Resumen de 2019

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El año que acabamos de cerrar ha visto cómo la música country –y su estilo asociado, el bluegrass– sigue ocupando un lugar destacado en las tendencias actuales. He seleccionado los singles aparecidos este año que, en mi opinión, podrían ser considerados clásicos del country en un futuro.

Heartache Medication, de Jon Pardi. Este californiano de 34 años sacó en septiembre este single catalogado como de country neotradicional.

Put the Hurt On Me, de Midland. Mark Wystrach, Jess Carson y Cameron Duddy formaron este grupo en 2016. Hasta la fecha, han sacado dos álbumes. Al segundo de ellos, Let it Roll, aparecido en agosto, pertenece este tema.

Ride me Back Home, de Willie Nelson. El incombustible Willie mantiene, a su edad, el ritmo de un álbum por año (y a veces más). El tema que da título a su último trabajo es este.

Take the Journey, de Molly Tuttle. Nacida en 1993 es la aportación más joven de la lista. Guitarrista de gran renombre, en abril sacó un nuevo disco, When You’re Ready, al que pertenece este tema que ha sido nominado en la Asociación de Música Bluegrass.

I Hear Bluegrass Calling Me, de Carolina Blue. Este grupo bluegrass de nueva creación viene pisando fuerte. Como prueba escuchad este I Hear Bluegrass Calling Me.

Acres of Diamond, de Joe Mullins. Se trata de un tema de góspel-bluegrass en el que se dice que tener a Jesús es mucho más enriquecedor que tener acres de diamante o montañas de oro, ríos de plata y “joyas sin cuento”.

Raised on Country, de Chris Young. En este tema de country-rock Chris rinde homenaje a los grandes artistas de country con los que ha crecido: George Strait, Merle Haggard, Willie Nelson, Joe Diffie …

Nobody but You, de Blake Shelton y Gwen Stefani. Este tema corresponde al último trabajo de Blake Shelton, God’s Country, en el que hace un dúo con su pareja actual, Gwen Stefani.

Every Little Honky Tonk Bar, de George Strait. El Rey del country ha editado un nuevo trabajo, Honky Tonk Time Machine, que presentó el pasado mes de febrero.

What Could’ve Been, de Gone West. El grupo formado por Colbie Caillat, Jason Reeves, Nelly Joy y Justin Kawika Young habla aquí de una pareja cuya relación terminó hace años y se pregunta qué podría hacer pasado si hubieran actuado de forma diferente.

En el capítulo referente a personalidades de country fallecidas encontramos a:

Harold Bradley. El 31 de enero moría a los 93 años uno de los más famosos guitarristas de la música country, que trabajó con lo más granado del género: Hank Williams, Ernest Tubb, Patsy Cline o Willie Nelson, por citar a algunos.

Fred Foster. El 20 de febrero falleció a los 87 años este gran productor que, además, coescribió el éxito Me and Bobby McGee. En su primera faceta, trabajó con Roy Orbison y en los principios de su carrera con Willie Nelson y Dolly Parton.

Mac Wiseman. Unos días después nos dejaba uno de los últimos clásicos del bluegrass, Mac Wiseman, que empezó su carrera a principios de los 50 con los grandes nombres del bluegrass, Lester Flatt, Earl Scruggs o Bill Monroe.

Earl Thomas Conley. Una de las voces más autorizadas del country en la década de los 80 nos decía adiós en abril a la edad de 77 años.

Busbee. En la plenitud de su carrera (hacía solo unos meses que había creado un sello propio), nos abandonaba, a finales de septiembre, este productor. Trabajó con Keith Urban, Lady Antebellum o Maren Morris, entre otros. Tenía 43 años.

Como todos los años, tres han sido las personalidades que han entrado en el Salón de la Fama de la Música Country:

Jerry Bradley. El hijo de Owen Bradley –y sobrino de uno de los fallecidos de este año, Harold Bradley– se ha dedicado a la producción musical, y a los 79 años ha obtenido este honor.

Ray Stevens. Su prolífica carrera, dedicada al country y al pop, se ha visto coronado con un lugar en el Salón de la Fama de la Música Country.

