Las aficiones musicales del presidente Bush

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El pasado sábado moría a los 94 años George H.W. Bush, que fuera presidente de Estados Unidos entre 1989 y 1993. Os preguntaréis qué relación puede tener esta noticia con la temática de nuestro blog. Pues bien, en más de una ocasión este mandatario mostró especial predilección por el country. De hecho, fue el único presidente que asistió in situ a la gala de los premios de la Asociación de la música country, cuando esta cumplía 25 años, en 1991.
La sensación del momento era Garth Brooks, que hizo casi pleno: mejor artista del año, mejor álbum por No Fences, mejor single por Friends in Low Places y mejor vídeo por The Thunder Rolls. Bush acudió a la cita acompañado por su mujer Barbara, fallecida en abril de este año, y al final de la velada Reba McEntire lo invitó a subir al escenario.
Este es el vídeo que recoge las declaraciones del presidente en aquella coyuntura:

Para quienes no estéis familiarizados con el inglés, aquí va la traducción:
«Gracias, gracias, Reba, y enhorabuena a todos los ganadores de esta noche. Es magnífico estar aquí esta noche con los amigos, con la música que me gusta. Barbara y yo venimos como aficionados. La música country nos muestra una ventana hacia el mundo real. Cuando quiero sentir una ola de patriotismo o me pongo nostálgico o incluso cuando necesito un pequeño consejo gratis sobre Saddam Hussein (risas), voy a la música country. Las canciones country dicen mucho sobre la vida y, a veces –y esto es verdad–, en el despacho oval leo la frase bajo el cristal que hay a mano derecha de mi escritorio que dice: ‘Si vas a ver un arcoíris, tienes que soportar un poco de lluvia’ (en referencia a la canción country Stand a Little Rain, de Nitty Gritty Dirt Band). Los artistas country se tratan entre sí como una familia y dejadme decir que Barbara y yo empatizamos con la familia de la música country y lamentamos la pérdida de una gran dama, Dottie West (fallecida el mes anterior), y sentimos mucho que nuestra querida amiga Minnie Pearl no esté con nosotros esta noche. No se encuentra bien, y Minnie, tienes las oraciones de América y los mejores deseos. Barbara y yo siempre estaremos agradecidos por todo lo que la música country ha hecho por nuestras tropas en el Golfo y por sus familias. Les ayudáis a soportar ese poco de lluvia para que, cuando pase la tormenta, puedan ver un arcoíris maravilloso. Es fácil ver por qué América ama la música country y la música country ama a América. Gracias y que Dios bendiga esta gran nación nuestra».
Escuchemos la canción a la que se refería George Bush, Stand a Little Rain. El tema fue escrito por Don Schlitz y Donny Lowery y grabado por Nittty Gritty Dirt Band en su álbum Twenty Years of Dirt (1986).

50 años de la Asociación de la Música Country

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En la tarde del 2 de noviembre (noche en España) se celebró en Nashville la ceremonia de entrega de la 50 edición de los Premios de la Asociación de Música Country, cuyas nominaciones os avancé el pasado 3 de octubre.
La gala fue conducida por Brad Paisley y Carrie Underwood, más que acostumbrados ya a su papel de maestros de ceremonias (este su noveno año al frente). Al tratarse de un aniversario tan señalado, la expectación era lógica y, desde luego, la gala no defraudó. Prácticamente ningún artista del country más clásico quiso perderse la cita; al iniciarse la velada, pudimos ver a Vince Gill, Roy Clark, Charley Pride, los componentes de Alabama, Charlie Daniels, Reba McEntire, Dwight Yoakam, Clint Black, Ricky Skaggs, Alan Jackson o Randy Travis, hace poco nombrado miembro del Salón de la Fama de la Música Country.
Como no podía ser de otra forma en esta precampaña electoral, Paisley y Underwood salpicaron la ceremonia de comentarios al respecto. «This election is taking forever and ever, amen», dijeron para presentar el éxito de Randy Travis Forever and Ever, Amen. Y cuando Carrie Underwood recogió su premio a la mejor vocalista femenina, Brad imitó a Donald Trump diciendo «Rigged», en alusión a sus declaraciones sobre el supuesto amaño («rigging») de los resultados, que no pensaba aceptar.
Uno de los momentos más emotivos fue el homenaje a Dolly Parton, quien se llevó a casa un premio a toda su trayectoria que lleva el nombre de Willie Nelson.
He aquí la lista de los ganadores:
Artista del año: Garth Brooks. Merecido premio para este artista de Oklahoma de 54 años que el pasado mes de septiembre consiguió todo un hito: 7 discos de diamante, a saber: Double Live (21 millones de discos vendidos), No Fences (17 millones), Ropin’ the Wind (14), Sevens (10), The Ultimate Hits (10), The Hits (10) y Garth Brooks (10).
Single del año: Die a Happy Man, de Thomas Rhett. Escrita por el propio Rhett en colaboración con Sean Douglas y Joe Spargur, pertenece al disco de Rhett Tangled Up. El protagonista le dice a su mujer que, aunque lo único que tuviera en la vida fuera su amor, sería suficiente para él: «Si no puedo construirme una mansión en Georgia o conducir un coche deportivo en la costa de California y lo único que tengo es tu mano en mi mano, moriría como un hombre feliz».

