Gershwin en el recuerdo

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Hoy no es un 11 de julio cualquiera. El calendario nos sopla que en esta fecha se cumplen 80 años de la muerte de uno de los grandes compositores del siglo XX, George Gershwin, que nos dejó, tal día como hoy, a los 38 años de edad a causa de un tumor cerebral. Parafraseando a Don McLean, este fue el día en que murió la música.

Y, aunque Gershwin no se dedicó ni mucho menos al country sino al jazz, al tiempo que componía alguna pieza de música culta, las versiones que os he preparado tienen como protagonistas a grandes nombres del country que le han rendido tributo.

Gershwin fue un músico muy admirado en su época. Sirva como ejemplo la anécdota del viaje que hizo el compositor francés Maurice Ravel a Estados Unidos, en la que aprovechó para cumplir su sueño: una velada en la que Gershwin le deleitó con algunas de sus composiciones. Mucho más joven que el creador del Bolero, George le propuso que le diera clases de música, a lo que este se negó diciendo: “¿Por qué quiere ser un mal Ravel si ya es un Gershwin de primera?”

El homenaje más nutrido a George Gershwin llegó de la mano de Willie Nelson, quien hace año y medio publicó su disco Willie Nelson Sings Gershwin, del que ya hemos hablado aquí. En aquella entrada escuchamos tres temas, Summertime, Let’s Call the Whole Thing Off, junto a Cindi Lauper, y Someone to Watch Over Me; así que hoy pincharemos otras versiones del mismo. El disco se abre con But Not For Me, una canción de 1930 que a los más cinéfilos os sonará porque aparecía en Manhattan (1978), de Woody Allen, Cuando Harry encontró a Sally (1989), de Rob Reiner, o Cuatro bodas y un funeral (1994), de Mike Newell. En la letra, escrita por su hermano mayor y colaborador habitual Ira Gershwin, el protagonista duda de que todo lo bueno que hay en la vida esté hecho para él: “Están escribiendo canciones de amor pero no para mí; allá arriba brilla una estrella de la suerte pero no para mí”.

En 1924 Gershwin compuso Somebody Loves Me, esta vez con la colaboración de Buddy DeSylva y Ballard MacDonald.

Una de las versiones de este tema se la debemos al grupo de doo-wop The Four Lads, que la versionó en 1952.

Escuchemos ahora la última composición que hizo Gershwin, Love is Here to Stay –con letra de su hermano Ira, tras el fallecimiento de aquel–, que apareció por primera vez en The Goldwyn Follies, un musical de 1938. Lo eterno e inamovible del amor es su argumento: “Dentro de un tiempo, las Rocosas se caerán, Gibraltar se derrumbará, pero nuestro amor está aquí para quedarse”.

En Embraceable You, Willie Nelson colaboró con Sheryl Crow. Fue escrita en 1928 como una canción lenta de amor a la mujer que “saca al gitano que hay en mí”.

En 1937 Gershwin fue tentado, al igual que muchos artistas de la época, por la Meca del Cine, y se trasladó a California para componer bandas sonoras. Su primera película fue Ritmo Loco (Shall We Dance), de la que salió una canción nominada al Oscar, They Can’t Take That Away From Me (que perdió, a mi juicio injustamente, con Sweet Leilani). Escuchemos a Willie Nelson en esta canción que nos habla de una relación que ha terminado y de la que, al menos, quedan los recuerdos: “El modo en que sonríes rayos de sol, el modo en que tomas el té, el modo en que llevas el sombrero, el modo en que bailábamos hasta las tres, eso no me lo pueden quitar”.

Este tema ha sido versionado en multitud de ocasiones; Ray Charles lo hizo en este directo de 1991.

De la misma banda sonora rescatamos They All Laughed, una canción de ritmo alegre en la que el protagonista no está dispuesto a admitir que se rían de la relación que ha iniciado. “Todos se rieron de Cristóbal Colón cuando dijo que la tierra era redonda, todos se rieron cuando Edison grabó el sonido, cuando Wilbur y su hermano dijeron que el hombre podía volar –los hermanos Wright se consideran los pioneros de la aviación–, le dijeron a Marconi que el telégrafo era un fraude. Se rieron de nosotros y ¡cómo!, pero, ¿quién ríe el último ahora?”

Aparte de Willie Nelson, también Linda Ronstadt ha grabado algunas canciones de George Gershwin. De su disco What’s New (1983), escuchemos, de forma consecutiva, I´ve Got a Crush on You (“Estoy enamorado de ti”) y Someone to Watch Over Me (“Alguien que me cuide”).

También versionada por Linda Ronstadt fue But Nor For Me, en esta ocasión en su álbum For Sentimental Reasons (1986).

