Above and Beyond. Harlan Howard, 1960

ABOVE AND BEYOND
Hace poco más de una semana escuchábamos el segundo single de Buck Owens, Under Your Spell Again (1959). Hoy seguimos con él. Su siguiente single vio la luz al año siguiente; en esta ocasión, la canción fue compuesta por Harlan Howard, en lo que fue uno de sus primeros trabajos tanto para el compositor como para el cantante. Con este y sucesivos trabajos se fue estableciendo el estilo de Buck Owens, el llamado sonido Bakersfield.
Escuchemos la grabación original de Buck Owens, también conocida como Above and Beyond the Call of Love (1960).

Otro de los representantes del sonido Bakersfield, Wynn Stewart, la grabó para su disco Above and Beyond (1967).

Rodney Crowell la incluyó en Diamonds & Dirt (1988) y se convirtió en su último número 1 en las listas.

Termino con una interpretación bastante reciente de este tema. Rhonda Vincent y Daryle Singletary grabaron un disco en colaboración con el título American Grandstand (2017), al que pertenece esta versión.

Drivin’ Nails in my Coffin. Jerry Irby, 1945

drivin nails
Hoy vamos a escuchar un clásico del honky-tonk. Fue el único gran éxito de Jerry Irby (1917-1983), quien no cejó en el empeño de repetirlo, auspiciado sobre todo por el apoyo de su adinerada familia, pero que no volvería a brillar a este nivel. Se podría decir que, como compositor country, Irby fue un «one-hit wonder».
La letra sigue la tradición de las canciones más emblemáticas del género. Un hombre acaba de ser abandonado por su mujer y se refugia en la bebida para intentar superar la ruptura. Él sabe que con esa actitud solo conseguirá llegar a la tumba más rápidamente (“poner clavos en su ataúd”, como dice la letra).
Aunque la versión más conocida es la de Ernest Tubb, el autor fue el primero en grabarla.

Os dejo ahora con la grabación de Tubb de 1946, en la que destaca Buddy Emmons a la steel guitar.

La canción tuvo tanto éxito, que al año siguiente se grabó una “respuesta”. Retomando la historia, el narrador se arrepiente de haber dejado a su pareja y promete volver; así no tendrá por qué seguir bebiendo y «clavar clavos en su ataúd».

Hank Thompson y su banda Los Brazo Boys la grabaron para su álbum Dance Ranch (1958).

Johnny Bush la incluyó en Whiskey River (1973).

El grupo Asleep at the Wheel la incorporó a su disco de debut Comin’ Right at You (1973).

Escuchemos esta versión en directo de George Strait en 1983.

La reina del bluegrass Rhonda Vincent y The Rage la interpretaron en clave bluegrass en 2014.

Una de las voces más innovadoras del panorama country actual es Charley Crockett, de quien la revista Rolling Stone ha dicho que es uno de los 10 artistas country a seguir. Así sonaba Drivin’ Nails in My Coffin en su álbum A Stolen Jewel (2015).

All American Bluegrass Girl. Rhonda Vincent, 2006

all american bluegrass girl

El tema de hoy es obra de Rhonda Vincent, la actual poseedora del Grammy al mejor álbum bluegrass, el primero ex-aequo en esta categoría. Vincent, apodada «la nueva reina del bluegrass«, lleva toda la vida dedicada a la música y escribió este tema hace más de diez años para su disco homónimo, que gozó de un gran éxito: llegó al primer puesto de la lista bluegrass, logró colarse también en las de country y fue nominado al Grammy al mejor disco bluegrass, aunque perdió frente a Ricky Skaggs y Kentucky Thunder.

La narradora se muestra muy orgullosa de ser una chica «totalmente bluegrass”, aunque sea de Missouri y no de Tennesse o Kentucky, los lugares que solemos asociar con la cuna de este estilo. La letra habla también del show de Martha White, una marca comercial que patrocinó durante mucho tiempo el Grand Ole Opry.

Os dejo con Rhonda Vincent en 2006.

El grupo bluegrass Victoria Lee and New Ground interpretó esta canción en directo en un festival de 2013.

 

 

Adiós a un icono de los 90

Mel Tillis Memorial

Ayer nos sorprendía la noticia de la muerte de Daryle Singletary, a los 46 años de edad; oriundo de Georgia, residía en Nashville.

Desde niño, se apasionó por la música country –su primera grabación amateur fue el clásico de Hank Williams Your Cheatin’ Heart, a los doce o trece años–. Debutó en 1995 con su disco Daryle Singletary, al que pertenece I Let Her Lie (uno de sus temas más reconocibles y que pudimos escuchar aquí no hace ni siquiera un mes).

