, quien cumplía condena por atraco a mano armada. De inmediato, Cash decidió tocarla e incluirla en su disco, y lógicamente se interesó por su creador.

En 1971 Sherley fue trasladado a la prisión de Vacaville, también en California, donde obtuvo permiso de las autoridades para hacer un disco en directo ante los demás reclusos. Así surgió Live at Vacaville, California, que supervisó el propio Johnny Cash. A finales de ese año, Glen fue puesto en libertad gracias a la mediación del cantante, quien llegó a ser padrino de su boda y lo contrató, aunque se vio obligado a despedirlo por conducta violenta. En 1978, mató a un hombre y posteriormente se suicidó. Johnny Cash se ocupó de pagar su funeral.

Escuchemos Greystone Chapel, canción que escribió sobre la capilla de la prisión de Folsom.

Esta es la versión de Johnny Cash en At Folsom Prison (1968).

El tercer disco de Johnny Cash en una prisión fue På Österåker (1973), esta vez en Suecia. No llega a la calidad de los anteriores, pero merece especial atención su versión de los clásicos de Kris Kristofferson Help Me Make it Through the Night y Me and Bobby McGee. El artista se apoya en la colaboración de Carl Perkins.

Como muestra, escuchemos Looking Back in Anger, escrita por el antiguo recluso de Folsom Glen Sherley y Harlan Sanders. Mirar atrás con ira, sugiere la letra, no lleva a ningún sitio.

For the Good Times. Kris Kristofferson, 1970

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La canción que vamos a escuchar hoy pertenece al disco de debut del gran Kris Kristofferson, disco del que ya hemos escuchado en este blog Sunday Morning Coming Down, Me and Bobby McGee y Help me make it through the night. El tema que os traigo hoy también fue tratado por el blog La Guitarra de las Musas (aquí podéis ver la entrada), donde pudimos disfrutar de alguna de las múltiples versiones que se han hecho del mismo (algunas aparecerán aquí de nuevo).
For the Good Times es una estupenda balada que hace recuento de los rescoldos de una relación que ha llegado a su fin: “No estés tan triste. Sé que ha terminado pero la vida sigue y el mundo seguirá girando”. El narrador, entonces, anima a su pareja a que finja amarle una vez más. Por los viejos tiempos.
Kristofferson empezó a componer la canción ya en 1968, aunque no la grabaría hasta dos años más tarde. Os dejo con su versión original.

La grabación de Ray Price el mismo año de su composición fue un tremendo éxito y contribuyó a convertirla en un clásico del country. El cantante consiguió, además, varios premios en la Academia de Música Country: canción y single del año.

Ese mismo año Lynn Anderson la incluyó en Rose Garden. Contaba entonces con 22 primaveras.

Kenny Rogers la grabó junto con su grupo The First Edition. Esta grabación apareció en Love Songs (1989), en colaboración con otras figuras de la música.

Rita Coolidge, quien se casaría con Kristofferson en 1973, también versionó este tema y lo incluyó en Out of the Blues (1996), dándole un toque levemente jazzístico.

Escuchemos ahora la versión de Anne Murray en su álbum Country Crooning (2002).

Esta fue una de las últimas canciones que grabó Johnny Cash. Inédita hasta 2010, apareció en American VI: Ain’t No Grave.

Willie Nelson sigue incansable a sus 83 años. Prueba de ello es que este año ha sacado dos discos. El último de ellos, el pasado septiembre, es un tributo a Ray Price, fallecido en 2013; y en él Nelson recupera una selección de los mejores temas interpretados por Price. Por supuesto, no podía faltar For the Good Times.