En 1935, Gershwin se embarcó en el proyecto de componer una ópera, Porgy and Bess. Uno de sus temas más conocidos es Summertime, concebida como una nana para arrullar a un bebé: “Es verano y la vida es fácil”. Os dejo con la versión de Ricky Nelson de 1962.

Para terminar con este pequeño homenaje de iconos del country a George Gershwin, Ronnie Milsap se despide por hoy con su versión de But Not For Me en Just for a Thrill (2004).

 

I Can’t Help it if I’m Still in Love with You. Hank Williams, 1951

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Hank Williams consiguió otro single de éxito para MGM Records con este I Can’t Help You if I’m Still in Love With You, que grabó en Nashville en marzo de 1951.
La canción, hoy todo un clásico, comienza con un lamento de guitarra de Don Helms. El narrador no se hace a la idea de que su anterior pareja haya rehecho su vida: “No lo puedo evitar si todavía estoy enamorado de ti”.
Williams contó para este tema con la colaboración de sus habituales, los Drifting Cowboys, esto es, el citado Don Helms, Jerry Rivers, Bob McNett, Hillus Butrum y Ernie Newton.

Vamos ahora con una de las pocas apariciones de Hank Williams en televisión. En este vídeo, de abril de 1952, interpreta la canción con Anita Carter.

Linda Ronstadt nos brindó esta versión en su álbum Heart Like a Wheel (1974).

Patsy Cline la canta de una forma más lenta en Sentimentally Yours (1962) con los coros de The Jordanaires.

Ray Price, amigo de Hank, sacó un álbum versionando temas de este. Apareció en 1976 con el título Hank and Me.

A principios de su carrera musical, con apenas 19 años, Ricky Nelson la grabó en Ricky Sings Again (1959).

En la colección que Charley Pride dedicó a Hank Williams, There’s a Little Bit of Hank in Me (1980), también aparece esta canción. Escuchémosle en una aparición promocional en televisión.

Otro de los grandes del country, George Jones, la incluyó en su George Jones Salutes Hank Williams (1960).

No Vacancy. Merle Travis y Cliffie Stone, 1946

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A la manera del clásico de William Wyler Los mejores años de nuestra vida (1946), que refleja el proceso de adaptación de unos veteranos a la vida civil al término de la guerra, la música country también trató este tema.
No Vacancy fue compuesta en 1946 por Merle Travis y Cliffie Stone e interpretada por el primero. Escaló hasta el número 3 de las listas, convirtiéndose en el primer éxito importante de Travis, y fue el «culpable» de que Capitol Records se fijara en él y le hiciera un contrato.
La letra habla de un ex-combatiente de la Segunda Guerra Mundial. Mientras «las balas gritaban», ponía sus esperanzas en el mundo que encontraría a su vuelta, cuando «el mundo fuera libre»; pero a la hora de la verdad, cuando se pone a buscar trabajo, se encuentra un nuevo enemigo: carteles de «no hay vacantes» por todos sitios.
En 2008 el sello Bear Family Records sacó la antología Dim Lights, Thick Smoke and Hillbilly Music con varias canciones de 1946, entre ellas esta de Merle Travis.

Glen Campbell la versionó en su primer álbum Big Bluegrass Special (1962), con la colaboración de Green River Boys.

Escuchemos la versión de Ricky Nelson en su álbum Bright Lights and Country Music (1966).

Country Urbano (XXX)

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79. It sure can get cold in Des Moines. Esta ciudad fue fundada por unos monjes franceses y de ahí su nombre –“De los monjes”–, con una pronunciación adaptada al inglés. Tom T. Hall nos informa de que estamos ante una de las ciudades estadounidenses más frías –en invierno el termómetro puede bajar hasta los 10 o 15 grados bajo cero–. De acuerdo con la letra, Hall escribió esta canción en una habitación de hotel de Des Moines, donde había ido para un programa de radio.

80. The Lady came from Baltimore. Llegamos a la ciudad en la que se escribió el himno nacional americano. Esta canción, obra de Tim Hardin de 1967, cuenta la historia de un tipo que se casa con la sola intención de quedarse con la fortuna de su mujer, pero termina enamorándose de ella y se arrepiente de sus propósitos. Bobby Darin fue uno de los primeros en grabarla, tras el propio autor, en su disco Inside Out (1967).

Escuchemos la versión de Ricky Nelson de 1969.

Johnny Cash la grabó en su álbum John R. Cash (1975).

81. Streets of Baltimore. Escrita por Tompall Glaser y Harlan Howard en 1966, gira en torno a la insistencia de una chica por irse a vivir a Baltimore. Convence a su pareja de que dejen su casa en Tennessee, y una vez en la ciudad de sus sueños se aficiona a la vida nocturna –“Amaba más esas luces nocturnas que a mí”–, nos cuenta el hombre, ya abandonado por su chica. La canción termina cuando el protagonista coge el tren de vuelta a Tennessee. El primero en grabarla fue Bobby Bare en junio de ese mismo año.