Este álbum fue el inicio de una fértil trayectoria que le abrió un hueco en la gran familia del country. Destinado a revitalizar la música country tradicional, con el cambio de siglo destacó, sobre todo, como cantante de versiones de grandes clásicos del country (sacó tres discos de esta naturaleza). Su último trabajo, American Grandstand, en colaboración con Rhonda Vincent, vio la luz en julio del pasado año.

El 31 de enero, hace un par de semanas, tuvo lugar en el Ryman Auditorium, la sede del Opry, un homenaje al gran Mel Tillis, fallecido en noviembre. Daryle estuvo allí, y hoy, tristemente, él es el centro del homenaje. Escuchemos ya algunas de sus canciones más populares.

A su disco de debut pertenece este Too Much Fun, obra de Curtis Wright y Jeff Knight, que llegó al puesto 4 de la lista Billboard.

Amen Kind of Love apareció en su segundo disco, All Because of You (1996). Trey Bruce y Wayne Tester compusieron esta canción sobre un hombre que ha encontrado el amor de su vida.

Daryle Singletary incluyó The Note en su álbum Ain’t It the Truth (1998). El tema había sido compuesto ya en los años 80 y el primero en grabarla fue Conway Twitty en Don’t Call Him a Cowboy. La letra se centra en la nota de ruptura que le deja su novia al narrador.

Como muestra de su último disco, American Grandstand, escuchemos dos pistas. Primero, el tema homónimo que lo abre y en el que Daryle Singletary canta a dúo con Rhonda Vincent.

Y Slowly but Surely, una canción con aire de country clásico en la que los narradores reconocen que «lenta pero ciertamente» se están enamorando el uno del otro.

Ganadores de los Grammy 2018

grammy 2018

Una de las citas anuales más importantes para el mundo de la música son los premios Grammy, que en la madrugada del pasado domingo celebraron su tradicional entrega de premios, la número 60 ya y dos meses después de que se anunciaran las candidaturas. El escenario elegido fue el Madison Square Garden de Nueva York, tras unos años en Los Ángeles.

En total, se entregaron nada menos que 84 galardones, y la verdad es que los que tienen que ver con lo nuestro, el country, no supusieron ninguna sorpresa, ya que la mayoría los acaparó el hombre del momento, Chris Stapleton. He aquí los ganadores:

Mejor actuación solista: Either Way, de Chris Stapleton. Los dos temas del disco de Stapleton que se han hecho con el Grammy dan idea de la calidad del mismo.

Mejor canción: Broken Halos, de Chris Stapleton.

Mejor álbum: From a Room Vol. 1, de Chris Stapleton. Este trabajo, que salió en mayo de 2017, lleva meses dando que hablar, y le queda cuerda para rato. Nos hallamos ante un clásico instantáneo del country.

Mejor actuación en dúo/grupo: Better Man, de Little Big Town. Apareció en octubre de 2016, y como la fecha para las nominaciones se abrió el 30 de septiembre de ese año, ha entrado en esta competición. Se trata de una canción country-pop que, a pesar de gozar de cierta fortuna en los premios a los que ha optado, en mi opinión no ofrece nada especial.

Teniendo en cuenta que el género conocido como Americana se encuentra en auge y que, en cierto sentido, se funde con el country, os dejo también la relación de ganadores en esta disciplina:

Mejor álbum: The Nashville Sound, de Jason Isbell & the 400 Unit. El premio ha recaído sobre este álbum, editado en junio de 2017.

Mejor actuación de raíces americanas: Killer Diller Blues, de Alabama Shakes. Se trata de un blues que ya fue grabado por Memphis Minnie en los años 40.

Mejor canción de raíces americanas: If we were Vampires, de Jason Isbell.

Mejor álbum bluegrass: En esta categoría se ha producido un empate –algo bastante inusual, pero de lo que hay algunos precedentes– entre Laws of Gravity, de Infamous Stringdusters, y el álbum en directo All the Rage: In Concert Vol 1, de Rhonda Vincent.

Como muestra de cada uno de estos álbumes, os dejo estas pistas:

En primer lugar, Gravity, que pertenece a Laws of Gravity:

Del segundo ganador escuchamos Run Mississippi, un tema dedicado al río sureño por excelencia.

Finalmente, Reba McEntire se ha hecho con otro Grammy –el tercero de su carrera y tras 24 años de sequía– por su último trabajo en el terreno del góspel, Sing it Now: Songs of Faith & Hope, que apareció en febrero de 2017.