Brooks & Dunn. Este dúo formado por Kix Brooks y Ronnie Dunn ha sido seleccionado en la categoría de country actual. Siguen en activo y este año han sacado su último disco, Reboot.

Las mejores canciones country de cada década

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El título de esta entrada puede resultar un tanto ambicioso: con tanta producción, es de todo punto imposible elegir una sola canción por década. La lista que he preparado es, por tanto, muy subjetiva y probablemente mañana elegiría otras. Me he circunscrito al siglo pasado por aquello de que es difícil juzgar a nuestros contemporáneos como clásicos hasta que no pase el tiempo suficiente. Venga, sin más, vamos ya con la lista.

Años 30: Tumbling Tumbleweeds. La música country empezaba a hacerse popular en esa década gracias sobre todo a la difusión que ofrecía la radio. He elegido una canción de western music compuesta por Bob Nolan y lanzada a la fama por el grupo Sons of the Pioneers. La letra compara la vida de un cowboy con la de las plantas rodadoras del desierto, que van “dando tumbos”.

Años 40: Lovesick Blues. Para la siguiente os traigo un tema en nombre de Hank Williams. No lo compuso él –su origen habría que buscarlo en los años 20–, pero fue su primer single de éxito en 1947.

Años 50: El Paso. En 1959 Marty Robbins triunfó con este tema puramente “del oeste” en el que un cowboy se enamora de una chica mexicana, reta a un duelo a otro hombre que también flirtea con ella y lo mata. Pero su destino también es trágico, pues una bala lo alcanza cuando está despidiéndose de su amada.

Años 60: Ring of Fire. Se trata de una de las canciones más populares de Johnny Cash, en la que compara al amor con un anillo de fuego del que es imposible escapar.

Años 70: I Can Help. En 1974, Billy Swann compuso esta canción acerca de un hombre que ofrece su ayuda a la mujer de la que está enamorado. Su rica instrumentación, con el teclado y la guitarra acústica, hizo de ella el éxito más rotundo de Swann, cuya carrera no volvió a alcanzar estas cotas.

Años 80: Highwayman. The Highwaymen, un grupo formado por cuatro grandes, Willie Nelson, Kris Kristofferson, Merle Haggard y Johnny Cash, se mantuvo junto el tiempo suficiente para romper moldes en la música country de esta década. La canción está contada por varios personajes ya fallecidos –un salteador de caminos, un marinero, un constructor de la presa Hoover en los años 30 y un piloto de una nave espacial–, que recuerdan cada uno sus hazañas.

Años 90: Chattahoochee. Para la última década del siglo, he escogido una canción de corte muy alegre de Alan Jackson en la que el protagonista recuerda sus experiencias de juventud a orillas del río Chattahochee, cuyas aguas discurren por Georgia, Alabama y Florida.

 

Sing Me Back Home. Merle Haggard, 1967

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Lo que podríamos etiquetar como género carcelario cuenta con bastantes ejemplos en la música country. Éste es uno de ellos. Su autor, Merle Haggard, hablaba por experiencia propia.

El trauma por la muerte de su padre lo marcó en su juventud: pasó por varios reformatorios e incluso por la cárcel, acusado de delitos menores; su condena más larga, en San Quintín, siguió a un robo frustrado.

La letra de Sing me Back Home nos presenta a un recluso que ve cómo los guardias conducen a otro reo a cumplir su sentencia de muerte. El narrador suele tocar la guitarra para pasar el rato, y el hombre que va a morir pide a los guardias, como último deseo, que permitan que su amigo “el guitarrista” le toque una canción que le recuerde a su hogar. El título lo dice todo: “Llévame cantando de vuelta a casa”. Entonces, el protagonista recuerda que un coro de góspel fue a la prisión la semana anterior para entretener a los presos y que el condenado a muerte se emocionó con una que solía cantar su madre.

La versión original de Merle Haggard y su grupo, The Strangers, apareció en 1967 y se convirtió en su tercer número 1 tras I’m a Lonesome Fugitive y Branded Man.

Los Everly Brothers la incluyeron en su álbum Roots (1968).

George Jones la incorporó a Kickin’ Out the Footlights Again (2006).

Don Williams la grabó en Reflections (2014).

