El silbato del tren (III)

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El padre del bluegrass, Bill Monroe, recuperó una canción folk del último tercio del siglo XIX, In the Pines o Where Did You Sleep Last Night, y transformó su letra narrando un accidente ferroviario. Este añadido ha hecho que también se conozca a este tema como The Longest Train.

Orange Blossom Special es todo un himno del fiddle. En 1925, este convoy cubría la ruta entre Nueva York y Miami en sólo 35 horas. Se dice que Robert Chubby Wise y Ervin Rouse, entusiasmados con este tren tras un viaje que efectuaron en 1938, decidieron dedicarle una canción, que concluyeron en apenas veinte minutos. El resultado, un clásico que han grabado gigantes como Johnny Cash, Bill Monroe y muchos otros. Chubby Wise siempre sostuvo que dejó a su amigo Rouse que la registrara en solitario, un gesto de generosidad que hubo de lamentar: «Este fue mi primer error, un error de 100.000 dólares». Escuchemos esta versión instrumental a la armónica de Charlie McCoy.

Viajemos hasta Yuma, Arizona. Frankie Laine grabó The 3:10 to Yuma, en la que el narrador no puede esperar a subir al tren de las 3:10 que se dirige a Yuma para encontrarse con su amada. Fue escrita por Ned Washington y George Duning para el western El tren de las 3:10 (1957), de Delmer Daves.

Danny Boy, la esencia de Irlanda

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Pocas veces un solo título se identifica tanto con un país como en el caso de Danny Boy e Irlanda.

Sin embargo, ¿quién diría que su letra no fue escrita por un irlandés sino por un inglés? ¡La música no tiene fronteras! Su autor fue, en efecto, un abogado británico que destacó en su faceta como compositor –se cree que escribió la letra de nada menos que 3.000 canciones populares–. Se llamaba Frederic Weatherby y la alumbró en Bath (Inglaterra) en 1910, si bien su popularidad le llegó dos años más tarde, cuando su cuñada irlandesa, que había emigrado como tantos compatriotas a Estados Unidos, le envió la melodía de Londonderry Air, una nostálgica tonada muy popular en Irlanda. Weatherby adaptó la letra a esa música y la publicó, finalmente, en 1913.

No se sabe con certeza quién fue el creador de la melodía, aunque se suele citar el nombre de Rory Dall O’Cahan, quien vivió allá por el siglo XVII.

El tema se hizo muy popular y en 1915 se grabó por primera vez. Teniendo en cuenta el contexto en el que prosperó, durante la Primera Guerra Mundial y los años que condujeron a la independencia de Irlanda (1921), la interpretación más extendida es que habla de un anciano padre que despide a su hijo, que va a partir a la guerra, y le insta a volver cuando haya teminado y rece una oración ante su tumba. Aunque no es una canción expresamente religiosa, raro es que no suene en los funerales irlandeses.

Considerada un himno no oficial por parte de muchas comunidades de estadounidenses y canadienses de ascendencia irlandesa, como la melodía nació en el condado de Derry (Irlanda del Norte), también es muy apreciada allí, especialmente en el ámbito deportivo.

Escuchemos ya algunas grabaciones de esta canción por relevantes figuras de la música country.

Aunque las primeras grabaciones de Danny Boy fuera de Europa ya habían tenido lugar en los años cuarenta merced a Glenn Miller o Bing Crosby, entre otros, el primer cantante de country que se fijó en ella fue Slim Whitman en 1955.

Conway Twitty fue el primero en incluirla en un disco de larga duración. Su versión pertenece a Saturday Night (1959).

Johnny Cash grabó Danny Boy en dos ocasiones: una en Orange Blossom Special (1965) y otra hacia el final de su vida en American IV: The Man Comes Around (2002). Escuchemos la segunda de ellas.

Jim Reeves la grabó como single en 1961.

La versión de Ray Price pertenece a su disco homónimo, Danny Boy (1967).

Glen Campbell grabó un álbum con varios temas folk en The Artistry of Glen Campbell (1972); entre ellos se incluía Danny Boy.