 

I Let Her Lie. Tim Johnson, 1995

i let her lie

Una de las voces más interesantes que surgió en los 90 fue la de Daryle Singletary. Su disco de debut, Daryle Singletary (1995), hacía presagiar una carrera prometedora que supo cumplir con las expectativas, si bien es cierto que hoy con menor intensidad: su último trabajo ha sido una colaboración con Rhonda Vincent que vio la luz en julio pasado.

A este disco de debut pertenece la canción que vamos a escuchar, I Let Her Lie, que alcanzó el segundo puesto de las listas cuando apareció como single. La crítica habló muy bien de ella, especialmente de la credibilidad de Singletary al micrófono. En 2003 el tema fue recuperado para un recopilatorio de varios artistas, The very best of country love.

La canción fue escrita por Tim Johnson, que murió víctima del cáncer hace cinco años. Johnson fue un compositor muy prolífico y escribió éxitos para multitud de artistas, como God Only Cries, de Diamond Rio, Do you believe me now, de Jimmy Wayne, o This Heartache Never Sleeps, de Mark Chesnutt, por citar solo algunos.

Volviendo a nuestra canción, el narrador habla en ella de las repetidas infidelidades de su mujer y finge creer las excusas que le pone («una noche de lágrimas me confesó sus pecados y dijo que no me volvería a engañar; yo la dejé mentir»). Escuchemos ya a Daryle Singletary en su álbum homónimo.

 

Connie Smith, la última mujer en entrar en el Salón de la Fama

connie smith
Constance June Meador nació en Indiana en 1941, aunque creció en Virginia Occidental, un estado que gusta mucho del country. Los sábados por la noche no se perdía el Grand Ole Opry y, tras participar en varios concursos locales de country, la RCA se fijó en ella y la contrató en 1964, año en que grabó su primer y único número 1, Once a Day (que luego escucharemos).
Al año siguiente, vio cumplido su sueño de entrar en la institución que tanto había significado para ella durante su infancia. Los años 60 fueron su década, y la presión de las discográficas fue cada vez más dura. Intentó alejarse de todo ello refugiándose en la música gospel, que tenía un público más reducido, aunque sin descuidar el country. A finales de los 70, se retiró parcialmente de los escenarios hasta que volvió con energías renovadas en 1998, poco después de casarse con Marty Stuart, uno de los grandes de este género. Su último álbum hasta la fecha lleva por título Long Line of Heartaches (2011).
Para George Jones era su cantante preferida; Dolly Parton dijo de ella: «Solo hay tres cantantes femeninas en el mundo, Barbra Streisand, Linda Ronstadt y Connie Smith. El resto de nosotras solo estamos fingiendo»; y Elvis Presley la tenía en muy alta estima y poseía toda su discografía.
En 2012, entró a formar parte del Salón de la Fama de la música country, uniéndose así a un selecto grupo de artistas femeninas como Loretta Lynn –para Smith su cantante de country favorita–, Kitty Wells, Dolly Parton o Patsy Cline, entre otras.
Vamos con su single de debut, Once a Day, el primer single femenino de la historia del country que alcanzó el número 1. Escrita por Bill Anderson especialmente para ella, la letra habla de una mujer que no ha superado su ruptura y, aunque intenta limitar su sufrimiento a «una vez al día», no le es posible. Connie fue nominada a la mejor vocalista femenina en la primera entrega de los Grammy en que se concedió este premio.

Posteriormente, la misma Smith la interpretó en francés con el título Pas Souvent (1966), convirtiéndose así en una de las pocas cantantes country que ha cantado en otro idioma que no sea inglés.

Loretta Lynn, en su álbum Songs from my Heart (1965).

El mismo año, David Houston la incluyó en Sings Twelve Country Hits (1965).

Os dejo con George Jones en I’m a People (1966).

Uno de los pocos cantantes country hispanos, Trinidad López III, conocido como Trini Lopez –nació en Dallas de ascendencia mexicana– la versionó en Welcome to Trini Country (1968).

Martina McBride la recuperó para su álbum de versiones sobre clásicos del country Timeless (2005).

Por último, veamos y escuchemos a Rhonda Vincent en una actuación en directo en 2010.

Orange Blossom Special. Ervin T. Rouse, 1938

orange blossom
Si hubiera que elegir una canción sobre una línea de tren, Orange Blossom Special sería una de nuestras candidatas. Esta melodía para fiddle, una de las más famosas del bluegrass, fue escrita por Ervin T. Rouse a los 20 años, aunque hay quien sostiene que Chubby Wise le ayudó en la tarea.
Está dedicada a la línea ferroviaria Nueva York-Miami, cuyo tren era conocido como Orange Blossom Special. La línea, que al principio solo llegaba a Palm Springs, Florida, inició su andadura en 1925, y dos años después fue ampliada hasta Miami. El viaje, de más de 2.000 kilómetros, se prolongaba unas 35 horas, pero con el tiempo llegó a ser la línea más rápida de Estados Unidos. El servicio se interrumpió durante la Segunda Guerra Mundial y, en 1953, dijo definitivamente adiós.
La primera grabación que se conserva es la de su autor, Ervin T. Rouse, que la grabó junto con su hermano Gordon en 1939.

