Razzy Bailey, fusión entre el country y el blues

razzy bailey
Rasie Bailey -conocido como Razzy- nació en 1939 en Alabama, estado sureño donde los haya. Su asalto a la música fue precoz, aunque intermitente debido a sus responsabilidades familiares. A los diez años hizo sus primeras grabaciones y, a los 15, ya dirigía el grupo de música de su instituto, The Future Farmers of America.
En 1966 tuvo lugar su debut profesional cuando grabó su propia composición, 9.999.999 Tears. Aunque el éxito cosechado por este single fue modesto, le animó a seguir su carrera y fundó a continuación el grupo Daily Bread, al que siguió otro llamado The Aquarians. Con su siguiente trabajo, I Hate Hate, sí que consiguió el éxito que hasta entonces le había sido esquivo. Fue contratado por MGM Records, donde se dio a conocer como compositor, hasta que otra de las grandes discográficas, RCA, se lo arrebató y se hizo con sus servicios. Con ellos empezó su época dorada. Su estrella, no obstante, empezó a declinar a partir de mediados de los 80 y se fue retirando paulatinamente de la música. Vamos ahora con algunas de sus grabaciones.
En primer lugar, escuchemos 9.999.999 Tears (1966).

Diez años más tarde, Dickey Lee la versionó y la catapultó al número 3 de las listas.

Su primer gran éxito fue What Time do you have to be back to heaven?, perteneciente al disco If Love Had a Face (1978). La letra nos habla de un hombre que considera a su pareja un ángel y le pide que retrase su vuelta al cielo para quedarse con él.

Una de sus canciones más recordadas fue Friends (1981), escrita por Johnny Slate y Danny Morrison y que pertenece al disco Makin’ Friends.

Bailey es conocido fundamentalmente por acercarse desde una perspectiva country al sonido R&B. Como muestra de ello, os dejo con su versión del conocido tema de Wilson Pickett In the Midnight Hour, que grabó en 1984, veinte años después de que la lanzara Pickett.

Otro ejemplo de esta aproximación al R&B es este I Keep Coming Back. Obra de Jim Hurt, Johnny Slate y Larry Keith, Bailey la incluyó en su disco Razzy (1980) y llegó a ser su segundo número 1.

Red Sovine o el country de camioneros

red sovine

Woodrow Wilson Sovine (1917-1980) era pelirrojo y por eso adoptó el sobrenombre de Red. Su carrera musical empezó a finales de los años 30, cuando se asoció con Johnnie Bailes. El grupo que formaron, The Singing Sailors, no tuvo demasiado éxito y cada uno se acabó yendo por su lado: Bailes se unió a sus hermanos –aquí podéis ver la entrada que dediqué a los Bailes Brothers– y Red continuó su carrera en solitario con un nuevo grupo, The Echo Valley Boys. Empezó a actuar en el Louisiana Hayride y conoció a la gran estrella del momento, Hank Williams, quien le abrió las puertas de MGM Records. Cuando Williams dio el salto al Grand Ole Opry, Sovine asumió la responsabilidad de llenar el hueco dejado por él en el Louisiana Hayride. Entonces Red se buscó a otro mentor: Webb Pierce, con quien grabó el dúo Why Baby Why, su primer número 1.

El terreno estaba abonado para que lo invitaran a formar parte del Grand Ole Opry, lo que sucedió poco después. Nuestro protagonista nunca olvidó la ayuda que le habían brindado para triunfar en la música y él se propuso hacer lo propio con jóvenes aspirantes: el caso más conocido fue el de Charley Pride, en aquel entonces jugador de béisbol y que terminaría siendo un emblema del country. A mediados de los años 60, empezó a grabar canciones de este género, donde los protagonistas solían ser camioneros –un público muy fiel a este tipo de música–. Sovine las recitaba, acompañadas por una melodía compuesta por él mismo. Entre ellas destacaría Giddy Up Go, Phantom 309 o Teddy Bear.

Escuchemos dos temas de su producción discográfica, uno del principio de su carrera y otro del final.

Uno de sus primeros éxitos fue Missing You (1955), escrita en colaboración con Dale Noe. Se trata de una balada en la que el protagonista echa de menos a su amada.

Dos años más tarde la grabó su amigo Webb Pierce. Escuchémosle.

La grabación de Jim Reeves apareció póstumamente en 1972.

Sovine también hizo multitud de versiones de canciones de otros artistas. Una de ellas fue Lay Down Sally (1978), que había sido escrita por Eric Clapton.

Como hermanos (IX): Osborne Brothers

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Brother in old town of Prague

El bluegrass es un subgénero que se ha prestado siempre a las parejas de hermanos. El de hoy es un buen ejemplo de ello. Los hermanos Osborne –Sonny, 1937, y Bobby, 1931–, nacieron en Kentucky y ya están prácticamente retirados.

Tras el paso de Bobby por la guerra de Corea, iniciaron su asociación profesional. En 1956 firmaron su primer contrato serio con MGM Records. Eran muy creativos y siempre estaban experimentando con nuevos instrumentos, lo que los llevó a contratar a multitud de artistas del dobro, el tambor, el fiddle, el banjo, la mandolina, la guitarra o el contrabajo.