Suzy Bogguss dedicó un disco a Merle Haggard en 2014 en el que versionó parte de su discografía. A Lucky pertenece su versión de este tema.

Working Man’s Poet: A Tribute to Merle Haggard, un álbum aparecido en 2014, reunió a varios artistas country para interpretar los temas más conocidos de Merle. El hijo menor de éste, Ben, de 26 años, que ha seguido los pasos de su padre, eligió Sing Me Back Home. Con ella se cierra el álbum.

 

 

 

 

 

El silbato del tren (VII)

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Seguimos el viaje con uno de los primeros éxitos de Johnny Cash, Hey Porter (1955). El narrador se encuentra muy ilusionado por volver a su hogar en tren y se dirige repetidamente al mozo para transmitirle su emoción. Esta es la versión de Marty Stuart.

Nada menos que 21 semanas se mantuvo esta canción como número 1 en las listas. Se trata de I’m Moving On (1950), de Hank Snow. Su éxito hizo que ese mismo año Snow se uniera al elenco del Grand Ole Opry. Hoy la escuchamos en la voz de Roy Acuff. La letra habla del deseo del protagonista de mantenerse siempre en movimiento.

En 1969 Jack Clement compuso I’ve Got a Thing About Trains, y Johnny Cash la grabó el año siguiente en Hello, I’m Johnny Cash. De corte nostálgico, el protagonista se lamenta de que actualmente los trenes hayan perdido el romanticismo de antaño.

Jimmie the Kid es un homenaje que Merle Haggard rindió a Jimmie Rodgers, en el que alude a su profesión de ferroviario que, en sus ratos libres, componía música country y se convirtió como sin quererlo en un gran maestro del yodel.

Clear as Day. Scotty McCreery, 2011

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De vez en cuando los concursos televisivos sirven para lanzar la carrera de ciertos artistas. Este fue el caso de Scotty McCreery, que ganó la décima edición de American Idol. Nada más coronarse como vencedor, firmó un contrato discográfico con Mercury Nashville –aunque tuvo que esperar unos meses para cumplir los 18– y sacó su disco de debut.
Clear as Day se convirtió en toda una sensación y llegó a vender unas 200.000 copias en su primera semana. McCreery se convirtió en la persona más joven en llegar a lo más alto de las listas con su primer trabajo. Cuando lo presentó, dijo sobre él: «Tiene algunos elementos e influencias del country clásico, pero también canciones contemporáneas. Es una buena mezcla. Se pueden detectar influencias con las que crecí, como Hank Williams, Conway Twitty o Merle Haggard, pero aun así tiene un giro contemporáneo que le da plena actualidad».
El primer single que apareció fue I Love You This Big, obra de Brett James, Ester Dean, Jay Smith y Ronnie Jackson.

A este le siguió The Trouble with Girls, escrita por Chris Tompkins y Philip White.

Su tercer single, Water Tower Town, describe una ciudad sureña y es una de las canciones más animadas del disco.

La que le da título es una de las favoritas del cantante; la compusieron Casey Beathard, Phil O’Donnell y Adam Wheeler.

El disco también incluye una versión de Walk in the Country, que popularizara Keith Urban. En ella, el narrador invita a su novia a adentrarse en el campo con él.

Escuchemos el original de Keith Urban (1997) con el grupo The Ranch. Vernon Rust colaboró con el propio Urban para escribir el tema.

Blaze, el outlaw country llega al cine

 

blaze foley
El próximo 24 de mayo se estrenará en España un biopic (#BlazeFilm) sobre Blaze Foley –cuyo nombre real era Michael David Fuller–, un artesano de la música country relativamente desconocido en España. Buen amigo de Townes van Zandt y admirador de Red Foley, tomó de éste su nombre artístico.
película, dirigida por Ethan Hawke, llegará a la gran pantalla de la mano tanto de Twelve Oaks Pictures (#12oakspictures) como de Elamedia Estudios (@elamedia) y está protagonizada por Ben Dickey, quien da vida al músico, y Alia Shawkat, que interpreta a su pareja, Sybil Rosen. Los papeles secundarios corren a cargo del ganador del Oscar Sam Rockwell, Charlie Sexton –como Townes Van Zandt– y Kris Kristofferson, en el papel del padre de Blaze.
Basada en el libro de memorias Living in the Woods in a Tree: Remembering Blaze, de Sybil Rosen, la cinta recrea la intensa vida de Foley desde su infancia en San Antonio (Texas) hasta su prematura muerte, a la edad de 39 años, en 1989, fecha en la que salió al mercado su disco más popular, Live at the Austin Outhouse (And Not There).
La película aspira a descubrir al gran público la figura de un gigante de la música y cuenta con una excepcional banda sonora que, sin duda, entusiasmará a los amantes del country y a los que todavía no lo son. Escuchemos algunos de los temas más inolvidables de este artista.
Una de las primeras canciones que escribió fue If I Could Only Fly (1977), que lanzó en single dos años después.

