El despegue definitivo de la música country

WRECK OF THE OLD 97
No sería hasta el año siguiente, 1924, cuando se grabaría un disco que superara los 7 millones de unidades vendidas, cantidad más que respetable teniendo en cuenta que nos encontramos en los años 20. Marion Try Slaughter sería el artífice de esta gesta. Nació en Texas y se dedicó a la ganadería. Uno de sus primeros trabajos fue conducir el ganado entre dos ciudades tejanas, Vernon y Dalhart; el amor que sentía por estas tierras hizo que su nombre artístico fuera una combinación de ambas, y como Vernon Dalhart ha pasado a la historia. Huérfano de padre desde muy pequeño -fue asesinado por su tío-, la familia se trasladó a Dallas, Texas, donde Vernon tocaba el arpa y la armónica y estudió en el conservatorio de música. Su formación musical le permitió trasladarse junto con su familia a Nueva York, entrando en contacto con el mismísimo Thomas Alva Edison.
En 1924 (el día exacto no se conoce) tuvo lugar la grabación que más contribuyó a la popularidad de la música country. La Victor Talking Machine la auspició, y Dalhart eligió para ella un tema dedicado al descarrilamiento ocurrido en 1903 cerca de Danville, Virginia, del correo Fast Mail número 97, que dejó 11 muertos y 7 heridos; hablamos, claro, de la canción Wreck of the Old ’97. En la otra cara, encontramos una deliciosa balada country, The Prisoner’s Song, cuya letra habla del último encuentro entre un convicto, que va a entrar al día siguiente en la cárcel, y su amada.
La fuerza de estas dos canciones hizo que este fuera el primer disco en EE.UU. que superara el millón de unidades vendidas. Ningún otro estilo había sido hasta entonces capaz de tal proeza. Hubo que esperar al country. Y a uno de sus pioneros más legendarios: Vernon Dalhart.

In the jailhouse now. Jimmie Rodgers, 1928

En el contexto de la música country hay una gran diversidad de estilos. Existen canciones de temática “triste” –no olvidemos que una de las raíces reconocidas del country es el blues– pero el tema ante el que nos encontramos constituye una de las melodías más alegres de este estilo de música.

No en vano, durante los primeros años del siglo XX In the jailhouse now sonaba en todas partes, hasta el punto de presentarse en los espectáculos de vodevil. Aunque el copyright de la canción data de una fecha tan temprana como 1915, cuando fue representada por un par de artistas afroamericanos, Davis y Stafford, Jimmie Rodgers fue el encargado de popularizarla a raíz de la grabación que hizo en febrero de 1928. En ésta, la guitarra y la voz son suyas, mientras que el banjo –uno de los instrumentos por excelencia de la música country– se lo debemos a Ellsworth T. Cozzens. Rodgers imprimió a la melodía un estilo propio, consistente en las tonadas al estilo tirolés (yodel) y la canción tuvo tanto éxito en todo el orbe musical que mereció multitud de versiones a lo largo de los años.

Por supuesto, el espacio que dedicamos a cada tema es limitado, por lo que sería largo e incluso farragoso hacer referencia a TODAS estas versiones. Sin embargo, hay que destacar al menos la que en 1955 hizo Webb Pierce, ya que permaneció durante 21 semanas en el primer puesto del Billboard de la música country (un ranking que mide la popularidad de los temas más escuchados de nuestro estilo). Este hito solo fue igualado por la balada de Eddy Arnold I’ll hold you in my heart (till I can hold you in my arms) y por el tema del canadiense Hank Snow I’m moving on (por cierto que recientemente, en 2013, el éxito Cruise, de Florida Georgia Line, ha superado este récord por una semana).

Un debate que enciende los ánimos de los musicólogos de hoy en día busca definir los derroteros que ha tomado la música country en la actualidad. ¿Ha sucumbido al tirón del pop–rock en aras de la comercialidad? Y es que, desgraciadamente, resulta complicado encontrar de un tiempo a esta parte el puro sabor del country que, desde tiempos inmemoriales, ha caracterizado a Estados Unidos.

Dejando aparte esta polémica, y volviendo al tema que nos ocupa, hay que precisar que, antes de la versión de Jimmie Rodgers, el blues interpretó esta melodía con el título Jail House Blues, en una grabación de la banda Whistler’s Jug, en Louisville, Kentucky. Probablemente, una gran parte de los lectores reconocerán esta canción, ya que formó parte de la banda sonora de la película de los hermanos Coen O brother where art thou?

La letra de la canción hace referencia a un vagabundo llamado Joe a quien encarcelaron por robar, jugar y, en definitiva, creerse el tipo más listo de la ciudad. El narrador ya le avisó de que si no dejaba de jugar a las cartas y a los dados iba a acabar mal. Pero la historia no termina ahí. El narrador, tan presumido él, también acabó en la cárcel por ir con mujeres e incurrir en deudas, delito agravado por un insinuado desacato al tribunal…