El talento de Carolina del Norte

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Un año más la Asociación de Música Country, en boca de la leyenda Brenda Lee, ha cumplido con la tradición, y en una ceremonia celebrada en Nashville el pasado 29 de marzo ha dado a conocer los nombres de los tres nuevos miembros de este año del Salón de la Fama de la Música Country, que suma ya 130 socios.
Como mandan los cánones, la investidura formal será a finales de año en la “Ceremonia de los Medallones”, donde se les hará entrega de la preceptiva placa de bronce.
En la categoría de veteranos, el agraciado ha sido Charlie Daniels, de 79 años, un virtuoso del fiddle conocido sobre todo por The Devil Went Down to Georgia (ya escuchada en la serie El country marca su territorio). En la de “No artista”, que homenajea a productores o personas relacionadas con el mundo discográfico en general, Fred Foster, de 84, ha merecido este honor, por impulsar con sus contratos las carreras de Dolly Parton, Roy Orbison, Kris Kristofferson (con quien escribió su éxito Me and Bobby McGee) o Willie Nelson, entre otros. Finalmente, en la categoría moderna el nuevo miembro es Randy Travis, de 57 años (aquí podéis ver su biografía y escuchar Three Wooden Crosses y, en este otro enlace, su Forever and Ever Amen). Curiosamente, estas tres figuras nacieron en Carolina del Norte.
Escuchemos aquí sendos temas del primero y el último.
De Daniels vamos con The South’s Gonna Do it Again, un tema correspondiente a su álbum Fire on the Mountain (1974). El título hace referencia a la frustración que a veces azota a los sureños, derrotados en la guerra de Secesión. La letra, sin connotaciones políticas, homenajea a distintos grupos del Sur; y, cuando el Ku Klux Klan se intentó apropiar de ella para una serie de anuncios en la radio, Charlie Daniels amenazó con demandarles y tuvieron que retirar la campaña.

Ahora le llega el turno a Randy Travis, que estuvo acompañado en el acto por su mujer y que sigue recuperándose de un derrame cerebral sufrido en 2013 que le dejó numerosas secuelas. Escuchamos de él On the Other Hand, escrita por Paul Overstreet y Don Schlitz y grabada por primera vez por Keith Whitley en su álbum L.A. to Miami (1985). Ese mismo año lo hizo Randy Travis en Storms of Life. Las dudas del narrador para abandonar a su pareja, ese es el tema.

The Silver Tongued Devil and I. Kris Kristofferson, 1971

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Escuchemos hoy algunos temas del segundo álbum de Kris Kristopherson. Cuando salió este disco, el compositor ya había conseguido sus éxitos más sonados –Me and Bobby McGee, Sunday Morning Coming Down, For the Good Times o Help me make it through the night–, y había mucha expectación por conocer su segundo trabajo. A mi juicio, no decepcionó, y se ganó con creces su reputación como uno de los mejores compositores de su tiempo. Publicado por Monument Records en 1971, fue reeditado por primera vez en CD en 1988.
En primer lugar, os dejo con el tema que da título al disco, The Silver Tongued Devil and I. El narrador está en un bar intentando iniciar una conversación con una muchacha, cuando aparece un diablo con mucha labia, que esconde sus intenciones bajo una sonrisa de santo y se la quita. Hay quien asegura que ese diablo es su doble o incluso él mismo.

Good Christian Soldier fue escrita por Bobby Bare y Billy Joe Shaver. Habla del hijo de un predicador, que solía rezar para llegar a ser un buen soldado cristiano. Tras ser reclutado, reza ya para vivir otro día, porque “es difícil ser un soldado cristiano cuando llevas un arma”.

Lovin’ Her Was Easier fue uno de sus mayores éxitos, además de la única canción del disco que apareció en single. El tema fue también grabado por Roger Miller en The Best of Roger Miller y por Waylon Jennings en The Taker/Tulsa. Escuchemos la original de Kristofferson.

En Billy Dee, nos presenta la historia de una persona que cae en el mundo de las drogas –“intentaba satisfacer una sed a la que no podía dar nombre y era empujado hacia las tinieblas por el diablo que corría por sus venas”– y al final que termina muriendo de sobredosis. Mucho se ha especulado sobre a quién se refiere la letra: Janis Joplin, Jimi Hendrix… Desgraciadamente, es una historia universal.

