El country se escucha hasta en el espacio

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Cuando faltan pocas semanas para que el próximo 2 de marzo se desvelen los ganadores de la 86ª edición de los premios Oscar, le dedico un breve espacio a la película Gravity, que opta a 10 estatuillas, y que ayer ganó seis premios Bafta de la Academia Británica, entre ellos el de la banda sonora.
La razón es muy simple. Al comienzo de la cinta, se reconoce una canción del género más puramente americano: me refiero al tema Angels are hard to find, de Hank Williams Jr. (sí, el hijo del legendario Hank).
La canción aparece en dos álbumes de Hank Williams Jr.: Living proof, de 1974, y Pure Hank, de 1991, y su inclusión en la película de Cuarón no puede ser más apropiada; ya que habla de la soledad y el aislamiento, algo que, como bien sabéis, experimentan los protagonistas durante todo el metraje.
El tema se presenta como una oración a Dios, a quien el cantante pide un ángel al que amar e idolatrar. Aunque en esencia la canción se refiera a una mujer, podría ser aplicable a cualquier ser amado (por ejemplo, a la hija de Sandra Bullock). En resumen, Angels are hard to find trata sobre la necesidad de mantener la esperanza pase lo que pase.
El tema aparece dos veces durante la película: la primera, en la escena inicial, cuando Matt Kowalski (George Clooney) y Shariff (Paul Sharma) flotan en el espacio mientras la doctora Stone (Sandra Bullock) repara el telescopio Hubble, y la última cuando Kowalski remolca a Stone hacia la Estación Espacial Internacional. Os dejo con ella. Una buena canción es difícil de encontrar.