Charley Pride lo hizo en su álbum en directo In Person (1969).

Escuchemos para acabar la versión de Gram Parsons (1973). Por cierto, la serie The Wire, cuya trama se desarrolla en esta ciudad, incluyó esta versión en su banda sonora.

Country Urbano (X)

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25. Night train to Memphis. Entramos en uno de los feudos de la música country, Tennessee, estado en el que se encuentra Nashville. Y lo hacemos a lo grande, de la mano de Roy Acuff, todo un ídolo de los años 40 (Hank Williams dijo de él que era el mayor cantante que había conocido la música). Un hombre que vive en Memphis invita a su pareja a que tome el tren a esta ciudad; si lo hace, él le estará esperando en la estación y será toda una fiesta. Escrita por Owen Bradley, Marvin Hughes y Harry Beasley Smith, Acuff la grabó en 1944 y ese mismo año apareció en la película Cowboy Canteen.

Jerry Lee Lewis le dio un toque rockabilly.

El virtuoso de la mandolina Jesse Reynolds, apodado el “Hombre de Hierro del Bluegrass”, activo aún a sus 86 años, nos regaló esta versión llena de energía. En este vídeo lo vemos en una actuación en directo en Virginia.

En 1966 Ricky Nelson la incluyó en su álbum Bright Lights and Country Music.

Dolly Parton la versionó en Heartsongs Live from Home (1995).

26. Knoxville Girl. Basada en un poema inglés del siglo XVI, The Cruel Miller (“El cruel molinero”), se adaptó como canción popular en Gran Bretaña con el título The Oxford Girl y, en Irlanda, como The Wexford Girl. Cuando nació el country, y más concretamente el bluegrass, Estados Unidos hizo suya la melodía. Habla de un asesinato en la ciudad de Knoxville: el protagonista, Willie, narra con todo lujo de detalles cómo mató a una chica y luego se deshizo del cadáver arrojándolo al río.
Una de las primeras versiones que se conservan data de 1937 y se la debemos a The Blue Sky Boys, un grupo formado por Earl y Bill Bolick.

Los hermanos Ira y Charlie Louvin, The Louvin Brothers, la incluyeron en su álbum The Tragic Songs of Life (1956).

Y los también hermanos Virgil y Teddy Wilburn, The Wilburn Brothers, la grabaron tres años más tarde. Aquí la escuchamos en una interpretación en directo en el Grand Ole Opry en 1967.

The Gambler. Kenny Rogers, 1978

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Con su quinto disco, Kenny Rogers se situó entre los artistas más comerciales de la música country. The gambler ha vendido nada menos que 35 millones de discos, lo que le ha valido ser cinco veces disco de platino en Estados Unidos y cuatro veces en Canadá.
Editado por United Artists y producido por Larry Butler, apareció en noviembre de 1978 y, desde entonces, ha sido reeditado en varias ocasiones, normalmente en formato CD y, en 2013, en LP, siguiendo la moda de los discos de vinilo.
Gran parte de su éxito se debe al tema de apertura, The Gambler (ya escuchado aquí), escrito por Don Schlitz y merecedor del Grammy a la mejor canción, así como a su segundo single, She believes in me, obra de Steve Gibb (también escuchada aquí). El álbum alcanzó el primer puesto entre los discos country de 1979.
I wish that I could hurt that way again fue escrita por Rafe VanHoy, Don Cook y Curly Putman. El narrador reflexiona con nostalgia sobre un amor que ha terminado y desea sufrir tanto como antes, porque, al menos, eso significaría que su pareja todavía está con él. “En medio de toda la aflicción, por lo menos existía el mañana, y mientras exista el mañana no hay final”.

En 1986 T. Graham Brown la grabó de nuevo en su disco I tell it like it used to be, y el single llegó al número 3 de las listas.

Escuchemos ahora Tennessee Bottle, escrita por Jim Ritchie, en la que el protagonista asume su pasada vida de excesos y propone enmendarse.

Sleep tight, goodnight man fue compuesta por Jeff Silbar y Sam Lorber. Os dejo con la versión de Kenny Rogers.

El primero en grabarla fue Ricky Nelson.

Otra versión que gozó de gran popularidad fue la de Bobby Bare (1978).

Termino con la única canción del disco compuesta por Rogers, Morgana Jones, sobre una mujer de mediana edad y “tan fea como se pueda imaginar”, que se encapricha de chicos mucho más jóvenes que ella.