Una de las últimas canciones que grabó Elvis Presley antes de morir fue esta en febrero de 1976.

Tres años no es nada

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Con motivo del tercer aniversario de River of Country, permitidme parafrasear el conocido tango de Carlos Gardel y Alfredo Le Pera Volver: estos tres años se han pasado en un soplo.
Desde que comenzó el blog en 2014, he publicado más de 800 entradas –más de 230 solo en este último año–, que han superado las 50.000 visitas, lo que no está nada mal teniendo en cuenta que el country sigue siendo un género minoritario en nuestro país. Además, este año las visitas se han incrementado casi un 30 % con respecto al anterior.
Hay que señalar que las visitas procedentes de Estados Unidos ya han superado a las de España –la tendencia se inició el año anterior, y este se ha consumado–. A Estados Unidos y España les siguen en el escalafón México, Argentina, Chile, Colombia –que, curiosamente, repiten posición con respecto a 2015– y, como novedad, un país europeo con larga tradición musical, Irlanda, que desbanca a Perú en el 7º puesto.
Recordemos ahora las series temáticas. Cuando el curso pasado hacíamos balance por estas mismas fechas, estábamos rematando la serie Country Urbano, que finalmente constó de 43 entregas. A esta le siguió la serie de diez entregas En Familia, dedicada a la familia Carter, el primer grupo de música country. Y para terminar el año me embarqué en otra sobre canciones country con nombre propio en su título, que sumó 13 capítulos.
Por otra parte, River of Country también se ha «internacionalizado» este año, mediante la colaboración con otros blogs musicales de referencia. En La Guitarra de las Musas participé en la sección Las cinco canciones de tu vida, que su responsable, Raúl, recuperó del antiguo blog de Salva Mentalparadise. También he colaborado con El Gramófono, blog de Ángel Maíllo, dentro de su sección El rancho de Eduardo, con sendas series, En la quietud de la noche, sobre canciones country de tema nocturno, y con otra en la que abordé cinco aspectos interesantes del country: cowboys, dúos memorables, cinco singles del siglo XXI, el country-gospel y versiones históricas del country.
Por último, aunque no menos importante, me gustaría dar las gracias a todos aquellos que con vuestras visitas, comentarios y «me gusta», hacéis posible que este blog siga adelante (hemos sobrepasado los 100 seguidores, ¡poco a poco!). Mención especial merecen Raúl de La Guitarra de las Musas, Manuel Cerdà de El blog de Manuel Cerdà, Ángel Maíllo de El Gramófono, Salva de Mi Vida es una Canción, Julia Fern de Tarareando o Antonio Martín de Diccineario, por citar solo a unos pocos.
Entre las entradas publicadas en 2016, la más vista fue el anuncio de la publicación de Historia a pie de calle, libro de mi hermano Alberto de Frutos editado por Larousse. En cuanto a las estrictamente musicales, se han aupado a los primeros puestos Nominaciones de la Asociación de Música Country 2016; Una cinta amarilla en el viejo roble; For the Good Times, de Kris Kristofferson; 50 años de la Asociación de Música Country; y Orange Blosson Special, de Irvin T. Rouse.
Hasta aquí lo que ha dado de sí este tercer año. ¿Me acompañaríais un cuarto? Yo, por mi parte, estoy dispuesto a seguir navegando en las aguas de este río.
Termino como siempre con música, en esta ocasión con Three Year Old, perteneciente al quinto disco de Eric Church –el último que ha aparecido hasta la fecha–, Mr. Misunderstood, de noviembre de 2015. Casey Bethard y Monty Crissman colaboraron con él para escribir esta balada, inspirada en el hijo de tres años del cantante. En la letra habla de todo lo que ha aprendido de su pequeño, como la ausencia de límites de la imaginación infantil, que permite cosas tan dispares como cavar hasta China con una cuchara, hablar con Jesús por teléfono, ser un cowboy en la luna… Y también la pureza e inocencia al decir «Te quiero» y a no dudar en reconocer nuestros errores.