Esta, de 1942, es de Bill Monroe.

Johnny Cash fue quien más contribuyó a su éxito gracias a su álbum At Folsom Prison (1968).

Lester Flatt y Earl Scruggs, dos de los máximos exponentes del bluegrass, nos ofrecieron esta hipnótica versión instrumental.

Escuchemos a The Charlie Daniels Band en Fire on the Mountain (1974).

En esta selección, tampoco podía faltar el virtuoso de la guitarra Chet Atkins, que hizo un arreglo para este instrumento. La grabó en su álbum Country After All These Years (1981) y salió como single ese mismo año.

Por último, os dejo con Rhonda Vincent y su banda, The Rage, en otra gran versión instrumental de fiddle.

I sang Dixie. Dwight Yoakam, 1988

Dwight_Yoakam_-_I_sang_Dixie
Uno de los grandes representantes en activo del honky-tonk, a la manera de Buck Owens o Merle Haggard, es Dwight Yoakam, de 58 años de edad. En 1988 publicó su tercer álbum, Buenas noches from a Lonely Room, y en él incluyó este tema que salió como single en octubre de ese año y llegó al número 1 de las listas.
Cuenta la historia de un moribundo que agoniza por las calles de Los Ángeles totalmente alcoholizado (la botella le robó todo su orgullo sureño). Siente nostalgia de su tierra y, en sus últimas palabras, recomienda al tipo que se lo ha cruzado que se vaya al sur antes de que la vida en la “podrida” ciudad acabe con él. Para consolarle, su interlocutor entona el himno sureño por antonomasia, Dixie, mientras la gente “pasa de largo”.
Escuchemos la versión original de Dwight Yoakam, que es, por derecho propio, una de sus canciones más conocidas.

Vamos ahora con una voz femenina, la de Rhonda Vincent, que la interpretó en 1998 como parte de un proyecto para ayudar a los sin techo.

Emmylou Harris o cómo sacar el máximo provecho de la colaboración con otros artistas

emmylou
Nacida en Alabama en 1947, la pasión de Emmylou Harris por la música despuntó ya en la adolescencia, y abandonó sus estudios universitarios para probar fortuna con su arte en Nueva York. En 1969 apareció su primer álbum, Gliding Bird, en el sello Jubilee Records, y su carrera alzó el vuelo tras conocer a Gram Parsons, con quien colaboró en su disco póstumo Grievous Angel (1974), uno de los máximos exponentes del country-rock. Al año siguiente, firmó con Reprise Records, donde apareció Pieces in the Sky, junto con Elite Hotel uno de sus mejores trabajos para esta discográfica. En 1979 fichó por Warner Bros. y alcanzó un nuevo éxito con Blue Kentucky Girl, cincelado ya por un country más tradicional. A principios de los 90, sus ventas declinaron ligeramente, y se unió a Elektra Records, donde grabó un par de álbumes antes de fichar por Nonesuch Records, que hoy en día la sigue hospedando.
Harris puede presumir de haber trabajado con los más grandes de la música country de su generación: Roy Orbison, John Denver, Willie Nelson, Rodney Crowell; o con las damas Dolly Parton y Linda Ronstadt, que nos regalaron el mítico Trio (1987). También ha colaborado con otras figuras ajenas al género, como The Band o Bob Dylan. Desde 1992, forma parte del Grand Ole Opry, y hasta la fecha ha ganado 12 premios Grammys, el último de ellos –con Rodney Crowell– por Old Yellow Moon, mejor álbum de Americana. Según la RIAA (Asociación Americana de la Industria de la Grabación), sus ventas superan los cinco millones de discos sólo en Estados Unidos.
Beneath Still Waters fue compuesta por Dallas Frazier y Charles Rains. Harris la incluyó en su disco Blue Kentucky Girl (1979), y el single llegó al primer puesto de la Billboard el año siguiente. La balada dice que “bajo las aguas tranquilas hay grandes olas; aunque no se nota en la superficie, sé que algo va mal: tu amor ha desaparecido”.

Escuchemos a la australiana Diana Trask en esta grabación de 1970.

El año anterior George Jones la había grabado para su álbum My Country.

Finalmente, la reina del bluegrass Rhonda Vincent la incluyó en su último álbum, Only Me, aparecido en enero de 2014.