Álbum del año: Mr. Misunderstood, de Eric Church. Entre los álbumes candidatos en esta categoría, fue uno de los primeros en aparecer, en noviembre de 2015 (Storyteller, de Carrie Underwood, se le adelantó solo un mes). Editado por EMI Nashville, consta de 10 pistas, tres de las cuales han salido ya como singles, Mr. Misunderstood, Record Year y Kill a Word. Os dejo con la reseña que le dediqué en el disco del mes de noviembre de 2015.
Canción del año: Humble and Kind. Compuesta por Lori McKenna e interpretada por Tim McGraw, la primera ganó el año pasado este mismo premio por Girl Crush. A diferencia de aquella, esta la ha compuesto en solitario. Se la cedió a Tim McGraw para su nuevo álbum, Damn Country Music, y su single lleva ya unas 900.000 unidades vendidas. La letra habla de la conveniencia de tener buen carácter y ser «humilde y amable».

Vocalista femenina del año: Carrie Underwood. Después de ocho años consecutivos engrosando el currículum de Miranda Lambert, la racha se rompió en favor de la co-presentadora de la ceremonia.
Vocalista masculino del año: Chris Stapleton. Triunfador absoluto de la pasada edición con su disco de debut Traveller, Stapleton, de 38 años, repite en esta categoría.
Grupo vocal del año: Little Big Town. Por tercer año consecutivo, el premio ha recaído en este grupo fundado en 1998 y formado por Karen Fairchild, Kimberly Schlapman, Jimi Westbrook y Philip Sweet. Wanderlust, su último trabajo, vio la luz en junio.
Dúo vocal del año: Brothers Osborne. Probablemente el premio a estos dos hermanos de Maryland fuera la mayor sorpresa de la noche, ya que después de tres años todo el mundo esperaba que volviera a ganar Florida Georgia Line. «Estábamos sentados detrás de Florida Georgia Line, seguros de que los felicitaríamos al final de la noche», apuntó T.G. Osborne.
Acontecimiento musical del año: Different for Girls, de Dierks Bentley con Elle King. Pertenece a Black, el útimo disco de Bentley, y su letra incide en la diferente reacción de chicos y chicas tras una ruptura sentimental.

Músico del año: Dan Huff. Este guitarrista, el único de los galardonados nacido en Nashville, ya había sido reconocido con este premio en 2001 y 2004. Acaba de cumplir 40 años de carrera profesional, desde que a los quince se «calzara» su primera guitarra.
Vídeo musical del año: Fire Away, de Chris Stapleton. En un año sin grandes vencedores, Stapleton es el único artista que ha cosechado más de un premio en esta edición. Fire Away pertenece a su disco de debut Traveller, que ya ganó en 2015 como álbum del año. Ahora lo hace uno de sus vídeos.

Artista novel del año: Maren Morris. A sus 26 años, y tras interpretar My Church, comentó emocionada: «No puedo ganar después de cantar. Me voy a derrumbar. El año pasado estaba en un bar viendo la ceremonia. Nunca pensé que como compositora podría estar hoy aquí».
Escuchemos My Church, que apareció el pasado mes de enero, y en la que se compara la música country con la religión. Habla de Hank Williams y Johnny Cash, y concluye con esta epifanía: «Supongo que esa es mi Iglesia».

The Thunder Rolls. Garth Brooks y Pat Alger, 1989

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Hoy vamos a escuchar otro éxito de una gran leyenda viva, Garth Brooks, que incluyó el tema en No Fences (1991), el segundo disco de su carrera. Escrito años antes, Tanya Tucker fue la primera en grabarlo, pero su interpretación no vio la luz hasta 1995 en el álbum Tanya Tucker. Al enterarse Brooks de que Tucker no lo iba a incorporar a su nuevo disco –no porque no le gustara, sino porque a su productor le falló el oído (un error garrafal: en la voz de Brooks llegaría al número 1)–, decidió grabarlo él mismo.
La letra propone una metáfora sobre la violencia de los elementos de la Naturaleza y una relación que se va a pique por una infidelidad. Uno de sus grandes aciertos fue integrar el sonido del trueno, que añade realismo a la cosa. Un hombre es sorprendido por la tormenta cuando viene “de un sitio en el que no debería haber estado”. Su mujer, que le está esperando en casa, desea que el mal tiempo haya sido la causa de su retraso y, cuando lo ve, corre a abrazarlo agradecida de que esté vivo. Pero detecta, ay, un olor a perfume que confirma sus sospechas. Cegada por la ira, coge un arma del cajón de su mesilla, se mira en el espejo y le dice a su imagen que esa “va a ser la última noche en que se pregunte dónde está”. Mientras tanto, “el trueno se acerca, el rayo golpea y la tormenta explota fuera de control”.
Esta es la grabación de Tanya Tucker.