The pilgrim, chapter 33 es una canción sobre el aislamiento y la soledad. Martin Scorsese, que tiene muy buen oído, la utilizó en el guion de Taxi Driver, cuando Betsy (Cybill Sheperd) le dice a Travis Bickle (Robert De Niro), a propósito de sus contradicciones: “Es un profeta, un traficante, mitad verdad, mitad ficción… una contradicción andante”. Otros artistas, como Emmylou Harris o Willie Nelson, versionarían también el tema.

El disco termina con Epitaph, dedicada a Janis Joplin, que había fallecido en octubre de 1970.

Help me make it through the night. Kris Kristofferson, 1970

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Hoy os traigo una de las mejores baladas que se hayan escrito nunca en la música country. Se la debemos a Kris Kristofferson, de quien ya escuchamos no hace mucho Me and Bobby McGee. La escribió mientras estaba alojado como invitado en casa de Dottie West y su marido. De hecho, al escribirla se la ofreció a West para que la grabara, pero esta no quiso aduciendo que resultaba demasiado sugerente. Al final lo hizo (y después escucharemos su versión), y declaró que había sido un gran error no haber sido la “pionera”.
La letra habla de la necesidad que siente un amante de que su pareja le ayude a pasar la noche. No le importa si esto está bien o está mal. Lo único que sabe es que “esta noche necesito una amiga”, porque “es muy triste estar solo”. La inspiración para escribir la canción, o por lo menos para dar con el título, le llegó a Kristofferson tras leer una entrevista a Frank Sinatra en Esquire, en la que este decía que él creía en cualquier cosa que le ayudara a pasar la noche, ya fuera una botella de alcohol o la Biblia.
Escuchemos primero la versión del autor, Kris Kristofferson.

El rey, Elvis Presley, hizo su particular versión en 1971.

Ese mismo año Joan Baez se lanzó a grabarla en su álbum Blessed Are…

Otra voz femenina que se atrevió con este clásico fue Sammi Smith.

Johnny Cash la incluyó en el disco que grabó en Suecia, På Österåker (1972).

Ahora le toca el turno a Loretta Lynn y su disco I wanna be free.

Como os prometía antes, esta es la versión de Dottie West.

La cantante franco-canadiense Claude Valade adaptó la canción al francés con el título Aide-moi à passer la nuit (1975).

Willie Nelson la incorporó también a su repertorio.

En 2005, una de las mejores voces femeninas de nuestros días, Martina McBride, la cantó en directo en la entrega de premios de la Asociación de la Música Country.

La última versión que os traigo es muy reciente, de 2011. Lee Ann Rimes la interpreta en su álbum Ladies and Gentlemen.

Me and Bobby McGee. Kris Kristofferson y Fred Foster, 1969

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Hoy vamos a disfrutar de una de las canciones más emblemáticas de Kris Kristofferson y, sin duda, también de la última parte de la década de los 60.
Kristofferson declaró que una de sus fuentes de inspiración fue la película La Strada (1954), de Federico Fellini, y que en realidad el título se le ocurrió al co-autor, Fred Foster, quien utilizó el nombre de un compañero suyo de trabajo, Bobby McKee, a quien la letra cambió de sexo para transformarlo en la novia del narrador (con la grafía McGee).
La canción trata sobre dos novios viajeros que recorren el país haciendo autostop, desde Baton Rouge –la capital de Louisiana– hasta la soleada California, pasando por las minas de Kentucky. En el condado californiano de Salinas, la pareja se separa, lo que el narrador no tarda en lamentar: “Cambiaría todas mis mañanas por un solo ayer abrazando el cuerpo de Bobby al lado del mío”. La libertad, añade, no es más que un sinónimo para “no tener nada que perder”.
En primer lugar, escuchemos a Roger Miller, el primero en grabarla en 1969.

Ese mismo año la versión de Kenny Rogers y su grupo, la First Edition, nos regaló esta versión.

