Sing Me Back Home. Merle Haggard, 1967

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Lo que podríamos etiquetar como género carcelario cuenta con bastantes ejemplos en la música country. Éste es uno de ellos. Su autor, Merle Haggard, hablaba por experiencia propia.

El trauma por la muerte de su padre lo marcó en su juventud: pasó por varios reformatorios e incluso por la cárcel, acusado de delitos menores; su condena más larga, en San Quintín, siguió a un robo frustrado.

La letra de Sing me Back Home nos presenta a un recluso que ve cómo los guardias conducen a otro reo a cumplir su sentencia de muerte. El narrador suele tocar la guitarra para pasar el rato, y el hombre que va a morir pide a los guardias, como último deseo, que permitan que su amigo “el guitarrista” le toque una canción que le recuerde a su hogar. El título lo dice todo: “Llévame cantando de vuelta a casa”. Entonces, el protagonista recuerda que un coro de góspel fue a la prisión la semana anterior para entretener a los presos y que el condenado a muerte se emocionó con una que solía cantar su madre.

La versión original de Merle Haggard y su grupo, The Strangers, apareció en 1967 y se convirtió en su tercer número 1 tras I’m a Lonesome Fugitive y Branded Man.

Los Everly Brothers la incluyeron en su álbum Roots (1968).

George Jones la incorporó a Kickin’ Out the Footlights Again (2006).

Don Williams la grabó en Reflections (2014).

Suzy Bogguss dedicó un disco a Merle Haggard en 2014 en el que versionó parte de su discografía. A Lucky pertenece su versión de este tema.

Working Man’s Poet: A Tribute to Merle Haggard, un álbum aparecido en 2014, reunió a varios artistas country para interpretar los temas más conocidos de Merle. El hijo menor de éste, Ben, de 26 años, que ha seguido los pasos de su padre, eligió Sing Me Back Home. Con ella se cierra el álbum.

 

 

 

 

 

What Am I Worth. George Jones y Darrell Edwards, 1956

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Nadie duda de que George Jones ha sido uno de los cantantes de country más influyentes de la historia. Hoy vamos a volver la vista atrás a uno de sus primeros trabajos, What Am I Worth. Lo escribió junto con su amigo de la infancia Darrell Edwards, con quien colaboró en otras ocasiones, por ejemplo en Why Baby Why, su primera entrada en las listas (que ya hemos escuchado aquí).
Como casi todas las canciones de la primera parte de su carrera, está concebida al más puro estilo honky-tonk. En el estribillo, el protagonista se pregunta para qué sirve en este mundo si no vale nada para su amada.
Aunque Jones la grabó en 1955, no salió al mercado hasta el año siguiente, cuando la incluyó en su álbum de debut Grand Ole Opry’s New Star, publicado en Starday Records, de su mentor Pappy Daily.

Ese mismo año, 1955, la grabó Terry Fell.

La versión de Sammy Kershaw pertenece a Don’t Go Near the Water (1991).

Dave Alvin la cantó a dúo con Syd Straw y la incorporó a su disco King of California (1994).

El tema fue versionado por el cantante de rockabilly Sleepy LaBeef en Roots (2008).

Norte y Sur (IX)

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Rose of Alabamy, escrita en 1846 por Silas S. Steele, tiene su origen en los espectáculos de minstrel o trovadores ambulantes negros, que causaron furor en Estados Unidos allá por el siglo XIX. El protagonista es un tipo que trabaja en una plantación de algodón de Mississippi, y parte con su inseparable banjo a visitar a su “rosa de Alabama”.
Esta es la versión canónica:

Ahora viene la de Second South Carolina String Band.

James Pentecost, Cory Rosenberg, Carl Anderton, John Allin y Mark Weems nos regalaron los oídos con instrumentos de la época.

Dear Evelina, Sweet Evelina –o simplemente Sweet Evelina– fue publicada en Nueva York en 1863, aunque es posible que fuera conocida con anterioridad por la tradición oral. Los autores se mantuvieron en la sombra y solo dieron a conocer la pista de sus iniciales: M. hizo la letra y T. puso la música, como en una película de espías. La canción resultó muy popular entre las tropas confederadas.
Tom Roush la recuperó para su CD Somewhere between the blue and the gray (2011).

Escuchad ahora la versión del grupo de cuerda 97 Regimental String Band.

He aquí una lectura alejada del country. Se la debemos al prestigioso Mormon Tabernacle Choir, que la incluyó en su disco Songs of the Civil War.

Nacido en Arkansas, Thomas Paulsley LaBeff, más conocido como Sleepy LaBeef, grabó este tema para su disco Roots, junto con Mike Bailey, David Irvin y Katy J. Arnovick.

Terminamos este recorrido por las canciones de amor de la guerra de Secesión con una de las más antiguas, The girl I left behind me, melodía que entonaban ya los soldados británicos en el siglo XVIII con el título de Brighton Camp. Se sabe que fue publicada en Dublín en 1791, y que de allí navegó a Estados Unidos. Ha aparecido en numerosas películas: Fort Apache, La legión invencible y Río Grande –todas ellas de John Ford–, Waterloo, de Sergei Bondarchuck, y La carga de la Brigada Ligera, de Tony Richardson, entre otras.
Escuchemos la marcha de David Butolph.

The Redcoats (“Los casacas rojas”, como se conocía al ejército británico) grabaron esta versión.

California Consolidated Drum Band aportó esta otra interpretación.

Mama Tried. Merle Haggard, 1968

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Escuchemos hoy una de las grandes canciones del country, o, para no pecar de grandilocuencia, de Merle Haggard, que es, sí, uno de los maestros del género. No es una canción enteramente autobiográfica, aunque las experiencias personales de Haggard –arrestado en varias ocasiones a lo largo de su vida– le inspiraron algunos fragmentos.
Trata de un chico, huérfano de padre –Haggard también lo era–, que comienza una vida delictiva y termina en prisión. “A pesar de todas las enseñanzas dominicales –dice– me dirigía hacia el mal hasta que mamá no pudo retenerme más”. El narrador se lamenta por el dolor que ha causado a su madre, tras ser condenado a cadena perpetua, sin derecho a libertad condicional, cuando sólo tenía 21 años. El culpable es solo él. Su madre, queda claro, intentó educarle mejor.
Os dejo con la grabación original de Merle Haggard en 1968.

The Grateful Dead la cantó en el festival de Woodstock en 1969.

Este mismo año The Everly Brothers la grabaron para su álbum Roots.

Joan Baez la interpretó en 1969, aunque su versión no vio la luz hasta 1993 en Rare, Live and Classic.

Para terminar, la versión de otro de los representantes del outlaw country, Johnny Cash.