Otros dos grandes del outlaw country, Willie Nelson y Merle Haggard, la grabaron a dúo en Seashores of Old Mexico (1987).

Clay Pigeons pertenece al citado disco Live at Austin Outhouse.

John Prine versionó esta canción en Fair and Square (2005).

En Estados Unidos la película se estrenó en enero de 2018 en el festival de Sundance y, como parte de la promoción, el actor que encarna a Blaze Foley, Ben Dickey, nos regaló su propia versión del tema.

Carl Belew, del Louisiana Hayride al estrellato

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El protagonista de hoy nació en Oklahoma en 1931. Su niñez y adolescencia coincidieron con los peores años de la Gran Depresión, período durante el cual tuvo que hacer múltiples trabajos para sostener económicamente a su familia.
Carl buscó refugio en la música y muy pronto aprendió a tocar la guitarra. Debutó en el programa radiofónico Louisiana Hayride, especializado en country, y firmó su primer contrato discográfico en 1955 con Four Star Records. En este sello trabajaba, a la sazón, Patsy Cline, la primera en grabar las composiciones de Carl Belew. De ahí dio el salto a Nashville, donde empezó a trabajar para Decca Records. Más recordado como compositor que como solista, entre los cantantes que grabaron sus temas cabe citar a Skeeter Davis, Don Gibson, Jim Reeves, Leon Russell, Gene Vincent, todos de country; o Andy Williams, Engelbert Humperdinck o la actriz Debbie Reynolds, de otros géneros. En 1976, entró en el Salón de la Fama de Compositores de Nashville y murió en 1990. Escuchemos algunas de sus composiciones.
Su primer single fue también uno de sus mayores éxitos. Hablo de Am I That Easy to Forget, escrita por él y W. S. Stevenson, seudónimo de Bill McCall. Un hombre no puede concebir que su amada se marche con otro y se pregunta retóricamente si es que él es tan fácil de olvidar.

Escuchemos la versión de Jim Reeves, el cantante «de la voz de terciopelo», publicada póstumamente en 1973.

Crystal Chandelier fue escrita por Ted Harris y Belew la incluyó en Twelve Shades of Belew (1965).

La versión más conocida de esta canción es la de Charley Pride.

El primer éxito importante de su carrera fue Stop the World and Let Me Off (1957); en esta canción, el protagonista «ha jugado el juego del amor y perdido». Está tan deprimido, que quiere que «paren el mundo y le dejen salir».

Entre las versiones de este clásico, la de Merle Haggard es sensacional.

La de Waylon Jennings pertenece a su disco en directo Waylon Live.

Más recientemente, en 2003, Dwight Yoakam la grabó en I’ve always been crazy: Tribute to Waylon Jennings.

Remember Me, I’m the One Who Loves You. Stuart Hamblen, 1950

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Uno de los primeros cowboys cantantes fue Stuart Hamblen, quien, con poco más de 40 años, escribió este tema. Dentro de su discografía, representa casi una excepción, ya que es una de las pocas de carácter no religioso que escribió. Después de sus problemas con la bebida, Hamblen sufrió una conversión religiosa y decidió seguir los pasos de su padre, pastor metodista.
Volviendo al tema, este fue su primer single y gozó de muy buena acogida: fue una de las canciones más escuchadas de 1950. La letra es toda una declaración de intenciones: el protagonista promete estar al lado de su amada en todo tipo de situaciones.
Escuchad la versión original de Hamblen.