En 1964 entraron en el Grand Ole Opry y tres años después consiguieron su mayor éxito con Rocky Top, ya escuchada aquí. En 2005 decidieron poner fin a su colaboración, aunque Bobby ha continuado su carrera en solitario con el grupo Rocky Top X-Press y su último disco, Original, vio la luz en 2017, ¡a sus 85 años!

Con MGM Records grabaron Ruby Are You Mad (1956), que alcanzó gran popularidad en los círculos del bluegrass, aunque hasta dos años después no conseguirían entrar en las listas. Fue la primera vez que en el bluegrass aparecían simultáneamente dos banjos.

Su primera entrada en las listas fue Once More (1958), un tema escrito por Dusty Owens en el que el narrador desea estar una vez más con su amada.

En 1963 firmaron con Decca Records. Con ellos grabaron The Kind of Woman I Got (1966), un tema humorístico en el que protagonista se lamenta de la mujer que le ha tocado en suerte: «No eres el tipo de mujer que quería, pero eres el tipo de mujer que me tocó».

Boudleaux y Felice Bryant compusieron para ellos Tennessee Hound Dog (1969).

Otra de sus canciones más emblemáticas fue Georgia Pineywoods (1971). En su letra el narrador echa de menos su casa en los bosques de pinos de Georgia.

En 1972, los Osborne Brothers fueron contratados por MCA. De 1973 es este Blue Heartache, obra de Paul Craft que los hermanos incluyeron en Fastest Grass Alive.

 

Setting the Woods on Fire. Fred Rose y Edward Nelson

setting the woods
Hoy vamos a escuchar una de las canciones de Hank Williams que se considera precursora del rockabilly, estilo que probablemente hubiera seguido cultivando de no haber muerto al año siguiente.
Hank solo la interpretó. Sus autores fueron Fred Rose, productor suyo, y Edward Nelson, un compositor cuya carrera había empezado en los años 20 en el Tin Pan Alley, con el jazz, y que luego pondría sus miras en el country.
Williams la grabó en junio de 1952 en Nashville con su equipo de habituales: Jerry Rivers al fiddle, Don Helms a la steel guitar y Harold Bradley a la guitarra rítmica, y se especula con que la guitarra fuera la de Chet Atkins y el contrabajo el de Ernie Newton. El single, editado por MGM Records en septiembre de 1952, llegó al segundo puesto de la lista Billboard.

Escuchemos la versión de Jerry Lee Lewis para Sun Records en 1958, que no llegó a editarse.

Ahora, otra versión de ese mismo año que sí salió a la venta, la de Johnny Burnette, uno de los fundadores de Rock and Roll Trio.

George Jones la incluyó en su álbum George Jones Salutes Hank Williams (1960).

Porter Wagoner la versionó en A Satisfied Mind (1963).

Hank Williams Jr. y Lois Johnson la interpretaron a dúo en Removing the Shadow (1970).

El grupo británico Matchbox hizo una versión en 1978.

En 1994 el grupo de country rock The Tractors revitalizó este clásico de los 50 modernizando su sonido.

I Can’t Help it if I’m Still in Love with You. Hank Williams, 1951

i can't help it
Hank Williams consiguió otro single de éxito para MGM Records con este I Can’t Help You if I’m Still in Love With You, que grabó en Nashville en marzo de 1951.
La canción, hoy todo un clásico, comienza con un lamento de guitarra de Don Helms. El narrador no se hace a la idea de que su anterior pareja haya rehecho su vida: “No lo puedo evitar si todavía estoy enamorado de ti”.
Williams contó para este tema con la colaboración de sus habituales, los Drifting Cowboys, esto es, el citado Don Helms, Jerry Rivers, Bob McNett, Hillus Butrum y Ernie Newton.

Vamos ahora con una de las pocas apariciones de Hank Williams en televisión. En este vídeo, de abril de 1952, interpreta la canción con Anita Carter.

Linda Ronstadt nos brindó esta versión en su álbum Heart Like a Wheel (1974).

Patsy Cline la canta de una forma más lenta en Sentimentally Yours (1962) con los coros de The Jordanaires.

Ray Price, amigo de Hank, sacó un álbum versionando temas de este. Apareció en 1976 con el título Hank and Me.

A principios de su carrera musical, con apenas 19 años, Ricky Nelson la grabó en Ricky Sings Again (1959).

En la colección que Charley Pride dedicó a Hank Williams, There’s a Little Bit of Hank in Me (1980), también aparece esta canción. Escuchémosle en una aparición promocional en televisión.

Otro de los grandes del country, George Jones, la incluyó en su George Jones Salutes Hank Williams (1960).