River of Country os desea Feliz Navidad

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Un año más han llegado las fiestas navideñas. Y qué mejor que celebrarlo con el clásico del gospel Amen, amen, de ambiente navideño.
Ignoramos su fecha de composición, pero no así su primera grabación, obra de The Wings of Jordan Choir de 1949. Sin embargo, el tema no alcanzaría todo su potencial hasta más de una década más tarde, cuando el actor y compositor Jared Hairston –que falleció a los 98 años– tomó la melodía e hizo un arreglo para la banda sonora de Los lirios del valle (1963), en la que Sidney Poitier interpretaba este espiritual negro.
Era la época de los derechos civiles, por lo que el momento no pudo ser más apropiado, convirtiéndose en un éxito instantáneo. La letra cuenta la historia del nacimiento de Jesús según el relato bíblico, que va intercalando con la invocación “Amen”. De este modo, se nos presenta a Jesús en el pesebre un día de Navidad, en el templo predicando a los sabios y ancianos, en el Jordán donde bautizaba Juan, sumando discípulos a la orilla del mar o rezando a su Padre en el jardín.
Como decía, Sidney Poitier la popularizó en Los Lirios del valle (1963). Escuchemos la versión de su banda sonora.

Ese mismo año Harry Belafonte la incluyó en Streets I have Walked.

Curtis Mayfield, que se había sumado al grupo The Impressions, escuchó la versión de Poitier, y le gustó tanto que no pudo resistirse a interpretarla él mismo. Fue todo un éxito en 1964.

La versión de Johnny Cash pertenece a Orange Blosson Special (1965).

Ottis Redding en The immortal Otis Redding (1968).

La Atlanta Symphony Orchestra fue fundada en 1945. En un concierto para celebrar su 25 aniversario interpretaron este clásico del gospel navideño.

Vamos ahora con una versión instrumental debida a Floyd Cramer, el pianista que daría forma al sonido Nashville. Corresponde al disco Sounds of Sunday (1973).

Larnelle Harris la incluyó en Christmas Carols for the Young Messiah (1995).

¡Feliz Navidad y que disfrutéis de estas fiestas!

La última canción

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Aunque ya hemos terminado la serie dedicada a la familia Carter, hoy os voy a hablar de otra generalmente asociada a ellos. Quiso la casualidad que la última canción que grabara Johnny Cash antes de su muerte, en septiembre de 2003, fuera Engine 143, de la familia Carter.
Basada en el accidente ferroviario del Fast Flying Virginian, que tuvo lugar en octubre de 1890 a su paso por Virginia, cuenta la historia de su maquinista, George Alley, que se proponía recuperar el tiempo perdido –llevaba unos 20 minutos de retraso–, cumpliendo instrucciones de los jefes de la compañía.
El maquinista recuerda las advertencias de su madre para que no corriera, ya que muchos habían perdido la vida de ese modo. Finalmente, el tren choca contra las rocas y Alley muere. No se conoce el nombre del autor de la canción, grabada por multitud de artistas, como la familia Carter en 1929. Según la leyenda, cuando A.P. y Sara se conocieron, Sara estaba cantando este tema en el porche de su casa.

Una joven de solo 20 años, Joan Baez, la grabó para su segundo álbum, Joan Baez Volume 2 (1961).

Flatts and Scruggs lo hicieron con el título George Alley’s FFV en su álbum Folk Songs of Our Land (1962).

Un grupo de folk, The Kossoy Sisters, formado por las hermanas Irene Saletan y Ellen Christenson, la incluyeron en Bowling Green (1997).

La primera vez que Johnny Cash la grabó fue en 1965, para su disco Orange Blossom Special. Tres años después, emparentaría con los Carter al casarse con June.

Por último, escuchemos la grabación de Johnny Cash tan solo dos semanas antes de su muerte. Apareció en su disco póstumo The Unbroken Circle- The Musical Heritage of the Carter Family (2004).