Ese mismo año (1950), la grabó Ernest Tubb.

Merle Haggard la incluyó en su álbum The Way I am (1980).

El disco con el que debutó Johnny Cash fue Johnny Cash with his hot and blue guitar (1957). A él pertenece su versión de Remember Me.

La interpretación más reciente que os traigo es la de Willie Nelson en su disco Remember Me Vol. 1 (2011).

It’s Been So Long, Darling, 1945

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La primera mitad de los 40 resultó muy fructífera para la carrera de Ernest Tubb. En 1941 saltaba a la fama con Walking the Floor Over You (todo un emblema del honky-tonk que podéis escuchar aquí), dos años más tarde entraba en el Grand Ole Opry y gozó de dos números 1 en la lista de los más vendidos: Soldier’s Last Letter (1944) –también escuchada aquí-y esta que vamos a escuchar, escrita por él mismo.
Haciendo gala de honestidad y sentido del humor, Tubb reconocía que no cantaba especialmente bien. En una entrevista dijo que el 95% de los hombres que escuchaban sus canciones en los bares podrían fácilmente decirle a sus novias: «Yo canto mejor que él», y probablemente tendrían razón.
La letra nos habla de alguien que después de mucho tiempo regresa exultante a casa con su amada. Aunque no se dice la causa de la larga y forzada separación, es de suponer que es debido a la guerra –estamos en 1945–, lo que acrecentó su popularidad.
Os dejo con la versión original de Ernest Tubb en 1945.

El canadiense afincado en Estados Unidos Hank Snow la incluyó en Country and Western Jamboree (1957).

Con un acompañamiento orquestal, Eddy Arnold la versionó en Let’s Make Memories Tonight (1961).

La versión de un joven Glen Campbell en Too late to worry… too blue to cry (1963) bebe, como la anterior, del sonido Nashville.

Una de las mejores versiones fue la de Loretta Lynn en su álbum I Like’em Country (1966).

Merle Haggard la recuperó años después para The way I am (1980).

Hank Cochran, un compositor muy prolífico

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Nuestro protagonista de hoy nació en 1935. Después de una infancia complicada en la que sufrió diversas enfermedades –los médicos lo desahuciaron más de una vez–, salió adelante gracias, en parte, a la música. Su tío Otis solía llevarlo con él en sus múltiples viajes por la geografía americana y le enseñó a tocar la guitarra, estampa que quizá sirviera de inspiración a Clint Eastwood para su película El aventurero de medianoche.
A los 24 años decidió buscar fortuna en el country. Desde su Misisipi natal viajó a Nashville en autoestop y el azar quiso que conociera a otro de los mejores compositores que ha dado el country, Harlan Howard.
Con él escribió I Fall to Pieces –ya escuchada aquí, interpretada por Patsy Cline– y, desde entonces, su nombre empezó a sonar con fuerza en el panorama. A finales del mismo año, 1960, compuso uno de sus mayores éxitos en solitario, Make the World Go Away –también escuchada aquí–, la canción más recordada de Eddy Arnold. George Strait, Merle Haggard, Ronnie Milsap o Mickey Gilley fueron algunos de los cantantes que grabaron sus canciones, y su intervención fue decisiva, además, para convencer a los jefes de su sello de que contrataran como compositor a Willie Nelson. Murió en 2010. En 2014 entró a título póstumo en el Salón de la Fama de la música country.

Aunque su faceta como compositor fue lo más destacable de su carrera, también interpretó sus propias canciones y sacó algunos discos. Escuchemos su primer single y, a la vez, su mejor posición en las listas, si bien se quedó en un discreto vigésimo puesto. Sally was a good old girl (1962) es una animada canción en la que el narrador recuerda a su primer amor, a la que define como una buena chica. El tema fue escrito por su amigo Harlan Howard y Cochran lo incluyó en Going on Training (1965).

Ahora, Buck Owens en su disco On the Bandstand (1963).

Waylon Jennings la versionó en su álbum de debut, JDs (1964).

Veamos esta interpretación de Roy Clark en la televisión en 1969.

Y ahora que está a punto de cumplirse el primer aniversario de su muerte, termino con Fats Domino, que la grabó en clave rock en 1968.