El lado gospel de Hank

gospel hank
En el sur de Estados Unidos y en los años en que vivió Hank Williams, la religión era otra cosa. Era la misma cosa, pero elevada al cubo.
Hank nació en el seno de una familia baptista –su madre Lillie pertenecía a una comunidad de estudiosos de la Biblia– y no es extraño que en su repertorio incluyera numerosos temas gospel. El sufrimiento físico y su creciente dependencia del alcohol le hicieron apartarse de la doctrina cristiana, pero su fe siempre estuvo latente en su carrera.
Según confesó el propio Hank a Ralph Gleason en una entrevista en 1952, “mi madre era organista en Mount Olive, Alabama, y mis primeros recuerdos son estar sentado a su lado en el taburete del órgano y gritar. Tenía cinco o seis años y era más ruidoso que todos los demás”. Aquel año, 1952, unos meses antes de su muerte, conoció al padre Harold Purcell durante una de sus estancias en una clínica. Solían hablar y rezar juntos, y el cantante hizo algunos donativos para sus obras de caridad. Ambos morirían en menos de un año.
En vida, Williams no sacó ningún álbum específico dedicado al gospel –en realidad solo sacó dos–, pero tras su muerte fueron apareciendo varios.
El primero fue I Saw the Light en 1956, tres años después de su muerte. Su título recupera uno de los mayores éxitos de su carrera, ya escuchado aquí. Habría que esperar hasta nuestro siglo para poder disfrutar de otras compilaciones suyas en esta línea: Gospel According to Hank Williams (2005), The Unreleased Recordings: Gospel Keepsakes (2009), un recopilatorio de tres discos, Bound for the Promised Land (2011) y Sacred Songs II: The Unreleased Recordings (2013). Hoy escucharemos una selección de temas gospel de este icono del country.
En primer lugar, House of Gold, que apareció póstumamente en 1954. La letra, escrita por él mismo, incide en el tema de que la riqueza material es del todo inútil para alcanzar la salvación. “La gente roba, engaña y miente por las riquezas y lo que pueden comprar pero lo que no saben es que el día de Juicio Final todo el oro y la plata se derretirá. Prefiero vivir en una tumba oscura y profunda pero saber que mi alma se ha salvado antes que vivir en esta vida en una casa de oro, renegar de Dios y condenar mi alma”.

Build me a cabin in Gloryland es un tema gospel escrito por el compositor de Alabama Curtis Stewart. Lo encontramos en el álbum Sacred Songs II.

Otra canción escrita por Williams fue Jesus Died For Me, que antes había grabado Roy Acuff. Escuchemos a Hank evocando el momento de la crucifixión de Cristo.

En The Old Country Church, su autor, J.D. Summer, echa de menos sus años de niñez en la vieja iglesia del campo. He aquí a Hank Williams.

Según cuenta la leyenda, Where the Soul Never Dies fue escrita por William Lee Golden mientras estaba encarcelado por una condena de ocho años en 1915. Desde entonces ha sido grabada por numerosos artistas, entre ellos Hank Williams.

Angel of Death es una composición de Hank Williams que, como su propio nombre indica, habla de la muerte y de la necesidad de prepararnos para ella. “¿Puedes decir sinceramente en tu último aliento que estás preparado para encontrarte con el ángel de la muerte?”

Hank pudo escribir y grabar How Can You Refuse Him Now en 1950, aunque no salió al mercado hasta 1954, de la mano de MGM Records. En la letra se pregunta cómo se puede rechazar a Dios después de todo lo que sufrió en la cruz.

A principios de los 50, Walter Bales escribió Dust in the Bible, en la que lamenta la indiferencia de la sociedad por las enseñanzas de la Biblia. El tema comienza así: “Cuando fui a casa de unos amigos, no pude encontrar una Biblia entre todos sus libros y revistas. Cuando pedí que me trajeran una, para mi asombro estaba llena de polvo”.

I’m so lonesome I could cry. Hank Williams, 1949

Probablemente el tema de la soledad nunca haya sido mejor tratado en la música country como en este clásico de Hiram King –“Hank”– Williams.
Williams compuso la canción en 1949, como la cara B de un disco que también incluía un tema mucho más amable, My bucket’s got a hole in it (“Mi cubo tiene un agujero”). Editada por la MGM Records, para la que trabajaba desde 1948, la canción conocería multitud de versiones en las voces de Johnny Cash, Marty Robbins, Dottie West, Freddy Fender, Ray Charles o, últimamente, Amy Lee, quien la interpretó en directo en un concierto en 2012. Elvis Presley dijo de ella que era la canción más triste que había oído nunca.
Hank Williams compuso el tema no para ser cantado, sino recitado, en la línea de otros que realizó al principio de su carrera, cuando trabajaba con The Drifting Cowboys; si bien finalmente decidió añadirle música.
Basada en su relación con Audrey Sheppard, que se convirtió en su mujer y de la que se divorciaría en 1952 –un año antes de la muerte del artista–, la letra desgrana, a través de numerosas imágenes, la idea de la soledad, que compara con un pájaro cantor que está demasiado triste para trinar y volar o con la luna que se esconde tras las nubes para esconder su rostro y llorar.
El autor se lamenta de que nunca ha visto una noche tan larga, en la que el tiempo no pasa, sino que repta y se humilla. El tema finaliza cuando se pregunta dónde está su amada, momento en el que se siente tan solo que podría llorar.
Una letra, ya lo veis, digna de los poetas más sensibles, y es que no en vano Williams se ganó el sobrenombre del “Shakespeare hillbilly”.