El siguiente vídeo corresponde al concierto que Garth Brooks dio en Pennsylvania el pasado 2 de mayo.

Friends in Low Places. Dewayne Blackwell y Earl Bud Lee, 1989

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El tema que vamos a escuchar hoy pertenece al segundo álbum de Garth Brooks, No Fences, que vio la luz en 1990.
La canción habla de un hombre que se presenta en una fiesta donde están su expareja y el tipo por el que le ha dejado. Tras irrumpir violentamente, se retira al comprender que ese no es su ambiente: “Aunque hayamos terminado, nunca me oirás quejarme, porque tengo amigos en sitios de mala nota donde el whisky ahoga y la cerveza ahuyenta la tristeza”, dice Brooks. Este tema, junto con The Dance, que escuchamos hace un par de semanas, es una de sus piezas más populares y celebradas, y le valió el premio al single del año en la Academia de Música Country y en la Asociación de la Música Country, ambos en 1990.
He aquí a Garth Brooks en la ceremonia de entrega de estos últimos premios.

La versión de Mark Chesnutt salió al mercado un mes después de la de Brooks, en el disco Too Cold At Home. De hecho, ambos artistas la grabaron casi simultáneamente, porque sus autores, Blackwell y Earl Bud Lee, no se decidían por ninguno de los dos y al final les dieron vía libre a ambos. Garth se llevó la fama por una mera cuestión de plazos…

De plena vigencia, las estrellas actuales Florida Georgia Line la grabaron el pasado año.

Garth Brooks, el artista country que más discos ha vendido

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En 1962 Tulsa, Oklahoma, vio nacer a uno de sus hijos más ilustres, Troyal Garth Brooks.
Brooks terminó sus estudios en 1984 y ese mismo año se lanzó al mundo de la música. En 1985 el productor Rod Phelps se ofreció a grabar su primera maqueta y le animó a trasladarse a Nashville para conseguir sus primeros contratos discográficos. Así lo hizo, y tras unos tiempos de indecisión, en 1989 grabó su primer álbum, Garth Brooks, influido por su gran ídolo George Strait.
Pero fueron los años 90 su década prodigiosa, cuando lanzó su canción más emblemática, Friends in Low Places, y empezó a cantar regularmente en el Grand Ole Opry. Tras triunfar en Estados Unidos como una de las voces más prometedoras del género, se dirigió al otro mercado anglófono por excelencia, y en 1994 inició una exitosa gira por Gran Bretaña que le llevó a Birmingham o Londres, entre otras ciudades. Su popularidad creció como la espuma e inició giras por Brasil, Australia, Extremo Oriente…
En el año 2000 anunció que se retiraba de los escenarios para dedicarse a su familia hasta que sus hijas –tiene tres– fueran mayores; y, aunque durante la primera década del siglo XXI ha publicado varios singles, se puede decir que ha cumplido su promesa. No fue hasta 2014 cuando sacó un álbum completo y volvió a la carretera. Actualmente está inmerso en una gira junto con su mujer, la también cantante country Trisha Yearwood. En principio, la gira iba a comenzar en Irlanda, pero finalmente el ayuntamiento de Dublín no les dio los permisos, y se ha circunscrito a Estados Unidos.
En septiembre del pasado año, Brooks estableció su propia discográfica para vender su música por Internet, GhostTunes. En su carrera, este artista ha conseguido un reto casi imposible: seis de sus álbumes han sido discos de platino, es decir, han vendido más de 10 millones de unidades: Garth Brooks, No Fences, Ropin’ the Wind, The Hits, Sevens y Double Live. Desde 2012 pertenece al Salón de la Fama de la Música Country.
The River es un tema de 1992 escrito por él mismo y Victoria Shaw y perteneciente al disco Ropin’ the Wind. Como no podía ser de otra manera, llegó al primer puesto de la lista Billboard. La balada tiene una letra “filosófica”. Un sueño es como un río y el soñador tiene como misión seguir el curso de ese río, navegando sin desfallecer en su velero hasta alcanzar su destino y que las aguas del río se sequen. El soñador debe aprender de todo lo que deja detrás, y aunque no sabe lo que le depara el destino, debe hacer de su vida una batalla constante para mantenerse entre las dos orillas. Escuchémoslo en la ceremonia de entrega de los premios de la música country.

En 2011, Scotty McCreery la eligió para participar en el concurso American Idol.