Los albores del country-rock

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Hacia finales de la década de los 60, el country, con muchos años de historia a sus espaldas, se hermanó con el rock, que había surgido en los años 50. Así nació el country-rock.
Uno de sus primeros cultivadores fue el gran Ricky Nelson (luego Rick Nelson), que había sacado su primer álbum en 1957. En 1966, adelantándose a su tiempo, publicó Bright Lights and Country Music, en el que barnizó de rock exitosos temas de nuestro género. Aunque el álbum no llegó a las listas country, injustamente en mi opinión, sí que marcó un antes y un después en su evolución. Hoy vamos a escuchar parte de este disco, primero los temas originales y después las versiones de Nelson.
En primer lugar, el tema que da título al disco, Bright Lights and Country Music, un original de Bill Anderson coescrito con Jimmy Gately en 1965. La letra habla de la influencia positiva que ejercen las luces brillantes y la música country para olvidar los desengaños amorosos. Con todos vosotros, Bill Anderson.

Os dejo ahora con la versión de Ricky Nelson.

El autor de la siguiente canción, Doug Kershaw, creció rodeado de la tradición cajun de Nueva Orleans. Junto con su hermano Rusty, grabó este Louisiana Man en 1961, donde desgrana la vida típica de un hombre de Louisiana que va a pescar al bayou, vende las pieles de los animales que caza, se esfuerza por mantener a su familia numerosa…

Comparadla ahora con la versión de Ricky Nelson.

Otro de los temas versionados por Nelson fue Kentucky means paradise, escrito por Merle Travis en 1947, y que se resume en una exaltación de la vida en ese estado.

De nuevo, Ricky Nelson.

Truck Driving Man, el himno de los camioneros, fue escrita por Terry Fell en 1954.

Ricky Nelson lo condujo así.

Otro Nelson, en este caso Willie, escribió Hello Walls en 1962 y la incluyó en su álbum …And Then I Wrote. La canción habla de la soledad: un hombre que ha sido abandonado le cuenta sus problemas a las paredes, la ventana, el techo, que, naturalmente, le contestan solo con el eco.

La versión de Ricky Nelson, cuatro años después.

La única canción específicamente escrita para el disco fue You just can’t quit, con la que Ricky Nelson se reveló como un escritor de canciones country de primer nivel. Aquí dice que, por muchas adversidades que te presente la vida (aunque se rían de ti, tus amigos desaparezcan o te hagan sentir como un payaso), no puedes abandonar.

Glen Campbell, el artista que ha vendido 45 millones de discos

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Glen Travis Campbell vio la luz en una pequeña localidad de Arkansas en 1936, en el seno de una familia numerosa (eran 12 hermanos). A los 18 años se trasladó a Albuquerque (Nuevo México) para iniciar su carrera musical y colaboró en el grupo de su tío, quien le metió en la radio local. Poco después se trasladó a Los Ángeles y se empezó a codear con los grandes del momento –Bobby Darin, Ricky Nelson, Nat King Cole o Elvis Presley, entre otros– e inició una gira con los Beach Boys.
En 1962 firmó con Capitol Records y a finales de esa década su carrera se catapultó con éxitos como By the time I get to Phoenix, Gentle on my mind, I wanna live o Wichita Lineman. A partir de 1969 su popularidad se consumó con un programa de televisión semanal que duró tres años. Durante la década siguiente siguieron sus éxitos: Galveston, Rhinestone Cowboy, Southern Nights
También ha brillado en su carrera cinematográfica: su incursión más recordada en el cine fue la del personaje de LaBoeuf en Valor de ley (1969), con John Wayne, por el que fue candidato a los Globos de Oro, amén de poner voz a la canción del título, que fue nominada al Oscar. En La gran pelea (1980), con Clint Eastwood, volvió a grabar el tema principal.
Entró en el Salón de la Fama de la Música Country en 2005 y en 2011 anunció que le habían diagnosticado Alzheimer. Al año siguiente se retiró de los escenarios, aunque hace poco ha sacado un single –grabado en enero de 2013– titulado I’m not gonna miss you, en cuya letra hace referencia explícita a su enfermedad. La canción ha sido incluida en la banda sonora de un documental sobre la etapa final de su vida, I’ll Be Me, que se estrenó el pasado octubre. Actualmente, se encuentra ingresado en un centro sanitario, ya en los últimos estadios de su enfermedad.
Escuchemos su primer número 1 en las listas, I wanna live, de John D. Lodermilk. La canción pertenece al álbum Hey Little One (Capitol) y salió como single en marzo de 1968. Inspirada por el espíritu de paz y amor del 68, pone de manifiesto que, a pesar de las diferencias, todas las personas tienen algo en común: quieren “vivir hasta envejecer, dejar vivir, sonreír, y aprovechar el amor que la vida tiene que ofrecer”. Os dejo con ella.

Ese mismo año la cantante alemana Cornelia Möller, más conocida por su nombre artístico de Cornelia, grabó esta versión.

Esta es la reinterpretación de Don Gibson en 1970.

Uno de los primeros cantantes country de raíces hispanas, Juan Raúl Davis Rodríguez, conocido como Johnny Rodriguez, versionó este tema en 1979.