Orange Blossom Special. Ervin T. Rouse, 1938

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Si hubiera que elegir una canción sobre una línea de tren, Orange Blossom Special sería una de nuestras candidatas. Esta melodía para fiddle, una de las más famosas del bluegrass, fue escrita por Ervin T. Rouse a los 20 años, aunque hay quien sostiene que Chubby Wise le ayudó en la tarea.
Está dedicada a la línea ferroviaria Nueva York-Miami, cuyo tren era conocido como Orange Blossom Special. La línea, que al principio solo llegaba a Palm Springs, Florida, inició su andadura en 1925, y dos años después fue ampliada hasta Miami. El viaje, de más de 2.000 kilómetros, se prolongaba unas 35 horas, pero con el tiempo llegó a ser la línea más rápida de Estados Unidos. El servicio se interrumpió durante la Segunda Guerra Mundial y, en 1953, dijo definitivamente adiós.
La primera grabación que se conserva es la de su autor, Ervin T. Rouse, que la grabó junto con su hermano Gordon en 1939.

Esta, de 1942, es de Bill Monroe.

Johnny Cash fue quien más contribuyó a su éxito gracias a su álbum At Folsom Prison (1968).

Lester Flatt y Earl Scruggs, dos de los máximos exponentes del bluegrass, nos ofrecieron esta hipnótica versión instrumental.

Escuchemos a The Charlie Daniels Band en Fire on the Mountain (1974).

En esta selección, tampoco podía faltar el virtuoso de la guitarra Chet Atkins, que hizo un arreglo para este instrumento. La grabó en su álbum Country After All These Years (1981) y salió como single ese mismo año.

Por último, os dejo con Rhonda Vincent y su banda, The Rage, en otra gran versión instrumental de fiddle.

At Folsom Prison. Johnny Cash, 1968

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Uno de los mejores discos en directo que ha dado la música country ha sido este At Folsom Prison, que Johnny Cash grabó en un concierto en esa prisión de California el 13 de enero de 1968.
El álbum es uno de los más emblemáticos de Johnny y, en parte, le valió el sobrenombre de El hombre de negro, que le acompañaría el resto de su carrera, ya que solía cantar canciones de tema sombrío vestido de ese color.
A Cash siempre le había atraído la idea de actuar en una cárcel, pero sus productores se mostraban reacios a la idea. Todo cambió cuando se fue a la Columbia, bajo la supervisión de Bob Johnston, quien le animó a cumplir su sueño.
Muchos años antes, Cash había visto un drama carcelario, Inside the walls of Folsom Prison (1951), de Crane Wilbur, que le inspiraría el single Folsom Prison Blues (ya escuchado aquí). Se dirigió a Sacramento (California), donde el entonces gobernador del Estado Ronald Reagan se entusiasmó con la idea. En sus dos actuaciones, Johnny estuvo acompañado por Carl Perkins –que cantó su éxito Blue Suede Shoes– y los Statler Brothers –que hicieron lo propio con Flowers on the Wall–. A los cuatro meses, salió el disco, que se convirtió unánimemente en un éxito de crítica y público –en 2003, año de la muerte de Cash, había vendido más de tres millones de discos– y, en 1968, alcanzó el primer puesto de los álbumes country. Ha sido reeditado, además, en multitud de ocasiones: en 1999, y, merced a su éxito, prácticamente cada año hasta 2013.
Dark as a dungeon, de Merle Travis, es un tema sobre la dura vida en las minas de Tennessee. Al final, el cantante advierte que, como esta actuación está siendo grabada, los presos no pueden decir “hell” o “shit”, ni nada parecido.

I still miss someone es obra del propio Cash y su padre, Roy.

T. J. Arnall escribió Cocaine Blues. La historia habla sobre un hombre que mata a su mujer bajo la influencia del whisky y la cocaína y es condenado a 99 años en la penitenciaría de San Quintín.

Escuchemos ahora una de las canciones sobre trenes más conocidas, Orange Blossom Special. Fue escrita en 1938 y ha conocido multitud de versiones.

The Long Black Veil fue un éxito para Lefty Frizzel en 1959. Ya hemos escuchado su versión. Os dejo ahora con la del “hombre de negro”.