El tema traspasó las fronteras y llegó a Canadá de la mano de Gordon Lightfoot en 1970.

Su autor, Kris Kristofferson, también la grabaría en 1970.

Una de las versiones que más contribuyó a popularizarla fue la de Janis Joplin en su álbum Pearl (1970). El tema salió como single y se convirtió en el único número 1 de su carrera al año siguiente –desgraciadamente póstumo: Joplin falleció ese mismo año–. La cantante tuvo una relación con Kristofferson, lo que dio pie a conjeturar que la canción fue escrita para ella, un extremo que este negó.

Escuchemos la canción en la voz de otra cantante femenina, Dottie West (1971).

Johnny Cash la incluyó en un disco en directo presentado en Suecia, På Österåker (1972).

Waylon Jennings le dio su toque personal dentro de su disco Lonesome, On’ry and Mean, en 1973.

Para acabar, escuchemos a Willie Nelson en su versión del álbum Willie Nelson Sings Kristofferson (1979).

Kris Kristofferson, un yankee en Oxford

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De ascendencia sueca, Kristoffer Kristofferson nació en Texas en 1936. Fue educado en la tradición militar de su abuelo y su padre y, a mediados de los años 50, ingresó en el ejército alcanzando el rango de capitán. Era un buen estudiante y, gracias a una beca que obtuvo en el instituto donde estudiaba, pudo ir a Oxford, lo que le valió, entre sus seguidores británicos, el sobrenombre del título.
A mediados de los años sesenta, abandonó el mundo castrense y se trasladó a Nashville para dedicarse a la música country. Encontró trabajo como barrendero en los estudios Columbia, donde Johnny Cash se fijó en sus dotes para la composición. Su éxito le llegó, no obstante, años más tarde. En 1967, firmó con Epic Records y sacó su primer single. En los años siguientes, compuso sus canciones más emblemáticas: For the Good Times, Sunday Morning Coming Down, Me and Bobby McGee o Help Me Make it Through the Night.
En 1973, en lo más alto de su carrera, se casó con la estrella country Rita Coolidge, e intervino en la película Pat Garrett y Billy el Niño (Sam Peckinpah, 1973), y, más tarde, en Alicia ya no vive aquí (Martin Scorsese, 1974), Ha nacido una estrella (Frank Pierson, 1976), por la que obtuvo un Globo de Oro, o La puerta del cielo (Michael Cimino, 1980). En 1985, su carrera se revitalizó tras unirse profesionalmente a Waylon Jennings, Willie Nelson y Johnny Cash para formar el grupo The Highwaymen, con el que sacó uno de los álbumes icónicos de la música country, Highwayman.
En 2004 entró en el Salón de la Fama de la Música Country y, en la actualidad, se encuentra rodando una miniserie llamada Texas Rising, cuyo estreno está previsto para el año que viene.
Hace poco más de veinte días, en el blog La Guitarra de las Musas, que os recomiendo a todos, escuchamos una de sus grandes canciones, For the Good Times (cuya entrada podéis visitar aquí). Para no repetir, y dado que Kris Kristofferson tiene en su haber muchos temas de altura, escuchemos aquí Sunday Morning Coming Down, una canción de 1969 que cuenta con multitud de versiones.
El protagonista afronta una resaca un domingo por la mañana. La cerveza que ha tomado para desayunar no le ha sentado nada mal, y se ha tomado otra de postre. Para Kristofferson, esta es una canción muy especial, ya que le abrió muchas puertas y le permitió dejar de trabajar para ganarse la vida.
Os dejo con su versión, perteneciente al disco de debut Kristofferson (1970).

Johnny Cash la incluyó en The Johnny Cash Show.

El primero en grabarla fue Ray Stevens (1969), en su LP Have a Little Talk with Myself.

Jerry Lee Lewis nos obsequió con esta versión de 2010 para su álbum Mean Old Man.

La última vez que se grabó fue en el disco Remember Me Vol. 1, de Willie Nelson (2011).